Nacionalidad: España
Director: Daniel Calparsoro
Reparto: Luis Tosar, Inma Cuesta, Patricia Vico, Lucas Nabor, Nourdin Batan, Fernando Cayo, Roberto Enríquez,
Género: Tras un atentado, Santi es tomado como rehén por Hamza, el único terrorista superviviente. Un giro inesperado intercambia los papeles y Santi se convierte en una bomba humana caminando por la Gran Vía de Madrid con un chaleco cargado con explosivos. Los servicios de inteligencia, emergencia e incluso los medios de comunicación, unirán fuerzas para salvarle la vida en un impresionante despliegue de medios con consecuencias inesperadas.
Tenía muchas ganas de ver esta película. Lo he comentado muchas veces, que Luis Tosar es de mis actores favoritos y no me pierdo ninguna de sus películas. Aunque, si os digo la verdad, me ha dado por repasar su filmografía y he comprobado que todavía me quedan unos cuantos trabajos suyos por ver (me ha dado un alegrón). Pero lo cierto es que, tras ver Todos los nombres de Dios, me he quedado algo fría. No es que la película no me haya gustado. Es muy entretenida y tiene mucha acción. Lo que ocurre es que esperaba bastante más y tengo la sensación de haberla visto ya. Quiero decir que películas de acción en la que un simple ciudadano de a pie, que además arrastra lastre emocional, se ve envuelto, sin quererlo ni beberlo, en una situación de extrema gravedad, en la que puede incluso perder la vida, es una historia que ya nos han contado muchas veces. Así que, cuando te topas con un largometraje que te cuenta una historia similar, pues vale, está bien, pero ya no sorprende. Precisamente eso es lo que me ha pasado con Todos los nombres de Dios, que ya no me sorprende. Os cuento.
Santi (Luis Tosar) es un taxista que no pasa por buen momento. Trabaja muchas horas, rastreando las calles de Madrid, en busca de clientes potenciales. Lo vemos taciturno, triste, apocado. Como cansando de vivir. Está casado con Laura (Patricia Vico). El matrimonio tiene un hijo adolescente. Las primeras imágenes nos hacen intuir que la pareja se mantiene a flote como buenamente puede.
Cuando Santi acude al aeropuerto de Madrid para prestar el último servicio antes de regresar a casa, en el interior del edificio se produce una explosión de enormes dimensiones. El estallido coge a Santi en el interior de su taxi, a las puertas del aeropuerto. Inmediatamente una nube negra lo invade todo. Solo se escuchan gritos, voces, peticiones de auxilio. El caos. Aturdido, Santi sale del vehículo para socorrer a los heridos. Ve a un chico joven con la cara ensangrentada y evidentes signos de estar gravemente herido. Inmediatamente se dirige a él, y lo conduce hacia el taxi. Su intención es llevar al joven al hospital. Sin embargo, cuando los dos están dentro del vehículo y Santi se dispone a iniciar la marcha, el joven -que está sentado en el asiento de atrás-, saca un arma y amenaza al taxista. «¡Sácame de aquí!», le grita el joven, mientras los coches de la policía y las ambulancias se acercan al aeropuerto. Así se inicia una de las peores pesadillas de Santi. Su pasajero no es un usuario común del aeropuerto. Hamza, que así se llama, es uno de los tres terroristas que han atentado en Barajas. Los otros dos se han inmolado. Hamza se ha arrepentido en el último momento, y no ha hecho explosionar su chaleco-bomba.
A partir de este punto, Santi tendrá que seguir las indicaciones del joven, sin saber muy bien qué hacer. Al mismo tiempo, seremos testigos de otras situaciones. Por un lado, Laura y su hijo tratarán de localizar a Santi tras la explosión. Una madre y una hija marroquí vivirán angustiadas las noticias sobre el atentado. Otro personaje más del que no desvelo nada seguirá de cerca todo lo que está sucediendo en Madrid, con motivo del atentado. Y todo ello, mientras la guardia civil monta el operativo pertinente en estos casos, con un despliegue muy americano. ¿Cuántas bombas han explotado en el aeropuerto? ¿Qué tiene que ver un taxista desaparecido con lo que ha ocurrido? ¿Quién está detrás del atentado?
Las cosas se irán complicando cada vez más, hasta incluso dar un giro de 180 grados. Y así llegaremos a un desenlace que supondrá una carrera contra el reloj.
Qué me ha gustado de la película
La acción no va a faltar en esta película. Desde el minuto uno, el espectador se monta en el vehículo de Santi y empiezan a ocurrir cosas. Como película de acción, Todos los nombres de Dios cumple con lo que se espera. Habrá huidas, persecuciones, enfrentamientos, y la tensión irá en aumento hasta llegar a ese final en el que, aun a sabiendas de cómo va a acabar la historia, sufres con el personaje. Eso es mérito de Luis Tosar.
Las escenas del estallido de la bomba, así como las que transcurren en la Gran Vía (de esto no os digo nada) están muy bien rodadas. En el aeropuerto, tras la explosión, el caos se apodera de lugar y vamos a ver a muchos figurantes de aquí para allá, heridos, ensangrentados, mientras la nube de polvo se dispersa hasta terminar de asentarse. En cuanto a la Gran Vía, ya veréis el operativo que han tenido que montar el equipo de rodaje para grabar esas escenas. Eso sí que es un operativo y no el de la guardia civil.
La película aborda el terrorismo islámico pero lo hace desde una óptica distinta. Hamza es un joven que ha sido captado por células yihadistas. Ha recibido formación pero, a la hora de la verdad, se echa para atrás. ¿Por qué? ¿Qué piensa de estos actos de violencia masiva? ¿Y qué repercusión le traerá no haber cumplido con su labor? Me parece un punto de vista interesante, en el que nunca me había parado a pensar. Son jóvenes que no terminan de ver tan claro que lo que están haciendo sea lo que su religión espera de ellos.
La banda sonora también aporta su grano de arena. Intensa y dramática en las escenas de más acción, se torna melódica y dulce cuando se pretende emocionar al espectador.
Qué no me ha gustado
Debo ser muy tiquismiquis, pero no lo puedo evitar. Cuando veo una película o leo una novela, me gusta que todo tenga lógica y sentido. En Todos los nombres de Dios hay cosas que no me cuadran. Y perdonar si hago algo de spoilers porque, por ejemplo, si tratas con alguien que tiene evidentes rastros de sangre en su cara, ¿ni te inmutas? ¿No le preguntas qué le ha pasado? ¿No te escama la cosa? A mí me parece algo rarísimo.
Otro ejemplo, si alguien tiene acceso al GPS de otra persona a la que está buscando, ¿no es lo primero que mira? ¿Es normal que se dedique a dar vueltas por aquí y por allá, y al final caiga en la cuenta de que puede mirar su localización en su móvil? Negativo. Normal, no es.
Más cosas, ¿qué posibilidades hay de que un dispositivo de seguimiento, que acaba en el fondo de una presa, siga dando señal? Por muy buena que sea la tecnología empleada, no lo veo. Que no se trata de que se moje un poquito. Es que está en el fondo de un embalse, rodeado de una cantidad ingente de agua. Que lo mismo esto existe, ¿eh? Y en tal caso, retiro lo dicho, pero que San Google me ha dicho como que no.
¿Y por último? ¿Cómo es posible que una persona en estado de inconsciencia termine en el baño de un edificio público, del modo en el que esa persona llega y de la forma que llega? Si has visto la película, entenderás lo que te digo porque a mí es que no me entra en la cabeza. Y esto último es lo que más rabia me da. ¿Es que los guionistas no piensan que los espectadores nos podemos cuestionar la viabilidad de algunas situaciones? Es que no todo vale. Es que no me puedes poner a un señor en un baño público, ataviado como va y sin que me lo expliques. Que no, que no.
Así que, entre que la película es más de lo mismo, y estas cuestiones, mis impresiones sobre la película no la dejan en buen lugar. Lo único realmente meritorio es, cómo no, don Luis Tosar.
Personajes e interpretaciones
Santi vive una situación terrible. Su vida se limita al trabajo y a la familia pero no es un hombre feliz. Y no lo es porque la vida le ha dado un revés. De los gordos. De esos de los que es muy difícil salir a flote. La vida le ha colocado sobre los hombros una losa que no lo deja levantar cabeza. Por eso lo vemos así, alicaído, triste, sin ganas de nada. Y tanta tristeza hace pensar a su familia que Santi ha desaparecido de manera voluntaria. Que ha preferido dejarlo todo atrás porque no puede seguir viviendo en el mismo hogar. Sin embargo, a Santi le espera todavía una dura prueba, una experiencia que le hará replantearse su vida, la actitud que ha tomado hasta ese momento. Así que, será un personaje que evolucione.
Luis Tosar es el encargado de dar vida a Santi. Como siempre, su trabajo es inconmensurable. Gracias a su interpretación, el espectador sentirá pánico, miedo, incertidumbre, desazón, angustia,... Todo lo que uno, en sus circunstancias, puede sentir. Si no fuera por su participación, esta película decaería unos cuantos puntos más.
Otro personaje importante será Pilar (Inma Cuesta), la comandante de la Guardia Civil, que se hace cargo del dispositivo. Será la única mujer del Cuerpo que vemos en la película, y encima ocupando un alto cargo. Ahí vamos con la presencia femenina en determinadas esferas y la cuota de paridad que, en este caso, no se cumple. Pero bueno, tampoco está mal que sea una mujer de carácter la que ostente esa posición. Lo que ocurre es que las relaciones con sus compañeros parecen un poco forzadas, como muy impostadas.
Poco puedo decir de Inma Cuesta en esta película. No es una actriz que me disguste, pero tampoco aquí está sobresaliente. Hace su papel y punto.
Poco más os puedo contar de este largometraje de Daniel Calparsoro. Vuelve a ponernos a nuestro alcance una película de mucha acción donde los buenos hombres terminan viviendo una situación terrible, pero que les sirve para enderezar su vida. Todos los nombres de Dios (que hace referencia a las distintas maneras que los musulmanes llaman a Alá), tendrá su momento confidencias, que nos permite ahondar en las motivaciones de sus personajes, y también su momento emotivo, de esos de lágrima fácil, aunque admito que esa escena resulta creíble. En definitiva, es entretenida y con eso, a veces, nos basta y nos sobra.
La tenéis en Prime Video.
Tráiler:
Veo que de nuevo Calparsoro está a la altura de lo que espero de él. Y lo que espero es una película con un buen ritmo en la acción, pero carente de alma, de originalidad, con errores de bulto que se pretende que nos traguemos a la fuerza. No he visto la película, pero ya me habían dado opiniones similares a la tuya que es la que yo he sacado de las últimas cosas que ha hecho. La veré porque, como a ti, me encanta Luis Tosar y porque el entretenimiento está asegurado. Una noche de tele trepidante. Puede que hoy mismo.
ResponderEliminarUn beso.
Pues anoche vi la película. Estoy de acuerdo contigo en todo lo que dices: las contradicciones de Hamza, los fallos de bulto como lo del GPS y, desde luego, lo que no se le puede negar al director es su manejo de la acción y del ritmo. Trepidante, con giros asombrosos y que te mantiene enganchada de principio a fin. Como dice Miguel, cumple con lo que se propone. Es una película de acción y salvando esos errores que comentamos, pues tampoco se le puede pedir más.
EliminarOtro beso.
Es un cineasta que tiene el don de entretener a pesar de las pegas o errores que contienen algunas de sus películas. Luis Tosar es de por sí una garantía así que me parece una peli que cumple con la función que se propone.
ResponderEliminarBesos, Marisa.
Bueno, al menos es entretenida, pero por lo que cuentas, sí me suena a muchas otras pelis. Y esas cositas que señalas, sí, muy creíbles no resultan. Pero bueno, me gusta también Tosar así que terminará cayendo.
ResponderEliminarBesotes!!!
Me llamaba la atención pero ya veo que me van a empezar a descuadrar las cosas como a ti y eso hará que me desconecte por completo. Hace mucho vi una peli en la que uno de los terroristas, también un muchacho joven quería echarse para atrás y no cometer el atentado suicida pero le prometieron que se cargarían a toda su familia. Yo supongo que los adoctrinar bien pero que alguno sí que tendrá ese momento de duda al final.
ResponderEliminarPor cierto, lo de tirar el móvil al agua para que no puedan rastreando es algo que se hace, creo que en algún caso reciente pasó, no sé si en el de Diana Quer me parece recordar.
Y hay creadores que abusan de la disposición del espectador a creerse lo más disparatado, pero hay que hacerlo bien.
Me la ahorro.
Besos