Nacionalidad: España
Director: Icíar Bollain
Reparto: Blanca Portillo, Luis Tosar, Urko Olazabal, María Cerezuela, Arantxa Aranguren, Mikel Bustamante, Bruno Sevilla, Jone Laspiur, David Blanka
Género: Drama
Sinopsis: Maixabel Lasa pierde en el año 2000 a su marido, Juan María Jaúregui, asesinado por ETA. Once años más tarde, recibe una petición insólita: uno de los asesinos ha pedido entrevistarse con ella en la cárcel de Nanclares de la Oca /Álava), en la que cumple condena tras haber roto sus lazos con la banda terrorista. A pesar de las dudas y del inmenso dolor, Maixabel accede a encontrarse cara a cara con las personas que acabaron a sangre fría con la vida de quien había sido su compañero desde los dieciséis años.
Juan María Jáuregui, Gobernador civil de Guipúzcoa entre 1994 y 1996, fue asesinado a manos de la banda terrorista ETA el sábado, 20 de julio del año 2000. El acto criminal se cometió en una cafetería de Tolosa, a las 11.30 de la mañana. Jáuregui estaba sentado a una mesa con un amigo, de espaldas a la puerta de entrada del local, por lo que no vio acercarse a Luis María Carrasco Aseginolaza y Patxi Xabier Makazaga Azurmendi. Este último fue el que le pegó dos tiros por la espalda. Un tercer miembro del comando Buruntza, Ibon Etxezarreta Etxaniz, esperaba en la calle, en el interior de un vehículo con el motor encendido. Tras los disparos, Jáuregui fue trasladado a la clínica Asunción donde finalmente falleció. Si no he calculado mal, fue la víctima 804.
Casado con Maixabel Lasa y padre de una joven (María), Jáuregui había recibido amenazas desde que ocupó el cargo de Gobernador. Las investigaciones llevadas a cabo por las autoridades, las detenciones, las desmantelaciones de comandos sacaron a la luz que el político era objetivo de ETA. Por ese motivo, el Ministerio del Interior buscó la manera de sacarlo del País Vasco. Su primer destino fue Canarias y de allí, a Chile. Desde el otro lado del charco, Jáuregui viajaba cada ciertos meses a España para estar con la familia. Fue en unos de esos viajes, impulsado por la celebración de las bodas de plata entre Juan Mari y Maixabel, cuando fue asesinado.
Pero Maixabel, la nueva película dirigida por Iciar Bollaín, no quiere contarnos el atentado sino que se centra en el después, en una historia que ya conocíamos por los medios de comunicación y por una estupenda serie documental que el periodista Jon Sistiaga grabó para Movistar+ en 2019. Titulada ETA, el final del silencio, Sistiaga narra en siete episodios una serie de historias personales, vinculadas todas con ETA y el terrorismo: los orígenes de la banda, las nuevas generaciones, los empresarios extorsionados, los peores y más crueles años y, por supuesto, la muerte de Miguel Ángel Blanco. Él también. No obstante, el primer capítulo se centra en el encuentro que Maixabel tuvo con Ibon Etxezarreta. Os dejo un fragmento de ese capítulo.
Desconozco si aún se puede visionar este documental en la plataforma. Si es así, os lo recomiendo muchísimo. A mí me causó gran impacto. Me parecía increíble que Maixabel pudiera estar sentada a esa mesa, conversando y mirando a los ojos del que asesinó a su marido. Hablando de aquel día, de lo que hicieron unos, de lo que hicieron otros. Pues de esto habla Maixabel, de ese acercamiento entre victimario y víctima, a través de un programa de encuentros que puso en marcha el centro penitenciario de Nanclares de Oca, y de las consecuencias que tuvo, de lo que supuso en la vida de uno y de otro.
Maixabel se inicia con una aclaración. «Esta película está inspirada en hechos reales. Algunos elementos han sido ficcionados». Partiendo de este punto, el espectador se traslada a Tolosa, al fatídico día. En apenas un puñado de escenas se relata el atentado, el fallecimiento del político y su funeral. No veremos la detención de los miembros del comando pero sí nos asomaremos fugazmente a la sala de la Audiencia Nacional, cuando en 2004 los tres terroristas fueron juzgados. Desde este punto, la película se centrará en Ibon Etxezarreta, por un lado, y en Maixabel Lasa, por otro. Sobre Etxezarreta se contará que, estando recluido en la cárcel de Badajoz, en 2010 recibe la noticia de la muerte de su abuelo. Le concederán un permiso para acudir al entierro, así que lo trasladan temporalmente a la cárcel de Nanclares de Oca, donde coincide con su antiguo compañero Luis Carrasco. Cumplir condena en Nanclares tiene su propio significado porque este centro penitenciario es un lugar más tranquilo para los presos. Entre sus reclusos existen algunos ex-terroristas que han decidido desmarcarse de la banda, condenar la violencia, renegar públicamente y mostrar arrepentimiento por sus actos. Ya no les deben nada a la organización y tanto para ella como para el resto del colectivo de presos son ahora unos traidores. Ibon sabe y ha reconocido que hubo cosas que no se debieron hacer pero de ahí a desvincularse de lo que son realmente hay un abismo. Él recrimina la actitud de su antiguo compañero pero lo cierto es que él mismo se sentirá rechazado tanto dentro como fuera de la cárcel.
En cuanto a Maixabel, no se ha convertido en una viuda al uso sino que se ha implicado en homenajes y actos. De hecho, y teniendo a María estudiando en Huelva, se pone al frente de la Oficina Víctimas del Terrorismo, haciendo declaraciones y participando en actos. También será objetivo de ETA.
En esta situación están ambos personajes cuando se pone en marcha un programa de encuentros entre víctimas y victimarios, en la cárcel de Nanclares. La iniciativa parte del propio colectivo de reclusos que intentan, de ese modo, saldar una deuda. ¿Qué pasará cuando Maixabel acuda al centro penitenciario? Bueno, dejo que lo descubras al ver la película.
Personajes
Maixabel Laza es la esposa de un hombre amenazado por ETA, lo que implica tener siempre el miedo metido en el cuerpo. La película nos deja ver cómo se enfrenta a la certeza de sus peores sospechas. Un teléfono que no para de sonar. Una calle vacía y en silencio. Interpretada por Blanca Portillo, la actriz le da empaque al personaje. Si alguna vez has escuchado hablar a la esposa de Jáuregui, sabrás que la actriz se amolda perfectamente al personaje. Maixabel es una mujer que me transmite mucha paz y sosiego, como si nunca le hubiera ocurrido nada terrible en su vida. A Portillo se la ve cómoda en el papel. Lo ha estudiado a conciencia y está inmensa. Incluso me atrevería a decir que, en según qué secuencia, le hace sombra al gran Tosar.
María Jáuregui. A la joven, la muerte de su padre le coge de acampada. Celebraba su 19 cumpleaños cuando dos tiros en la nuca acaban con la vida del político. Maixabel deja ver que su herida no cierra. Ella intenta olvidar, seguir con su vida, sus estudios, su trabajo, su familia pero le cuesta. Y le cuesta mucho más entender por qué su madre hace lo que hace. ¿Para qué? ¿Por qué no ser una viuda como otras tantas que han preferido fingir que olvidan? Pero terminará entendiendo que su madre tiene sus propias heridas que necesita sanar, aunque sea de un modo distinto al de ella.
Interpretada por María Cerezuela, creo que la actriz está a la altura. Su papel es muy complicado. Al padre lo han matado y su madre se dedica a tener encuentros con el asesino. ¿Quién entiende eso? La vemos naufragar más de una vez, barrida por una ola enorme de pena que le cuesta digerir.
A ambos personajes, madre e hija, no les hace falta una palabra para entender lo que ha ocurrido. Basta con una mirada, un silencio sobrecogedor, para que comprendan que, aquello que más temían, se ha cumplido. Saben lo que ha ocurrido porque lo han sabido desde siempre. Ese día tenía que llegar y ha llegado.
Ibon Etxezarreta, el otro gran pilar de esta película, es un personaje muy interesante, en cuyo interior se desarrolla un dilema moral que lo pone en medio de una encrucijada. Mira a su alrededor. Lleva unos cuantos años privado de libertad y le quedan veinte años más. ¿Quién se acuerda de él? ¿Acaso sus compañeros de batalla pierden un minuto de sus vidas en rememorarlo? Mientras estuvo en la calle fue útil pero, ¿y ahora? Ante Ibon se abre la duda. Lo que ha hecho, hecho está y ya no hay vuelta atrás pero, ¿y vivir lo que le queda con esa losa que se le ha instalado en el pecho? La película nos deja ver al hombre, no al terrorista. Dice Maixabel en el vídeo que tenéis más abajo, que ella siempre ha creído que toda persona merece una segunda oportunidad. ¿La merece también Ibon? Esa es la pregunta que hay que responder y mientras el terrorista espera la respuesta se acuerda de sus abuelos que lo criaron, de aquella abuela que vio lo que no tenía que haber visto, de aquel abuelo, ahora muerto, que estuvo presente en el juicio en el que fue condenado. Se acuerda ahora de aquellos primeros años, de sus padres que estaban lejos, de lo quería ser y de lo que se ha convertido. Todo eso le viene ahora a la mente para morderle la conciencia por eso veremos a un hombre apesadumbrado, abatido por la culpa y el remordimiento.
Luis Tosar, el gigante Luis Tosar. Da gusto verlo interpretar a un personaje que requiere tanto trabajo. Tosar clava la culpa de Ibon, la sensación de haber defraudado a los suyos, de haber vivido siempre en la mentira y el engaño. Para ello el gesto serio, los hombros caídos, la mirada escurridiza, la voz tímida, el movimiento lento. Tosar hace en esta película lo que mejor sabe hacer, actuar, meterse en la piel de otra persona a la que le come la culpa, con el deseo de dejar atrás esas pesadillas, el sonido de arma cuando se amartilla, los gritos de dolor y el olor de la sangre. Tosar y Portillo componen un tándem brillante.
Temas
El tema principal sería el perdón. ¿Merece un terrorista ser perdonado por la sociedad o por las víctimas que ha ido dejando en el camino? Sin duda, un debate interesante y que generará infinidad de opiniones. Maixabel (la mujer) no habla tanto de perdón como de reconocer el daño que se ha hecho. Para ella eso es un paso adelante, una manera valiente de reconocer lo que uno ha hecho mal. Ya no lo puedes enmendar pero, al menos, no te jactes de haberlo hecho y asume, desde la humildad, tus errores.
Me resultan también interesante los reproches que podemos ver entre unos miembros de la banda y otros, la hipocresía que se instala entre ellos. Hay una escena muy breve pero cargada de intensidad.
También se abordará el papel del terrorista como marioneta en las manos de la cúpula de ETA. Recibían órdenes que cumplían sin más. Lo cuenta la propia Maixabel. Ni Ibon ni Luis sabían quién era Juan María Jáuregui, únicamente que había sido Gobernador Civil. Desconocían su pasado más joven, más militante, más radical, o su implicación en otras investigaciones vinculadas con el terrorismo. No importaba nada. La misión era pegar dos tiros y con eso causar mucha muerte y dolor. Punto. No sé si esto era la tónica general. Si todos los comandos vivían en esta ignorancia. Otras películas y otros libros nos dejan ver lo contrario.
Por último, destaco también la imagen que se nos transmite del terrorista-nieto/nieta, el terrorista-hijo/hija, el terrorista-padre/madre, el terrorista-hermano/hermana. Desmarcarse de la banda armada también tiene sus riesgos. No se trata únicamente de manifestar que ya no quieres saber nada de esa gente, que aquí paz y mañana gloria. Estos terroristas que ahora se desvinculan de la lucha armada tienen familia -nietos, hijos, padres, hermanos- y temen por ellos, por las represalias. Me parece un punto de vista interesante por el que, en favor de las víctimas, pasamos siempre por alto.
¿Qué piensa Maixabel de esta película?
Puedes buscar declaraciones y artículos de prensa en Internet. Ha participado en coloquios junto a la directora, así que, imagino que estará contenta. A mí me ha parecido una película hecha desde el respeto. Tal y como se dice al inicio, hay sucesos que están ficcionados. Por ejemplo, Maixabel sí se reunió con Luis Carrasco en el interior de Nanclares y sí recibió una carta de Ibon Etxezarreta, pero no se reunió con él justo después de hacerlo con Luis, ni tampoco vio los rostros de los terroristas durante el juicio, como sí vemos en la película. Lo cuenta ella misma, en esta entrevista concedida a ETB, en 2014. Por entonces, todavía no se había reunido con Ibon. Ese encuentro llegaría más tarde.
Y otra pregunta que me surge es, ¿qué piensa Ibon Etxezarreta de la película? He buscado información por saber si se había pronunciado. No he encontrado nada.
¿Qué me ha gustado de la película?
Me ha gustado la historia que narra. Me parece un episodio interesantísimo, una situación que a mí me costaría mucho aceptar. Me gusta el acercamiento que Bollaín hace hacia un lado y hacia otro. ¿Se trata de dulcificar la imagen del terrorista? Es una cuestión delicada y cada uno tendrá su visión. En realidad, el espectador es un mero testigo, sin voz ni voto en esta circunstancia. Si Maixabel quiso acudir a aquel encuentro, si creyó el arrepentimiento de los que mataron a su marido, es cosa de ella.
Por otra parte, también me ha gustado el trabajo de dirección. Concretamente hay un pasaje en el que Ibon, como nos ocurre a todos, va vinculando ciertos lugares por los que pasa con los sucesos que ocurrieron en ellos. Son lugares sembrados de dolor y manchados de sangre. Me parece una metáfora preciosa del delirio que sentía en su interior. La cabeza me va a estallar, le dirá a su madre.
Admito que, hacia la mitad del metraje sentí que se estancaba un poco, pero solo estaba cogiendo fuerzas para encarar el final. El último tercio remonta para llegar a un desenlace lleno de tensión, tristeza, tolerancia, humildad y sanación.
Banda sonora, nostálgica y hermosa, tanto como la propia fotografía embellecen aún más la película.
Así que hoy más que una recomendación casi os lanzo un ruego. No podéis perdeos esta película, como tampoco os podéis perder el documental de Jon Sistiaga si tienes oportunidad de verlo. Lo mismo da que lo hagas antes o después de visionar la película.
Y si te interesa el tema, ahí va más material.
- Luis Tosar interviene en El Hormiguero
La tenéis en cartelera
Tráiler:
¡Hola Marisa!
ResponderEliminarGUAU. Me lo llevo apuntadísimo, desde luego me intriga muchísimo ya no el tema de las víctimas de terrorismo, que también es duro de narices, sino el acercar a la víctima al agresor y el tema del perdón... guau, que duro y a la vez que bonito, es un tema que me toca muchísimo el corazón y creo que sin duda voy a disfrutar de este documental, aunque pinta desgarrador.
¡besos!
Pues me has dejado con muchas ganas de verla. Y buscaré ese documental también.
ResponderEliminarBesotes!!!
Hola Marisa, uf, ha de ser un peliculón de los que dejan huella. Voy a anotarlo para verlo. Besos :D
ResponderEliminarMe temo que no creo que sea una película para mí el miedo a pasarlo mal viéndola me echa mucho para atrás aunque parece una gran apuesta
ResponderEliminarHola, Marisa. Una película absolutamente necesaria que no hay que perderse. También vi en su momento la serie documental de Jon Sistiaga y es muy recomendable, el capítulo dedicado a ella es tremendo. Muy buena recomendación, la que haces hoy. Un beso.
ResponderEliminar¡Hola!
ResponderEliminarMe llamó la atención nada más ver su tráiler, así que tengo claro que pronto quiero darle una oportunidad <3
Un abrazo
Me ha gustado muchísimo esta película. Y he vuelto a ver el episodio de la serie de Sistiaga que trata el tema. Creo que ambos son magníficos. En el documental hay una frase que dice Ibon que me resultó de lo más esclarecedor. Es cuando dice que él nunca ha pedido perdón porque lo que hizo es imperdonable, que sólo quiere dejar claro que siente lo que hizo y que le pesa y le está sirviendo de penitencia en vida.
ResponderEliminarEn la película ambos actores están genial. La escena de la primera conversación entre ambos es un alarde de buen hacer alucinante.
Me gustó la película y me ha encantado tu reseña.
Un beso.
Hola, Marisa.
ResponderEliminarIciar Bollain sabía muy bien que con dos elementos base como son la redención y el perdón había historia, había película y había emociones. Las interpretaciones geniales y tu análisis estupendo.
La volveré a ver en un tiempo.
Besos.
No niego que la película puede ser emocionante, pero el tema de ETA me sigue doliendo en exceso y sé que lo pasaría muy mal. Hay cosas de las procuro mantenerme lejos por tranquilidad mental y por evitarme angustia, que me conozco. De todas maneras, tu crítica es fabulosa, como siempre. Besote
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