Jirones de seda se ambienta en el imperio chino, concretamente en el año 220 a.D., en la dinastía Qin, coetánea de las guerras cartaginenses. Protagonizada por Daiyu, la hija de un médico emigrante que practica la medicina casi de manera clandestina. La joven quiere romper con lo estipulado, con las convenciones sociales que la condenan a un destino concreto.
Según nos contó el autor, Jirones de seda nace a partir de la documentación de una novela previa del autor, titulada Más fría que la guerra, «aunque esa era una novela de fantasía, pero en la que también salen personajes históricos de la guerra fría», explicó. A raíz de ese proceso de documentación decidió dejar de lado el género fantástico, siguiendo el consejo de Juan Gómez-Jurado, y se decantó por probar suerte con el género histórico.
La elección del momento y el lugar en el que se ambienta su novela se basa en su pasión por la cultura antigua china. «Es una lástima que la cultura china la veamos tan lejos porque es muy difícil entender el mundo actual sin entender Asia oriental y, al mismo tiempo, es muy difícil entender Asia oriental sin entender China y la historia antigua de China». El objetivo de esta novela es abrir una puerta a un mundo que conocemos poco, que permita al lector acercarse a esa cultura y comprenderla mejor.
La dinastía Qin, que apenas duró veinte años, fue la primera que consiguió unificar el imperio. «El emperador Qin Shi Huang fue el que sentó unas bases culturales y unificó pesas, medidas y escritura», afirmó. Toda esta base cultural es la que posteriormente se asocia a lo que hoy conocemos como la China imperial.
Como se mencionó antes, el padre de Daiyu ejerce la medicina y, según nos contó Plaza todas la curaciones que se mencionan en el libro son reales. «En la época había un manual, el Canon Interno del Emperador, que es como una especie de vademecum médico del año 400 a.C., que intenta dar una explicación científica a las enfermedades». Señaló Fabián que la lectura de este libro le resultó muy interesante, especialmente esos pasajes en los que se habla de la medicina preventiva.
En cuanto a Daiyu, el autor comentó que en el Confucionismo la mujer no era más que un florero, algo bonito que no molesta. Será un personaje que evolucione a lo largo de la novela pero «lo que Daiyu hace es tratar de seguir el canon confuciano, aunque lo hace de una manera un tanto retorcida», señaló.
Antes de dar paso a las preguntas de los asistentes, se hizo una breve semblanza del resto de personajes importantes de la novela, que además de ser histórica, también tiene una parte de misterio y secreto, que quedará desvelada al final.
Es el Mandato del Cielo.
Corre el año 220 a. C., y Qin Shi Huang ha logrado derrotar a sus reinos rivales y unificar toda China, convirtiéndose en el primer emperador del Reino Medio.
Su burocracia estandariza leyes, lenguajes, pesos y medidas. Bajo su gobierno se inicia una descomunal serie de obras de ingeniería, desde la Gran Muralla del norte hasta carreteras y canales de irrigación, pasando por un gigantesco mausoleo para el descanso eterno del monarca, protegido por miles de soldados de terracota.
La capital de su imperio, Xianyang, es una joya que ejerce un poder indiscutido sobre las cuatro esquinas del mundo. Pero más allá de los resplandecientes palacios y jardines de la ciudad imperial, existe otra Xianyang. Una ciudad sucia y peligrosa, llena de rencores ancestrales agitados por el filo de las armas, donde sus habitantes luchan por subsistir día a día. Una ciudad que esconde sus secretos entre los vaivenes de todos aquellos que miran con recelo el nuevo control que impone sobre ellos.
En sus calles se cruzarán tres individuos que lo han perdido todo: un médico taoísta ciego, una hija que no ha logrado superar los horrores de la guerra y que no se siente cómoda cumpliendo con las tradiciones familiares que se ciernen sobre ella, y un veterano soldado caído en desgracia.
De un modo u otro, los tres se han visto despojados de su honor. Y cuando se presenta la oportunidad de recuperarlo, resolviendo una serie de misteriosas muertes causadas por lo que parece ser un espíritu vengativo, no dudarán en tomarla. Aunque para ello deban enfrentarse al lado más oscuro de la capital imperial y de sus propias creencias.
LUIS ZUECO: ❝ESTA NOVELA PRETENDE REFLEJAR LOS CAMBIOS DE LA ÉPOCA❞
La presentación se inició con la referencia inevitable al documental Colón ADN, emitido por TVE, pues algo tiene que ver esta novela con el descubridor y con la época. A juicio de Luis Zueco, «Colón es un personaje complicado, del que, 500 años después, seguimos sabiendo poco». Comentó el autor que, sin que sepamos todavía por qué, Colón ocultó gran parte de su pasado antes de llegar a la corte de Castilla. Zueco cree que el hecho de tanto misterio alrededor de su figura puede deberse perfectamente a que tuviera un origen hebreo. «Siempre se ha especulado con la idea de que, si admitimos su origen humilde, ¿cómo es posible que terminara siendo Virrey, gobernador y almirante?», preguntó a la sala. Pero no solo eso, es que, como sabemos, lo recibieron los reyes y emparentó con una mujer de la nobleza portuguesa. «Si eres de origen humilde, esto es casi imposible», aseveró.
Colón no será un personaje principal pero su sombra sí planea sobre toda la novela. Los personajes protagonistas serán un joven cartógrafo y relojero, de nombre Noa, y María, la hija de un ballenero vasco. A través de estos personajes el autor pretende reflejar en su novela el cambio de una época. «Cambiará todo, la economía, la política y hasta la religión, y por eso el título de la novela es El mapa de un mundo nuevo», estableciendo un contraste con la idea del nuevo mundo que a todos nos asalta cuando pensamos en este siglo. Pero entre los cambios que se producen en este mundo nuevo también tiene cabida el plano físico. «¿Qué creéis? ¿La gente de la Edad Media pensaba que el mundo era plano o redondo?», volvió a preguntar Zueco a los presentes. Al contrario de lo que muchos podamos pensar, en la Edad Media la gente pensaba que el mundo era esférico. «Aunque se habían hecho algunas mediciones no se aceptaron. De hecho, se llegó a pensar que el mundo tenía la mitad del tamaño del real», aclaró. Con estas dimensiones, era imposible pensar que lo que se había descubierto era un nuevo continente porque, según sus mediciones, un nuevo continente no podía caber en el mundo.
La novela se inicia en el momento álgido del reinado de los Reyes Católicos, cuando Juana viaja a Flandes para casarse con Felipe, el Hermoso. «Al casar a Juana, la tercera hija de los Reyes Católicos, con Felipe, hijo de Maximiliano, que luego sería emperador, conseguían aislar a Francia. Además, con este casamiento se consolidaba el comercio de lana castellana con Flandes», explicó.
En cuanto a los personajes, se señaló que los masculinos suelen tener un halo de inocencia que los convierte en personas muy idealistas, frente a los personajes femeninos que a los que el autor siempre dibuja como mujeres muy duras. «Claro, estamos en el siglo XV, y las mujeres tienen que ser duras, si no, no podrían sobrevivir por la tremenda desigualdad que había». Para las aventuras a la que se tiene que enfrentar María en esta novela, el autor necesitaba construir un personaje fuerte. «María procede de una familia de balleneros del Cantábrico. A ella le gustaría seguir la tradición familiar pero no puede». Su deseo tendrá que canalizarlo de otro modo. «Será un personaje oscuro que irá evolucionando».
Unicornios, coleccionistas de reliquias y prestamistas asomarán a la nueva novela de Luis Zueco, una novela que contiene también guiños a sus anteriores publicaciones, a películas, canciones y libros que han marcado al autor.
Esta novela narra los años que cambiaron para siempre el curso de la historia. Cuando cada barco que regresaba a puerto podía transformar el mundo, un mapa se convertía en el bien más preciado de una corona y las hazañas de un viajero eran capaces de incendiar un imperio.
ENCUENTRO CON EL AUTOR JOSÉ SOTO CHICA
El último acto tuvo lugar fuera de los límites de Úbeda. La acción literaria se trasladó a la localidad de Rus, donde se produjo un encuentro entre José Soto Chica, en la Casa de la Juventud. Dado la distancia fue difícil acudir al mismo pero me consta que fue un encuentro estupendo.
ENTREGA DEL PREMIO LOS CERROS DE ÚBEDA
En este certamen, se entregan tres premios. Uno de ellos es el Premio Los Cerros de Úbeda, que ya lleva varias ediciones, y que premia a la mejor novela histórica publicada en el año anterior, a juicio de los miembros de una comisión lectora que toma la decisión entre diversas obras. Este año ha recaído en el escritor Javier Alandes, autor de La última mirada de Goya (Contraluz).
La comisión lectora decidió otorgar este premio a esta novela, en la que su autor nos muestra la parte más desconocida de la vida del pintor Francisco de Goya, centrándose en el periodo en el que el artista pasó en Burdeos (Francia), que se entrelaza con una sólida trama de ficción ágil y con personajes muy y bien definidos.
Recibido el galardón, Javier Alandes quiso agradecer la entrega de este premio, «el primero en mi vida como escritor». Alandes confesó ser seguidor de la trayectoria de este certamen desde hace muchos años. «Es un honor para mí sumar mi nombre a la lista de autores y autoras que han recibido este premio en ediciones anteriores». Agradeció la labor de la comisión lectora y a la editorial Contraluz «por haber creído en mí y por haber creído en esta historia sobre el cráneo perdido de Goya». E hizo especial hincapié en la labor de los historiadores y de las historiadoras «personas que han dedicado su vida a desentrañar los misterios del pasado».
El autor compartió con nosotros la anécdota que posteriormente dio lugar al nacimiento de esta novela. En un viaje a Madrid, el autor descubre la ermita de San Antonio de la Florida o, mejor dicho, las dos ermitas, una junto a la otra. Intrigado por lo curioso del descubrimiento, preguntó a un viandante que le explicó que la ermita original tiene los techos y las bóvedas pintadas por la mano de Goya. Las pinturas atraían a numeroso público, incluso en las horas de culto, por lo que se decidió construir otra ermita igual, justo al lado. Una de ellas , la original, quedaría para el turismo; mientras que en la otra sería donde se celebrara la misa.
En aquella misma visita, Alandes descubrió que allí yacían los restos de Francisco de Goya, enterrado junto a su consuegro, con la peculiaridad de que a Goya le faltaba el cráneo. ¿Qué fue de la cabeza de Goya? Así se le ocurrió esta novela, que ficciona de manera verosímil qué pudo ocurrir. Porque de Goya se sabe mucho sobre su obra pero no se sabe tanto sobre su vida. «He de reconocer que Paco Rabal, en la película Goya en Burdeos me lo puso fácil», bromeó.
La última mirada de Goya cuenta con dos líneas temporales. La primera de ellas está protagonizada por Joaquín Pereyra, que pretende devolver los restos de Goya a España. Pero no contaba con que, entre los restos, no figurara el cráneo del pintor. La otra línea temporal se centra en la propia vida de Goya, contada por los personajes secundarios, como Diego "El Niño", o Juliet, la institutriz. «Son dos tramas distintas pero que tienen puntos de interconexión interconexión», afirmó Alandes.
Dedicó el autor unos minutos a hablar sobre la esfera más personal de Goya. «Era una persona con una falta total de amor filial», apunto. Nos contó que a Goya y a su esposa, Josefa Bayeu, se le murieron siete hijos, «entre abortos y el primer año de vida». Sólo sobrevivió Javier que, «consciente de las infidelidades de su padre, por lo que rompe toda relación con él y no va a visitarlo antes de fallecer en Burdeos». De ahí que en la novela, y para compensar la falta de amor filial, el autor construye un personaje falto, a su vez, de amor paternal.
En cuanto al a estructura de la novela, nos dijo que él escribe novelas que a él le gustaría leer, de ahí que sus capítulos sean cortos, porque «yo leo normalmente por las noches y si me entra sueño, sé que puedo terminar el capítulo si estos son breves». Confesó ser muy maniático con esas novelas cuyos capítulos tienen una extensión irregular.
Lo que le interesa a la hora de emprender el proyecto de una novela, siempre busca hechos poco conocidos y algún asunto sin resolución sobre el que puede ficcionar. «Me considero un escritor de mapa». Afirmó que sus personajes jamás se le hablan, como le ocurre otros autores y también desveló la manera que tiene de enfrentarse a la escritura. «No me siento a escribir si no tengo cinco horas por delante para escribir, que es el tiempo que tardo en escribir uno».
Llegando casi a los cuarenta y cinco minutos de presentación se abrió el turno de preguntas a las que Javier Alandes contestó. Para cerrar su intervención, os dejo con una frase que dijo durante el acto y que a mí se me quedó grabada:
«Los escritores somos lectores que, de vez en cuando, escribimos una novela».
Sinopsis: Una trepidante novela histórica de aventuras que explora los últimos días de Goya y la misteriosa desaparición del cráneo del artista
En 1888 el cónsul español en Burdeos, Joaquín Pereyra, se dispone a expatriar el cuerpo del insigne Francisco de Goya a España, fallecido en el exilio sesenta años antes. Pero un hallazgo inesperado da al traste con sus planes: al abrir la cripta descubrirán que al esqueleto del pintor le falta la cabeza. ¿Quién y por qué ha profanado la tumba?
Pereyra contrata los servicios del detective más famoso de París para que dé con la calavera de Goya, lo que les llevará a indagar en la vida del artista en Burdeos y sus andanzas junto a otros exiliados españoles opositores a Fernando VII y, también, en su intimidad familiar en compañía de Leocadia Zorrilla, su último amor, y su hija Rosario. Pero en esa rutina familiar también se incluyen, por motivos diversos, dos jóvenes que ayudaron al pintor a cumplir sus últimos deseos: Juliet, una institutriz tan apasionada como independiente, y Diego "El Niño", un valiente guardaespaldas que protegió la vida del pintor de todos aquellos que deseaban acabar con él. Y es que Goya, aunque sordo y casi ciego, nunca dejó de ser ese genio brillante y carismático que atraía todo tipo de intereses encontrados, desde asesinos a sueldo a esposos despechados...
Basada en el hecho real de la desaparición del cráneo de Goya de su tumba en Burdeos, Javier Alandes compone una novela vertiginosa, ágil y vibrante, que aúna realidad y ficción, acción y emoción, profundamente adictiva, que habla de la capacidad redentora del arte y el afán de salvaguardar todo lo que representa.
Puedes ver fragmentos de las intervenciones de estos escritores durante la presentación de sus novelas en el certamen haciendo clic en el siguiente vídeo: