El pasado mes de octubre reseñaba en este espacio la obra Emilia, de la oscuridad a la luz de Carmen Fernández Etreros y Alen Lauzan (puedes leer la reseña aquí). Fue entonces cuando descubrí que la autora tenía un libro previo, de características similares a este e igualmente publicado por Oberon Libros, aunque centrado en la figura de Benito Pérez Galdós. ¿Cómo dejarlo pasar? Como sabéis, adoro el género ilustrado que tanto me ha enseñado y de una manera tan afable. Así que, me hice con un ejemplar de Galdós, un escritor en Madrid y apenas llegó a mis manos, me lancé a la lectura. Hoy os hablo de la vida de este escritor al que tanto le debe la literatura española.
Galdós, un escritor en Madrid arranca en el año 1919. En el madrileño parque de El Retiro se congregan instituciones, medios de comunicación y ciudadanos. Se destapa la escultura que la ciudad ha querido regalar al escritor para homenajear su trayectoria literaria y por mostrar la ciudad de Madrid en sus obras. Benito Pérez Galdós estaba presente en tan solemne acto pero por entonces ya contaba con 76 años y estaba ciego. Solo y nostálgico, sabe que sus últimos días están próximos, por eso deja volar su mente y, a través de sus recuerdos, el lector viajará a 1862, año en el que Galdós llega a Madrid desde Las Palmas. Atrás dejó a sus padres y también un trozo de su corazón, pues lo apartaron de su prima Sisita, de la que estaba profundamente enamorado.
Galdós, un escritor en Madrid pasea muy brevemente por la infancia, por ese primer amor con Sisita hasta que sus padres, Sebastián y Dolores, que no veían con buenos ojos la relación entre los jóvenes, deciden enviar a su hijo a Madrid para cursar estudios de Derecho. Le rompieron el corazón, pero fue lo mejor que le pudo ocurrir a aquel joven que, con los años, se convertiría en un grandísimo escritor.
El libro sigue haciendo un recorrido en lo personal, su juventud en Madrid, sus amores, el inicio de su andadura literaria, la muerte de su hermano Domingo y la llegada de sus hermanas -Concha y Carmen- a Madrid, acompañadas por su cuñada Magdalena, que tanto apoyo emocional y económico brindó al autor. Entre estas páginas también tendrá cabida la enfermedad que lo dejó ciego y, por supuesto, su muerte y funeral.
Madrid
Melancólico y echando de menos su tierra, la capital acoge a Galdós y lo deslumbra en 1862. Con la ayuda inicial de otros estudiantes canarios comenzará a recoger las calles madrileñas en cuyos rincones descubre historias insólitas que posteriormente inspirarían sus novelas. Este volumen nos muestra a un joven entusiasmado, al que le gustaba mezclarse con la gente, pasear a diario y visitar la biblioteca. Comprenderá que el conocimiento y la sabiduría anidan en lugares muy distintos a las aulas de la Facultad de Derecho.
«Mis paseos por las ciudades y mis conversaciones con los ciudadanos han sido fundamentales para mis novelas y mi modo de escribir». [pág. 44]
A partir de aquí los años se irán sucediendo. Mientras Madrid se retuerce en revueltas, atravesando una complicada etapa política, Galdós se hace socio del Ateneo de Madrid, comienza a escribir y a colaborar en revistas. Llegará a ocupar la letra N en la Real Academia de la Lengua. También ocupará otro cargo importante de índole muy distinta.
Pero Madrid no será el único escenario de la obra. Galdós viajó a Barcelona y recorrió Francia. En la ciudad de la Torre Eiffel descubre las obras de Honoré de Balzac y a otros tantos autores que escribían también sobre lo que a él realmente le interesaba, todo aquello que rodea al hombre.
Las obras de Galdós
De toda la producción literaria del autor, este volumen hace referencia a un buen puñado de obras. Primero verá la luz La fontana de oro, obra acabada en 1868, pero sin dinero para publicarla. Y entre otras, sabremos que El audaz sirvió para dar a conocer al autor y lanzarlo en su carrera como escritor. Sobre Trafalgar se cuenta cómo se gestó, con el testimonio de un superviviente de la batalla. Y también se incide en la pretensión de Galdós a la hora de escribir los Episodios Nacionales. Pero no estaba contento. No, al menos con los editores porque «no he parado de vender novelas pero mis ingresos en lugar de crecer solo han ido mermando». Para poner remedio funda su propia editorial, Obras de Pérez Galdós. Tampoco funcionó.
Las mujeres de Galdós
Carmen y Concha, hermanas de Galdós, estaban preocupadas por su hermano. No solo de literatura vive el hombre. También necesita una mujer a su lado. Imagino que así pensarían las hermanas y por eso, este volumen nos muestra esa inquietud por el futuro familiar del escritor. ¿Qué pensaba Galdós del matrimonio? ¿Qué relaciones mantuvo a lo largo de su vida? Si en Las Palmas dejó a su prima Sisita, casada posteriormente con otro hombre, su llegada a Madrid le descubre un mundo nuevo. A su vida llegará Lorenza Cobián, con quien tuvo una hija, a la que reconocería tras la muerte de la madre. Inevitablemente, también aparecerá Emilia Pardo Bazán, de la que opinaba que era una mujer inteligente y culta. De la relación que mantuvo con la gallega ya os hablé en Emilia, de la oscuridad a la luz. Sin embargo, en este volumen el punto de vista es el contrario. ¿Qué pensaba Galdós de Emilia? Hay pasajes que son especialmente interesantes y que aportan una visión externa y masculina sobre el estilo de vida de Pardo Bazán ¿Por qué llegó a pensar que su amistad con ella le traería problemas con Lorenza?
«Las mujeres de mi vida me han dado grandes alegrías, pero también infinitos problemas. Todas menos mi hija María». [pág. 80]
Habrá más mujeres, como Teodosia Gandarias o la actriz Cocha Morell, cuya carrera despegó gracias a la ayuda del autor. Lo que deja claro es que se valió de las mujeres que conoció para forjar el carácter de sus personajes femeninos: doña Perfecta, Jacinta, Fortunata, Tristana,...
Los acontecimientos históricos
Pero el libro no se centra únicamente en la figura de Benito Pérez Galdós y en su obra, sino que también hace un retrato de la España de la época. Si las calles de Madrid inspiraron sus novelas, también lo hicieron los diversos acontecimientos políticos que le tocó vivir. Entre estas páginas encontraremos la revuelta que se conoció como La noche de San Daniel, cuando la comunidad universitaria salió a las calles para defender al rector de la Universidad, «cesado en su cargo por negarse a expedientar al catedrático Castelar, muy crítico con Isabel II». Igualmente, nos asomaremos a la sublevación de los sargentos de artillería del cuartel de San Gil en 1866, dejando un reguero de sangre, heridos y muertos. O la de Cádiz contra la corona. Se sucederá la llegada del general Serrano a Madrid, el exilio de la reina Isabel II, el atentado y muerte de Prim, y el triste fallecimiento de Alfonso XII. De toda esa esencia histórica, política y social quedaron impregnadas las obras de Galdós.
Las ilustraciones
Como novela gráfica, las ilustraciones de Guillermo Menéndez nos sumergen en un mundo de viñetas, y una paleta cromática llena de ocres, verdes y marrones. Son ilustraciones llenas de detalles, sobre todo las escenas de exteriores, por las que da gusto pasear la mirada. Menéndez mima al autor a través de sus dibujos, mostrando a un hombre jovial en esos años de juventud, lleno de vitalidad, que camina deprisa por las calles, pero también al anciano, postrado en un sillón, cubriendo sus piernas con una manta, mientras fuma y pierde la mente en sus recuerdos.
Destacan las ilustraciones a doble página en las que podemos ver algunas de las obras más conocidas de Pérez Galdós, resumiendo su argumento y mostrando alguna escena importante de la narración.
Estructura y estilo
Con un lenguaje cercano y centrándose en los momentos más importantes de la vida del autor, Galdós, un escritor en Madrid sigue el mismo patrón que ya vimos en Emilia, de la oscuridad a la luz. La narración de un periodo de años del autor, desde 1919 hasta su muerte el 4 de enero de 1920, se desarrolla a lo largo de vivencias personales e hitos históricos, que quedarán salpicados ocasionalmente por remembranzas y apuntes sobre sus obras.
Partiendo desde el presente de la historia, ese 1919, viajaremos atrás en el tiempo por medio de recuerdos. No obstante, el presente volverá a atraparnos en diversos momentos clave del relato para que el lector no olvide que es el propio Galdós el que nos cuenta su vida.
Además, este volumen cuenta con un prólogo que no puede ser mejor arranque para esta obra homenaje, firmado Marta Rivera de la Cruz, consejera de Cultura, Deporte y Turismo de la Comunidad de Madrid. Desde esta consejería se había proyectado toda una serie de actividades que tendrían desarrollo durante el año 2020, coincidiendo con el centenario de la muerte de Galdós. Sin embargo, todos sabemos que los planes que hicimos para ese año quedaron truncados por la llegada de la pandemia. Rivera de la Cruz escribe una emotiva carta al autor canario en este prólogo. Dirigiéndose directamente a él, le cuenta la cantidad de conferencias, exposiciones y lecturas que estaban organizadas sin que se hayan podido llevar a cabo. No obstante, ¿hacen falta homenajes para recordar a Galdós? La misma prologuista responde negativamente porque los lectores no le olvidan. «Quede como consuelo nuestro amor por sus libros. Nuestra gratitud. Nuestro respeto. Y la voluntad de volver siempre a las historias que nos dejó en herencia, hace ya cien años, en este Madrid que hoy espera la ocasión de volver a la vida». Precioso.
En definitiva, Galdós, un escritor en Madrid es una joya de libro que nos permite acercarnos al autor y conocerlo algo más en profundidad. Veremos a un hombre interesado en el hombre, en conocer a otras personas, en hablar con ellas, en conversar en cafés y tertulias, mientras sus obras se iban sucediendo y él le tomaba el pulso a la ciudad.
Desde aquí solo me queda confesar que me ha encantado esta obra, como ya me ocurrió con Emilia, y recomendar ambas lecturas. No solo la historia que contienen son de sumo interés, también es una maravilla la forma en la que se presenta, en este volumen grande, de tapas duras, lleno de color. Ambos libros me parecen un regalo fabuloso para las fechas que se aproximan. Tomad nota.
[Fuente: Imagen de la cubierta tomada de la web de la editorial]
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Hola! No soy mucho de libros ilustrados pero sin duda parece interesante. Gracias por tu reseña.
ResponderEliminarUn saludo!
Al menos aquella ruptura de relación y el viaje a Madrid nos fue muy favorable a los lectores de Galdós. No sé si él estarse acuerdo en que le fue mejor ser escritor que marido de Sisita. En eso estaría de acuerdo con sus hermanas.
ResponderEliminarÚltimamente me estás tentando con la novela gráfica y esta y la de Emilia Pardo Bazán, pueden caer para Reyes. Para mí o para regalar.
No sabía que Marta Rivera de la Cruz era Consejera de Cultura de Madrid. Hace unos años leía sus novelas y me gustaban mucho. Hace tiempo que no la sigo.
Un beso.
¡Hola! Me parece muy interesante este tipo de novelas gráficas en las que se relatan las historias de personajes históricos, ya que me parece que se hace más ameno de esta forma. Tomo buena nota de la recomendación.
ResponderEliminar¡Nos leemos!
Me has convencido por completo, aunque lo tenías fácil, que Galdós es mi debilidad.
ResponderEliminarBesotes!!!
Lo he visto en alguna librería y me ha llamado mucho la atención. Ahora veo que tiene mucho encanto.
ResponderEliminarUn beso y feliz semana.
Hola. Mis estudios de ciencias me han dejado un agujero negro por el que se ha escapado todo lo referente a Humanidades, historia, literatura y demás. Así que muy poco sé de Galdós y reconozco que a pesar de que hay varios libros suyos en casa no he leído ninguno.
ResponderEliminarNo sé por qué pero los clásicos españoles me atraen poco.
El caso es que este libro es tan interesante y atractivo como el de Emilia. Y encima ilustrado, que ya sabes que me chiflan. Hala, ya tengo los dos en la lista.
Besos
Sigo sin animarme con la novela ilustrada, pero lo cierto es que siempre me pones los dientes muy largos y me dejas con ganas de probar.
ResponderEliminarBesos.
Me gusta lo que nos cuentas creo que sería una lectura muy interesante de descubrir
ResponderEliminarHola.
ResponderEliminarPuede ser una forma amena de acercarse a este grande de la literatura española.
Un saludo.
Uno de mis autores de cabecera, así que no me resisto 😅💋
ResponderEliminarQue libros más cuidados hacen ahora, lo buscaré por la librería. Besos
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