Recuerdo que cuando este espacio inició andadura, en el año 2012, la pasión por la literatura y los libros llenaba toda mi vida. He dedicado muchísimas horas de mi tiempo libre a este blog y, aunque esa pasión se sigue manteniendo, es inevitable ir evolucionando, cambiando hábitos, adquiriendo nuevas responsabilidades. Por eso, cuando me empeciné en estudiar otras oposiciones tuve que reducir drásticamente la actividad de Lecturápolis y ahora me veo obligada a acortar aún más la actividad. El nuevo trabajo en el que llevo unos meces casi me fagocita, me deja exhausta, de tal modo que mi cabeza no da para mucho más en la jornada de tarde. A eso se añade que sigo estudiando, así que no sé cómo me voy a organizar para llevar adelante todo lo que tengo en mente. Probablemente todos mis proyectos se derrumben como un castillo de naipes y tendré que tomar decisiones y dar mi brazo a torcer, pero no quiero decir adiós a tantos años en este rinconcito. Porque he estado mes y medio sin escribir una palabra aquí y ha sido sentarme ante este ordenador, y sentir cómo mis dedos vuelan por el teclado, dando forma a lo que bulle en mi interior. Es mi forma de comunicarme, es lo que me hace sentir bien, y renunciar a este lugar sería como renunciar a una parte de mí misma. No quiero hacerlo. Así que, en la medida de lo posible, trataré de compaginarlo todo. Habrá semanas con una o dos publicaciones. Semanas con ninguna publicación. Pero me niego a dar el cerrojazo. No, de momento.
Así que vuelvo y lo hago con ganas. Y espero que esas mismas ganas me ayuden a encontrar la manera de encajarlo todo.
Os digo ¡Hola! desde aquí y espero seguir estando junto a vosotros. Nos leemos.
¡Hola, Marisa!
ResponderEliminarCompaginar es la palabra clave y además poder hacerlo desde la tranquilidad...sin presiones. Lo que has conseguido tu solita es algo sobresaliente así que ahora le toca al blog estar a tu servicio y en los tiempos en que tu te te sientas cómoda.
Abrazos y feliz septiembre!
Animo Marisa, no siempre podemos estar en todo. Lo importante es no dejarlo. Besos
ResponderEliminarhola hija mia, como estas? Tanto tiempo que no nos vemos. Este....me fui pa Canada..de Bilbo aca y ahora todo bien, como lo ves cuadrilla??? Ustedes se atreven...si o no? Agur :)
ResponderEliminarCasa de España en Manitoba
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No sabes cómo te entiendo, Marisa. Cuesta tener tiempo para todo. Más de una vez he pensado que llegará un momento en que no voy a poder seguir con el blog, pero, como bien dices, renunciar a él implica renunciar a una parte de nosotras mismas.
ResponderEliminarÁnimo con el nuevo trabajo y con los estudios.
Besos
Vaya, y yo que acabo de regresar de esa pausa bloguera y te iba a preguntar que qué tal el verano... Y me encuentro con esto. Bueno, qué susto, por el título pensé que era algo definitivo. En fin, tampoco pasa nada por reducir el contenido, nosotros publicamos una sola entrada por semana desde hace años y casi lo preferimos. Al principio cuando empezamos en esto intentábamos publicar varias por semana y, con el tiempo, nos dimos cuenta de que casi siempre estábamos estresados. Mejor poco que nada, lo importante es estar bien uno, y en la medida de lo posible seguir haciendo lo que más te apetece, aunque solo sea en pequeñas dosis.
ResponderEliminarUn beso ;)
Hola Marisa,
ResponderEliminarEntiendo la frustración de no poder dedicarte a tu blog tanto como quisieras pero lo más importante es no agobiarse porque, como tú dices, es lo que te llena y si encima te vas a presionar para publicar pues al final no lo disfrutas así que, escribe cuando puedas y tengas ganas y no estés pendiente de la frecuencia de publicación. Yo tengo suerte de poder publicar un post al mes y es que el trabajo y las obligaciones cotidianas nos quitan mucho tiempo y cuando llegas a casa no tienes la cabeza para escribir. Pero siempre puedes leer un ratito aunque no escribas.
Un abrazo y mucho ánimo ;)
Yo creo que tienes que quitarte presión de encima e ir a tu ritmo. Besos
ResponderEliminarHola Marisa, te entiendo perfectamente, mi situación también ha cambiado y estoy tan cansada cuando termina el día que no tengo ni ganas de leer y de reseñar ni te cuento y los años también se van notando, cuando era más joven podía estudiar y trabajar doce horas y aún sacaba tiempo para leer y ver gente , ahora hago lo que puedo con el tiempo que tengo. Ni te presiones ni te agobies, disfruta del blog que no es una obligación sino un divertimento y vete a tu ritmo, cada uno sabe lo que quiere y puede. Un fuerte abrazo .
ResponderEliminarAy madre, yo también me he asustado con el título. Me da mucha pena que se estén perdiendo los blogs, estos rinconcitos tan nuestros que son para mucha gente como esa casita a la que vas a tomar cafelito y hablar de lo que encarte, libros, chismes, películas o maquillaje. Para mí el blog es como una terapia, mi momento de relax, en el que me siento y mientras voy haciendo otras cosas, os cuento y tal. Y creo que para tí representa lo mismo, así que no nos dejes!!! Es cierto que es difícil llevarlo todo pero con que pases por aquí un par de veces al mes, a mí ya me tendrás contenta! Un besote y ánimo con todo!
ResponderEliminarSe me habían escapado dos de tus entradas y no sé cómo porque cada día reviso el gadget de blogs favoritos.
ResponderEliminarVaya, veo que mejorar en el trabajo te supone tener menos tiempo para esta afición tan apasionante que es la lectura y la escritura en el blog. Yo si tengo que elegir entre leer más o estar más en el blog, siempre escojo leer. he bajado algo el ritmo de mis publicaciones, pero no me importa. Lo malo es si además de no tener tiempo para el blog tampoco lo tienes para leer. Aprobar oposiciones tiene también su parte gris, ja, ja.
Un beso.