A punto están de sonar las campanadas que anuncian la llegada de un año nuevo y la despedida de un año nefasto, negro y triste. Que levante la mano quien no haya perdido a un ser querido en 2020, quien no haya tenido miedo, quien no haya llorado de rabia e impotencia, quien no haya perdido el trabajo, o quien no haya visto cómo su vida se volvía del revés, anulando planes e ilusiones.
¿Nadie?
NADIE.
Yo confieso, ante vosotros amig@s, que cumplo cuatro de las cinco premisas previas.
- Perdí a mi padre el 14 de noviembre, sin poder despedirme de él.
- He tenido miedo, mucho, y lo sigo teniendo. Miedo más por los míos que por mí.
- También he llorado de rabia e impotencia. Las primeras semanas lloré cada tarde a las ocho, con aquellos aplausos en los que ponía todo mi corazón. Luego, con el paso de cada negro día, lloré y lloro en cualquier momento, siempre montada en una noria emocional que me deja poco respiro.
- Y, como a todo el mundo, la vida se me volvió del revés. Tenía la agenda llena de proyectos, viajes y actividades que se fueron cancelando uno tras otro, de tal modo que siento que este año ha sido un gran agujero negro, lleno de vacío.
El trabajo es lo único que se ha mantenido intacto, aunque tuvimos que adaptarnos a la versión telemática. La novedad de trabajar desde casa me hizo gracia aquellos primeros días, pero luego, la reclusión y la falta de contacto con mis compañeros me resultó cansina.
Aun así, y para ser justa, el año 2020 también me dio algunas alegrías, en lo familiar y en lo personal, y he procurado aferrarme a esos diminutos momentos en los que encontraba paz y tranquilidad, como si de una tabla de salvación se tratara. Imagino que a todos nos ha pasado igual.
Y AHORA ENCARAMOS UN NUEVO AÑO. ¿Qué nos traerá? Yo deseo que el 2021 sea más benévolo que el anterior, que nos dé un poco de sosiego, esperanza y tranquilidad. Confío en que podamos ir levantando cabeza, recuperando poco a poco todo lo que se nos ha ido arrebatando, para que podamos regresar a lo que era nuestra vida antes de aquel marzo de 2020.
En resumidas cuentas, os deseo SALUD, TRABAJO Y AMOR. Ojalá que el nuevo año sea mucho mejor para todo el mundo, que suponga UN NUEVO AMANECER.
FELIZ AÑO 2021
Siento mucho lo de tu padre. No lo sabia. No me queda más que darte ánimos.
ResponderEliminarFeliz año, Marisa
¡Feliz Año Nuevo!
ResponderEliminarMarisa, gracias infinitas. Estás ahí para todos a los que nos gusta leer. Esto no tiene precio. Que el 2021 sea precioso para ti y para todos. Abrazos muy grandes.
ResponderEliminarGracias Marisa por compartir tus sentimientos, te deseo que el 2021 se normalice y que nos compense con creces el 2020 aunque algunas cosas nunca puedan volver a ser iguales. Besos
ResponderEliminarYo soy de los afortunados que no han perdido ningún ser querido. De momento porque esto aún no ha terminado. Siento tu pérdida y espero que este nuevo año nos traiga a todos alguna alegría y la superación de esta pesadilla.
ResponderEliminarUn beso y feliz año.
Vaya año para olvidar, Marisa. Ojalá este 2021 puedas hacer realidad todos esos proyectos y viajes que quedaron postergados por tanta desgracia. Mis mejores deseos.
ResponderEliminarHola Marissa, mis más sinceras condolencias por lo de tu padre, ha sido un año difícil que ha cambiado la vida de todos, pero lo importante es mantenernos.Mis mejores deseos para ti y tus seres queridos en este 2021
ResponderEliminarAtaque Friki
Buf, pues yo pleno y a lo grande...
ResponderEliminarCon que el 2021 sea la mitad de malo que el 2020, me vale xD
Feliz Año!
¡Feliz año Marisa!! Te deseo lo mejor para este nuevo año que comienza. Siento mucho tu pérdida, sin duda ha sido un año durísimo, espero de corazón que estés bien dentro de lo que cabe. También te deseo muchas lecturas de las buenas y que las sigas compartiendo por aquí
ResponderEliminarBesos y un abrazo fuerte
Feliz año Marisa :D
ResponderEliminarLamento muchísimo lo de tu padre, Marisa, así como las terribles circunstancias que no te permitieron poder despedirte de él.
ResponderEliminarOjalá el 2021 sea más benigno.
Un abrazo fuerte.
Feliz año 2.021, siento tanto lo de tu padre, debe de haber sido horrible perdelo en esas circunstancias, yo aún tengo miedo por los míos. Espero que este nuevo año traiga salud y felicidad para todos, un besote enorme =)
ResponderEliminarMucho ánimo Marisa. El 2020 nos ha dado muchísimos palos, pero nos recuperaremos de ellos. Afrontaremos el 2021 con ganas!
ResponderEliminarHa sido un año horrible y el 2021 no empieza nada bien. Aunque yo soy optimista y creo que irá mejorando, aunque le costará, y acabaremos mejor de lo que lo empezamos. Cruzo los dedos
ResponderEliminarBesos
Te entiendo bien, mi niña. He pasado por la mayor parte de las sensaciones, aunque, por fortuna, no he perdido a nadie importante aunque sí he tenido a gente muy cercana bastante malitos. Como tú, he desarrollado una incontinencia de lágrimas que a veces me preocupa, porque lloro por todo. Y, salvando mi escapada a Úbeda, mi año ha sido también un pozo negro de paredes y rutina. Lo mejor: seguir teniendo en mi vida a personas como tú, que la ilumináis de muchas maneras. No dejes de cuidarte, por favor. Y ójala podamos abrazarnos pronto. Un besazo
ResponderEliminar2020 ha sido un año antipático para todos. Quiero confiar en que 2021 será mejor, pero tampoco me fío mucho del año que empieza. Perdí gente, miedo no he tenido más que el habitual, el justo, pero esto se debe a mi visión fatalista de la vida desde niña: pasará lo que tenga que pasar, con miedo o sin él. He llorado una barbaridad y he perdido compañeros de trabajo, casi familia, en un ERE que se hizo efectivo el 15 de diciembre. Y sí, yo también he llevado mal el teletrabajo. Hay quien está encantado, pero yo he echado de menos cada día a mis compañeros, las risas, el café, escuchar otras voces, los teléfonos sonando, las risas, las bromas, la pantalla grande, la silla cómoda... hasta el café de la máquina.
ResponderEliminarUn besazo.
¡Y feliz año!
Feliz año Marisa! No ha sido un año fácil, no. Aunque ha sido peor para algunos más que para otros; yo no me voy a quejar, me siento afortunada por poder seguir contando a todos los míos (que eso ya es muchísimo, como bien sabes tú). Siento todo lo malo que te ha traído este 2020, especialmente las pérdidas. Como dices, para intentar seguir hay que quedarse con esas cosillas diminutas que te han traído algo de sosiego en esta montaña de inquietudes que hemos vivido (y que tristemente, seguimos viviendo). Desearte todo lo mejor en este 2021, que como dices, al menos sea más benévolo que el que dejamos atrás y terminemos de superar esto que tenemos encima. Muchos abrazos y muchísima salud, para enfrentar cualquier cosa que venga con fuerza.
ResponderEliminar¡Feliz año Marisa! Lamento mucho tu pérdida y espero que el dolor de tu corazón sane pronto. Deseo que el 2021 traiga salud y bendiciones para todos, bonitos sueños por vivir, nuevos caminos por recorrer y muchos libros por leer ;)
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Hola.
ResponderEliminarFeliz inicio de año. La verdad es que yo espero también que este año mejore todo un poco, porque menudo año negro hemos tenido. En lo personal no he perdido a nadie, por suerte, pero si que he tenido miedo (por mi padre) pues trabajaba como celador, se jubilo días antes de que empezara la pandemia y dado que tiene problemas cardiacos, tenia miedo de que le llamaran para ir al hospital (por todo el personal sanitario que necesitaban).
Nos leemos.