lunes, 16 de septiembre de 2024

EL TREN FANTASMA de María Oruña y Ana Zurita

Editorial: Anaya
Fecha publicación: marzo, 2024
Precio: 12,95 €
Género: cuento infantil
Nº Páginas:72 
Edad de interés: a partir de 6 años
Encuadernación: Cartonado
ISBN:  978-84-698-9095-0
[Disponible en digital]


Autoras

María Oruña (Vigo, 1976) es autora de la serie de novelas de misterio Los libros del Puerto Escondido, con más de un millón de lectores, y de El bosque de los cuatro vientos, una novela histórica de misterio ambientada en su Galicia natal y tras cuya investigación aparecieron unos legendarios anillos milenarios. Sus novelas han sido traducidas a una decena de idiomas. María inventaba cuentos todas las noches para su hijo, y un día decidió escribir el más divertido de todos: "El tren fantasma", con el que se adentra en el mundo de la literatura infantil.

Ana Zurita cursó Bellas Artes en Valencia, su ciudad natal, y tras finalizar sus estudios comenzó su carrera como ilustradora, especializándose en el libro infantil. Desde entonces ha publicado numerosos cuentos en España, Francia y Estados Unidos, ilustrando los textos de otros autores y también sus propias historias

Sinopsis

A Alan no le gusta irse a la cama. Para ayudarlo a dormir, su padre decide leerle un cuento muy especial: El tren fantasma. Cuando Alan se queda dormido con él entre las manos... ¡se despierta dentro del tren de la historia! Y los fantasmas serán el último de sus problemas: montañas mágicas, tormentas terribles, amazonas con espadas... ¡Menuda aventura le espera!

[Información tomada directamente del ejemplar]

Llega septiembre y, por lo tanto, toca volver a la rutina después del periodo estival. Los niños regresan a los colegios, estrenan material escolar, y se reencuentran con sus compañeros de clase. Las horas de juego se reducen. Los videojuegos, las excursiones, y las aventuras dan paso a un periodo lleno de actividades extraescolares y de deberes. Volver es siempre complicado. Para los niños y para los adultos. Así que, para hacerlo más llevadero, incluso para mí, hoy os traigo la reseña de un cuento infantil que puede venir bien si queréis convencer a los más pequeños de la casa para que se acuesten temprano. Atrás quedan los días de verano con sus despertares tardíos. Ahora toca acostarse antes y madrugar. Por eso, hoy quiero hablaros de El tren fantasma de María Oruña, que edita bajo el sello de Anaya.

Oruña nos sorprendió hace unos cuantos meses con la publicación de este cuento. La autora viguesa nos tiene acostumbrados a otro tipo de libros, a novelas llenas de misterio y suspense, en las que suelen haber crímenes e investigaciones. Sin embargo, el pasado mes de marzo dio un paso más y se adentró en el mundo de la literatura infantil y juvenil. Ella misma nos contaba en la entrevista que nos concedió (puedes leerla aquí) que su intención no era escribir un cuento con objeto de publicarlo, sino que se trataba de un proyecto personal, una historia que quería guardar para sí, como un recuerdo. Sin embargo, al verse animada por otro autor amigo, decidió dar el paso y comprobar si aquella historia que había escrito, más para sí misma que para los lectores, encajaba en el mundo de la literatura infantil y juvenil. Y así fue como El tren fantasma ha llegado a las librerías pero, ¿de qué trata este cuento? Os cuento un poco.

Alan es un niño «rubio y delgado», de seis años de edad, que está lleno de vitalidad y energía. Su mente no para quieta y siempre está imaginando mil aventuras, hasta el punto de no querer irse a dormir por las noches. ¿Por qué perder el tiempo durmiendo cuando ese tiempo se pude emplear en nuevos juegos y aventuras? La madre tratará de convencerlo por todos los medios posibles, intentará hacerle entender que necesita descansar para poder afrontar un nuevo día. Por su parte, el padre le propone leerle un cuento especial«que lleva muchos años en nuestra familia». El niño accede y, acomodado en la cama, el padre se sienta junto a él con un libro en las manos que lleva por título El tren fantasma. Al empezar a leer, padre e hijo descubren que el protagonista de esta historia se llama Teo, un chico que siempre tiene sueño, al que le han encomendado la misión de conducir una locomotora  entre pequeños pueblos de montaña. Los trayectos suelen ser cortos y tranquilos, salvo los días de tormenta, en los que ocurren cosas extraordinarias. 


«- Cuando hay tormenta y atravesamos esta montaña... a veces ocurren cosas raras». [pág. 24]


Por supuesto, lo que ocurre no os lo voy a contar. Eso tendréis que descubrirlo vosotros junto con vuestros hijos, sobrinos o nietos. Solo os diré que El tren fantasma es una historia llena de magia, con el que la autora no tiene intención de ofrecer ningún tipo de enseñanza moralizante. Este relato no tiene moraleja, ni habla de temas actuales que afectan a los niños, como puede ser el bullying.  Como ella mismo nos dijo en la entrevista: «Este cuento es pura locura para que los niños despierten ese lado aventurero y su imaginación».

Los personajes 

El protagonista principal de este cuento será Alán pero estará rodeado de una variopinta galería de personajes como, por ejemplo, un anciano o una señora que siempre se está desmayado, sobrepasada por la aventura que viven. Al margen de Alan, del que os hablo más adelante, destacaría como personaje interesante a la pequeña Jimena de Monteilheit. Y digo pequeña por su edad pero no por su valor. Jimena es una princesa que rompe totalmente el estereotipo de princesas de cuento.


«No parecía una princesa como las de los cuentos: tenía mirada valiente, su vestido era largo pero ligero, y llevaba una pequeña pero afilada espada en el cinto». [pág. 40]

 

Jimena es una fémina de nuestro tiempo, que lidera a un grupo de hombres, que tiene iniciativa, a la que todos siguen por su valor y su falta de miedo. Jimena desafía y encabeza la acción porque, como dice Oruña en la entrevista, una chica puede dirigir un ejército y un chico puede ser el torpe de la historia.

Las anécdotas de este libro

El tren fantasma está plagado de curiosidades y de hechos vinculados con la vida de su autora. Para empezar, el protagonista se llama Alan, como el propio hijo de Oruña. Este es uno de los cuentos que María le contaba a «su» Alan, cuando era pequeño, que hoy es un joven adolescente. Ella se inventaba historias a la hora de acostar a su hijo y este relato es uno de los que más disfrutaban ambos. Por eso lo plasmó en papel, para no olvidarlo, para recordar siempre esa etapa, ese vínculo madre-hijo, en ese momento tan especial de la noche.

Además, el Alan de ficción vive en un pequeño pueblo de pescadores, en Escocia. La elección del escenario no es baladí. Oruña confiesa haberse inspirado en un pueblo que ella visitó hace muchos años.

«Hace muchos años, antes de ser madre, en una de mis visitas a Escocia, y justo al poco de entrar por la costa, llegas a un pueblecito que se llama St. Abbs, a unos cuarenta minutos de Edimburgo. Cuando lo visité, me pareció muy tranquilo y acogedor. En aquel momento, yo no era escritora sino que era abogada. Recuerdo que pensé que aquel pueblo era un sitio muy bonito para ubicar un cuento infantil o para idear una historia amable, para gente joven, envolvente, acogedora y cálida. Aquella idea se me quedó flotando en la cabeza y, como suele suceder con todas las historias, se fue cocinando poco a poco [..]» (Fragmento de la entrevista).

 

Por otra parte, si la princesa del cuento se llama Jimena es en honor a una amiga del hijo de María. Y si ella reina en Monteilheit es porque «el primer libro con el que yo me morí de risa, pero carcajadas en alto, fue con De profesión, fantasma de Hubert Monteilhet. Es un autor francés que ambientó una historia en Escocia. Es el típico libro de Barco de Vapor, edición naranja. Es una pasada de cuento, con más de cien ediciones. Lo compré siendo adulta y descubrí que era un cuento con un poso de crítica social que yo no había detectado de pequeña».(Fragmento de la entrevista).

Así que ya veis que este cuento, como a veces ocurre con las novelas, bebe de las vivencias propias de la autora.

Las ilustraciones

Las ilustraciones corresponden a Ana Zurita que ha llenado de color cada una de las páginas de este libro. Diría que existe un equilibrio bastante acertado entre texto e ilustración. Algunas escenas vienen acompañadas de los típicos bocadillos que recrean las conversaciones entre los personajes. El color es vivo y vibrante, de tal modo que capta la atención del lector de manera inmediata. 

El propio Alan, protagonista de este cuento, se parece al Alan auténtico, al hijo de María Oruña. «A Ana Zurita le pasé algunas fotos de mi hijo, de cuando tenía seis años, y también tenía el pelo rubito, como de pincho, al igual que el personaje. Es un guiño al verdadero Alan» (Fragmento de la entrevista).




Con un toque de metaliteratura, en El tren fantasma no hay fantasmas. Si acaso, fantasmillas, así que por eso no os preocupéis. Es una historia divertida, con la que los pequeños se van a reír y que pone de manifiesto el poder de la imaginación.

Poco más os puedo decir. Solo animaros a poner al alcance de los más pequeños la literatura de María Oruña.

Os dejo con las palabras que la autora grabó sobre este cuento para la editorial.






[Fuente: Imagen de la cubierta tomada de la web de la editorial]

Puedes adquirirlo aquí en tapa dura y aquí en Kindle


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