Año: 1986
Nacionalidad: Alemania
Director: Jean-Jacques Annaud
Reparto: Sean Connery, Christian Slater, F. Murray Abraham, Michael Lonsdale, Valentina Vargas, Ron Perlman, Feodor Chaliapin Jr., William Hickey, Volker Prechtel, Leopoldo Trieste, Helmut Qualtinger, Elya Baskin, Michael Habeck, Urs Althaus, Vernon Dobtcheff, Andrew Birkin
Género: Intriga
Sinopsis: Siglo XIV. Fray Guillermo de Baskerville (Sean Connery), monje franciscano y antiguo inquisidor, y su inseparable discípulo, el novicio Adso de Melk (Christian Slater), visitan una abadía benedictina, situada en el norte de Italia, para esclarecer la muerte del joven miniaturista Adelmo de Otranto. Durante su estancia, desaparecen misteriosamente otros monjes que después aparecen muertos.
De Los Diez Escalones de Fernando J. Múñez a El nombre de la rosa de Jean-Jacques Annaud. Mi mente funciona así. La nueva novela de Múñez es un homenaje a la novela de Umberto Eco pero también a la película de Annaud. Durante la conversación con el autor hace unos días (que puedes leer aquí) salió a relucir muchas veces el nombre de Guillermo de Baskerville y de Adso de Melk, así como la abadía en el norte de Italia, en la que ocurrían extrañas muertes y la atmósfera de intriga que se respira a lo largo de todo el relato. Me apeteció volver a reencontrarme con Sean Connery y Christian Slater. Este fin de semana volví a poner nombre a la rosa.
El nombre de la rosa, como la mayoría sabéis, es la adaptación cinematográfica de la novela homónima de Umberto Eco, que publicó en 1980. Por cierto, aprovecho para preguntaros si habéis visto ese vídeo en el que se ve a Eco recorriendo su biblioteca en busca de un libro concreto. Es impresionante. Os lo dejo aquí.
¿Cuánto mide la casa de este hombre? ¿Y cuántos libros tiene? Bueno, sigo con la película.
El nombre de la rosa narra la historia de varios crímenes ocurridos en una enorme y aislada abadía del norte de Italia. Se trata de un centro benedictino, donde tendrá lugar la celebración de un debate entre franciscanos y una delegación papal. Al santo lugar llega Guillermo de Baskerville (Sean Connery) en compañía de su pupilo el joven Adso (Christian Slater), hijo menor del barón de Melk, de cuya educación se ocupa el fraile. La comunidad religiosa está muy alterada. Recientemente se ha producido la muerte de unos de los hermanos de la congregación. El joven Adelmo, un extraordinario ilustrador, ha sufrido un terrible accidente. Su cuerpo sin vida ha aparecido a las afueras de la abadía, en un lugar que hace sospechar que el joven cometió suicidio, lanzándose desde una ventana del edificio. En esa dirección apuntan las primeras impresiones. Sin embargo, el problema surge cuando se comprueba que es una ventana que no se puede abrir. Inmediatamente, los monjes empiezan a clamar al cielo y temen la presencia del maligno. Algo perverso y demoniaco ronda por las paredes de la abadía. ¿Qué pueden hacer? Animados por la sabiduria de Guillermo, el fraile comienza a hacer sus indagaciones. Es un hombre pragmático y cree que todo tiene una explicación mucho más sencilla de lo que parece ser. No obstante, a la muerte de Aldemo le siguen otras muchas. En extrañas circunstancias aparecerá el cuerpo de Venancio, de Berengario, o de Malaquías. Y todos ellos yacen con la yema del dedo índice y la punta de la lengua ennegrecidos.
¿Qué está pasando en ese recinto de paz? ¿Acaso es un lugar olvidado por Dios? Dado que se sucede una muerte tras otra y que los monjes creen cada vez con mayor insistencia en la presencia del demonio, llega el inquisidor Bernardo Gui. Un pequeño incendio descubre al monje Salvatore, un hombre discapacitado y recogido por los miembros de la orden, en compañía de una joven del pueblo. Un gato negro y un gallo hacen pensar a Gui que el problema de la abadía se reduce a la celebración de rituales satánicos y actos de herejía. Habrá un juicio y condena. Otros monjes reconocerán su pasado hereje. Arde el pecado en la hoguera.
Pero, en realidad, las muertes de la abadía tienen que ver con un objeto común y simple que, en su interior, guarda un gran poder. Me refiero a un libro. ¿Cuántos libros se han quemado a lo largo de la Historia del mundo por considerarse peligrosos? Seguro que a muchos se os viene a la cabeza las mismas imagénes que a mí. En este caso, el libro que todos los monjes quieren leer pero hay que ocultar por su peligrosidad se atribuye a Aristóles, un ejemplar que siempre ha generado mucha polémica pues, algunos eruditos dicen que jamás fue escrito y otros aseguran que se perdió en la noche de los tiempos. En cualquier caso, las muertes misteriosas, las condenas a morir en la hoguera y el complicado pasado de Guillermo de Baskerville conducirán a un desenlace que esclarecerá todos los enigmas planteados, pero que también supondrá la destrucción de una de las mayores bibliotecas de la Cristiandad.
Hay muchas cosas que me gustan de esta película. La trama es compacta y gira alrededor de dos ideas principales: el demonio, como origen de todo lo inexplicable y la literatura, como fuente de sabiduría, y vehículo para construir un criterio propio. De siempre se ha luchado contra el conocimiento porque va parejo al poder y contra la posibilidad de construir un pensamiento propio. Estamos en el siglo XIV, concretamente en 1327. La Inquisición lleva varios siglos luchando contra la brujería y ha extendido su red por todo el mundo. A la Inquisición se la teme y jamás se le contradice. Todo aquel que ose contravenir lo estipulado por esta institución será señalado como hereje. Pero, El nombre de la rosa también toca otros temas de manera colateral. Por ejemplo, la vida monacal y el celibato, el despertar sexual de los jóvenes o las inclinaciones invertidas. Por encima de todo eso, la riqueza de la Iglesia frente a la pobreza del pueblo. Vinculado a esta teoría surgen los dulcinistas, aquellos que saquean las iglesias y mataban a los obispos para arrebatarles las joyas, el dinero y repartir a los pobres. Son enemigos de la fe cristiana.
De El nombre de la rosa me gustan sus personajes. Ese Guillermo de Baskerville, tan magistralmente interpretado por Sean Connery, un Sherlock Holmes del Medievo, sabio, observador, perspicaz y con una gran capacidad deductiva sobre el que pesa una sombra. Abierto a otros horinzontes, Guillermo acostumbra a usar instrumentos que no serían del agrado de los benedictinos por eso siempre trata de mantener ocultos su astrolabio o su sextante. La película ahonda en el pasado de este fraile, que ya tuvo un enfrentamiento con la Inquisición. Sus vivencias de otros tiempos lo han obligado a refrenar sus impulsos y silenciar algunas opiniones controvertidas, pero nadie puede traicionar a su propia naturaleza y terminará siendo fiel a sus principios, aunque eso vuelva a acarrearle problemas.
Me gusta el joven Adso de Melk, tan inocente y puro, tan asustadizo cuando llega a ese enorme edificio donde parece que el demonio hace y deshace a su antojo. Me gusta la ingenuidad del personaje, sus reflexiones y su bondad. Cuando Christian Slater rodó esta película tenía diecisiete años. Había hecho alguna cosa previa pero, a mí me parece que en este largometraje hace un gran trabajo interpretativo. En ningún momento me parece estar viendo al actor sino al propio novicio, que ha sido apartado de su hogar, y llevado a un lugar recóndito donde el mundo se le antoja tan complejo y dificultoso. Adso descubrirá el amor, el puro de corazón, el limpio, y también entenderá que el mundo es un lugar donde también existe miseria y perversión. No recuerdo un trabajo del actor que me haya impresionado tanto como el que hace al encarnar a Adso. Y eso que vinieron muchísimas películas después. Creo que este fue el papel de su vida.
De igual modo me gusta el resto de personajes, algunos de los cuales son históricos. De los principales dentro de la abadía destaco al venerable Jorge (Feodor Chaliapin Jr.), tan enjuto, con esos ojos ciegos y un carácter que impone. Y de los más secundarios, al hermano Berengario o a Ubertino da Casale. Con estos dos actores -Michael Habeck y William Hickey, respectivamente- hicieron un trabajo de caracterización brutal. Pero si tenemos que hablar de caracterización es imposible olvidarse de Salvatore (Ron Perlman), El actor tiene unos rasgos muy característicos que fueron potenciados para darle el aspecto que ofrece el personaje. Perlman consigue igualmente que me olvide del actor y solo vea al pobre monje, deforme y torpe.
Siguiendo con las cuestiones que me apasionan de este largometraje, tengo que señalar al propio narrador. Nada más iniciarse la cinta, nos recibe una voz en off, un narrador en segundo plano que nos irá acompañando a lo largo de todo el metraje. Es el propio Adso de Melk el que, siendo ya un hombre muy mayor, recuerda los hechos asombrosos y terribles que le tocó vivir siendo un joven pupilo. Su voz apuntala los sucesos descritos en determinadas secuencias.
No puedo dejar atrás el guion con diálogos inquietantes, la fotografía tan hermosa en muchos planos, como en los atardeceres y en los amaneceres que rodean la enorme mole que supone ser la abadía. La atmósfera que se crea en el lugar es asombrosa. Ya puedes estar a cuarenta grados a la sombra, en el lugar más luminoso del planeta, que la película te trasladará a ese recóndito escenario, en el que sientes un enorme desasosiego tras cruzar el umbral del recinto, rodeado de nieve, niebla, frío y cielos grises. ¿Pero dónde está esta abadía? Se trata del monasterio Kloster Eberbacj, en las inmediaciones de Frankfurt (Alemania). Impresionante.
La música de James Horner es otro elemento sustancial en la película. Desde el inicio con esas campanitas, esos acordes que nos adentran en el misterio. Los efectos sonoros también están muy cuidados. Sobrecoge el ulular del viento, o los ladridos lejanos de los perros.
El nombre de la rosa no envejece. Es de esas películas que puedes ver una y otra vez sin cansarte, y eso que dura unas dos horas. Pero está tan bien dirigida, tiene un guión tan completo y un reparto tan extraordinario -todos el reparto hace un trabajo maravilloso-, que se disfruta en cada visionado.
No hace mucho emitieron una serie que tengo pendiente de ver. También he encontrado información sobre un documental que me encantaría fichar del que te dejo los detalles aquí.
En definitiva, es una película que me encanta y que no dejo de recomendar. Hoy día es raro encontrar a alguien que no la haya visto pero si ese es tu caso, te animo a darle una oportunidad. En YouTube puedes verla en su totalidad, aunque en la versión latina. Yo preferí comprarme una edición especial hace unos cuantos años porque es un largometraje digno de coleccionar.
Tráiler [en inglés]: Puedes adquirirla aquí:
Hola. La última vez que vi esta peli fue el martes antes de que empezara la cuarentena chunga y todo nos volara por los aires.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo en todo lo que dices de esta peli. Es curioso, pero nunca me he animado a leer la novela.
En la película, funciona todo, es una maquinaria perfecta. Y la historia tiene un encanto, el misterio y tantos elementos atractivos que creo que va aguantar todos los visionados que le hagamos.
A mí también me pasa eso de que a raíz de una lectura me surja la necesidad de una peli relacionada en cierta forma con ella, aunque sólo sea en mi cabeza esa relación.
Besos
Hola, Marisa.
ResponderEliminarUna de las cosas más bonitas del cine es comprobar como ciertas películas se van convirtiendo en clásicos y sin duda El nombre de la rosa ya está en en ese grupo de películas inolvidables. Estupendo tu análisis y encantado con la información adicional del enclave de ese monasterio tan impresionante.
Besos.
¡Holaaaa!
ResponderEliminarAyy esta es una de esas películas que tengo que ver si o si, y tu entrada me ha recordado que la tengo pendiente desde hace mucho :D
También el libro dicen que está muy bien, aunque confieso que eso me da un poco más de pereza jajaja
¡besos!
Me encantó Marisa. Lo cierto es que creo que no hay ninguna película de Sean Connery que no me haya gustado, pero en este caso en particular, me gustó la ambientación y la historia en sí. Tengo pendiente de leer la novela. Besos :D
ResponderEliminarHe visto varias veces El nombre de la rosa, que me gusta mucho. La novela es fantástica. No sé si me animaré con Los diez escalones, pero sí es posible que vuelva a disfrutar con Sean Connery y El nombre de la rosa.
ResponderEliminarUn beso.
Hola! Hace mucho que no veo la película pero lo cierto es que es una película genial y me alegra ver que tú también la has disfrutado tanto. Gracias por la reseña.
ResponderEliminarUn saludo!
La novela solo la he leído una vez, de momento, y fue en el instituto, fue un requisito obligatorio antes de llevarnos a ver la peli 😁
ResponderEliminarAhora, la película la habré visto una decena de veces.
Besos 💋💋💋
Como bien dices, una película que no envejece. Una película de diez no, de matrícula de honor. No sé cuántas veces la he visto ni cuántas veces la veré.
ResponderEliminarBesotes!!!
Dusfruté muchísimas esta película, con un magnífico papel de Sean Connery. Sin embargo, la serie no me convenció y no la terminé de ver. Besos.
ResponderEliminar¡Hola! Últimamente estoy oyendo muchas opiniones acerca de esta obra y la verdad es que me genera muchísima intriga su premisa. Sin duda, que la película esté protagonizada por un grande del cine no hace más que aumentar mis ganas de darle una oportunidad, así que me la llevo bien apuntadita.
ResponderEliminar¡Nos leemos!
Yo la leí hace tiempo. reconozco que, al principio me costó un poco por el ritmo de lectura, pero luego la disfruté un montón, incluso habiendo visto la película mil veces antes.
ResponderEliminarMe quedo por tu blog, me encantaría que me siguieras, ya que acabo de sacar mi primer libro y cualquier ayuda se agradece. Por cierto, si lo quisieras reseñar te podría mandar una copia en formato digital. Gracias de antemano!
Besos!
¡Hola!
ResponderEliminarla novela me gustó muchísimo cuando la leí allá por el siglo pasado, jeje y la peli la he visto al menos cinco veces y no te exagero (y eso que no soy de revisionados como tampoco soy de relecturas). Para mi es una de las mejores pelis que existen, me gusta también todo de ella, argumento, ambientación (por cierto no sabía que el Monasterio donde se filmó estaba en ALemania) y personajes (también las interpretaciones)
Me ha encantado recordarlo todo con tu reseña
Un beso
Una de mis pelis favoritas. Cada varios años la veo (y eso que no soy muy de revisionar pelis), es una especie de tradición en casa. Sí, el video de Umberto Eco por la biblioteca de su casa es una gozada. Siempre que lo veo me quedo embobado, un paraíso de papel. ^^
ResponderEliminarUn beso ;)