Autora
Luna Miguel (Alcalá de Henares, 1990) vive en Barcelona, donde trabaja como periodista y editora. Desde los dieciocho años ha publicado los libros de poesía Estar enfermo, Poetry is not dead, Pensamientos estériles, La tumba del marinero, Los estómagos, El arrecife de las sirenas y Poesía masculina, y sus poemas se han traducido a una docena de lenguas. Es autora de los ensayos feministas El coloquio de las perras (2019) y Caliente (Lumen, 2021). Tras su primera novela, El funeral de Lolita (Lumen, 2018), que se ha traducido al italiano, Lumen publicará próximamente Conejitos.
Sinopsis
Luna Miguel brinda en Caliente su narración más íntima sobre el deseo, el amor plural y la creación literaria; iluminadoras entrevistas en torno al placer y el autoplacer, y una lúcida lectura de una larga estirpe de escritoras que lo arriesgaron todo en su literatura, como Louise Glück, Cristina Morales, Annie Ernaux, Marina Tsvietáieva, H. D., Renée Vivien o Chris Kraus. Con «inteligencia y provocación» (Zenda), la autora «se impone "decir con rabia todo lo que no debo"» (El Cultural de El Mundo), y así, por medio de confesiones, reflexiones y citas, sin respiro, audaz y reveladora, vuelve a tocarnos con su mejor obra hasta la fecha.
[Información tomada directamente del ejemplar]
Buscando en Internet, la cubierta de este libro y la información sobre la publicación para ponerla en este post, me topo con la siguiente declaración de Luisgé Martín, en la web de la editorial:
«Pues me he leído este libro casi del tirón, a pesar de que mi cishomosexualidad no me convertía en target predilecto. Me ha encantado la frialdad distante de la autora. He aprendido mucho. Y he sacado un par de conclusiones importantes que no voy a desvelar aquí.»
No puedo estar más de acuerdo. En mi caso, no me leí Caliente del tirón, más por falta de tiempo que por interés porque, lo cierto es que la lectura de este libro me ha conducido por derroteros inesperados y sorprendentes. Y como Martín, yo tampoco pensaba que podía ser un objetivo predilecto, pues el ensayo es un género en el que me prodigo poco. Sin embargo, Caliente no es un ensayo al uso, no es de esas lecturas soporíferas, sesudas, académicas, llenas de densas reflexiones y datos empíricos, que terminan por embotarnos la cabeza. Caliente es una suerte de memoria. De este modo la definió la propia Luna Miguel, en la entrevista que le hicimos hace un par de semanas (puedes leerla aquí).
Caliente habla de la mujer y por ende, de lo femenino. No quiero emplear el término feminismo. En su lugar, y espero que con el beneplácito de Luna Miguel, preferiría utilizar la palabra feminidad, que engloba todo lo que a la mujer se refiere. Y en ese todo, figura su placer, su deseo, su sexo, o sus genitales.
Partiendo de su experiencia personal, Luna Miguel hace un recorrido memorístico a lo largo de su deseo. El punto de inicio de este trayecto tiene lugar cuando su pareja le confiesa que se ha enamorado de otra persona. A partir de ahí, la autora emprende un ejercicio reflexivo sobre sí misma, sobre su forma de encarar el placer, las relaciones sexuales o la masturbación. Para ello, se sustenta en un gigantesco compendio de lecturas, documentales y entrevistas, para llegar a unas conclusiones alucinantes. Porque, ¿qué ocurre con la sexualidad femenina? ¿Qué valor se le da / le damos a nuestro deseo? ¿De qué forma la sociedad, o nosotras mismas, abordamos el sexo? ¿Qué opinión nos merece nuestros genitales?
En Caliente, un título tan sugerente como acertado, Luna Miguel se desnuda casi de manera literal y nos habla con suma naturalidad y entrega de todo lo que supone, conlleva e implica su placer. Se pretende exponer a la luz lo que siempre ha estado oculto o en semipenumbra. Y como decía Betty Dodson, educadora sexual estadounidense, hay que liberar el cuerpo femenino de su silencio porque, «si no conocemos nuestro cuerpo, si tenemos miedo a tocarlo y si no sabemos cómo funciona, nunca podremos decidir cómo, ni con quién ni para qué queremos utilizarlo». Explica Luna Miguel que las declaraciones de esta educadora, no solo resultaron polémicas en los años 82, sino que hoy día, en determinados círculos, siguen levantando ampollas. ¿Por qué?
Alega Miguel que «es igualmente urgente derribar la vergüenza que todavía nos produce la libre exposición de nuestro cuerpo». ¿A qué tantos remilgos? Rompamos esa idea preconcebida de que el relato del deseo femenino, el deseo en sí, es un ejercicio de exhibición. Hay que derrocar la vergüenza porque «la vergüenza es la enemiga del placer».
Caliente habla de cuestiones tan importantes como la ablación, la cirugía íntima o labioplastia, como resultado de una idea mal entendida de nuestros genitales, la masturbación (por cierto, increíble la explicación etimológica de la palabra «masturbar»), el onanismo, el coitocentrismo, el orgasmo, el amor plural,.... Y para exponer todos estos temas, Luna Miguel no solo recurre a su experiencia personal, o a sus lecturas, sino que también lanzó por redes un cuestionario básico, al que respondió un aluvión de mujeres de todas las edades, y que arrojó mucha más luz de la que la autora esperaba.
Me resulta complicado ser más concreta a la hora de hablar de este libro. Hay mucho donde detener la mirada. Caliente vale tanto por las reflexiones que contiene como por lo mucho que te va a permitir explorar. Admito que, en algún momento, me perdí con ciertas teorías pero, el grueso de la exposición me ha parecido muy enriquecedora e ilustrativa. Este no es un libro para leer de manera pasiva, pasando nuestra vista por las líneas que componen sus páginas. Con Caliente hay que adoptar una actitud activa, leerlo mientras tenemos a nuestro alcance cualquier dispositivo que nos abra una ventana al mundo porque, estoy convencida de que, una vez que te pongas a leer este libro, vas a sentir la necesidad de indagar más, de buscar más información. Y así descubrirás la historia de Hans Bellmer y Unica Zürn, con esas muñecas de trapo que Bellmer fabricaba, las Poupée, con «cuerpos hipersexualizados, troceados, horrendos, siendo los genitales de ella y las formas de la carne de ella su mayor inspiración» (puedes ver una muestra aquí y aquí). Me ha sorprendido muchísimo que ya se hablara de la masturbación femenina en el siglo XVIII, aunque la consideraran un pecado atroz o una autocontaminación. Y me ha resultado interesante el enfoque desde el que, como sociedad, analizamos la infidelidad femenina frente a la masculina.
El libro se construye sobre una estructura de párrafos independientes, que sustentan las reflexiones de la autora. No hay capítulos. No son necesarios. En cambio, se hacen imprescindibles las inmensa cantidad de referencias literarias, tantísimas que, lo que muestro en el recuadro inferior es solo una pequeña muestra. A través de este libro he descubierto miradas diferentes, hacia películas o series de televisión, y he descubierto libros que me gustaría leer.
Siento que Caliente es un libro para regalar. Es un obsequio, una ofrenda que debemos hacernos las unas a las otras, una puerta abierta a nuestra naturaleza, a través de la cual deberían asomarse nuestras hijas, nuestras sobrinas, nuestras nietas, nuestras amigas. He aprendido mucho en este libro. He aprendido mucho de este libro. Sinceramente, lo he disfrutado mucho más de lo que esperaba. Así que, si te gusta el tema, estoy convencida de que no te decepcionará.
[Fuente: Imagen de la cubierta tomada de la web de la editorial]
Puedes adquirirlo aquí:
No suelo animarme con los ensayos y este en concreto tampoco es que me llame especialmente.
ResponderEliminarBesos.
No suelo animarme con los ensayos y este en concreto tampoco es que me llame especialmente.
ResponderEliminarBesos.
No suelo animarme con los ensayos y este en concreto tampoco es que me llame especialmente.
ResponderEliminarBesos.
Pues mira que no era un libro que me llamase, pero me has dejado con unas ganas!!!
ResponderEliminarBesotes!!!
La verdad es que no me llama nada. Creo que ya están saturando un poco el mercado con el tema. Aunque reconozco que es interesante y que es necesario poder hablar con tranquilidad y sin aspavientos de estos temas.
ResponderEliminarBesos
Siempre es interesante conocer y conocerse en todos los sentidos. De la indagación que sobre la sexualidad femenina hace Luna Miguel en este ensayo llama especialmente mi atención los libros que menciona. De ellos he leído con sumo interés el de Annie Ernaux, el de Anne Carson (precioso poemario) y hace ya mucho tiempo y con otros evidentes intereses y finalidades "Delta de venus" de Anais Nin.
ResponderEliminarMuchas gracias, Marisa, por tan buena y esclarecedora reseña.
Un beso
En tu reseña se deja notar cuánto lo has disfrutado parece una lectura interesante y diferente aunque ahora mismo no es lo que más me llama gracias por el descubrimiento
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