Begoña Pérez es muy conocida en redes sociales. En su cuenta de Instagram @la_ordenatriz comparte con sus seguidores todo tipo de trucos y consejos, desde blanquear la tapa del wc hasta quitar manchas de maquillaje. ¿Que se te ha manchado un bolso de nobuk y no sabes como limpiarlo? Acude a la cuenta de la Ordenatriz. ¿Que te huele un cajón a humedad? Busca el remedio en su cuenta de Instagram. En ese perfil podemos encontrar la respuesta a cualquier drama doméstico.
Esta simpatiquísima y amabilísima madrileña publicó su primer libro, Limpieza, orden y felicidad, en 2022. Recientemente ha visto la luz su segunda publicación, Los trucos de La Ordenatriz. Soluciones de la A a la Z para los pequeños dramas domésticos, dedicada exclusivamente al tratamiento de las manchas. A mí me ha parecido un libro hiper-mega-super práctico porque entre sus páginas puedes encontrar la solución a muchas manchas que a veces se convierten en un verdadero quebradero de cabeza, arruinando nuestra prenda favorita.
El pasado día 7 de noviembre, Begoña Pérez visitó Sevilla para promocionar este segundo libro y tuve la oportunidad de conversar con ella, junto a Fernando Sánchez de Libros en el petate. Madre de siete niños, sentía curiosidad por saber de dónde venía esa afición a solventar problemas de espacio y de manchas. ¿Es una obsesión o más bien es fruto de esa gran maternidad? Begoña nos dijo que su casa es un caos pero la disfruta a tope porque, aunque tiene muchos hijos y como los de todos, desordenan y manchan, siempre trata de encontrar el lado práctico al asunto. Reconoce que limpiar no es una actividad que le guste pero, después de indagar tanto en el orden y en el mundo de las manchas, siente mucha curiosidad y cualquier mancha que se le ponga por delante le supone un reto.
La autora aseguró que jamás se imaginó que pudiera tener tanta repercusión en redes sociales. Actualmente su perfil supera la cifra de un millón setecientos seguidores que le lanzan preguntas y buscan sus consejos, pero admite que difícilmente puede llegar a responder a todos. «"Cuando tenía tan sólo cien mil seguidores me llegaban una media de mil quinientas preguntas al día y tuve que reconocer que no me daba tiempo a responderlas todas». En ese momento se agobió porque para ella era importante establecer vínculos con sus seguidores, responder a las consultas que le hacían e interactuar con todos ellos, pero el volumen de mensajes que le llegaba era inabarcable.
En Los trucos de la Ordenatriz se recogen todos esos trucos caseros, ese compendio de sabiduría popular, que ha ido pasando de abuelas a madres y de madres a hijas. «En este libro hay muchas cosas que se estaban perdiendo, todos esos trucos de nuestras antepasadas, en los que usaban productos baratos y que solemos tener en casa», afirmó. Pero no sólo vamos a poder encontrar trucos que forman parte de nuestro legado familiar, sino que Begoña también ha tenido que hacer pruebas para conseguir eliminar algunas manchas, a través de la técnica del ensayo y el error. «Me he cargado muchísimas cosas, más de las que puedo contar, entre ellas regalos que me han hecho». Nos comentó que, con las manchas, no todo es uno más uno igual a dos porque una misma mancha se comporta de forma distinta según sea el tejido. Es decir, que la misma técnica no siempre funciona con el mismo tipo de mancha en distintos tejidos. Y, efectivamente, hay manchas que no se quitan. Hizo mención a las que provoca la lejía, «aunque más que mancha, es una decoloración del tejido, y contra eso no encuentro una solución que funcione».
Otra mancha que da también muchos quebraderos de cabeza es la que producen los pomperos, esos juguetes infantiles con los que los niños hacen pompas de jabón. «No sé qué tiene ese producto que, cuando la prenda manchada la echas a lavar, la grasa se queda incrustada en el tejido y eso es casi imposible de eliminar», aseguró Begoña.
Pero contra las manchas difíciles hay muchos productos de fácil adquisición que nos pueden ayudar. Cree la autora que en cada casa debe existir un kit básico, compuesto por jabón, bicarbonato, percarbonato, vinagre blanco y alcohol. Compartió con nosotros los ingredientes de la fórmula mágica, muy útil para limpiar y eliminar manchas difíciles, y que se compone de:
- medio litro de agua tibia
- 2 cucharitas rasas de jabón en escamas (o ralladura de jabón)
- 50 ml de amoniaco
De todos modos, hoy en día se están haciendo virales dos productos de limpieza más. Por un lado, el jabón potásico. Por otro, la piedra blanca. «El jabón potásico es el jabón de toda la vida y la piedra blanca se lleva usando desde hace treinta o cuarenta años, que se inventó en Alemania», nos explicó. En cuanto al jabón potásico sirve, no sólo contra las manchas sino que también es muy útil contra los insectos, con la ventaja de que no resulta perjudicial para las mascotas y los bebés.
Nos aseguró que uno de los grandes errores que cometemos a la hora de tratar de eliminar una mancha es usar más producto de la cuenta. Puso el ejemplo de esas personas que abusan del detergente y del suavizante en la lavadora, porque de este modo pensamos que la ropa va a quedar más limpia y más suave. «No es así. Los fabricantes lo tienen todo estudiado y las indicaciones que nos dan en el etiquetado son las que debemos seguir», aconsejó.
Quise ponerla a prueba y le pedí que me explicara qué podía hacer con una mancha de vino que no había conseguido eliminar después de usar jabón potásico. Me respondió que el empleo de este jabón era correcto pero que, para otra ocasión, tratara la mancha con vino blanco o con gaseosa, antes de meter la prenda en la lavadora. Ahora bien, si ya se ha tratado de eliminar la mancha y no hemos obtenido el resultado adecuado, Begoña nos sugiere introducir la prenda en agua tibia, con percarbonato, y dejar actuar el producto durante un par de horas. Luego, evitando siempre exponer la prenda al sol, lavar de forma habitual.
La autora tiene en mente otro proyecto, escribir como una especie de manual de supervivencia, dirigido a todos esos jóvenes que se van a independizar pero, mientras ese nuevo libro llega, le gustaría que este libro fuera como El 1080 recetas de Simone Ortega, aquel primer libro de recetas de cocina que nuestras madres y abuelas tuvieron en sus casas y que, a día de hoy, se sigue editando. «Me gustaría que este libro fuera también un básico, un diccionario de manchas que uno se pueda llevar consigo cuando se independiza».
Soluciones de la A a la Z para que encuentres rápidamente la respuesta que necesitas, con un lenguaje sencillo y toda la sabiduría de esta gran experta a la que ya siguen más de un millón y medio de personas.
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