Hay personas extraordinarias. Hombres y mujeres que consiguen encontrar su verdadero camino en la vida. No importa el momento, no importa la edad. Lo que realmente cuenta es la felicidad que sienten cuando se dedican a lo que verdaderamente les apasiona. Así es Chufo Lloréns, que tras toda una vida dedicada al mundo del espectáculo y a la representación de artistas, ha encontrado en la literatura su auténtica vocación. A día de hoy, son varias las novelas que avalan la calidad de este autor, al que sus casi noventa años no suponen ningún impedimento para la tarea de documentarse y escribir.
Chufo Lloréns acaba de publicar El destino de los héroes, "una novela que recorre las turbulentas primeras décadas del siglo XX, a través de unos personajes magistrales, que tendrán que enfrentarse a la guerra, el amor, los celos y la traición". Otra gran novela con la que el autor ha conquistado a los lectores. Hablamos con el autor de esta nueva historia.
Chufo Ll.- Bueno, estoy muy contento porque ha salido la cuarta edición. El libro se publicó en febrero y ha tenido una acogida estupenda entre los lectores.
M.G.- Siempre he querido preguntarle por los títulos de sus obras: La ley de los justos, El destino de los héroes. Suenan muy épicos. ¿Son elección suya?
Ch.Ll.- Se decide con varias personas de la editorial. Se proponen varios títulos y se debate. En muchas ocasiones se han elegido mis propuestas, pero es algo que decidimos entre varios. Los títulos hay que elegirlos bien, al igual que la contraportada, porque es lo primero que ve el lector.
M.G.- Y dice la editorial que esta novela es la más ambiciosa de todas las que ha escrito. ¿Por qué es así?
Ch.Ll.- No creo que sea la más ambiciosa pero sí pienso que es la que más puede enganchar al lector. Es una novela que atrapa desde las primeras páginas. Es muy fácil entrar en la historia y, a medida que se va leyendo, el lector se irá encariñando cada vez más de los personajes. Luego, también respeto mucho la estructura clásica, de planteamiento, nudo y desenlace. Los capítulos no son nada largos porque procuro escribir, como me gusta leer.
M.G.- Bueno, son características de todos sus libros. Además sus historias se leen con mucha agilidad, a pesar de lo voluminosas que son.
Ch.Ll.- Esta, para ser novela histórica, no es demasiado larga. Tiene unas ochocientas páginas. Sé que los lectores de novela histórica prefieren novelas largas, que tengan su enjundia y su peso. Es una novela para leerla cuando se tiene tiempo y tranquilidad.
M.G.- Estamos ante una saga familiar, con la que usted ha querido rendir homenaje a su familia materna, porque en La ley de los justos le tocó a su familia paterna.
Ch.Ll.- Exactamente. Por suerte o por desgracia, los personajes de mi familia materna tienen mucho relieve. Tengo unos antepasados a los que les pasó cosas notabilísimas. He usado hechos reales de mi familia para aplicarlos a personajes de ficción. Un tío mío me sirvió de inspiración para Félix y Nico, porque fue piloto, perdió una pierna en la guerra de África, y lo operaron sin anestesia, colocándole un tubo en la boca.
M.G.- Hay muchos amores trenzados en esta novela, hombres y mujeres que se casan con una persona, cuando están enamorados de otra. Era algo muy habitual en esos años.
Ch.Ll.- Sí, por cuestiones de estrato social y también por cuestiones religiosas. En España no había divorcio. Una divorciada en Francia no se podía casar en España.
M.G.- Y asoman muchas ciudades como: París, Madrid, Barcelona, África, con la guerra del Rif,...
Ch.Ll.- Los personajes se mueven por todo el mundo. Madrid tiene mucho protagonismo. París aparece en dos etapas: en la época de los impresionistas y en los años de la guerra europea. Por otra parte, también se retrata la guerra de África, que fue un absoluto desastre para España. En la novela también muestra la evolución del mundo y cómo avanza la vida en distintos ámbitos, incluso en la moda, con Coco Chanel.
M.G.- Chufo pero con la magnífica ambientación que siempre tienen sus novelas, la labor de documentación será titánica.
Ch.Ll.- La documentación de una novela histórica comienza un año antes de ponerte a escribir. Hay que buscar libros, material, anécdotas,.... todo lo que te pueda servir para enriquecer el texto, especialmente los pequeños detalles. Por ejemplo, esta novela puede tener lectoras a las que les guste la moda, pues para ellas será muy interesante saber cómo era la moda de aquellos años, quiénes eran los modistos más importantes, cómo llegaba la moda de París a Madrid. Todo este tipo de detalles ayudan mucho. Y cuando lo tienes todo recopilado y colocado en carpetas, es cuando empiezas a escribir.
M.G.- Hay que reconocerle el mérito porque tiene usted ochenta y nueve años. Escribe usted unos novelones impresionantes. ¿De dónde saca esa vitalidad no ya física sino mental?
Ch.Ll.- Siempre digo que el hombre que tiene proyectos es joven y el hombre que tiene recuerdos es viejo. Está muy bien tener recuerdos, ejercitar la memoria y acordarte de cosas pasadas. Pero es mucho mejor tener proyectos, querer hacer cosas porque son incentivos. Uno no sabe cuándo será su último día pero hasta que no llegue, hay que tener cosas que hacer. Escribir me llena muchísimo porque es un oficio muy bonito, que te da grandes satisfacciones.
M.G.- ¿Y usted qué le diría a las personas que dicen que no se puede aprender Historia a través de las novelas?
Ch.Ll.- Pues lo que he dicho muchas veces. La gente, a través de Joan Manuel Serrat y Sabina, empezó a leer a Machado, a Miguel Hernández y a otros muchos poetas. De igual modo, la novela histórica es un preámbulo para la Historia.
Un día, en la presentación de un libro de José Luis Rodríguez Jiménez, un catedrático de Historia importantísimo, dijo algo que se me quedó grabado. Comentó que, indiscutiblemente, un historiador sabe más que un novelista de Historia. Sin embargo, de un periodo concreto de la Historia, sabe más el novelista que el historiador, porque el novelista se documenta durante mucho tiempo sobre un periodo corto.
M.G.- Visto así, tiene mucha razón. No quiero cansarle más. Solo voy a pedirle que siga usted escribiendo estas historias tan bonitas. Y por supuesto, que se cuide mucho, que estamos en un momento complicado.
Ch.Ll.- Es verdad. Lo que nos está ocurriendo es terrible.
M.G.- Gracias Chufo por atenderme.
Ch.Ll.- Gracias a ti.
Ch.Ll.- Es verdad. Lo que nos está ocurriendo es terrible.
M.G.- Gracias Chufo por atenderme.
Ch.Ll.- Gracias a ti.
Sinopsis: Una saga familiar inolvidable que recorre las turbulentas primeras décadas del siglo XX a través de unos personajes magistrales que se enfrentan a la guerra, el amor, los celos y la traición.
Los albores del siglo XX en Europa traen consigo aires de esperanza e innovación. En medio de ese ambiente vibrante y alentador, el París bohemio y el Madrid castizo ven nacer dos bellas historias de amor. Deambulando por el barrio de Montmartre, Gerhard, un joven alemán que sueña con pintar como los maestros franceses, se enamora perdidamente de Lucie, la decidida hija de su casera. Por otro lado, en las calles señoriales de la capital de España, el aristocrático José Cervera cae rendido a los pies de la exótica Nachita, la hija de un indiano que está de paso por la ciudad. Todos parecen a punto de alcanzar la felicidad, pero el destino, a veces cruel, les depara auténticas sorpresas.
Esta grandiosa saga nos cuenta sus vidas y las de sus hijos, afectadas por los conflictos bélicos que asolan la vieja Europa y enfrentan a España y Marruecos en la cruenta guerra del Rif.
Azar, traición, pasión y heroísmo tejen este tapiz narrativo veraz y fascinador, escrito con el pulso dramático de uno de los maestros indiscutibles de la novela histórica.