Autores
Carmen Fernández Etreros es graduada de Periodismo en la Universidad Complutense. Como periodista ha colaborado con numerosos medios de comunicación, como el diario ABC, Informativos Telecinco o la Gaceta Complutense. Ha trabajado también en el sector editorial como redactora, correctora y editora. Además, ha sido profesora de Procesos y Medios de Comunicación y ha impartido en los últimos años numerosos talleres de literatura, escritura y crítica literaria. En la actualidad dirige la web especializada en cultura y literatura Topcultural. Su pasión por el siglo XIX nace de su interés por las bibliotecas y los gabinetes de lectura. Como escritora destaca su novela gráfica Galdós, un escritor en Madrid y la novela El secreto de Clara León.
Alen Lauzán Falcón. Dibujante, ilustrador y humorista gráfico nacido en Cuba y residente en Chile desde 2000. En Cuba publicó sus dibujos en varios medios de prensa e ilustró libros. En Chile ha colaborado en Revista de Libros de El Mercurio, diario La Tercera y la revista de vinos La Cav. Entre 2003 y 2010 trabajó como ilustrador y diseñador gráfico en el semanario The Clinic. Actualmente sus ilustraciones son publicadas en la revista infantil chilena Guarisapo. Dibujó los libros de cómic Montaña Bazofia y Mburu del programa televisivo para niños 31 minutos. Realizó las historietas Colo Colo, el cómic del cacique y ATLAS, un siglo fiel (clubes deportivos de fútbol de Chile y México). Ha ilustrado diferentes portadas de libros y discos musicales. Cuenta con varios libros infantiles publicados y de humor gráfico y forma parte del Catálogo de Historieta Chilena Contemporánea.
Sinopsis
Este 2021 se conmemora el centenario de la muerte de la escritora Emilia Pardo Bazán, una mujer valiente que luchó toda su vida por los derechos de las mujeres. Emilia vivió una infancia feliz con sus padres en Galicia, en la que dio sus primeros pinitos literarios. A los 16 años Emilia se casó con José Quiroga y Pérez Deza con el que tuvo tres hijos, pero en 1885 decidió separarse de su marido y dedicarse a tiempo completo a la literatura.
En esta novela gráfica descubriremos cómo Emilia viajará por numerosos países, escribirá numerosas novelas, ensayos y obras de teatro y vivirá apasionados romances como el que mantuvo con el escritor Benito Pérez Galdós. Fue una mujer luchadora que sufrió un gran desengaño al no poder ingresar en la Academia de la Lengua que le negó hasta tres veces la entrada. Emilia murió el 12 de mayo de 1921 y fue enterrada en la cripta de la iglesia de la Concepción de Madrid en contra sus deseos, que eran ser trasladada al Pazo de Meirás. Hoy, cien años después de su muerte, es considerada la mayor representante española de la corriente literaria naturalista y una de las mejores escritoras del siglo XIX.
[Información tomada directamente de la web de la editorial]
En las últimas semanas os he hablado de varios libros ilustrados, algunos para adultos y otros para niños. No lo puedo evitar. Es un género que cada día me gusta más, así que, poco a poco, me voy haciendo acopio de todo lo que encuentro. Os adelanto que ya le tengo echado el ojo a otros dos volúmenes de los que espero poder hablaros pronto. E ilustrado es el libro del que vengo a hablaros hoy, una joya para la vista que no podéis dejar pasar. Os cuento
Hace unos meses se conmemoró el centenario de la muerte de Emilia Pardo Bazán. La escritora gallega falleció el 21 de mayo de 1921 en Madrid, a la edad de 69 años. Atrás dejaba una prolija obra, de entre las que destacan Los pazos de Ulloa (1886-1887), Insolación (1889), La madre naturaleza (1887), La Tribuna (1883), y unos cuentos navideños que yo descubrí hace unos años y a los que me gustaría regresar estas próximas navidades. Con el título nobiliario de condesa, fue una mujer con una vida llena de matices, muy alejada de los quehaceres femeninos de la época. Luchó por los derechos de la mujer, dio conferencias, se implicó política y socialmente en los tiempos que le tocó vivir. Y buena parte de su vida personal y literaria viene recogida en el libro del que os quiero hablar hoy. Como dije antes, Emilia, de la oscuridad a la luz es una joya que nos aproxima a la figura de esta mujer, adelantada a su tiempo.
Se inicia este volumen ilustrado con un prólogo a cargo de la periodista Sonsoles Ónega, en el que se nos adelanta lo que vamos a encontrar en este libro.
«Las hermosas páginas ilustradas que acompañan este texto nos trasladan a la segunda mitad del siglo XIX a través de la figura imprescindible, protagonista de nuestra historia y creadora de un mundo donde brota el compromiso por las causas justas: la educación, el feminismo, el fomento de la cultura».
En estas primeras páginas, Sonsoles nos desvela a grandes pinceladas cómo fue la vida de Pardo Bazán, el ambiente académico que siempre la rodeó; el apoyo incondicional de su padre, figura clave en su vida; sus inquietudes políticas; o la inquina que le demostró Leopoldo Alas Clarín. Dice la periodista que Emilia «nunca dejó de profesar amor a sus hijos, Jaime, Blanca y Carmen, pero eso no impidió que confesara que necesitaba tiempo para ella, para la creación y para la necesaria lectura», y que jamás fue consciente del legado que dejó su paso por este mundo.
Pero este libro arranca realmente en el año 1892. Por entonces, Emilia Pardo Bazán contaba con 41 años de edad y residía en la Granja de Meirás. Andaba quejosa, no sin razón. A pesar de su insistencia, habían vuelto a negarle un asiento en la Academia de la Lengua. ¿Por qué una mujer no podía ocupar un sitio en tan insigne institución? Pardo Bazán se negaba a aceptar unas normas que le parecían ridículas. Son unas primeras páginas en las que veremos a una mujer reflexiva, enredada en sus pensamientos de libertad e igualdad, y a la que no le importaba poner su patrimonio al servicio de sus ideales. La veremos sopesar si financiar una biblioteca de la mujer para divulgar los derechos de su sexo. Desde el principio, comprendemos la importancia de la figura de su padre, militante del partido liberal progresista, quien le abrió las puertas al conocimiento, sin arrinconarla por el hecho de ser mujer. Y a partir de este punto, un flashback. Retrocedemos en el tiempo y viajamos a 1863, para que ella misma nos siga hablando, de su nacimiento, de su bautizo con el nombre de Emilia Antonia Socorro Josefa Amalia Vicenta Eufemia Pardo Bazán y de la Rúa-Figueroa, de sus primeras incursiones en la biblioteca de su padre, de sus primeras lecturas,...
Emilia avanza y retrocede en el tiempo. Veremos a su protagonista paseando por Madrid, por La Coruña, por París... Y también sabremos de sus primeros escritos como Aficiones peligrosas, una primera novela que publicó el diario El progreso de Pontevedra, cuando ella tenía solo trece años de edad o Un matrimonio del siglo XIX, un cuento publicado en el periódico La Soberanía Nacional, dos años más tarde, y que puedes leer aquí. Hay que admitir que sorprende su edad. Sus inquietudes literarias aparecen siendo una adolescente y no se centra en temas superfluos precisamente.
Pero si escribió sobre matrimonio a los quince años, ella misma contrajo nupcias a los dieciséis. Fue una decisión personal, sin que el cambio de estatus social le quitara de la cabeza la idea de acudir a la universidad. Puertas que se le cerraban al conocimiento. Ventanas que ella abría por otros cauces.
«Los profesores particulares, los viajes y los libros han sido mi universidad».
Estallará la revolución de 1868 y llegarán también los hijos. Nada le impidió seguir escribiendo, ya fuera artículos en revistas o ensayos críticos. Tras aquellos escritos iniciáticos vendrá su primera novela «seria», Pascual López autobiografía de un estudiante de Medicina (1879). Le seguirán otras muchas. Sobre sus novelas y escritos encontraremos en este libro algunas referencias que incluyen sinopsis y fragmentos de la obra. Será así con Un viaje de novios (1881), Memorias de un solterón (1896), o La Sirena Negra (1905), entre otros. Además, este volumen se hace eco de la opinión de sus contemporáneos. Por ejemplo, Èmile Zola dijo de Una cuestión palpitante, obra con la que Emilia se adentraba en el Naturalismo, movimiento literario francés, que «es un libro muy bien hecho, de fogosa polémica; no parece libro de señora; aquellas páginas no han podido escribirse en el tocador. Tiene el libro capítulos de gran interés, y, en general, es una excelente guía para cuantos viajen por las regiones del Naturalismo».
No parece libro de señora ni escrito en tocador. Una expresión de este tipo ya nos deja ver con claridad la idea que se tenía de la literatura escrita por mujeres. Emilia tiró por tierra esa vetusta concepción de la «literatura femenina», que hoy todavía seguimos arrastrando, y continuó escribiendo obras de enorme calado, algunas con protagonistas femeninas como la que encontramos en La Tribuna (1883). Esta última fue considerada la primera novela social y naturalista española. Está protagonizada por Amparo, trabajadora de una fábrica en La Coruña, «una joven valiente que se atreve a encabezar las reivindicaciones obreras». Si Pardo Bazán no hubiera sido condesa ni hubiera tenido una posición social desahogada, hubiera sido la Amparo de su obra.
«¡Qué incordio de mujer!», pensarían seguro algunos de sus coetáneos. Pardo Bazán se ganó unos cuantos enemigos pero Emilia hizo oídos sordos a todo lo que se decía de ella. «¿Tiene marido e hijos y se acuerda de que los tiene?», se preguntaban en los corrillos. Marido tenía sí, José Quiroga, aunque se separó de él.
«El 1 de mayo de 1884, a petición de José Quiroga y mi padre, se redactó el borrador de un documento notarial por el cual se disolvía la sociedad conyugal».
Poco a poco, este libro irá avanzando en la vida de la autora. Emilia se rodeó de gente interesante. En estas páginas la veremos conversar con Víctor Hugo o con Benito Pérez Galdós, con quien tuvo un idilio, aunque no fue una relación fácil. Y así, paso a paso, llegaremos al final de sus días, no sin antes verla conseguir algunos de sus sueños, obtener una cátedra o pisar oficialmente el Ateneo de Madrid, donde fue nombrada presidenta de la sección de Literatura.
Esto es parte de lo que encontraréis en Emilia, de la oscuridad a la luz. Aunque hay pasajes sobre la vida de la novelista por los que se pasa muy a la ligera, debo decir que me ha encantado leer este libro. Existen muchos modos de conocer la vida de escritores, pintores, cantantes,... La novela gráfica es el medio que más me gusta para ello. Y, por supuesto, no podemos obviar el trabajo de ilustración que sustenta la belleza de este libro gracias a la labor del Alen Lauzán. A mi juicio, los dibujos son de corte clásico, llenos de detalles que te permiten recrearte. Lauzán pone el foco de atención no solo sobre los personajes, sino también sobre el entorno, los edificios, los prados, las calles,.... Es más, las ilustraciones también recrean escenas de algunas de las obras de Pardo Bazán, de las se hace una referencia más profunda. Hay ilustraciones que podrían ser dignas de enmarcar.
Lo diré siempre. Disfruto muchísimo con esos libros que son solo un punto de arranque, escritos que te incitan a seguir investigando por tu cuenta, a buscar más información. La lectura de este volumen ha despertado mi apetito por Emilia Pardo Bazán. De entrada, quiero cumplir el propósito que me ronda hace varios años, el de leer esos cuentos navideños que comentaba al principio de esta reseña. También he sentido ganas de meterme de lleno en Los pazos de Ulloa y otras obras más firmadas por esta magnífica mujer. Sé que estas intenciones pueden caer en el olvido pero mientras eso ocurre, trataré de mantenerme firme.
Poco más os puedo contar. Emilia, de la oscuridad a la luz -un subtítulo que le viene perfecto a la obra y al personaje- no es un libro para hablar de él, sino para descubrirlo y disfrutarlo. Así que, desde aquí os animo a que no os lo perdáis. Si queréis ver un vídeo sobre este título, pincha aquí.
¡Ah!, y no quiero cerrar esta reseña sin comentarios que Carmen Fernández Etreros. firma otro título de características similares a este pero dedicado a Benito Pérez Galdós. Y ya os aventuro que trataré de que Galdós, un escritor en Madrid (Oberon) caiga en mis manos.
[Fuente: Imagen de la cubierta tomada de la web de la editorial]
Puedes adquirirlo aquí:
He leído varias novelas de Pardo Bazán, pero la verdad es que de su vida no sé demasiado y lo que cuentas de este libro me atrae mucho. El problema es que no soy muy dada a los libros ilustrados, como ya te he dicho en alguna otra ocasión. No obstante, puede que me anime a regalárselo a algunas personas que tengo en mente.
ResponderEliminarUn beso.
También yo siento debilidad por los libros ilustrados. A pesar de lo conocida que es la autora, muy poco es lo que conozco de su vida y su obra. Si lo veo por alguna librería le echaré un ojo.
ResponderEliminarFeliz finde ;)
Hola! Parece una lectura muy interesante aunque no se si es muy de mi estilo así que creo que lo voy a dejar pasar. Muchas gracias por tu reseña.
ResponderEliminarUn saludo!
¡Hola! Sobre Emilia Pardo Bazán he oído hablar en más de una ocasión, aunque nunca me he atrevido a leer nada de lo que ha escrito por el género en que se mueve. Aun así, la vida que vivió teniendo en cuenta el contexto histórico en el que desarrolló su escritura me parece sumamente interesante, por lo que me importaría darle una oportunidad a esta novela ilustrada.
ResponderEliminar¡Nos leemos!
La biografía de doña Emilia es fascinante, única. Qué gran mujer. Lo de contarlo en un cómic me parece un acierto, porque seguro que llega a un público fuera del círculo de la literatura clásica. Besos
ResponderEliminarHola Marisa
ResponderEliminarMe encantan las novelas gráficas y esta la veo muy enriquecedora por conocer más sobre Emilia Pardo Bazán. Me trae muchos recuerdos esta autora ya que leí sobre ella en el instituto.
Qué gran reseña y qué maravilla de novela gráfica
gracias
Yo no termino de animarme con los libros ilustrados, veo las reseñas y me entran ganazas, pero luego me voy olvidando.
ResponderEliminarBesos.
Hola. Lo vi ayer en la librería y me pareció una auténtica maravilla. Vergüenza me tendría que dar no haber leído nada todavía de esta mujer, no tengo disculpa. Así que pondré remedio con alguna de sus novelas o los relatos de La cita. También me parece muy interesante esta geografía gráfica y como no me gustan nada los libros ilustrados...jeje.
ResponderEliminarBesos
Qué bonitas son las novelas gráficas. Si además nos ilustran la vida de los ilustres (valga la redundancia) mejor que mejor. Lo anoto.
ResponderEliminarUn besazo,
Hola Marisa!! Me lo leí hace poco y es una maravilla, el de Galdós seguro que es también una delicia.¡Estupenda reseña y gracias por la recomendación! Besos!!
ResponderEliminar¡Hola, Marisa! Con el paso del tiempo, yo también le he ido cogiendo cada vez más cariño a los libros ilustrados. A simple vista, este no me hubiera llamado mucho la atención, de Emilia Pardo Bazán sé poco o nada, pero no creo que me hubiera interesado conocer mucho más. Sin embargo, viendo cómo hablas del libro, no lo descartaría, así que lo tendré en cuenta si me topo con él. ¡Saludos y feliz tarde! ;-)
ResponderEliminarNo lo conocía parece un buen libro. Gracias por la reseña
ResponderEliminar¡Hola! no suelo elegir este tipo de libros ilustrados como lectura, pero te confieso que cuando los pillo por la biblioteca, no puedo evitar echarles un buen vistazo. Este me parece una maravilla siempre me ha encantado la figura de esta escritora, su vida, sobre todo su lucha por los derechos de las mujeres. Era una mujer muy valiente y libros así son necesarios
ResponderEliminarBesos
¡Hola! no suelo elegir este tipo de libros ilustrados como lectura, pero te confieso que cuando los pillo por la biblioteca, no puedo evitar echarles un buen vistazo. Este me parece una maravilla siempre me ha encantado la figura de esta escritora, su vida, sobre todo su lucha por los derechos de las mujeres. Era una mujer muy valiente y libros así son necesarios
ResponderEliminarBesos
Este lo tenía fichado desde hace días, también para regalar. Me alegro de que te haya gustado, yo también leo cada vez más libros ilustrados y la verdad es que son una gozada. Hoy en día se publican auténticas maravillas.
ResponderEliminar¡Besos!
Me ha encantado. Me gustan las novelas gráficas y los libros ilustrados y se trata de una figura muy importante de nuestras letras.
ResponderEliminarUn beso enorme.
Me leí este año este libro y el de Pérez Galdós. Me gustaron antes; del de Emilia me gustaron especialmente los guiños a las obras de la escritora y, uno por 'ausencia' a Clarín. Felicidades y seguimos leyéndonos, Marisa G.
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