martes, 28 de febrero de 2023

PEP COLL: ❝La huida de los judíos por los Pirineos ha sido un tema que los historiadores han tratado tardíamente❞

La semana pasada pude conversar telefónicamente con el novelista Pep Coll. Autor de diversos libros (El salvaje de los Pirineos; Las señoritas de Lourdes Premi Sant Jordi 2007; o Dos taüts negres i dos de blancs.....), acaba de publicar una extraordinaria novela, La larga siesta de Dios. Centrada entre los años 1940 a 1944, Coll narra los sucesos acaecidos durante unos años muy convulsos, centrándose en el periplo que tuvo que vivir un grupo de judíos para huir de los nazis, una trayectoria que les obligará a cruzar los Pirineos. Su intención era llegar a un lugar libre, aunque ese lugar de libertad, paradójicamente, no era otro que la España franquista.

En La larga siesta de Dios, su principal protagonista será Samuel Silverstein. Un hombre que, habiéndolo perdido todo, encuentra sentido a su vida salvando a los niños judíos del exterminio nazi.

Muchos más detalles, en la conversación que mantuve con el autor.

[Foto cedida por la editorial]
Marisa G.- Buenas tardes, ¿Pep Coll?

Pep C.- Hola. Buenas tardes. Sí, soy yo mismo.

M.G.- Hola Pep. ¿Qué tal? Soy Marisa, de Sevilla. Encantada de saludarle.

P.C.- Igualmente. Marisa.

M.G.- Un saludo. Me alegra escucharle y conocerle. Es la primera vez que hablamos. Me gustaría hablar de la novela que usted acaba de publicar, La larga fiesta de Dios, pero antes de entrar en materia, antes de entrar en la novela de reciente publicación, he estado mirando los libros que lleva usted escrito desde que empezó, y me llama la atención que prácticamente todos sus libros están en catalán. Hay pocos títulos traducido al castellano, ¿no?

P.C.- Sí, pocos. Hay algunos en francés, un par o tres, y luego, algún otro en otra lengua, como el italiano. Pero, básicamente, todos en catalán.

M.G.- De hecho, La larga siesta de Dios, que es la última que usted ha publicado, realmente la escribió en catalán y está traducida al castellano.

P.C.- Sí, sí, sí. Bueno, los escritores, o al menos yo, con una lengua que dominemos ya es suficiente. Hay pocos autores bilingües.

M.G.- La larga siesta de Dios es una obra que narra, entre otras muchas cosas, un periplo a través de los Pirineos. Me gustaría saber por qué ese viaje o qué le diría usted a los lectores sobre la trama de esta novela.

P.C.- Bueno, es una trama un poco compleja, que no quiere decir complicada. Es una novela coral. Los Pirineos aparecen, en principio, como una vía de salvación a la situación en que se encuentran unos chicos de un orfanato. Son chicos y chicas judíos acogidos por la Cruz Roja suiza. Los Pirineos, al final de la obra, serán la meta que, en cierta manera, tendrán que atravesar para alcanzar la libertad. Una libertad en la España franquista, un sitio que no es excesivamente libre, políticamente, me refiero.

M.G.- Exactamente. ¿Y qué le impulsa a usted a escribir esta novela? Esta novela que es casi como una gran oda épica. Como usted comenta, es una obra compleja en la que vamos a ver un mundo en constante cambio. Hay historia, aventuras, miserias, muchos personajes. ¿Qué le impulsa a escribir todo este compendio de sucesos y de hechos?

P.C.- Bueno, en principio, la situación de estos años de la Segunda Guerra Mundial. Sobre todo, en un lugar como el sur de Francia, donde reciben toda una avalancha de gente del sur. De hecho, hay muchos españoles y catalanes que, acabada la guerra, se han exiliado. Y luego hay otra avalancha que baja desde el norte porque los nazis los están empujando desde Bélgica, desde Luxemburgo, o desde Holanda. Y en ese entorno se origina como una especie de guiso, ese cassoulet que dicen los franceses, un plato típico de Toulousse, que es como una especie de potaje donde hay de todo. Esto es lo que, en principio, me atrajo de esta historia. Y luego, también, el hecho de que los personajes, la mayoría de ellos, viven situaciones extremas, sobre todo teniendo en cuenta la situación de la mal llamada Francia libre, pero ocupada por los nazis, con un régimen aliado controlado desde Vichy.

Esta situación da mucho de sí porque, en estas situaciones extremas es cuando realmente se conocen los límites de la naturaleza humana, al encontrarse entre ser un colaborador o un traidor. Y esto es lo que, en principio, me atrajo, aunque también está la presencia de los Pirineos, que son unas montañas que conozco bastante bien.

M.G.- Que conoce usted bien y que aparecen en más de una obra, no solamente en esta. Es decir, usted suele desarrollar tramas de sus novelas en esta zona.

P.C.- Sí, yo nací en un pueblo cerca de los Pirineos, bueno en el pre-Pirineo. Podríamos decir en la parte sur, ya tocando a los Pirineos. Aparte de por la cuestión familiar y de mi infancia, los Pirineos me han interesado por muchos otros motivos, por ejemplo, por las leyendas. Estos valles han conservado historias muy antiguas y han sido también como un refugio de mitos y leyendas. También me ha interesado por la altura de las cimas, que superan los tres mil metros, y por ser frontera, algo que a veces parece un inconveniente pero, en muchos casos, es un privilegio. El hecho de encontrarte en un lado o en otro puede salvar vidas.

M.G.- Es una novela muy coral, pero quizás el protagonista, o que es el que resalta más entre todos, es un judío, Samuel Silverstein, que perderá a toda su familia. Él adoptará la misión, como para darle sentido a su vida, de guiar y salvar a una serie de niños judíos. Hubo muchos hombres y muchas mujeres en esos años que pusieron en riesgo su vida por salvar a los más desfavorecidos. Conocemos nombres. Pero Samuel entiendo que es verdaderamente un personaje de ficción, aunque lo que ocurre en la novela sí está inspirado en hechos reales.

P.C.- Sí, bueno, en principio, él es un personaje de ficción, pero lo que él hace lo han hecho muchas otras personas con nombre cambiado. Él es colporteur, un oficio muy curioso y muy entrañable. Eran una especie de vendedor ambulante pero que llevaba la mercancía a cuestas, en una especie de armario mochila, donde llevaba pequeños objetos de higiene, maquillaje femenino, hojas de afeitar, objetos religiosos, estampas, rosarios,... Este personaje, que me cae muy, muy bien, iba por las aldeas y por los pueblos, vendiendo su mercancía. Ellos llevaban una especie de pasaporte, firmado por los gendarmes, con los que se podían mover, algo que era muy importante para cualquier espía o para personas como Samuel, que realizaba una especie de actividad clandestina con los judíos. 

Y como has dicho antes, cuando se derrumba toda su vida, cuando se encuentra con este vacío inmenso al morir toda su familia, se topará con un chico. Uno le salvará la vida al otro. Empezará entonces una segunda vida.

M.G.- Ese chico será Philippe. Pero antes de hablar de los niños con los que él tratará o de los niños que vamos a ver en la novela, sí me gustaría saber un poco más sobre Samuel. Él lo perderá todo y esa pérdida le provocará una crisis de identidad e incluso una pérdida de fe. Estamos hablando de un hombre judío, con unas creencias religiosas pero claro, llega un momento en el que él no entiende cómo ese dios en el que él cree, permite ciertas cosas.

P.C.- Sí, sí. Sufre un golpe mucho más fuerte que cala también en este sentido. Samuel, no solo pierde su familia, sino que también pierde a Dios con esta revuelta interna. 

La familia, antes de empezar el viaje, reza. Es así como empieza la novela, con la familia rezando la oración del viajante, una oración judía muy bonita, en la que piden a Dios que les guarde de todos los percances que puedan encontrarse en el viaje, etcétera. Pero Dios no cumple con lo que se le ha pedido y es ahí donde se produce ese fuerte choque entre sus creencias y la rebeldía contra Dios, en esa especie de noche oscura que él padece. Todo esto es lo que da título al libro, esa larga siesta de Dios, como si hubiese desaparecido, al menos, por ahora. Porque luego, en el desenlace final, se verá que no era una muerte de Dios ni era un sueño eterno, sino que era tan solo una siesta, en el sentido metafórico.



[Si prefieres oír nuestra conversación, dale a play]



M.G.- Samuel formara parte de una organización clandestina para salvar a estos niños. ¿Cómo funcionaban estas organizaciones? ¿Cómo eran? No sé si había muchas de este tipo,... Imagino que habría unas cuantas.

P.C.- Sí, bueno, había de diversos tipos. Estaba la llamada Armeé Juive, es decir, el ejército judío. Era un grupo armado que luchaba al lado de los aliados y contra los nazis, pero tenía una sección encargada, sobre todo, de los niños. Como su objetivo final era Palestina, en cierta manera todos eran sionistas, es decir, partidarios del futuro Israel, como nación política, pues se preocupaban mucho de intentar rescatar a niños judíos. En aquel momento, los judíos en Francia, como en toda Europa, estaban perseguidos por los nazis. Los tienen confinados en balnearios, en hoteles, en lugares aislados y allí los tienen controlados. Eran como campos de concentración pero no de exterminio. Solo los tenían retenidos. Y de allí, tratan de rescatar a los niños. Los sacan con la excusa de que tienen que ir al médico, por ejemplo. Y luego, ya no regresan. A los niños rescatados tratarán de mantenerlos seguros en pueblos pequeños, en aldeas, en casas aisladas porque están menos controladas por los gendarmes. En estos lugares, son los gendarmes los que cazan a los judíos, y no la Gestapo, como ocurre en otros lugares.

M.G.- Estamos hablando de que la novela es coral. De hecho, tan coral que prácticamente los capítulos van encabezados por los nombres de los personajes. Hay muchos niños en la novela y estos son niños de la guerra. Son niños que prácticamente crecen sin infancia. ¿Cómo vamos a ver a los niños en esta novela?

P.C.- Bueno, estos niños del orfanato están aislados de sus padres. Se podría decir que están así desde 1938, desde la terrible noche de los cristales rotos. Son niños recogidos por la Cruz Roja suiza en Alemania. Al principio, los han trasladado a Bélgica, esperando que quizás pase todo este odio, esta persecución en Alemania. Pero la cosa se ha complicado con la guerra y ellos van a parar al sur de Francia. Y por lo tanto, estos niños se hacen mayores, se hacen adolescentes en el orfanato. Ya no son niños, ya son jóvenes, ya son adolescentes, porque algunos llevarán hasta cinco años en el orfanato. En cierta manera, me interesaba este tema porque la crisis de la adolescencia se une a la crisis que tiene el mundo, a esta persecución increíble. 

M.G.- Hay dos niños que me llaman especialmente la atención. Antes hemos hablado de Philippe. Este chico es un personaje que, independientemente del contexto social y político que le ha tocado vivir, es un chico que además tiene una malformación. ¿Hasta qué punto esto le va a afectar personalmente?

P.C.- Le afecta mucho. Él quiere ser como los otros.  Él, que no es judío y por tanto, no sería perseguido, quiere ser como sus compañeros normales, como esos niños que no tienen el labio partido. Es un superviviente desde pequeño. Es increíble que haya sobrevivido con este defecto de la boca, sin que se le haya operado. Sufrirá una crisis de adolescencia.

En principio, Samuel lo quiere adoptar pero él no acepta. Luego, cambiará de opinión. Él quiere hacerse amigo de los compañeros del orfanato, de los niños judíos que son los líderes. Incluso se fugará con ellos, cuando se podía haber quedado tranquilo, porque a él no lo persigue nadie. Es un niño que está en una situación con estas características.

M.G.- De los líderes, quizás deberíamos de mencionar y hablar un poco de Helmut. Es un adolescente con ideas de hombre. Él quiere aportar su grano de arena a lo que se está viviendo en ese momento.

P.C.- Sí, él es un chico de carácter bastante violento, que admira a los militares y que, en cierta manera, sobre todo cuando se hace mayor, quiere irse al maquis con Enric, un maquis catalán. Su ideal es luchar contra los nazis personalmente. Tiene muchos defectos. Bueno, se podrían ver como defectos pero no lo serán porque, de hecho, al final, él será uno de los líderes gracias a los cuales, podrán huir o intentar huir.

M.G.- Estamos hablando de estos niños, de Samuel, que es judío. También hay franceses, hay alemanes, y hay catalanes exiliados en su novela. ¿Qué me podría contar de estas familias catalanas?

P.C.- Bueno, esta familia se ha quedado cerca de Cataluña porque creen o confían que, según cómo vaya la guerra, volverán pronto a su casa. Estarán pendiente, sobre todo Ramón, el padre de la familia, de lo que está pasando en la guerra. A Enric, un hermano de Ramón, no le gusta el campo. Él ya ha luchado en la guerra española. Lo que intenta es unirse a los maquis y luchar contra los nazis.

M.G.- Los tiempos de crisis son una ruina para unos, pero para otros son una gran oportunidad. Esto lo hemos comprobado no hace mucho, durante la pandemia. También es así en las guerras. Es algo que veremos en la novela, cómo hay personajes que se aprovechan de las míseras circunstancias del prójimo.

P.C.- Sí, sí, sí, como en toda guerra, como se ve ahora en Ucrania, ¿no? Hay corruptelas, estraperlo, mercado negro, habitualmente controlado por los colaboracionistas. Los franceses temían el comunismo. Los nazis, en un principio, verán a los franceses como anticomunistas y, por tanto, podrán continuar conservando sus riquezas.

Sí, como en toda guerra, hay corruptelas y gente que se aprovecha de la situación.

M.G.- La acción de la novela se inicia en mayo de 1940. Llegará hasta 1944. Somos muchos años en los que ocurren muchísimas cosas. Maneja usted muchos sucesos y muchos personajes. Para escribir un libro como este, ¿cuánta documentación ha tenido usted que manejar?

P.C.- Mucha. La huida de los judíos por los Pirineos ha sido un tema que los historiadores han tratado tardíamente. Por el lado francés, es algo que no interesaba políticamente a las diversas repúblicas francesas, porque el tema de la persecución de los judíos en Francia ha sido algo bastante incómodo, por la manera por cómo se vieron obligados, o no, a enviar a los judíos al exterminio. Y por el lado español, también ha sido algo que se ha estudiado tardíamente. Hay historiadores como Josep Calvé, que ha estudiado esta zona alta de los Pirineos catalanes. Ellos han estudiado este tema en el terreno. Muchas fuentes derivan de entrevistas hechas a gente mayor, que habían hecho de guías o de pasadores. Son estas personas las que han facilitado información.

De todo esto ya hay bastante publicación pero hay otras cuestiones. Es una situación bastante compleja. He tardado unos tres años en construir la historia y luego también en andar a pie.

M.G.- ¿Ha visitado usted los espacios?

P.C.- Sí, sí, sí. Me gusta subir a la cima de las montañas y visitar todos los collados de los Pirineos. Mientras más altos eran, menos vigilados estaban. Técnicamente, y sobre todo en algunos meses, eran bastante difíciles, especialmente para personas que no estaban acostumbrados a ir por la montaña. Además, la cara norte de los Pirineos es mucho más fría, mucho más helada y, por tanto, estos collados empinados se convierten en auténticas paredes de hielo.

M.G.- Entiendo. La travesía tuvo que ser bastante complicada, muy complicada. 

Pep, por ir terminando, en una novela de estas dimensiones, en todos los sentidos, se intercalan muchísimos temas. ¿Qué reflexiones le gustaría que el lector extrajera tras la lectura?

P.C.- Muchas. Una de ellas sería, por ejemplo, la cuestión de la enseñanza. Es decir, cómo educar a unos niños y a unos adolescentes teniendo en cuenta el ambiente que les ha tocado vivir. No es lo mismo un programa de estudios en una situación de paz que en una situación de guerra. O, en una colonia que en una metrópoli.

Los maestros del orfanato se plantearán si es más útil enseñar matemáticas o gimnasia. Si son niños perseguidos, quizá sea más útil ponerlos en buena forma física que no enseñarles latín o matemáticas. La cuestión está en saber qué es más útil para estos niños. Esta sería una de las reflexiones.

Otra sería cómo reaccionamos los humanos en situaciones extremas. ¿Hasta qué punto el Holocausto fue bestialista? No solo en relación a los verdugos sino también a las víctimas. Es decir, cómo bestializa estas situaciones extremas.

Y, como última cuestión, ver cómo esta es una situación muy actual, en el mismo sentido del título. En la guerra de Ucrania, vemos cómo Putin ha despertado a Dios de la siesta. En la Rusia que, durante un siglo ha sido atea, ahora vemos cómo los patriarcas asisten a todos los mítines de Putin, y cómo Putin asiste a actos religiosos. En cierta manera, los políticos, sobre todo en regímenes autoritarios, es como si despertasen a Dios de la siesta. En un momento de crisis de muchas ideologías, acuden a Dios. Rusia era comunista y se diferenciaba del capitalismo. Ahora es más capitalista que la Europa occidental, acuden a Dios como signo de identidad.

M.G.- Pep, no le quiero robar más tiempo. Le agradezco muchísimo que me haya atendido. La larga siesta de Dios, una novela extraordinaria y espero volver a hablar con usted con el próximo título.

P.C.- Encantado, Marisa. Encantado de hablar un rato con ustedes.

M.G.- Un saludo desde Sevilla.

P.C.- Adiós. Buenas tardes.

M.G.- Buenas tardes.

Sinopsis: Una expedición condenada al fracaso.

Unos adolescentes huyendo de la barbarie.

Unas montañas demasiado altas para alcanzar la libertad.

Francia, mayo de 1940. Samuel Silverstein, un transportista de origen judío, se encuentra atrapado dentro del éxodo de fugitivos que las tropas nazis empujan hacia el Midi. A resultas de un bombardeo de la Luftwaffe, Silverstein lo pierde todo y comienza una nueva vida como agente de una organización clandestina que trabaja para salvar a niños judíos, escondiéndolos en las zonas rurales. El trabajo de vendedor ambulante le facilita los movimientos por los pueblos y masías de los valles del Ariège. Pronto descubrirá un monasterio en ruinas donde sobreviven decenas de niños y adolescentes, bajo la amenaza constante de los gendarmes a las órdenes del gobierno de Vichy. Mientras la barbarie nazi arrasa Europa y los judíos esperan que Yahvé se despierte de una vez, atravesar los Pirineos parece la única opción de escape.

Pep Coll teje con traza, vigor y emoción una novela que, desgraciadamente, nos toca de cerca.

viernes, 24 de febrero de 2023

AXEL de Luis García-Rey

Editorial: Espasa
Fecha publicación: abril, 2022
Precio: 19,90 €
Género: thriller
Nº Páginas: 576
Encuadernación: Tapa dura con sobrecubierta
ISBN: 978-84--670-6759-0
[disponible en eBook; 
puedes empezar a leer aquí]

Autor

Luis García-Rey nació en Vigo en 1981 y desarrolla su carrera como periodista en televisión, presentando desde hace más de una década la edición de fin de semana de Deportes Cuatro. Su voz también se puede escuchar por la noche en el Partidazo de COPE. Además, dirige el Máster de Periodismo Deportivo de la Universidad Villanueva. Axel es su primera novela. @luisgarcia4

Sinopsis

Miércoles, 13 de marzo de 2019. El agente de la policía judicial Axel Nash no es capaz de tomarse la vida con calma y, si no hay casos que resolver, se aburre mortalmente. No en vano dejó su Vigo natal para buscar más acción en Madrid. Una mañana recibe la llamada de su nueva compañera, Loor Galván, a la que apenas conoce, pero con la que, sorprendentemente, conecta: Marcos Goya, presentador radiofónico de un programa nocturno, acaba de aparecer en un hotelucho de citas asesinado a cuchilladas y con restos aparentes de haber sido torturado.

Mientras tanto en Vigo, Omar Pombo y su amigo Javier Grande, Jarvis, que, como muchos otros jóvenes de las Rías Baixas, han acabado trapicheando para el narcotráfico, acaban de meterse en un lío descomunal: han perdido un cargamento y las consecuencias son previsibles. Y no son buenas.

Un mundo con personajes demasiado apegados al poder —y a los vicios— de los grandes empresarios, trata de blancas y prostitución, narcotráfico, mucho cine y mucha música en dos tramas perfectamente enlazadas, con giros magistrales y dos protagonistas inolvidables: eso y más es Axel, el debut narrativo del periodista Luis García-Rey.

[Información tomada directamente del ejemplar]


Probablemente estemos ante el inicio de una saga. Axel es la primera novela del periodista deportivo Luis García-Rey, libro que lleva por título el nombre de su protagonista principal, o de uno de sus protagonistas principales porque, en este thriller, serán varios los hilos temporales, varias las localizaciones y, por supuesto, variadísimos los personajes. Dejadme que os cuente.

Axel tiene claramente una estructura bipartita. Dos hilos narrativos que, como suele ser habitual, terminarán por confluir en un punto.

2008 (Preámbulo)

Vigo. María es una joven gallega de diecisiete años que, como todas las jóvenes de su edad, sale de bares con sus amigos. Una noche, después de estar de copas, un amigo se ofrece a llevarla a casa. A la mañana siguiente, María ya no será la misma. No volverá a serlo nunca más. 

Lo que ocurre esa noche se irá desgranando poco a poco. Luis García-Rey deja aparcados los acontecimientos de ese fatídico 8 de septiembre de 2008 en el pasado, y los irá sacando a la luz paulatinamente. Al inicio de algunos capítulos que transcurren en el presente de la novela (2019), y a modo de introducción, el lector asiste a pequeños diálogos en los que María va contando lo que sucedió aquella noche a una tercera persona. El lector tendrá que seguir leyendo para componer el puzle.

2019

Madrid. Axel Nash es un policía de mal carácter. Está en ese momento en el que parece que todo el mundo está en su contra. «Necesitaba un buen caso donde volcar su ira». Y ese caso llega. En la habitación de un hotel de mala muerte, regentado por un asiático, y de nombre tan sugerente como Hotel Feelings, uno de esos lugares en los que las habitaciones se contratan por horas, aparece un cadáver. La escena del crimen es dantesca. 


«Y la escena era obra de un maníaco. O eso pensaron todos al ver un cuerpo sin vida que yacía de espaldas al espejo del techo sobre un colchón sin sábanas de 2 por 1,90. Un torrente de sangre coagulada, espesa, casi negra, coloreaba la cama y amplificaba la silueta del muerto que, tumbado boca abajo, daba la sensación de ser un hombre alto». [pág. 30]


Un hombre alto y desnudo. Lo más llamativo es que le han seccionado el pene, pero el miembro no aparece por ningún sitio. A priori, se podría pensar que es un asesinato más, uno de esos crímenes que ocupan la página de sucesos por una única jornada. Sin embargo, este crimen no pasará sin pena ni gloria. Y es que la víctima es Marcos Goya, «uno de los periodistas más reputados de este país». Todo apunta a un crimen pasional pero, ¿con quién se citaba Marcos en ese lugar tan cutre? ¿Era un hombre o una mujer? ¿Se trata de una venganza?

Para investigar esta muerte, a Axel le asignan nueva compañera. Lorena Galván, o Loor, como la conocen todos, ha sido trasladada a Madrid desde Toledo. Inicialmente, uno no será santo de devoción del otro pero, donde manda patrón, no manda marinero. No tienen más remedio que aunar fuerzas para esclarecer los hechos. Así que juntos empiezan a tirar de los distintos hilos e irán interrogando a todo aquel que, tanto a nivel profesional como personal, ha tenido trato con la víctima.

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Vigo. Noa no vive, más bien se diría que arrastra la vida. Lo único que le anima un poco es enfundarse el neopreno, coger la tabla y surfear olas. ¿Qué le ocurre? A ti te lo voy a contar. Solo te diré que ella será protagonista importante de este hilo temporal, y junto a ella, su hermana Iria, una policía implicada en un caso de corrupción política que, por el hecho de ser mujer, tiene que demostrar constantemente que es tan capaz como sus compañeros. Eso, y soportar situaciones machistas y comentarios babosos. Iria vive pendiente de su hermana, tratará de ayudarla en todo lo que puede, sin llegar a entenderla totalmente.

Pero Vigo también será el escenario por el que deambulan Jarvis y Omar, dos camellos que menudean con drogas y se dedican a colocar el material. Ellos serán los intermediarios de los grandes narcos, gente chunga, de gatillo fácil. Así que veremos a estos dos meterse en más de un lío del que les costará salir.

Y este será el planteamiento general, una mise en plat que se verá alterada cuando aparezca otro cadáver. Esta vez en aguas gallegas.

Los grandes tema de la novela serán el sexo, el dinero y el poder. Pero habrá más. En esta historia entran en juego las emociones y las heridas del pasado, los secretos y la venganza. Ya no te cuento más nada.

Qué me ha gustado y qué no me ha gustado de esta novela

Mirad, Luis García-Rey es periodista y conoce bien el mundo de la radio y de la televisión. A través de esta historia, me ha gustado asomarme a ese mundillo de las ondas radiofónicas. En la entrevista que nos concedió el autor (puedes leerla aquí), nos dijo que, independientemente de la competencia, periodistas de un mismo medio, o incluso de medios distintos, suelen llevarse bien. No obstante, en Axel la cosa será bien distinta. Lo que veremos en las redacciones y los estudios de grabación dista mucho de la cordialidad y el compadreo. En estas páginas, habrá mucha zancadilla y mucho puñal por la espalda, mucha alegría por la caída en desgracia de un compañero, mucho profesional que trabaja a destajo y no se le reconoce la labor, y mucho pelota que trepa haciendo gala de una indecorosa ética profesional. Todo este mundo turbio y de malas praxis aporta bastante interés a la novela, porque es inevitable que pensemos hasta qué punto lo que se nos cuenta es real. 

La radio y el narcotráfico. Que una parte de la acción transcurra en Vigo y que dos de los personajes sean camellos nos va a permitir conocer cómo se las gastan los que se mueven por esas esferas. También será interesante meter la nariz en esas escenas. 

Por otra parte, la trama está bien tejida. No me ha parecido que quedaran flecos sueltos ni lagunas. Resulta curioso ver cómo aquello que, en apariencia es un suceso suelto, en realidad está relacionado con otros acontecimientos. Luis García-Rey se las compone para que todo quede atado, y debidamente explicado.

En cuanto a los personajes, tengo dos preferidos. Loor me ha gustado mucho. Tanto ella como Axel están marcados por su pasado pero, en el caso de ella, su historia aporta un toque de originalidad. Lo que le ocurre a Loor en Toledo es algo que no he leído nunca. Si te paras a pensar en lo que le sucedió, se podría pensar que las consecuencias de sus actos podrían haber derivado en algo distinto pero bueno, a ella la «castigan» con un traslado a Madrid. 

A su vez, Jarvis, que para mí representa el «colgao» de toda la vida, me ha hecho mucha gracia. Creo que García-Rey lo define perfectamente. La forma que tiene de hablar, de pensar, de actuar lo convierten en un tipo auténtico, que encaja perfectamente en el entorno en el que se mueve. Os doy más detalles abajo.

Por último, también he disfrutado viendo a los personajes, concretamente a Axel y a Loor, moverse fuera de su ámbito laboral. No todo en esta novela es investigar la muerte de Marcos Goya. Estamos acostumbrados a ver a estos policías literarios con una vida propia, obligaciones domésticas que atender, o momentos de ocio. Así será también con el tándem protagonista de esta novela, a los que veremos en mitad de una cita o un escarceo amoroso. 

Y llego ahora a los puntos más polémicos. Bajo mi punto de vista, el texto necesita un pulido. Uno va leyendo y se encuentra con bailes de letras o con falta de concordancia entre pronombres y sustantivos que afean la narración. En algún momento también encontramos que faltan acentos, por ejemplo, en la conjugación de algunos verbos que, dependiendo del tiempo verbal empleado, requieren de tilde o no (enseño - enseñó) o en palabras que, según sean pronombres personales o meros artículos están acentuados (el - él). Son pequeños tropiezos, pequeñas piedrecitas en el zapato que, si bien no afectan en el desarrollo de la acción, no quedan bien en una novela. A mí, no es que me resulte especialmente incómodo encontrarme con estas erratas pero, si lo comento es porque en Axel ocurre con un cierta y relativa frecuencia, y cualquier lector que se acerque a esta novela lo va a advertir. 

Personajes

Hablemos un poco más en profundidad de los personajes más principales. Para empezar, Axel es gallego, aunque por su venas también corre sangre americana, de ahí que su apellido suene poco español. Tiene mal carácter. Odia conducir, refunfuña por todo, se muestra constantemente a la defensiva y es un tanto irreverente, pero tiene un punto débil. Bueno, más bien dos. Uno no te lo voy a contar. El otro es su hija Marta, una niña de nueve años, casi tan indomable como su padre. Al menos, es lo que piensan en su colegio, donde la definen como «caprichosa, exagerada, profundamente egoísta, airada, malhumorada,...». Marta es el amor de su vida, la persona por la que siente una losa de la culpabilidad sobre sus espaldas. El trabajo de Axel no entiende de horarios, ni de fines de semana, así que no le puede dedicar mucho tiempo a su hija que, la mayor parte del tiempo está con su tía Gema. De la madre de Marta no te voy a contar nada tampoco.

En cuanto a Loor, cuando llega a Madrid lo hace con peso extra. Algo le ocurrió en Toledo, algo que le ha conducido a la capital de España como si fuera un castigo. Loor no soporta Madrid. Dice que todo está demasiado lejos de todo, cuando ella ha estado siempre acostumbrada a espacios más reducidos. Pero, no tendrá más remedio que adaptarse. De cabello corto, rubio y oxigenado, es un personaje a la que le rondan muchos fantasmas, de ahí que duerma poco y descanse menos. Será muy interesante conocer su historia personal.

Entre Axel y Loor habrá muchísima complicidad. Es una pareja de personajes protagonistas que funcionan bien juntos. Aunque tienen diferentes formas de proceder y encarar su profesión, se amoldan a la perfección. Uno puede llegar a imaginárselos caminando por la calle, llevando a cabo interrogatorios y tratando de esclarecer los hechos. Sus diálogos fluyen. A veces, no hace falta ni que hablen para entenderse.

Iria. Al margen de ser policía también es una apasionada de la música. Tanto que hasta forma parte de un banda llamada The Rockets. Musicalmente, Iria comparte escenario con Omar. La joven vive con cierto resentimiento y, a veces, cuando la murria le puede, necesita el calor de los suyos. Pero es un personaje que se apoya en la obsesión que la posee, en la necesidad de esclarecer algo que sucedió en el pasado y no parará hasta conseguirlo. Para mí será uno de esos personajes que van creciendo con la trama, hasta convertirse en piezas clave. 

Omar tiene unos treinta años, un hombre con sueños que se truncaron en el camino. Entusiasmado del fútbol, «llegó a debutar en primera, pero las lesiones le retiraron pronto». Aun así, consiguió ser su propio jefe y dirigir una empresa textil que no es poca cosa. Luego está la música, que no es más que un pasatiempo que le permite ligar con las chicas. Aunque tampoco le hace falta mucho porque es «alto, guapo, desaliñado, con imagen de juguete roto del grunge». Si anda metido en líos de drogas es porque no deja de ser un dinero fácil de ganar. García-Rey estable una relación curiosa entre Iria y Omar. Son amigos, a ambos le unen la música, y pasarán muchas horas juntos. Pero una es policía, y el otro camello. 

Jarvis, como dije antes, es muy auténtico. Es de esos tipos que vienen de vuelta de todo, agarrados a la vida con un hilo, malhablados, y derrochando mala hostia pero, en el fondo, no es más que un pobre desgraciado que tiene una incontinencia verbal alucinante. Puede ser un personaje que crispe al lector, como le ocurre a algunos personajes de la novela, pero a mí me ha gustado mucho y hasta me ha parecido divertido, a pesar de ser un despojo social. Me ha resultado un tío que, teniendo en cuenta sus circunstancias personales, tiene una filosofía de vida propia, pero de esa vida gris que a él le ha tocado en desgracia.

Referencias culturales

Axel es hija de su tiempo, una novela contemporánea, que bebe de fuentes actuales o de un pasado reciente. Entre las páginas de este libro vamos a encontrar los gustos de su autor, la música que escucha Luis García-Rey, en forma de estrofas sueltas que se cuelan en la narración. Ha sido divertido ir encontrándolas. También hay mención a series televisivas como, ¿te acuerdas de Remington Steel? Porque, si te acuerdas, tú ya no cumples los treinta. 

Estructura y estilo

Axel roza las seiscientas páginas pero se lee con fluidez, gracias a un ritmo apropiado para lo que es un thriller y al equilibrio entre narración y diálogo. Con saltos en el tiempo, la novela está escrita en tercera persona, aunque García-Rey incorpora los pensamientos de Axel en primera persona con relativa frecuencia. El empleo de este recurso me ha gustado, creo que permite al lector conocer con mayor profundidad al personaje, porque no solo vamos a tener la percepción que nos brinda el narrador en tercera persona, sino que será el propio personaje quien nos permita conocer cómo es realmente. Una cosa es lo que hace y otra muy distinta lo que piensa. 

Luis García-Rey maneja bien los diálogos entre Axel y Loor. En algunos pasajes son mordaces y están cargados de ironías. Pero, con otros personajes, me han parecido más planos, con pocos matices.


En definitiva, Axel es una novela negra que me ha parecido bastante entretenida.  El lector irá tratando de averiguar qué le pasó a María y quién ha sido el asesino de Marcos Goya. Del enredo inicial que nos presenta el autor, García-Rey va saliendo airoso, a medida que se deslía la madeja. 

¡Ah!, la clave de todo está en un cepillo de dientes. 

[Fuente: Imagen de la cubierta tomada de la web de la editorial]

Puedes adquirirlo aquí: 


jueves, 23 de febrero de 2023

JORDI SOLÉ: ❝Hay un momento en novela negra, en el que siempre vas a tener que traicionar a la realidad❞

Hace unos días conversé telefónicamente con Jordi Solé. Era la primera vez que hablaba con este autor catalán, que acaba de publicar La noche de Damballah. Periodista de profesión y colaborador de medios como El Periódico de Cataluña, La Vanguardia, El Independiente o la revista Fotogramas, también ha sido redactor en jefe de la revista Fantastic Magazine y director de la revista Club Disney. Pero al margen de la prensa escrita y de su participación en televisión, a Solé lo que más le gusta es escribir. Por eso, se ha alejado un tanto del periodismo y se ha centrado en su gran pasión, la literatura.

Jordi Solé es autor de cuentos y novelas. Como os digo, su última publicación ha sido La noche de Damballah, que ha editado la editorial Alrevés. Y, en relación a esta última obra, estuvimos conversando hace unos días.


Marisa G.- Jordi, un placer saludarte. Es la primera vez que hablo contigo. No había leído nunca una novela tuya. Estoy en ello. Y me gustaría hacerte preguntas, sobre esta nueva novela, sobre La noche de Damballah. No sé muy bien cómo se pronuncia, si acentuando la última sílaba o no.

Jordi S.- Yo siempre digo Damballah.

M.G.- Antes de empezar a hablar del libro y como no te conozco, he estado mirando tu trayectoria y veo que es larga y fructífera. Has hecho un poco de todo, prensa escrita, televisión, radio y en cuanto a literatura, has escrito novelas y relatos. Eres una persona polifacética.

J.S.- Se  hace lo que se puede.

M.G.- Sí, pero te has llevado mucho tiempo trabajando en periodismo. ¿Estás ahora más centrado en literatura o el periodismo lo sigues manejando?

J.S.- El periodismo, por desgracia, muy poco. Hace como más de una década que descubrí que más que contar la realidad, prefería inventármela. Me pasé a la ficción y, aunque al principio hice cositas, me he ido desvinculando. Y ahora soy un fósil del periodismo.

M.G.- Bueno, esta novela, La noche de Damballah, es una novela negra. Sin embargo, has tocado otros géneros también. No siempre te has centrado en lo negro.

J.S.- No. He hecho novela histórica. He hecho novela juvenil, lo que lo que se dice young adult. No me gusta la idea de encasillarme en un género. A mí me gusta contar historias, historias que me interesen. Y eso puede ser tanto en novela negra como novela histórica. Me encantaría escribir un western. No lo iba a leer nadie, pero yo me lo voy a pasar teta. (Risas)

M.G.- (Risas) Pero, la novela negra parece ser ese género que está desbancando a todos los demás, ¿no? Parece que cada vez está escalando más en esa pirámide de los géneros literario.

J.S.- La novela negra tiene la suerte de tener un lector muy fiel, muy, muy apasionado, que si consigues gustarle, te sigue mucho. Hay muchos autores que encuentran un filón con un detective novela tras novela. Hay un montón de eso, ¿no? Quizás en otros géneros eso no se da tanto. Pero sí es un género en auge y además lo entiendo, porque a mí me encanta. 

M.G.- Es un género muy entretenido y más con el estilo de vida que llevamos hoy en día, pues cuando uno llega a casa, cansado de todo, lo que más le apetece, es una historia que te atrapa desde el principio.

J.S.- Sí, básicamente. Mientras que las cosas malas les ocurra a los de la novela,...

M.G.- Es verdad. Tú estás seguro sentado en el sillón de tu casa.

Bueno, centrémonos en La noche de Damballah. Jordi, aclárame algo porque no sé si estoy equivocada. Esta novela realmente se publicó ya en catalán y estamos ante una edición castellano. ¿No es así?

J.S.- Sí, sí, sí, es así. Creo que se publicó en el 2015. Es una novela que, cuando la escribí, quedé muy contento de cómo me había quedado. Pero luego, durante la pandemia, con eso de que no tienes nada que hacer y empiezas a mirar cosas, le echo un vistazo y me di cuenta de que, o me había equivocado en su momento o había aprendido mucho en ese tiempo. Vi que la novela tenía mucha capacidad para mejorar. Y aprovechando el tiempo de la pandemia, pues le eché horas y horas y creo que la mejoré mucho.

El reto estaba en ver si podría publicarla. En catalán ya estaba muerta. Pero quería ver si la historia tenía o no recorrido en castellano. Y la verdad es que la primera editorial donde la presenté la aceptó de manera muy entusiasta. Estoy contento.

M.G.- ¿Pero la has tenido que retocar mucho? No sé cuál ha sido exactamente el trabajo.

J.S.- Bueno, arreglé alguna escena. Arreglar un texto casi siempre es cortarlo. Escribes un texto con diez mil palabras y cuando le echas un vistazo, le quitas mil. Y si le echas otro vistazo, le quitas quinientas más. Y si le das otro vistazo, le quitas trescientas cincuenta más. Y cuando el texto en vez de tener mil, pues tiene ochocientas o setecientas palabras es mucho mejor que antes. Y eso le hacía falta a esta novela.

M.G.- En esta novela, narras el crimen y la posterior investigación de una mujer nigeriana que aparece muerta en la zona franca de Barcelona y que parece ser víctima de rituales de vudú. ¿Cómo surge la idea de escribir esta novela? ¿Por qué se te ocurre la historia de una mujer muerta, de una prostituta nigeriana, en estas condiciones?

J.S.- Pues mira, volviendo al periodismo. Vi un reportaje de TV3 que se llamaba Ivie Okundaye, una chica de carreteraEmpezaba con el hallazgo de una de una prostituta nigeriana que había sido atropellada cerca de la frontera con Francia. La habían dejado muerta al lado de una cuneta y ahí se había quedado. Ni ritual vudú ni nada. Era simplemente un atropello que nadie reconoció y que quedó impune. Pero a la periodista de TV3 que dio la noticia, le impresionó mucho y empezó a tirar del hilo. Se enteró de quién era la chica y siguió investigando. Al final fue a Nigeria, habló con su familia, y ahí descubrió el lazo que existe entre la prostitución nigeriana y el vudú, que parece que sea una cosa de películas, pero que es una religión que existe y en Nigeria está muy, muy, muy presente en la vida de la gente. Entonces lo que descubrió con asombro fue que las chicas nigerianas cuando van a partir de su país para ser explotadas sexualmente en Europa, se les hace un ritual vudú antes, y se les cuenta que se quedan con su alma o con una parte de su alma. Y ellas, como creen mucho en eso, tienen mucho miedo. Por tanto, cuando llegan aquí, a diferencia de casi todas las otras chicas de otras nacionalidades que tiene que tenerlas encerradas, custodiadas, vigiladas, porque si no se escapan, a las nigerianas las pueden dejar tranquilamente sueltas, porque ellas van a volver todos los viernes a pagar su canon, porque tienen miedo de lo que les puede hacer el brujo si no lo hacen. Cuando me enteré, me pareció que ahí tenía una novela. Y así nació la idea de La noche de Damballah.

M.G.- El tema del vudú es algo que resulta original, sobre todo en nuestro país. Sabemos que se practica en otros países, pero encontrar que alguien realice ritos de vudú aquí en España puede dar un toque de originalidad a la trama.

J.S.- Sí. A mí el vudú siempre me ha dado mucha cosita. No es que crea en él, pero es aquello de haberlas haylas. El vudú es algo que siempre he mirado de lejos y con respeto. Y me parecía que meterlo en una trama de novela negra le daba un toque sobrenatural al tema que me gustaba mucho. Siempre intenté tratarlo en la novela de una forma que tú pudieras decidir si eso funcionaba, si era casualidad, o si era por otro motivo. Nunca queda claro en la novela qué sucede exactamente.


[Si prefieres oír nuestra conversación, dale al play
Nota: por problemas técnicos, los primeros minutos de grabación
 se escuchan con menos nitidez, pero mejora inmediatamente]


M.G.- ¿Y te has tenido que informar sobre cómo se desarrollan este tipo de rituales, qué elementos se utilizan,...? Tengo noticias pero, como esto nos coge un poco lejos, escuchas campanas pero realmente no sabes muy bien cómo va.

J.S.- Sí, sí, me informé un poco, claro. Pero, lo que pasa es que hoy en día hay una herramienta fantástica, que es Internet.

M.G.- Claro.

J.S.- Ahí se puede encontrar casi.  Entre lo que me contó Anna Teixidor, la periodista que hizo el reportaje en TV3, más lo que yo busqué por aquí, por allí, por allá, puedes reproducir un ritual de una manera más que convincente.

M.G.- La víctima de esta novela, si no me equivoco, y si no lo pronuncio malamente, se llama Gbemisola Shotade o algo así, ¿puede ser?

J.S.- Sí, sí,...

M.G.- Tiene 19 años. ¿Qué sabemos de la víctima?

J.S.- Pues, es un encanto de chica. Se ha matriculado en una academia de peluquería. Se ha echado un novio, que no es que sea nada del otro jueves, pero que suponemos que para ella es bueno y, en fin, es una chica que quiere escapar del mundo en el que está atrapada y buscar suerte en otra plataforma. Pero eso lo pagará caro.

M.G.- Pues le tocara investigar la muerte de esta chica a un investigador, un policía un tanto peculiar, que se llama Lluís Artigas. Digamos que rompe un poco los esquemas de lo que estamos acostumbrados a ver en un personaje, en un policía de novela negra, porque tiene luces y sombras.

J.S.- Cuando te planteas un protagonista de novela negra, la verdad es que, casi seguro, alguien lo habrá utilizado antes que tú, porque protagonistas de novela negra los hay de todas las maneras. Flacos, gordos, limpios, sucios, calvos, negros, morenos, rubios, simpáticos, bordes,... de todas las maneras. Es un poco difícil crear algo diferente. Intenté hacer el mío de una manera que resultase creíble. No quería hacer ni un tipo que fuese bueno, ni que fuese malo, sino que fuese todo lo contrario, una persona. Intenté darle matices para que cada uno saque sus propias conclusiones sobre si Artigas es un buen tipo o un cabronazo.

M.G.- De todas maneras, es de nuevo cuño, ¿no? Quiero decir, solamente protagoniza esta novela concreta. No es un personaje de saga, como hemos comentado o no sé si tiene pensamiento de volverlo a utilizar...

J.S.- Ah... Aims. (Ríe)

M.G.- ¿Estamos estropeando algo? (Risas)

J.S.- Pudiera ser... Déjame que no conteste a eso.

M.G.- Venga, lo dejamos en el aire. Sigamos entonces hablando de otro personaje que también es muy importante en la novela. Me refiero a la periodista. En novela negra es muy común esta relación policía-periodista. No siempre se llevan bien, porque, en fin, sabemos que a veces los periodistas, con tal de hacerse con la noticia, se inmiscuyen en el trabajo de la policía. Y, por su parte, la policía trata de esquivar a la prensa. En este caso la periodista es Mónica Vidal. ¿Cómo es la relación entre Artigas y Vidal?

J.S.- Pues como has contado tú. Es una relación de amor-odio, digamos. Mónica tiene relación con otras novelas que yo he escrito. Es la biznieta del protagonista de tres novelas, de la serie de tres novelas que escribí antes de esta. Yo quería forjar mi propio universo pero claro, no podía llevar al protagonista de esas novelas porque había nacido en 1800 y pico a la época actual. Y entonces me salió esta bisnieta. Además, me salió una pistola que a su bisabuelo le regala Buffalo Bill, y que ha ido pasando de mano en mano en su familia. Esta pistola llegará a Mónica y en la novela juega un papel muy importante. De esa manera, Mónica es el puente que existe entre esta novela y otras novelas mías y que me ha servido para forjar mi universo.

De todos modos, es un personaje que igualmente debería haber estado en el libro porque es como el contrapunto de Artigas, aunque igualmente ella es una persona que tiene muchos demonios y está siempre acomplejada por el hecho de haber tenido una madre y un bisabuelo que han sido gente muy importante en el periodismo. Ella tiene talento, pero no ha tenido la suerte que han tenido ellos. Ella es un pez pequeño que busca su lugar en el mundo. Ella quiere demostrar que es tan válida como fueron otros. Hay un momento en el que alguien le ofrece un buen trabajo en un periódico importante y consigue traer una buena historia, ¿y qué mejor historia que la del asesinato de una chica en Barcelona?

M.G.- Le tienes especial cariño a este personaje, porque te he leído decir en alguna entrevista que para ti, quizás sea la gran protagonista de la novela.

J.S.- ¿Mónica? Sí. Mónica va a volver a salir. Ya ha salido en una novela posterior. Mónica y yo volvemos a encontrarnos seguro.

M.G.- Jordi, también es muy habitual que los autores utilicéis la trama para hacer crítica social, para denunciar. Entiendo que, a lo mejor en este caso, y tratándose de una prostituta, has podido usar la novela para hacer algún tipo de crítica.

J.S.- Sí, claro. Creo que uno de los grandes atractivos que tiene la novela negra es la facilidad para hacer crítica social. Cuentas una historia de gente del lumpen, de gente que no son afortunados, que viven un poco al margen y, retratando a estos personajes, retratas un poco cómo es la sociedad hoy en día. Es muy fácil hacer crítica. Bueno, más que fácil es necesario.

M.G.- La víctima aparece en la zona franca de Barcelona. La ciudad juega un papel importante. Creo que no muestras esa Barcelona turística, sino la otra cara de la ciudad. 

J.S.- No. Es evidente que no muestro la Barcelona que se quiere mostrar en los folletos turísticos. Todas las ciudades tienen esa otra cara, -Nueva York, Londres, París, Madrid,- a donde no irías nunca. Yo no muestro la Barcelona de la Villa Olímpica, la de la Rambla, la de los lugares bonitos, sino la otra Barcelona, la que es mucho más oscura.

M.G.- ¿Y tiene bastante protagonismo? Quiero decir, ¿el lector va a recorrer buena parte de la ciudad, aunque sea en esas zonas más oscuras?

J.S.- Sí, sí, sí, sí. Mira, esa fue una de las cosas que cambié en la versión en castellano. Cuando aparece el cadáver en la zona franca, en la primera versión, no busqué un lugar concreto. Sin embargo, en la segunda descubrí un faro que aún existe, donde antes era un lugar muy popular donde la gente iba a bañarse. Pero luego, con el desarrollo del puerto de Barcelona, se quedó en un rincón. Hoy día nadie va, es un lugar perdido, pero el faro sigue ahí. Me pareció que tenía cierto encanto para situar el hallazgo de la víctima.

M.G.- Jordi, sabemos porque lo has comentado, que sobre el tema del vudú te asesoró la periodista que hizo el reportaje, que también has usado Internet. Tú eres periodista, con lo cual tienes tablas en esa cuestión. Pero, en una novela negra, en la que hay una investigación criminal, siempre hay un protocolo policial. En este sentido, ¿te ha ayudado alguien? ¿Te ha asesorado alguien sobre la manera de desarrollar esos protocolos?

J.S.- La verdad es que, en este caso, no. No he visto ningún caso parecido. Cuando estuve trabajando en la novela, no encontré un caso real parecido en ninguna parte. Pero creo que eso no es ningún problema porque, al final, cuando haces ficción, está muy bien ser lo más próximo a la realidad que puedas, pero hay un momento en novela negra, en el que siempre vas a tener que traicionar a la realidad para que esa novela funcione mejor. De manera que tampoco eché de menos. 

M.G.- Pues ya para finalizar, me llama muchísimo la atención la cubierta. Bueno, la cubierta no, perdona, me refiero al título. A ver, la cubierta es espectacular  porque, la verdad, mirar a esta chica asusta un poco. Pero me gusta el título muchísimo. Me parece como muy exótico, ¿no? Lo de La noche de Damballah... No sé si puedes aclararnos un poquito de dónde viene ese título.

J.S.- Mira, eres la primera persona que me lo pregunta.

M.G.- ¿Sí?

J.S.- Cuando me hacen una entrevista, pienso, ¿por qué nadie me pregunta quién es Damballah? 

M.G.- (Risas) Pues ya has encontrado a la primera persona que te pregunta.

J.S.- Te aplaudo con las orejas. (Risas).

Mira, Damballah es como el equivalente de un ángel en la religión del vudú. El dios del vudú se llama Bondye. Es un dios muy, muy, muy críptico. Un dios al que no es nada fácil acceder, con el que es muy difícil relacionarse y entenderlo. Hay una serie de intermediarios entre lo que sería el hombre y Bondye, que se llaman loas. Damballah es uno de esos loas. Cada loa tiene sus características y sus especialidades, digamos. Y yo me quedé con Damballah. Pero sería eso, un equivalente a un ángel en la religión vudú.

M.G.- Qué interesante. Bueno, Jordi, no tengo más preguntas que hacerte. Te agradezco muchísimo que me hayas atendido. Espero poder hablar contigo en la próxima novela y ya veremos si aparece de nuevo Artigas o no.

J.S.- (Ríe) Vale, de acuerdo.

M.G.- Lo dejamos aquí. Un saludo desde Sevilla, Jordi.

J.S.- Gracias. Un saludo.


Sinopsis: Madrugada, Zona Franca de Barcelona. En la radio del coche patrulla de Lluís Artigas suena un 10-50: «Alguien la ha palmado». La víctima resulta ser una joven nigeriana brutalmente asesina siguiendo lo que resulta ser un ritual vudú. Artigas, un agente quemado y bajo sospecha de ser corrupto, emprenderá una inesperada búsqueda de los responsables de este crimen. Su única aliada será Mónica Vidal, una periodista que necesita una historia como el aire que respira y a quien también asedian sus propios demonios.

En La noche de Damballah, una novela magistralmente escrita, con un ritmo endiablado, con el pulso narrativo de los clásicos del género, con el tono irónico y la mirada dura, cínica a veces, incisiva siempre de los mejores narradores de la novela negra más descreída, más callejera, Jordi Solé nos muestra una Barcelona esquinada y grasienta por la que pululan personajes en los que no siempre reparamos, encabezados por un policía, Lluís Artigas, llamado a convertirse en mítico antihéroe, y nos confirma a su autor como una de las voces más sobresalientes de nuestro panorama narrativo.

miércoles, 22 de febrero de 2023

INFIESTO (THRILLER - 2023)

Año: 2023

Nacionalidad: España

Director: Patxi Amezcua

Reparto: Isak Férriz, Iria del Río, José Manuel Poga, Luis Zahera, Juan Fernández, Patricia Defrán, Antonio Buil, Ismael Fritschi, Isabel Naveira, Ana Villa, Andrea Barrado, Sandra Escacena

Género: Thriller

Sinopsis: Marzo de 2020. En el primer día del estado de emergencia, dos inspectores de policía son llamados a un pequeño pueblo minero de la montaña asturiana en donde ha aparecido una joven que llevaba meses dada por muerta. Mientras el mundo se desmorona y las tragedias personales golpean por doquier, los detectives no tardan en darse cuenta de que el virus podría no ser la única fuerza oscura en acción.

[Fuente: Filmaffinity]

Voy a ser muy concisa. Infiesto se puede ver en Netflix, en la sección de peli-siestas. Dicho lo cual, si aún te apetece verla, te sigo contando.

Estamos en Asturias y llueve (lloverá mucho en esta película). Justo el mismo día que en se decreta el estado de alarma, aparece en mitad de una plaza -de no sé qué punto de la provincia-, una joven. Viste un camisón corto, tiene múltiples arañazos y contusiones por todo el cuerpo, y porta un muñeco de paja. Inmediatamente, la policía local se persona en el lugar y traslada a la niña al hospital. Una vez identificada, se sabrá que se trata de Saioa Blanco, una chica que lleva desaparecida desde hace tres meses. Está en estado de shock. No habla. En el hospital se dan cuenta de que la joven tiene una marca grabada a fuego en la espalda. El caso es asignado a dos policías. Él es el inspector Samuel García. Ella es la subinspectora Marta Castro. Juntos tendrán que averiguar quién secuestró a la niña, y descubrirán que no es el único caso. Hubo más desapariciones. Habrá más desapariciones. 

Toda la acción transcurre durante los primeros diez días de confinamiento. Con la ciudadanía recluida en sus casas y las calles vacías, García y Castro seguirán las pistas de un caso que destapará... Bueno, bueno, no os cuento más. La película no tiene mucha miga, así que mejor no desvelar muchos datos. 

Qué me ha gustado de la película

Voy a acabar pronto. Solo hay dos o tres cosas que me han gustado. Por un lado, la ambientación. La sensación de humedad, frío y desasosiego que desprenden algunas imágenes de la película te trasladan a esa Asturias lluviosa. Pero a su vez, también nos deja ver algunos parajes en plena naturaleza o edificios imponentes que aportan ese toque de misterio. Aunque esto está muy desaprovechado. Y a esa sensación de desamparo también contribuye la pandemia, el aislamiento, la soledad de las ciudades, el silencio,... 

Añado que no hay ningún tipo de ensañamiento, ni el guion se ceba en el drama de la pandemia, lo cual se agradece mucho porque, ya hemos visto demasiadas escenas dolorosas. No obstante, en esta película habrá personajes infectados, y algún fallecido, pero el virus y la situación de alarma serán un mero telón de fondo. 

Por último, y aquí le tengo que dar un puntillo positivo, he de decir que, en esta película, no siempre ganan los buenos. En eso, mira, tiene un toque original.

Qué no me ha gustado de la película

¿Por dónde empiezo? La historia está trilladísima. Secuestros y desapariciones hemos visto en infinidad de películas y, aunque se puede contar lo mismo desde distintos ángulos, este largometraje no brilla precisamente por eso. Los motivos que dan pie a esos hechos luctuosos están muy relacionado con la cultura y el folclore del norte de España. Nada que no hayamos visto ya.

Por otra parte, hay escenas que están metidas con calzador. En un momento dado, nos topamos con un despliegue y un cruce de balas totalmente innecesarios. Qué manera más tonta de llenar el monte de casquillos. Que vale, que lo mismo se pretende dar tensión al asunto pero más bien deja indiferente.

Lo que más me ha fastidiado es el desenlace.  Pido perdón por ser tan abrupta pero el final se reduce a una línea de guion que parece escrita en la servilleta de un bar, mientras los autores estaban tomando unas cervezas. Y digo esto porque es lo menos currado que he visto en mi vida. Yo odio los desenlaces largos, esos finales en los que el que tiene que morir tiene más vidas que un gato pero hombre, ni Juan ni Juanillo. Una cosa intermedia. Es que esto es pim, pam y fuera. Aunque, teniendo en cuenta que la película no es muy allá, casi se agradece.

Pregunta

Y ahora lanzo una pregunta. Una vez decretado el estado de alarma, ¿cuándo se impuso la obligatoriedad de usar mascarillas? Lo pregunto sin maldad alguna. He encontrado una Orden que data del 19 de mayo pero no sé si, antes de eso, su uso era discrecional. Es que me ha sorprendido mucho ver en la película a gente moviéndose dentro de un hospital sin usar mascarillas y a trabajadores de residencias de ancianos sin ningún tipo de protección. Es solo pura curiosidad.

Personajes e interpretaciones. 

La primera vez que vemos a Samuel García está en su casa limpiando vigorosamente los zapatos. De este personaje vamos a deducir unas cuantas cosas. Por un lado, su madre vive en una residencia de ancianos. Por otra, parece que está separado. Pero lo más intrigante de este personaje es que parece que le persigue una leyenda negra. Algo le ha pasado que le obliga a frenar sus demonios internos y provoca que los compañeros se mofen de él. De su pasado no sabremos absolutamente nada que nos esclarezca tal hecho y a mí eso, me mosquea. Si le pones un pasado a un personaje, al menos, explica qué le ocurrió. Digo yo. 

El personaje está interpretado por Isak Férriz. Casi nada que añadir. Me parece que le da su personaje ese aire de tipo duro, bruto como él solo, que prefiere abrir las puertas de una patada, cuando le bastaría con girar la manilla porque la puerta no está cerrada con llave. No sé, sus tristezas no me las creo.

En cuanto a Marta Castro, de la joven sabremos que no pasa tampoco por su mejor momento personal. Lo de estar constantemente cabreada con el mundo resulta cansino, como también lo es verla desahogarse a través de algún exabrupto. Tanto ella como su compañero representan a ese tipo de polis que no descansan y pueden llevarse días sin dormir. Si el crimen no descansa, nosotros tampoco, pero esa actitud es puro estereotipo. 

A esta subinspectora da vida Iría del Río. Es la primera vez que la veo actuando (o eso creo) y digo lo mismo que dije de Férriz, que ni bien, ni mal. Más bien, indiferencia.

En este apartado me quedaría con los secundarios. Infiesto cuenta con la colaboración de Luis Zahera, de nuevo en un papel de bestia parda, que es lo mejor de la película. Lástima que solo tiene un par de apariciones. Y también resaltaría a José Manuel Poga. A este actor lo he visto en varias películas y también en algunas representaciones de teatro local. De hecho, he compartido escenario con él, solo unos instantes, y sin que yo lo pretendiera, pero esta es otra historia que ya os contaré otro día. En cualquier caso, es un actor que me gusta. En esta ocasión interpreta a un chiflado y oye, que te lo crees perfectamente. 


En definitiva, Infiesto es una película que únicamente sirve para pasar el rato si estás muy desesperado. No te prometo que no te duermas. Tampoco te prometo que la mente no se vaya a otra parte y empiece a lucubrar sobre esos artículos que tienes que añadir a la lista de la compra. Cuenta con algunos detalles que te ayudan a atar cabos pero pasan tan desapercibidos que, para descubrirlos, o ves la película dos veces (cosa que no te recomiendo) o le das al reward

Mediocre, tirando a mala. Otra cosa no te puedo contar.

La tenéis en Netflix.



Tráiler: