jueves, 30 de junio de 2022

JUAN GÓMEZ BÁRCENA: ❝Esta novela es un trabajo de invención literaria a partir de unas premisas reales❞

La semana pasada conocí a Juan Gómez Bárcena. El autor santanderino, al que consideran «uno de los escritores más sólidos de la literatura en castellano»,  lleva publicadas unas cuantas novelas pero, hasta la fecha, nunca lo había leído. Recientemente acaba de firmar Lo demás es aire (Seix Barral), una novela que se articula como «una biografía sentimental de su pueblo, Toñanes, una pequeña localidad de Cantabria tocada de muerte por la despoblación, como tantas otras de la llamada España vaciada». Siguiendo el curso de los siglos y el rastro de sus vecinos, Gómez Bárcena dibuja la historia de este país, a través de uno de sus hijos, a través de esta pequeña localidad cántabra, donde el autor vivió momentos de su infancia inolvidables, y en los que también ocurrieron hechos insólitos. 

Por las páginas de Lo demás es aire pasean personajes reales (el propio autor, sus padres, sus vecinos,...) y otros inventados. Estamos ante una novela en la que Juan Gómez Bárcena ha invertido numerosos años, primero movido por la curiosidad de descubrir quién fue quién en Toñanes. Con un jugoso material, un día se propuso convertir en novela todo lo recopilado.

Os dejo con la entrevista.


Foto: © Ivan Giménez – Seix Barral
Marisa G.- Juan, Lo demás es aire no es tu primera novela pero quiero entender que sí es el proyecto en el que hay más implicación personal. ¿Quizás ha podido ser la novela que más te ha costado escribir?

Juan G.B.- Sí. Son ciertos ambos enunciados. Llevo mucho tiempo escribiendo y uno siempre va dejando muchas cosas de sí, pero es verdad que este es el libro con el que tengo una relación más íntima con mi propia biografía, y además es el único que está ambientado en un espacio que es familiar para mí, como es mi pueblo. Quizás por eso haya sido el libro más difícil de escribir y el único de los que he escrito que tuve que abandonar durante mucho tiempo porque no terminaba de encontrar ese modo de resolver muchos de los problemas técnicos, y también de los problemas humanos. Al escribir algo tan íntimo, lo que está tan cerca precisamente es más difícil porque no tienes la suficiente perspectiva ni la suficiente distancia para mirar.

M.G.- Hablar de Toñanes es, en cierto modo, hablar de todo el país. 

J.G.B.- Efectivamente. La mejor manera de captar lo universal es a través de lo local. Los pequeños lugares en los que nunca nos detenemos, que pueden parecer insignificantes, si los miramos con atención, y los analizamos durante un tiempo muy largo, uno descubre que en ellos ya se da cita, de alguna manera, un resumen de todo el país. Y si queremos ser un poco más ambiciosos, podríamos decir que de todo el género humano. Por supuesto, en cada época hay muchas especificidades y en cada lugar hay cuestiones que son únicas y específicas pero, fundamentalmente, lo que tenemos es un desarrollo de lo humano compatible con cualquier otro espacio.

M.G.- Lo primero que encontramos al abrir el libro es una breve descripción de Toñanes, de este pueblo cántabro. Hablas de un pueblo con treinta y dos casas, cuatro hoteles rurales, una iglesia y ningún bar. Para ser un lugar de paso en el que habitan pocas personas, es paradójico que existen cuatro hoteles y ningún bar. Lo del bar habría que arreglarlo, Juan.

J.G.B.- (Ríe) Sin duda hay que arreglarlo. Bueno, ahora hay algo semejante a un bar porque uno de los hoteles rurales tiene un espacio en el que sirven comidas y bebidas. Por lo que sé, desde hace poco, han empezado a ir no solo los clientes del hotel sino también algunas personas del pueblo. Toñanes es un pueblo con ciertos rasgos fantasmales. Está más vivo para el turismo que para sus propios habitantes.

M.G.- ¿Y qué piensa Toñanes de este libro? No sé si has tenido oportunidad de hablar con sus vecinos. 

J.G.B.- He podido hablar con algunos. Me ha parecido que están particularmente satisfechos por la novela y por la atención de los medios. Me daba miedo porque varios capítulos de la novela están tomados de testimonios reales y empleo los nombres reales de las personas. Me preocupaba que pensaran que no estuviera bien captada su voz. Pero, por lo que me ha parecido entender, se han sentido identificados y reconocidos, y eso me pone particularmente contento.

M.G.- Sabes que las novelas funcionan muchas veces como reclamo turístico.

J.G.B.- En realidad, turismo hay pero, con un poco de suerte, visitarán el pueblo más personas. De hecho, ya hay algún lector que me ha preguntado por espacios para visitar en la zona. De todos modos, dudo que se vayan a restaurar los modos de vida tradicionales o que, de alguna manera, se fortalezca la propia vida en el pueblo más allá del espacio turístico.


[Fuente: Web Ayuntamiento Alfoz de Lloredo]

M.G.- En su día vi la entrevista que te hicieron en Página 2 [puedes verla aquí]. La he vuelto a ver otra vez. En aquel reportaje aparecían vecinos del pueblo y recuerdo que me quedé pensando que no aparecía ningún joven. No sé si era porque no viven en el pueblo o porque no querían salir. ¿Hay juventud en Toñanes?

J.G.B.- Hay alguna persona joven. Por ejemplo, el alcalde tiene más o menos mi edad. Pero no son una muestra significativa. La mayoría de la población está muy envejecida. Cuando se planteó la posibilidad de hacer el programa, se invitó libremente a los vecinos del pueblo y algunos acudieron. Los que aparecen es la muestra representativa de la media de edad del pueblo.

M.G.- Para ser un pueblo pequeñito te ha dado para escribir una novela de quinientas páginas, y cuentas anécdotas y cosas curiosas. En cualquier lugar puede ocurrir de todo, ¿verdad?

J.G.B.- Efectivamente. Pueden parecer hechos muy singulares. Muchos de ellos están documentados y otros están inventados a partir de la documentación. Lo interesante para mí era que nos diéramos cuenta de que cualquier lugar, aunque sea de mínimo tamaño, si lo miramos con atención, podemos descubrir hechos singulares. Lo que pasa es que rara vez tenemos tiempo o la ocasión de mirarlo. La única diferencia entre Toñanes y otros municipios es que una persona vinculada al pueblo ha tenido el interés de hacer todo ese rescate de la memoria y también, por qué no decirlo, de hacer un proceso de invención. Más allá de un anecdotario del pueblo, esta novela es un trabajo de invención literaria a partir de unas premisas reales. 

M.G.- Juan, creo que eres una persona muy curiosa, que observa lo que le rodea con una mirada analítica. Seguramente si no fueras así, el libro no existiría, ¿no?

J.G.B.- Inevitablemente un libro es el resultado de las obsesiones de su autor. Yo soy una persona con mucha curiosidad y mucha capacidad de percepción hacia ciertos temas. No soy tan observador de los aspectos que generalmente preocupan al resto de las personas. Tengo una mirada particular y esa particularidad es la que hace posible esta novela pero, al mismo tiempo, la que hace imposible muchas otras novelas y otros muchos acercamientos a la literatura.   

M.G.- En esta novela hay una amplia galería de personajes. Hay muchos nombres que figuran a lo largo del texto. Algunos son reales, pero le has tenido que inventar una vida, algo que debe ser especialmente complicado.

J.G.B.- A mí, en cierto modo, me ha resultado más sencillo. Lo que he hecho es tomar elementos que sí conocía de la vida de esas personas, por ejemplo, cuándo habían nacido, quiénes eran sus padres, cuándo se habían casado, y cómo y cuándo habían fallecido. Digamos que esas piedras biliares me ayudaron al trabajo de inventiva. Pasa como cuando a mis alumnos de escritura creativa les propongo un ejercicio demasiado libre. A menudo vienen con las manos vacías porque no se les ocurre nada. Pero si les doy instrucciones más precisas, les indico cómo tiene que empezar o terminar el relato, eso les ayuda mucho más. 

M.G.- Pero también hablas de tus padres. Eso te coloca en una situación comprometida, sin saber si a tus padres les va a gustar lo que cuentas de ellos.

J.G.B.- Sí. Ellos sabían que estaba escribiendo un libro sobre el pueblo, pero no sabían que iban a tener presencia. Al terminarlo, lo primero que dice, antes de que lo leyera el editor, fue mostrárselo a mis padres para ver si había algo en el libro que hubieran preferido omitir. Al principio les sorprendió mucho y les costó elaborar una respuesta, pero luego creo que lo han acogido con entusiasmo.

M.G.- Aparecen tus padres pero también apareces tú. Te llamaban el niño de los dinosaurios. No sé si queda en el hombre de hoy algo de aquel niño. Si echas de menos la inocencia de entonces, o la forma de mirar la vida. ¿Qué queda del niño de los dinosaurios en el Juan Gómez Bárcena de hoy?

J.G.B.- La infancia resume mucho quiénes somos. Por eso digo que, si no nos traicionamos, lo que fuimos de niños acaba percibiéndose en nuestra vida adulta. Me siento más vinculado al niño que fui que al adolescente de después. El entusiasmo y la curiosidad por el tiempo, por lo que me rodeaba, y ese intento de convertir Toñanes en una especie de centro del mundo son elementos que estaban en mí y que vuelven a estarlo.

M.G.- Este libro es fruto de una investigación que has estado realizando durante mucho tiempo. ¿Pero has podido encontrar mucho testimonio escrito sobre Toñanes?

J.G.B.- Aunque parezca sorprendente hay miles de páginas. Por un lado están los libros parroquiales, donde cada vecino que ha existido tiene su hoja correspondiente. Pero, al mismo tiempo, tenemos pleitos que a veces se prolongan durante muchos años. Un solo litigio puede dejar cientos de páginas. Por otro lado, tenemos censos o padrones. Toda una cantidad de materiales que reunidos son casi inmanejables. No he podido hacer uso de todo el material que hubiera querido.

M.G.- Es muy curiosa una fotografía que incluye la nota de prensa. Has tenido que hacer un árbol genealógico bastante grande.

J.G.B.- Sí, hay cientos de personas en ese árbol. Fue un proceso que no inicié para la novela sino por curiosidad cuando era adolescente, para conocer cuál había sido el pasado de mi familia. Lo cierto es que no soy muy fanático de los árboles genealógicos más que como una curiosidad. Hay gente que tiene especial interés en probar determinadas vinculaciones sanguíneas. No es mi caso, pero sí me resultó útil ese árbol para, de alguna forma, emplearlo como una hoja de ruta durante la escritura de la novela. 

M.G.- Y te tengo que hacer la pregunta de rigor, la pregunta que te habremos hecho todos. Cuando abrimos el libro llama la atención las anotaciones al margen. Al principio pensé que eran notas al pie pero no, son años. No sé si eres consciente de que eso, de entrada, puede descolocar un poco al lector. A mí me pasó. Pensé que quizá no iba a ser capaz de encajar en tu forma de narrar. 



J.G.B.- Sí, soy perfectamente consciente. Sin que esto sirva de pretensión, no tengo la idea de que la escritura tenga que ser necesariamente cómoda para el lector. Me gustan las novelas que me exigen algo distinto. Esa exigencia no tiene que ser necesariamente difícil pero sí me debe colocar en un lugar donde no se me ha colocado antes. Es una de las cosas que yo valoro en la literatura. Sé que esto no es particularmente útil de cara a vender libros pero creo que es interesante cierta exploración.

Colocar esas anotaciones en los márgenes fue una idea que, lejos de descolocar al lector, nace como una forma de orientarlo. Como hay tantos saltos de tiempo en la novela, permanentemente estamos yendo hacia atrás y hacia delante, me pareció que, sin la ayuda de las fechas, el lector iba a tener dificultades para orientarse. Usé este recurso que encontré en los libros parroquiales. Los párrocos usaban ese mismo recurso para fechar los sacramentos que iban impartiendo y me pareció una idea interesante para mostrarle al lector desde muy pronto la clase de juego en el que estamos. Tengo que decir que, a la larga, los lectores que me están escribiendo me han comentando lo mismo, que de entrada se perdieron, pero pronto entraron en el juego. Lo cual me pone contento porque no se trataba de dejar fuera al lector.

M.G.- El título no es algo que hayas dejado al azar. Cuando vas avanzando en la lectura, este cobra sentido.

J.G.B.- Sí. Por un lado, tiene un sentido poético. Podemos imaginarlo como una especie de coda final. Podríamos pensar también en la memoria que dejan los muertos que, como vemos en la novela, se va adelgazando progresivamente de un capítulo a otro. La memoria se va volatilizando en el aire. Por otro lado, está la lectura que para mí es más literal. El título es la segunda parte de un refrán que aparece citado en la novela. «Amor de madre, lo demás es aire». Dado que es una novela en la que hay mucha presencia de la maternidad me pareció interesante como título.

M.G.- Cuando pusiste el punto y final a esta novela, ¿qué sentiste?

J.G.B.- Me sentí bastante satisfecho. No tanto del resultado, pero me acogió la sensación de que, para bien o para mal, había escrito el libro que quería escribir. Por cierto, es una sensación que persiste. Los retos que me planteé los cumplí y creo que he transmitido lo que quería transmitir.  

M.G.- Gracias Juan y felicidades por este trabajo.

J.G.B.- Gracias a ti.

Sinopsis: Toñanes es la pequeña aldea de Cantabria donde Emilio y Mercedes acaban de comprar una segunda residencia. Tienen ahorros, dos niñas y un bebé en camino, y una casita cerca del mar parece una buena idea. Aún no saben que la gestación se complicará tanto que dudarán hasta el último momento si su hijo llegará o no a correr por ese jardín. Es primavera de 1984 y quedan seis meses para salir de cuentas.

Pero también es 1633 y es invierno y Juan y Juliana acaban de perder a su tercer bebé, y es 1947 y Luis y Teresa están bailando en la romería, y es 1753 y Francisca está aprendiendo a escribir en secreto y es 1937 y todo el pueblo está escondido en la misma cueva y es el Cretácico y un ammonites tiene que morir para que en 1995 un niño pueda encontrarlo. Todo sucede en el mismo lugar y al mismo tiempo, en esa aldea que solo tiene treinta y dos casas, una iglesia y ningún bar.

Juan Gómez Bárcena nos cuenta en Lo demás es aire la historia de su pueblo a lo largo de los siglos y a través de todos sus habitantes. Partiendo de una extensa investigación histórica y con recursos propios del montaje cinematográfico, se vale de la literatura para llegar donde los documentos oficiales no alcanzan y elabora la biografía de un lugar que es también la biografía emocional de todo un país.


miércoles, 29 de junio de 2022

EL AMOR EN SU LUGAR (DRAMA -2021)

Año: 2021

Nacionalidad: España

Director: Rodrigo Cortés

Género: Drama

Reparto: Clara Rugaard, Ferdia Walsh-Peelo, Magnus Krepper, Freya Parks, Jack Roth, Henry Goodman, Dalit Streett Tejeda, Anastasia Hille, Valentina Bellè, Mark Davison

Sinopsis: Enero de 1942, 400.000 judíos de toda Polonia llevan más de un año confinados por los nazis en un estrecho gueto en mitad de la ciudad. Fuera del muro, la vida sigue adelante. Dentro, sus habitantes luchan por sobrevivir. Sin embargo, el alto muro de ladrillos no consigue parar la creación de un grupo de actores judíos que, en una helada noche invernal, interpreta una comedia musical en el teatro Fémina. Los espectadores ríen y se emocionan ante una historia de amor, olvidando por un momento su difícil situación. Entre bambalinas, los actores se enfrentan a un dilema de vida o muerte ante la posibilidad de llevar a cabo una fuga después de la función.

[Fuente: Filmaffinity]

La semana pasada tuve un encuentro con el director de cine Rodrigo Cortés (Luces Rojas, 2012; Buried, 2010; Concursante, 2007), a propósito de la publicación de su último libro, Los años extraordinarios (Literatura Random House). De esta conversación os daré los detalles muy pronto. Pero, revisando la trayectoria del cineasta me di cuenta que había una película dirigida por él que no había visto. El amor en su lugar se estrenó en 2021 y fue presentada en Sevilla. No sé dónde andaría yo por entonces porque este estreno se me pasó por completo. Y es que hay críticas profesionales que hablan de buena propuesta y emocionante historia. Sentí mucha curiosidad, así que, estuve indagando si todavía se podía ver en alguna plataforma y la encontré en Rakuten Tv (aquí). Me senté a verla. 

El amor en su lugar nos traslada a Varsovia (Polonia). Estamos en enero de 1942, durante la ocupación nazi. Stefcia (Clara Rugaard) es una joven actriz judía que forma parte de una compañía de teatro. Vive en el gueto, junto a otros 400.000 judíos. Entre las paredes de ese reducto, la vida trata de seguir su curso. La gente va y viene, tratando de sobrevivir mientras, de vez en cuando, los nazis realizan un control. En un mundo en el que la vida humana tiene tan poco valor, resulta sorprendente la existencia de un teatro dentro del gueto. Al Teatro Femina acuden los allí recluidos en busca de distracción. Por las noches se representan obras teatrales que deben finalizar antes del toque de queda. Los asistentes tratan de aferrarse a algo que les haga olvidar. Para la propia compañía, encabezada por el dramaturgo Patryk y compuesta por Stefcia, Edmund, Ada, Jozek, Niusia, Irena, Zilberman y la pequeña Sarah, las representaciones son también una forma de evadirse de la realidad. Son actores y actrices profesionales, a los que los nazis han permitido seguir con sus actuaciones. Se deben al teatro, a su público, y buscan su aplauso, algo que rara vez ocurre porque, hace tanto frío que el público mantiene sus manos en los bolsillos de sus chaquetas y abrigos. En ese mundo de ensueño y casi irrealidad, siempre flota sobre ellos la sombra del miedo, el temor a que el sueño acabe, al sonido de una ráfaga de disparos. Pero, ¿qué obra representan? Pues la obra se titula precisamente El amor busca apartamento de Jerzy Jurandot, un texto cómico, salpimentado con números musicales. 

Pero la película no trata únicamente de esta compañía de teatro. La representación es una excusa (inteligente) para mostrar cómo era la vida dentro del gueto, aunque toda la acción transcurra prácticamente dentro de las paredes del edificio. Cuando a Patryk le surge la posibilidad de huir del gueto, y le propone a Stefcia, pareja de Edmund, huir con él se desata todo un dilema moral. ¿Qué hacer? ¿Salvar el pellejo aunque tengas que separarte de tu amor? ¿Quedarse junto a Edmund aún a riesgo de saber que puedes perder la vida? Alrededor de estas decisiones girará buena parte del metraje. Y como satélites, otras cuestiones, tales como los amores del pasado, el miedo, la incertidumbre, el oscuro futuro, el acoso de los nazis, la resistencia, la renuncia,... Una combinación estupenda que nos mantendrá atentos en todo momento, aunque debo admitir que, hacia la mitad de la cinta, sentí que la acción entraba un poco en bucle y se ralentizaba. No obstante, me esperaban unas cuantas sorpresas que volvieron a ponerme en alerta.

¿Qué me ha gustado de la película?

Hago una lista.

1.- La ambientación. Es lo primero que llama la atención cuando la cinta comienza a discurrir. Inmediatamente nos trasladamos a una ciudad fría y gris, e intuimos un manto de miseria, tristeza y desolación que cae a plomo sobre todos los habitantes el gueto. Como dije antes, casi toda la acción transcurre entre las paredes del teatro. El escenario está bien iluminado pero lo que transcurre entre bambalinas se desarrolla casi en penumbras. Es una puesta en escena acorde con lo que los personajes se traen entre manos.

2.- La direcciónMe ha parecido brillante. El plano secuencia con el que arranca la película es brutal y larguísimo. La cámara se convierte en la sombra de Stefcia, a la que vemos moverse por las calles del gueto, con prisas porque llega tarde al teatro, esquivando los cuerpos sin vida de todo aquel que no ha conseguido sobrevivir. Es frecuente ver cómo la cámara baila a lo largo de toda la película, cómo gira alrededor de los personajes, invierte planos, asciende y desciende. Para mí, uno de los puntos fuertes de este largometraje es toda la cuestión técnica de dirección. Esta película no se puede ver quedándose en la superficie. Es mucho más interesante y estimulante fijarse en los detalles.  

3.- El tiempo. Toda la acción se desarrolla en tiempo real, es decir a lo largo de la representación teatral. Es decir que, entre bambalinas y en los descansos de la obra, tiene lugar la acción principal de la película. Sin embargo, también vemos cómo la representación tiene lugar de forma paralela. Me pareció una compostura inteligente. Es como tener un dos por el precio de uno. Además de ver una película también ves una obra de teatro. Es más, el propio texto dramático contiene mensajes relacionados con la situación de los judíos en el gueto y algunos actores aprovechan para lanzar consignas y reproches. 

4.- La banda sonora. A cargo de Víctor Reyes es una absoluta preciosidad, compuesta por un buen puñado de melodías que perfectamente podrían acompañar tus lecturas. 

Personajes e interpretación

No conozco a ninguno de los actores y actrices, y, sin embargo, me ha encantado el trabajo que realizan. Hay momentos de mucha tensión, de esos en los que más te vale ni respirar porque puedes acabar con un tiro entre ceja y ceja.  El trabajo de Clara Rugaard como Stefcia es extraordinario y el resto del reparto son piezas que encajan perfectamente unas con otras. 


En definitiva, y salvo ese pequeño impass que me pareció más lento de lo esperado, El amor en su lugar me ha parecido una película muy recomendable, en la que Rodrigo Cortés une su talento al de David Safier para componer un guion interesante. En el fondo nos cuenta lo que todos sabemos que, a pesar de lo mal que estén las cosas, si hay amor, si haces las cosas con amor, todo resulta más llevadero. Eso y, por supuesto, el amor por el teatro. Subirse al escenario o ver una obra es una manera de olvidar el dolor y el miedo por un rato. Cualquier manifestación cultural, cualquier medio de entretenimiento, puede llegar a convertir en una tabla de salvación. Así que, contra viento y marea, show must go on

¡Ah! Ojito porque la representación que tiene lugar en el Teatro Fémina ocurrió realmente. Si quieres saber más, tienes mucha información en Internet.

Como dije antes, la tenéis en Rakuten Tv. Un alquiler muy baratito.



Tráiler:



lunes, 27 de junio de 2022

LA FORJA DE UNA REBELDE de Lorenzo Silva y Noemí Trujillo

Editorial: Destino
Colección: Áncora & Delfín | Serie Manuela
Fecha publicación: enero, 2022
Precio: 19,50 €
Género: Novela policíaca
Nº Páginas: 336
Encuadernación: Rústica con solapas
ISBN: 9788423360420
[Disponible en Audiolibro y eBook;
puedes empezar a leer aquí]


Autores

Lorenzo Silva (Madrid, 1966) es el creador de la popular serie policíaca de los investigadores Bevilacqua y Chamorro, que le ha valido premios como el Nadal y el Planeta y de la que la última entrega es El mal de Corcira. También es autor de de numerosas novelas (como La flaqueza del bolchevique, Carta blanca, Recordarán tu nombre o Castellano, entre muchas otras), relatos, ensayos y libros de reportajes y viajes.

Noemí Trujillo (Barcelona, 1976) ha publicado catorce poemarios, varios libros de literatura infantil y juvenil y las novelas Suzanne y El amor tan temido.

Silva y Trujillo han escrito a cuatro manos las novelas juveniles Suad y El palacio de Petko y, tras adentrarse juntos en el género policíaco con Nada sucio, en 2019 iniciaron la serie protagonizada por la inspectora Manuela Mauri con Si esto es una mujer.

Sinopsis

Desde el inicio de la alerta sanitaria, Manuela Mauri no ha tenido un respiro y por primera vez en su vida se siente desbordada por los acontecimientos. En medio del caos, un doble crimen ocurrido en Alcalá de Henares le quitará el sueño: Carlota, una joven de diecinueve años, avisa a la policía al encontrar a su padre y a su madrastra muertos a tiros en su casa. Una fiesta ilegal y el testimonio de diez jóvenes en guerra con la sociedad serán claves en la resolución del caso.

Una novela policial que va mucho más allá de la investigación de un homicidio. En un Madrid sitiado por un virus, las diferencias generacionales de nuestra sociedad explotarán en este caso para recordarnos, a cada uno de nosotros, el peso de nuestra conciencia.

Una reflexión literaria sobre las experiencias y los deseos que forjan nuestro carácter y que combina los argumentos y recursos del género policial clásico con la mirada sobre asuntos candentes a los que no podemos dar la espalda.

[Información tomada directamente de la web de la editorial]



Vuelve Manuela Mauri, a la que conocimos en 2019, cuando Lorenzo Silva y Noemí Trujillo publicaron Si esto es una mujer. De aquella novela, cuya reseña puedes leer aquí, señalé lo mismo que voy a destacar en esta, los temas que toca y la construcción del personaje protagonista. Y, como suele ser habitual en este género, y tratándose de saga, no es necesario haber leído la primera entrega para acercarse a esta última. Sin embargo, sí considero que es recomendable. Los protagonistas evolucionan de un relato a otro y siempre es más interesante acompañarlos en esa evolución. 

Mauri tendrá que enfrentarse a un nuevo caso. En esta ocasión, toca investigar un crimen doble, el asesinato de un matrimonio, que ha aparecido muerto en su domicilio.


«Chalet adosado en Alcalá de Henares, junto al parque de La Rinconada. Varón de cincuenta y ocho años, Diego Vargas. Mujer de treinta y seis, Valentina Soares. Eran pareja. Abatidos, los dos, con algo parecido a una escopeta de caza». [pág.20]


Aparentemente todo apunta a un robo, pero en la casa entraron sin forzar la puerta, así que la línea de investigación debe ir por otros derroteros. Para tratar de dilucidar lo que ha ocurrido y encontrar al culpable, Mauri contará de nuevo con su equipo, aunque algunos de ellos estarán ausentes en esta novela por motivos que explicaré más adelante. Lo primero es hablar con Carlota Vargas, la hija de Diego e hijastra de Valentina. Diecinueve años, seductora y de una atractivo insultante. «A su belleza natural y su larga cabellera pelirroja (y despeinada) había que sumarle la fuerza de su juventud, que le otorgaba un encanto ambiguo, rebelde y delicado a la vez». La joven asegura no tener nada que ver con la muerte de su padre y su madrastra. Además, se da la circunstancia de que, a la hora del crimen, ella estaba en una fiesta con unos amigos.  ¿Quién es el asesino? ¿Cuáles fueron sus motivaciones?

La investigación sacará a la luz que Diego tenía un tren de vida muy superior a lo que le correspondía. Manejaba mucho dinero y nadie sabía muy bien de dónde procedía tal poder adquisitivo. Se sabía que tenía negocios pero, ¿eran legales? 

Por otra parte, la fiesta a la que acude Carlota la noche en la que asesinan al matrimonio, se convocó de una manera peculiar. Alrededor del evento hay mucho misterio. Los jóvenes que asisten a la fiesta se relacionaban con Carlota de maneras muy distintas. Cada uno de ellos tiene un lado oscuro y Mauri tendrá que ir tirando del hilo para averiguar cómo es realmente Carlota.

Qué me ha gustado de esta novela

Sigo siendo muy fan de Manuela Mauri. Más allá de los casos que investiga, de la inspiración que los autores encuentran en la vida real, esta saga tiene un punto fuerte y ese no es otro que su principal protagonista. Manuela Mauri es un personaje que traspasa las páginas del libro, con sus días luminosos y sus días grises. Es una mujer trabajadora, en un sector que genera mucho estrés, en el que no hay horarios, pero sí superiores y objetivos que cumplir. Mauri ejerce una profesión que puede salvar o poner en peligro la vida de una persona. Además es madre, -David y Manuel-, el primero entrando en esa etapa tan complicada como es la adolescencia, donde los jóvenes se sienten desubicados y los padres perdidos. También tiene pareja, a la que no siempre puede atender como debiera ser, porque ella es esclava de su trabajo y en su vida no cabe un cronograma, ni tiempo libre, ni planificación. 

En esta novela, Manuela tiene que batallar no solo con los criminales, sino también con aquellos que conforman su vida personal hasta un punto de intimidad que no vimos en la entrega previa. Las decisiones que toma serán cuestionadas por su pareja, por sus hijos, provocando que las relaciones se tensen hasta la crispación. Por todo ello, Manuela es un personaje de carne y hueso, con sus momentos de debilidad. Vulnerable y asustada en los momentos más difíciles, no es una súper heroína y, como nos ocurre a todos, a veces flaquea. Eso es lo que la convierte en un personaje tan creíble, tan cercano al lector, con el que es fácil empatizar.

La pandemia

Por otro lado, y dado que los hechos que se desarrollan en la novela ocurren en pleno confinamiento, concretamente en abril de 2020, hay que sumarle la dificultad que entraña trasladar lo que vivimos en aquellos primeros compases de la pandemia a una historia de ficción. En aquellos meses, en que la mayoría de los ciudadanos estaban recluidos en sus casas, el crimen se replegó ligeramente pero no desapareció. De hecho, tal y como nos cuentan los autores en la entrevista que tuve oportunidad de hacerles (puedes leerla aquí), aparecieron otras formas de delinquir. 


«En las primeras semanas de la pandemia los delitos contra la propiedad habían descendido de manera drástica, porque era más difícil pasar inadvertido en las calles desiertas y porque la mayoría de las tiendas y los establecimientos susceptibles de ser atracados estaban cerrados a cal y canto. Solo en las últimas semanas habían empezado a tener robo en farmacias, por su naturaleza de servicio esencial y porque eran de lo poco que estaba abierto las veinticuatro horas»


Por otra parte, tuvimos que adquirir ciertos hábitos (uso de mascarilla y gel hidroalcóholico, distancia social, cero contacto físico) que Silva y Trujillo han tenido que tener muy en cuenta. Admito que puse los cinco sentidos en la lectura de esta novela. Quería comprobar hasta qué punto los novelistas conseguían adaptar los tiempos de pandemia a la trama. Estuve pendiente de los movimientos de Manuela, del comportamiento de su equipo y del resto de personajes, para ver si la ficción encajaba con la realidad del momento. Y sí, también en esta novela hay gente que se salta el confinamiento y salen a la calle sin seguir las recomendaciones sanitarias. Otro punto a favor del libro. 

Y no queda ahí la cosa porque fueron tiempos en los que convivimos con las cuarentenas. Por eso antes decía que el equipo de Manuela tendrá algunas ausencias y no estará al completo. Ingeniosamente, Silva y Trujilllo deciden que algún miembro del equipo de Mauri se vea afectado por el coronavirus y, por lo tanto, tenga quede fuera de combate durante un par de semanas. Hasta ese nivel llegan. Chapó.

Los temas

Es habitual en las novelas de Silva, y en aquellas que firma junto a Trujillo, encontrar temas de hondo calado entre sus páginas. En La forja de una rebelde se hablará sobre violencia de género. Durante el confinamiento, ¿quién se acordaba de esas mujeres que vivían junto a sus verdugos durante unos cuantos meses, sin poder salir a la calle, conviviendo veinticuatro horas bajo el mismo techo? No quisiera vivir una situación así, pero párate a pensarlo un momento. Seguro que te parece tan espeluznante como a mí. 

También tendrá importante presencia las relaciones entre padres e hijos. ¿Cómo es la vida de aquellos que son fruto de un matrimonio roto? ¿Hasta qué punto el mal rollo de los cónyuges afecta a los hijos? ¿Cuáles son las tensiones que se viven en un hogar desmadejado? En esta novela veremos a madres que no quieren saber nada de sus hijos y a hijos que pueden ser sospechosos de asesinar a sus padres. Cuestiones que me han hecho pensar en esos sucesos que alguna vez hemos leído en prensa, en esos padres que matan a su hijos; en esos hijos que matan a sus padres. Y es que la complicada relación paterno/materno-filial está muy presente en la trama de esta novela. La propia Mauri llegará a plantearse si es buena madre para su prole. Incluso llega mucho más lejos preguntándose si ha sido una buena hija para sus padres. ¿Te lo has planteado alguna vez? Porque, yo creo que, durante la pandemia, con aquellas cifras tan elevadas de fallecidos, la mayoría ancianos, fuimos muchos los que alguna vez nos cuestionamos si somos buenos hijos, si siempre hemos hecho todo lo que pudimos por nuestros padres, si no nos olvidamos alguna vez de ellos cuando más nos necesitaban, si no nos centramos únicamente en nuestras vidas sin pensar que, si hoy estamos aquí, es gracias a ellos.

Pandemia. Ancianos. Covid. En La forja de una rebelde también visitaremos una residencia de ancianos. Os confieso que, cuando la historia me condujo a aquel lugar tragué saliva. Temía encontrarme con algo que me costara digerir, máxime porque yo tenía a mi padre en una residencia y no podía ni ir a verlo. Pero esa parte de la historia, aunque dura, eso solo colateral y meramente anecdótica. En cualquier caso, está muy bien traída pues refleja a qué otras situaciones tenían que enfrentarse la policía durante la época más intensa y complicada del confinamiento y la pandemia.

Estructura y estilo

Fluida. Lees y avanzas sin darte cuenta, a lo largo de veinticinco capítulos, de corta extensión, donde abunda el diálogo. Todo ello coronado por un epílogo que vuelve a dejar una pregunta en los labios del lector. Silva y Trujillo le toman el pulso a la realidad, y nos adentran en una trama policíaca no exenta de interés y llena de actualidad. Todo ello combinado con las reflexiones sobre esos temas que os he comentado con anterioridad.

Cierra el libro los Agradecimientos, donde los autores nos dan detalles sobre la documentación para la novela y comparten con nosotros otros asuntos más personales y delicados que merecen todo el respeto.


Con muchas referencias literarias (no hay más que ver el título) y alguna que otra cinematográfica, poco más os puedo comentar de este libro. Seguiré pendiente de las próximas aventuras de Manuela Mauri que, a mi juicio, es una personaje que dará mucho juego. Creo que va a ser una dura competidora frente a los grandes Bevilacqua y Chamorro. Al tiempo. 

Pongo punto y final con una de esas reflexiones que nos arroja Manuela a la cara y que, sin duda, nunca debemos olvidar.


«Supongo que es el frío de vivir, la conciencia de vivir, el miedo de estar vivo hoy que, de pronto, pase algo y te marches de aquí, dejando desamparados a los tuyos, y sin poder arreglar ya las cosas que mantienes descompuestas con los que más quieres» [pág. 322-323]


[Fuente: Imagen de la cubierta tomada de la web de la editorial]

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viernes, 24 de junio de 2022

LA CASA DE LA PIEDAD de Aurora López Güeto

Editorial: Algaida
Fecha publicación: octubre, 2021
Precio: 20,95 €
Género: narrativa
Nº Páginas: 416
Encuadernación: Tapa blanda con solapas
ISBN: 9788491895756
[Disponible en ebook;
puedes empezar a leer aquí]


Autora

Aurora López Güeto (Sevilla, 1971) es doctora en Derecho por la Universidad de Sevilla (2016) e imparte clases en la Facultad de Derecho de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla. Ha publicado las monografías Pietas romana y sucesión mortis causa (Tirant lo Blanch, 2016), Madres e hijos en el Derecho romano de sucesiones (Tecnos, 2017) y El derecho romano en femenino singular (Tecnos, 2018) así como numerosos artículos de su especialidad en revistas científicas españolas y extranjeras. También es autora del ensayo De Poniente a Roma, La huella clásica en Juego de Tronos (Tecnos) y de la novela La casa de la Piedad (Algaida Editores). Es divulgadora de cuestiones relativas al mundo clásico, y, en particular, sobre la vida de las mujeres romanas, a través del blog El derecho romano en femenino singular y la cuenta de twitter @mulier_romana

Sinopsis

Roma, verano del año 9 d.C. La ciudad despide con respeto a Antonia, hija, esposa y madre de prestigiosos políticos y una de sus más ilustres benefactoras mientras que Marcela, hija del jurista Labeón, llora a quien ha sido su protectora desde la infancia. Pero el duelo pronto torna en escándalo. El testamento de Antonia, muy alejado de lo que se espera de una matrona de su posición, destapa un entramado oculto desde hace décadas de mentiras, traiciones y crímenes. La ejemplar Casa de la Pietas, epicentro de la vida social romana y sustento propagandístico de la moral impuesta por el Principado de Augusto, oculta una verdad insoportable. Marcela luchará por defender la última voluntad y el honor de Antonia y de su propia familia con la ayuda de sus fieles Paulo y Aulo Sentio, y de las sacerdotisas y devotas de Bona Dea, enfrentándose a todos aquellos que han conducido a Antonia a su repentino y trágico final.

[Información tomada directamente de la web de la editorial]



Aurora López Güeto es doctora en Derecho. Nos conocimos en 2018, cuando me propusieron acompañarla en la presentación de su libro El Derecho romano en femenino singular, una obra divulgativa en la que la vida de «siete ciudadanas de diversa condición sirven de hilo conductor en este viaje por las diferentes etapas de la Historia de Roma y del Derecho Romano». Desde entonces nos hemos seguido la pista. La pasión que esta profesora y autora siente por la civilización y la cultura romana queda retratada en sus obras, y solo a ella se le podía ocurrir escribir un ensayo curiosísimo que sirve de homenaje a la serie basada en la obra de George R.R. Martin, y al que puso por título De Poniente a Roma: La huella clásica de Juego de Tronos.

Aurora tiene esa capacidad innata para divulgar que no muchos docentes poseen, esa facilidad para enseñar casi sin darnos cuenta, y prueba de ello son sus libros. Adentrarse en sus escritos te traslada inmediatamente a los tiempos en que Roma era el centro del universo pero, ¿cómo se manejaría en una historia de ficción? Ese fue el reto que le propuso la editorial Algaida y no puedo decir más que la prueba la ha superado con una nota extraordinaria. A finales de 2021 vio la luz La casa de la piedad, una novela que no pudo ser presentada hasta el primer trimestre de este año, por causas que ahora no son necesarias señalar. Y de nuevo, Aurora y yo, coincidimos. Primero lo hicimos en la Feria del Libro de Tomares. Después, en la Fundación Cajasol. Dos encuentros en los que ambas estuvimos acompañadas por lectores, amigos y familia, interesados en saber más sobre esta novela que, sin duda, se ha convertido en una de mis mejores lecturas de este 2022. Os cuento.




Permitidme que inicie esta reseña con la introducción que utilicé en las presentaciones. Poned a volar vuestra imaginación y trasladaros mentalmente a Roma, al año 9 d.C. Soñad que estáis en el foro romano, ese centro neurálgico de la ciudad, donde ocurría todo lo importante, donde se tomaban las grandes decisiones gubernamentales, se hacían los negocios más lucrativos o se administraba justicia. Es una zona de edificios imponentes, donde encontramos el templo de Saturno, que guarda el tesoro de Roma; el templo de Jano, el dios de las dos caras; el Templo de Cástor y Pólux o el propio Coliseo. Dejaos impregnar por el bullicio de ese espacio, donde la vida se mostraba en todo su esplendor.

Caminad ahora hacia el sur y adentraos por las calles del barrio de Aventino, una de las trece demarcaciones de la orilla izquierda del río Tíber. Allí se alza gloriosa la Casa de la Piedad. Se la conoce así porque un impactante relieve corona su entrada. Cruzad el umbral, avanzad hacia el atrio desde donde se accede a las distintas estancias de la casa, separadas unas de otras por ligeros cortinajes que se mecen con la brisa. Hay quietud en la casa. Entre esos muros vive Antonia, hija de Antonio Máximo y Emilia. Esposa del senador Marco Papio. Hermana de Sabina. Madre de Mutilo, cónsul de Roma, de Fulvia y de Octavia. 

Antonia, a sus cincuenta años, no es feliz. Marco Papio, además no ser un marido ejemplar, tampoco es el hombre con el que a ella le hubiera gustado contraer esponsales. Y con sus hijos, mantiene una relación dispar. Mutilo es un hijo amado y amantísimo. Fulvia es una joven entregada al ocio, a la vida disoluta, al lujo y a la ostentación. Y Octavia, ¡ay, Octavia!, fue entregada al Templo de Vesta y falleció a los 16 años. Antonia sufre un gran pesar desde entonces. 

Como matrona ejemplar, esta mujer jamás hizo ostentación de su posición, y siempre trató de forma afable a sus esclavas Briseida y Secundila. Pero la vida no la va a recompensar. Una mañana, sus esclavas la encontrarán sin vida sobre su lecho. Llanto y desesperación para algunos habitantes de la casa. Tras la muerte, llegará la lectura de su testamento y el hallazgo de unos codicilos que sacará a la luz una red de mentiras, traiciones y crímenes que han convertido la vida de Antonia en una mentira. Su hijo Mutilo y sus grandes amigos, como el jurista Labeón o Marcela, la hija de este, tratarán de averiguar si la muerte de Antonia ha sido natural, intencionada, o bien, ha sido asesinada.

Este es a grandes rasgos el argumento de La casa de la piedad. Lo que ocurrirá en Roma, en los meses en los que transcurre la trama y dentro de la familia de Antonia, tendrás que averiguarlo tú, si te acercas a esta lectura. Te lo recomiendo.

¿Qué me ha gustado de la novela?

Lo vuelvo a repetir. La casa de la piedad será una de mis mejores lecturas de este año. Y lo será no solo por un argumento lleno de suspense y misterio, pues la muerte de Antonia, como eje central de la trama, conllevará una investigación con no pocas sorpresas. Será también una de mis mejores lecturas porque Aurora López Güeto me ha regalado un viaje a Roma totalmente inolvidable. La casa de la piedad nos va a permitir no solo transitar por una historia de ficción, y disfrutar de los secretos y conspiraciones que se desarrollaran en la trama, sino también nos va a descubrir muchos aspectos de la vida romana, de su sociedad, de su forma de hacer gobierno e impartir justicia, de sus costumbres y ritos. 

La muerte de Antonia dará pie a una serie de acontecimientos. Para empezar, el funeral. A pesar de que la Casa de la Piedad ha sido golpeada por la muerte, en Roma era costumbre agasajar a los asistentes al funeral con un esplendoroso banquete. Lopez Güeto nos llega de la mano a ese momento en el que, lo mejor de la ciudad, se persona en casa de Antonia para rendir respeto. Todo aquel que cruce el umbral de la casa se topará con estancias engalanadas en la que se exhiben las riquezas y tesoros de la familia. No puedes perderte esa parte de la novela en la que se explica cómo se desarrollaban los banquetes funerarios, o cómo se enterraban a los muertos, o los incineraban poniendo en práctica unas costumbres realmente llamativas. 

Pero interesantísimo también es todo lo que nos cuenta sobre el testamento de Antonia, sobre el derecho hereditario. Sin darte cuenta aprenderás un sinfín de curiosidades con respecto a esta materia, actos y procedimientos que, en palabras de la autora, han llegado en parte a nuestros días. Conocerás qué pasaba con las posesiones de aquellos fallecidos que no habían hecho testamento, o quién podía heredar, en qué circunstancias, y qué requisitos debían cumplir.

Esto es solo una pequeña muestra de lo mucho que nos ofrece esta novela. A lo largo de unas cuatrocientas páginas, que se leen en un suspiro, el lector irá adentrándose en todo aquello que era común en Roma. Asistiremos incluso a un juicio y, como espectador privilegiado, tendremos la oportunidad de ver cómo se llevaban a cabo los interrogatorios. 

La familia de Antonia

Lo decía en la introducción a esta reseña. Antonia es hija de Antonio Máximo y Emilia, esposa de Marco Papio y también es la madre de Mutilo, Fulvia y Octavia. Antonia siempre fue una buena mujer, que trató de ayudar a todo aquel que lo necesitaba. A sus esclavas las trataba con ternura y además ejerció de mecenas para los poetas y escritores que buscaban patrocinio. Aunque Antonia ya no podrá hablar por sí misma, pues el hallazgo de su cuerpo sin vida tendrá lugar en las primeras páginas de la novela, sí sabremos a través de sus escritos, y de otros personajes, lo mucho que hizo por los demás. Antonia siempre fue una mujer conocida y respetada por su apoyo a la cultura y a las artes. En su casa organizaba veladas literarias donde se congregaban aquellos que querían hacerse oír y aquellos otros que disfrutaban de los escritos de los demás. Ella será un personaje omnipresente en esta historia, pero no ostentará el protagonismo absoluto.  Otros personajes irán entrando y saliendo de escena  Y es que La casa de la piedad es una novela muy coral. A ella asomará también Sabina, la hermana gemela de Antonia, o Marcela, la hija del jurista Labeón. Una es la noche. La otra es el día. La primera será ese personaje oscuro y algo siniestro que despertará inmediatamente la curiosidad del lector. Desconfiada y soberbia, Sabina esconde grandes secretos que solo desvelará en sus cartas a Julia, la hija del emperador. 

En cuanto a Marcela, Antonia era para ella como una madre. La hija del jurista se corresponde con esos personajes femeninos que no se conforman con lo que se espera de ella. Para una joven como Marcela, el futuro pasaba por contraer matrimonio y tener hijos. No obstante, la joven quiere para sí otro destino. Marcela quiere romper con los cánones. Su principal deseo es aprender de leyes y llegar a ser una gran oradora como su padre. Desde niña, ha estado rodeada de términos jurídicos e incluso ha puesto en práctica una singular táctica para acudir a las lecciones que su padre impartía a los jóvenes romanos. 

Y estoy hablando de muchos personajes femeninos pero los masculinos no se quedarán atrás. Destacaría a Aulo Sentio, un joven discípulo del jurista Labeón. Será pieza clave en la investigación de la muerte de Antonia. Y no me quiero olvidar de Sexto Popeo, para mí el personaje encargado de restar tensión dramática a la trama. 

Todos estos personajes están bien definidos, por dentro y por fuera, porque la autora narra la historia de tal manera que podamos introducirnos en los pensamientos de los personajes. El narrador omnisciente, que también emite juicios de valor, nos abre ocasionalmente la puerta a la mente de los personajes más importantes, de tal manera que el lector tiene acceso a todo aquello que piensan pero que no se atreven a decir.

Ahora bien, no todos los personajes de esta novela son ficticios. Lo explica muy bien Aurora López Güeto en la Nota de Autora, donde menciona que Marco Antistio Labeón, fue un jurista que murió entre los años 15/20 d.C. También existió Marco Papio Mutilo, el hijo de Antonia. En realidad, fue «descendiente de Cayo Papio Mutilo, uno de los lideres samnitas durante la guerra social de 91 a.C a 88 a.C.». Figurarán otros e incluso veremos entre estas páginas a Poncio Pilatos y a la que posteriormente será su esposa, Claudia Prócula. Si el primero no tiene excesiva presencia en la historia, la participación de la segunda en la trama sí tendrá un peso específico.

Roma

De la lectura de esta novela se desprende que Roma era un nido de víboras. Los rumores y los chismorreos corrían como la espuma, por eso los personajes tratan de mantener a buen recaudo sus secretos. La familia de Antonia intenta llevar en secreto la investigación sobre la muerte de la matrona porque, si alguna sospecha se filtrara entre los muros de la casa, el prestigio de este linaje quedaría en entredicho. 

Roma es esa sociedad que critica en público lo que tolera en privado. De la ciudad se llegará a decir en esta historia que está «corroída por la envidia y la maledicencia».

Otras cuestiones

La casa de la piedad es una novela completísima de la que se puede extraer numerosas enseñanzas. Por poner algunos ejemplos más de lo que podéis encontrar entre sus páginas os diré que se explica brevemente los útiles de escritura que se utilizaban, la situación jurídica en la que quedaban los hijos nacidos por cesárea, de qué forma se gestionaba el divorcio, la división de la ciudad en barrios, cómo era la vida de las vestales, qué método utilizaban la mujeres para teñirse el cabello, los trucos que se empleaban para evitar los embarazos no deseados,... Os garantizo que no os vais a aburrir con tanta anécdota y curiosidad.

En definitiva, La casa de la piedad es una estupenda novela, interesante, amena, instructiva que te encantará leer. Al menos, a mí me ha gustado tantísimo que, a pesar de haberla leído en marzo, la tengo todavía fresca en mi memoria. Anímate a dar un paseo por Roma y vivir durante la lectura dentro la Casa de la Piedad.

[Fuente: Imagen de la cubierta tomada de la web de la editorial]

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lunes, 20 de junio de 2022

EL CORAZÓN DE LOS AHOGADOS de Daniel Fopiani

Editorial: Espasa
Fecha publicación: febrero, 2022
Precio: 19,90 €
Género: Thriller
Nº Páginas: 344
Encuadernación: Rústica con solapas
ISBN: 9788467063592
[Disponible en ebook;
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Autor

Daniel Fopiani Román (Cádiz, 1990). Sargento de Infantería de Marina y escritor. Ha estado desplegado como jefe de los Equipos Operativos de Seguridad (E.O.S) en el norte de Europa, el golfo Pérsico, el mar Rojo, Turquía, Egipto e Irak. Fue ganador del Premio Valencia Nova de Narrativa en 2017 con su novela La Carcoma, además de contar con múltiples premios literarios en su haber, entre los que destacan el primer Premio en el X Certamen Poeta García Gutiérrez y el primer Premio en el IV Certamen internacional Ana María Navales. Escribe activamente para la revista Zenda, ha trabajado como columnista en varios periódicos de la provincia de Cádiz y ha sido director de la revista cultural RSC durante más de cinco años. Su anterior novela publicada es La melodía de la oscuridad, que resultó finalista a la mejor novela de Cartagena Negra 2020. 

Sinopsis

Desde Tombuctú, Doudou y su mujer huyen de la guerra en dirección a Melilla en busca de una vida mejor. Tras múltiples abusos por parte de la policía marroquí y de las mafias que sacan provecho de su desesperación, consiguen subir a una patera. Ella está embarazada y temen morir en el mar, ahogados.

En el pequeño camposanto de la Isla de Alborán, aparece una cabeza mutilada de origen africano, rodeada de gaviotas decapitadas con cabezas de muñecas de porcelana en su lugar. Un islote habitado solo por un  reducido destacamento de la Armada española, con el objetivo de preservar el territorio nacional ante la posible llegada de migrantes, vivos o muertos, y de velar por el ecosistema protegido de la zona en colaboración con un biólogo de la Junta de Andalucía.

La sargento Julia Cervantes, Infante de Marina experimentada, es enviada con el contingente que se desplaza a Alborán tras el macabro descubrimiento. En su vida solo quedan su hijo Mario y su madre. Después de varios años, sigue sin poder superar la muerte de su marido.

Durante una terrible tormenta, quedan totalmente incomunicados con el exterior y desde la megafonía del faro comienzan a escuchar una extraña nana: “Diez soldaditos se fueron a cenar; uno se asfixió y quedaron nueve”. Cuando empiezan a sucederse los asesinatos, el terror se desata en la isla. Julia debe hallar al culpable si quiere volver sana y salva junto a su hijo pero, ¿hay alguien más en la isla o el asesino se encuentra entre sus camaradas?

[Información tomada directamente del ejemplar]



Sigo a Daniel Fopiani desde que, en 2017, se alzó con el Premio Valencia Nova de Narrativa gracias a La Carcoma. Aquella novela, cuya reseña puedes leer aquí, nos trasladó a un pueblo de Cádiz, donde un escritor en horas bajas buscaba inspiración. Un escenario aparentemente tranquilo encerraba secretos y misterios a los que el novelista tuvo que enfrentarse. Un par de años después el gaditano llegó con La melodía de la oscuridad bajo el brazo. De aquella novela, que volvió a trasladarnos a la Tacita de Plata, destaqué la construcción de sus personajes, inmersos en una historia en la que la mitología jugaba un papel importante. No obstante, Fopiani crece. Con la seguridad que le han otorgado sus dos obras previas, afianza el paso y gana en confianza. Algo que se percibe en su última publicación.

El corazón de los ahogados vuelve a sumergirnos en un thriller donde no falta la sangre, el olor a muerte y el desconcierto que provocan unos truculentos hechos. La novela arranca con una puesta en escena dantesca. Por pura casualidad, alguien encuentra la cabeza de un migrante africano, rodeada por nueve gaviotas decapitadas. En el lugar que debían figurar las cabezas de las aves, alguien ha colocado nueve cabezas de muñecas negras. ¿Quién ha cometido este crimen? ¿Por qué esta disposición? ¿Dónde se ha producido este hallazgo? Ahora te lo cuento.

Hasta aquí, El corazón de los ahogados podría ser otro thriller más. Sin embargo, más allá de los asesinatos y la posterior resolución de los mismostengo que destacar dos aspectos novedosos en esta novela. Por un lado, el escenario. Por otro, el colectivo al que pertenecen sus personajes. Dejadme profundizar.

La isla de Alborán

Hasta la fecha, sobre Alborán sabía bien poco. Conocía la existencia de este pequeño islote situado entre la península ibérica y el norte de África, pero pensé que era un trozo de tierra más, abandonado a su suerte en mitad del mar. Jamás hubiera imaginado que ese recóndito lugar albergara vida. Humana, me refiero. Y es que, según se desprende de la novela, en Alborán suele haber un pequeño destacamento militar que convive junto a personal civil. Los militares tienen como misión defender la roca. Los civiles son los encargados de estudiar la flora y la fauna de la isla. Pues bien, es en el pequeño cementerio de Alborán, donde solo descansan los restos de tres personas, donde se encuentran los restos que os he comentado antes. Uno de los militares allí destinados encuentra la cabeza del migrante y las nueve gaviotas que la rodean, formando un círculo. El destacamento asentado en la isla, compuesto por nueve militares en el momento del asesinato, queda detenido. Uno de ellos ha debido ser el responsable de este crimen aunque todos niegan su intervención. Así que, son evacuados de la isla y puestos a disposición judicial hasta que las investigaciones señalen al verdadero culpable. Para reemplazarlos, otros nueve militares son destinados al islote. Entre ellos, la sargento Julia Cervantes. Pero los crímenes no han hecho más que empezar. Poco a poco irán cayendo uno tras otro. ¿Quién es el artífice de esta matanza? ¿Hay alguien más escondido en la isla?

¿Qué me ha gustado de El corazón de los ahogados?

Lo digo siempre. Me encantan las novelas que me hacen aprender. En esta ocasión, el libro me ha permitido conocer mucho más sobre la isla. Por cada referencia que encontraba en la novela me lanzaba a buscar más información en Internet. Y tal y como se describe en el libro, 

 

«...la isla mide menos de un kilómetro y tiene doscientos metros de anchura. Alborán es poco más que una roca situada en la inmensidad del mar a medio camino entre Almería y el norte de África. Los únicos habitantes del islote son los nueve miembros destacados de la Armada y los biólogos que se turna para estudiar la fauna y la flora. No hay nadie más en menos de cincuenta y cinco kilómetros a la redonda. Solo agua»[pág. 41]


Pero no queda ahí la cosa. Si al asesino hay que imputarle la muerte de un ser humano, no menos delictivo es matar a nueve gaviotas. A través de El corazón de los ahogados he aprendido que Alborán es un paraje natural y, «por lo visto, la ONU la declaró también zona de especial importancia para el Mediterráneo». Por eso, matar a una gaviota es atentar contra el medio ambiente. No digamos ya, decapitar a nueve de estas aves. 

Por otro lado, comentaba antes que me ha resultado novedoso encontrarme con personajes que pertenecen al ejército. Cuando nos enfrentamos a thrillers, novelas policíacas, o novelas negras, suele ser habitual toparnos con algún protagonista que forme parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, ya sea policía, ertzaintza, o guardia civil. Sin embargo, creo que rara vez he leído una novela en la que su principal personaje es un militar. Más concretamente un sargento de Infantería de Marina, como es el propio Daniel Fopiani. El corazón de los ahogados nos permite zambullirnos de lleno en lo que es la vida en el ejército. Después de tantos años de profesión, está claro que el autor domina la materia y, sin apabullarnos con miles de datos que no aportan nada, nos va explicando cómo es el día a día de un militar, las relaciones que se tejen entre los distintos escalones jerárquicos, las misiones a las que son destinados, los protocolos que deben seguir en cada actuación, las armas que emplean,.... Toda la novela es un homenaje al ejército, pero también un tirón de orejas a la cúpula del mismo. En esta novela se habla del antes, del durante y sobre todo, del después en la vida de un soldado. ¿Qué futuro les espera a ciertos militares una vez que han prestado servicio y se han jugado la vida por su país? La respuesta a esta y a otras muchas preguntas las encontramos en el libro. 

Julia

Con veintiún años de experiencia en operativos de seguridad, Julia necesita echar mano de la química para encarar cada día. A raíz del fallecimiento de su marido, su vida ha cambiado radicalmente. Ella se parapetó en su trabajo pero la presión, la angustia, la soledad y la tristeza le pasa factura en muchas ocasiones. No quiero contaros muchos detalles de la vida de este personaje para no desvelar su parte más personal e íntima. No obstante, sí quisiera señalar que me ha resultado muy interesante que la protagonista principal sea una mujer. Más aún, una mujer en un mundo en el que, aún hoy, sigue siendo de hombres. Julia es un personaje que nos permite conocer de cerca cómo es la vida de una mujer dentro de un cuerpo militar. Ella se hace valer, impone respeto, y le para los pies a todo aquel que intentar traspasar los límites. Pero también tendrá que lidiar con las chanzas de algún espabilado que, por el hecho de ser hombre, se cree superior. A través de Julia, el lector comprende la mano izquierda que debe manejar una mujer en su situación, y también que es tan válida para cualquier tarea que se le imponga, por dura que sea, como lo son sus compañeros masculinos.

Pero Julia no será la única que ostente el protagonismo en la novela. De otros personajes, como de sus compañeros militares, iremos sabiendo más detalles. ¿Por qué eligieron el ejército como profesión? ¿Cómo eran sus vidas antes de vestir uniforme? Aunque en menor medida, el lector tiene acceso al mundo interior del resto de los miembros del destacamento. ¿Alguno de ellos es el asesino? No pienso soltar palabra.

Dos hilos narrativos

Hasta el momento solo os he hablado de Alborán y los militares, pero tengo que advertiros que, si bien ese es el hilo principal, hay un segundo hilo narrativo de apoyo. En un momento dado, la acción se traslada a Tombuctú. Allí vive, o mejor dicho, malvive, Doudou y su mujer Nayah. Ella está embarazada, una circunstancia que haría inmensamente feliz a la pareja si no fuera porque viven una situación muy complicada. Doudou y su mujer, como todo el que reside en esas latitudes, sueñan con una vida mejor. El afán de él es ganar lo suficiente como pagar dos pasajes que los lleve rumbo a España. Así que, en diversos capítulos de esta novela, iremos conociendo cómo es la vida de esta pareja, cómo se desarrolla el viaje en balsa hasta España, y qué conexión tendrá posteriormente con lo acontecido a Julia en Alborán.

Esta parte de la novela sirve de denuncia contra esas mafias que comercian con la vida de otras personas. En pequeñas pinceladas comprenderemos cómo se estructuran, qué artimañas manejan para sacar más rédito a sus tejemanejes, de qué forma tratan a los inmigrantes, y qué probabilidades de éxito tienen esta aventuras. 

Tengo que decir que, de toda la novela, esta es la parte más cruda y, por raro que parezca, el hilo narrativo que menos interés me ha despertado. No lo digo porque no me interesen las penalidades que sufren aquellos que tratan de huir de la guerra y la miseria para llegar a otro punto del planeta donde empezar de cero. Sin duda, la inmigración y los motivos que la originan deben interesarnos a todos, pero no deja de ser una cuestión de la que se ha hablado mucho, de la que se tiene información. Sin embargo, despertaba mucho más mi curiosidad todo lo que ocurría en Alborán, los recovecos de la isla, los sucesos que se iban produciendo, las reacciones de los personajes, el desarrollo de los hechos. En cualquier caso, el hilo narrativo centrado en Doudou y Nayah no es una línea independiente. Al final, confluirá con la que protagoniza Julia. Pero no os doy más detalles. 

La narrativa de Fopiani

Estructurada en cuarenta capítulos de media extensión, más un prólogo en el que se describe el hallazgo del macabro asesinato, y un epílogo que pone un bonito final a la historia, la narrativa de este autor ha mejorado con el tiempo. No le asusta alejarse de un narrador para dar voz a otro, incluso aunque sea la voz de un muerto. Tampoco le amedrenta cambiar el punto de vista y ofrecer una panorámica de la situación a vista de pájaro (nunca mejor dicho). Fopiani, en algún capítulo se hace un guiño a sí mismo y a su vida personal. Pero lo más destacable son los toques poéticos que imprime a su narración en algún pasaje, la viveza con la que describe algunas situaciones y entornos, haciéndote sentir que estás en el mismo lugar que los personajes. Hay un capítulo precioso, lleno de magia, en el que Doudou sueña con esa vida mejor que tanto anhela. Me ha parecido un pasaje de una belleza inconmensurable, que bien puede reflejar el deseo de todo inmigrante, en el que el autor ha depositado una importante carga de ternura.

A ello hay que unir el apropiado uso de la tensión. El suspense va creciendo, a raíz de que comienzan a sucederse hechos cada vez más extraños y desconcertantes en la isla. Poco a poco, la sensación de aislamiento irá en aumento y eso generará más asfixia. Los militares se sentirán abandonados a su suerte, en manos de un criminal, cuyos golpes no verán venir. 

Lo decía al principio. Fopiani crece y lo hace con una narrativa cada vez más madura, empleando todos los recursos literarios que tiene a su alcance sin que le tiemble el pulso. 

Con referencias literarias conocidas universalmente, Daniel Fopiani construye una novela en la que hay mucha implicación personal. Aunque la voz principal sea femenina, creo intuir que los pensamientos de este personaje están en consonancia con los del propio autor. Así, El corazón de los ahogados hace un retrato interesante de la vida militar, al tiempo que, articula una trama muy vinculada al ejército que nos mantendrá en vilo a lo largo de toda la lectura. Disfrutada y recomendada.

[Fuente: Imagen de la cubierta tomada de la web de la editorial]

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