Editorial: Planeta
Premio Azorín de Novela 2020
Fecha publicación: Mayo, 2020
Precio: 20,50 €
Género: Narrativa
Nº Páginas: 288
Encuadernación: Tapa dura con sobrecubierta
ISBN: 9788408227120
Disponible en eBook;
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Autora
Mónica Carrillo es licenciada en Periodismo, diplomada en Turismo y cursó estudios de Arquitectura. En la actualidad presenta los informativos de fin de semana en Antena 3, empresa a la que lleva vinculada desde 2006 y donde ha pasado por todas las ediciones. Anteriormente trabajó como redactora y presentadora en TVE y en la Agencia EFE. También ha realizado entrevistas a personajes de actualidad, colabora en Onda Cero y escribe artículos para distintas publicaciones. Muy activa en las redes sociales, sus perfiles en Twitter e Instagram han conseguido la fidelidad de cientos de miles de seguidores que disfrutan diariamente de sus comentarios y microcuentos. La luz de Candela y Olvidé decirte quiero, sus dos primeras novelas, fueron acogidas con entusiasmo por los lectores y coparon las listas de libros más vendidos durante meses. También es autora de El tiempo. Todo. Locura, un precioso libro de microcuentos con el que hizo las delicias
de sus seguidores.
Sinopsis
Una llamada de teléfono lo cambió todo. Cuando Gala emprende el viaje para despedirse de su abuela Rosario no puede imaginar que pronto descubrirá que nada es lo que parece en su familia: a pesar de las apariencias, o precisamente por ellas, todos tienen una vida pública que muestran al mundo, una vida privada reservada para unos pocos y una vida secreta que permanece oculta para todos. Poco a poco, Gala irá destapando las distintas capas que envuelven a sus padres, a su hermano Mauro y a su tía Julia. Y en la cima de tantos descubrimientos hallará aquello que siempre buscó y que se le resistía: el amor sin condiciones.
La vida desnuda, Premio Azorín de Novela 2020, es el viaje de Gala a los secretos de su familia. Un recorrido emotivo y sorprendente en el que ella misma terminará siendo una persona distinta a la que comenzó.
[Información tomada directamente del ejemplar]
El pasado 5 de marzo, la periodista y novelista Mónica Carrillo se alzó con el Premio Azorín de Novela 2020 en Alicante, con su novela La vida desnuda. El texto ni siquiera pudo llegar a imprenta porque, pocos días después, se declaraba el estado de alarma, y la actividad nacional se ralentizó o se paralizó totalmente, como le ocurrió a las editoriales. No ha sido hasta principios del mes pasado, cuando el último libro de Carrillo ha salido a la luz, para acabar en manos de los lectores.
La vida desnuda supone la tercera novela de una de las caras más conocidas de los informativos de Antena 3, tras su estreno como novelista con La luz de Candela (2014) y Olvidé decirte quiero (2016). Fue en la edición 2019 de los Premios Azorín, ejerciendo como presentadora del acto, cuando se le ocurrió presentarse a estos premios de forma anónima. Por entonces, ya tenía una nueva historia tomando forma en su cabeza y, estando en plazo, probó fortuna bajo el seudónimo de Martina Suárez. Sonó la flauta.
La vida desnuda comienza con una frase demoledora:
Una confesión de este tipo despierta todas las alertas del lector que, inmediatamente, se acomoda para entrar de lleno en la vida de los protagonistas de esta historia. Conoceremos a Gala, una joven que recibe la llamada de su hermano Mauro para comunicarle que su abuela Rosario se está apagando. Sin pensárselo coge el AVE Barcelona-Madrid para acompañar a la abuela en sus últimos momentos. Durante el trayecto, y sumergida en una profunda tristeza, se perderá en sus recuerdos y recompondrá su cuerpo para enfrentarse al duro trance. Mientras el tren se aproxima a Madrid, conocerá a Chris, un joven australiano con el que entabla amistad. Ya en la capital de España, Gala acude al lado de su abuela, cuyo fallecimiento destapará una caja de Pandora con la que la joven no contaba. Poco a poco, y cuando todos están con los nervios a flor de piel, irá descubriendo que su familia no es lo que ella se imaginaba, que todos y cada uno de ellos esconden un secreto del que nadie sabía nada, hasta ese momento.
Los secretos familiares siempre han dado mucho juego en literatura. Es algo que los lectores bien saben y que he comentado en otras reseñas. Nadie es absolutamente transparente sino que, en mayor o menor medida, tenemos dobleces, rincones oscuros, escondemos actos para evitar la reprobación de los nuestros. Quien diga que no tiene secretos, miente. Quien crea que en su familia no existen, es un inocente. Esa es la naturaleza humana. Nos seduce lo prohibido, y todos, tarde o temprano, terminamos cayendo en ese pozo que, acto seguido, tratamos de tapar a los ojos de los demás. Y es ahí, en lo inconfesable, donde la novela tiene su sustento. Estructurada en tres partes, y haciendo alusión a la cita de Gabriel García Márquez,...
... Mónica Carillo divide la historia en tres grandes bloques: Mi vida, Mi vida privada y Mi vida secreta. Cada capítulo, de corta extensión, irá sumergiendo al lector a un mayor nivel de profundidad. Avanzaremos desde los actos menos transcendentales hasta aquellos que intentamos ocultar por todos los medios, como le ocurre a Gala que, ya desde los inicios de la historia, nos confiesa su participación en la muerte de su abuelo Fermín, veinticinco años atrás. El padre de la protagonista, su madre, su hermano y su tía Julia también llevan su cruz a cuestas. Como digo, todos ocultan algo, secretos que para el lector serán más o menos importantes, más o menos interesantes. El que Gala esconde será el más llamativo, el que nos reciba de entrada. Ahora bien, debo admitir que, una vez que ella desvela toda la verdad, me ha parecido que su secreto se desinflaba, perdía algo de fuerza. Aun así, hay escenas que me han parecido absolutamente arrebatadoras. A Gala le tocará vivir algún que otro momento duro, situaciones que la inmensa mayoría de los mortales hemos vivido alguna vez, y es ahí donde nacerá la empatía con el personaje.
En cuanto a los demás, el lector encontrará un ramillete de confidencias que van desde el adulterio, pasando por los deslices de juventud y los amores prohibidos. Para mí, la parte más interesante de la novela es la que atañe a la tía Julia. Y es que este personaje es el que más me ha gustado. Configura Carrillo a una mujer madura, que vive como acogida en casa de su hermano y su cuñada. Es un personaje algo misterioso, muy silencioso, que camina por el mundo sin levantar polvo. Sin embargo, el devenir de los acontecimientos hará que Julia estalle en una tormenta que cogerá a todos por sorpresa. A su vez, será el personaje que más apoye a Gala y el que mejores consejos le dé. Como digo, para mí es el más atractivo de todos, hasta el punto que su historia podría dar para una novela totalmente independiente.
Pero si hay un personaje bien configurado ese será el de la joven. Gala no pasa por su mejor momento. No encuentra estabilidad laboral, sus padres no comprenden que se haya decantado por la actividad artística, en vez de seguir los pasos familiares, y trabajar como médico. A ello se une que hace ciento diecisiete días que ha roto con su novio Hernán, circunstancia que la ha debilitado hasta el punto de ir contando las jornadas de separación. La vida se tuerce aún más con el fallecimiento de su abuela Rosario, a la que estaba muy unida. Así que Gala se convierte en un ser vulnerable que busca desahogo, aunque sea con un perfecto desconocido, que no se molestará en juzgarla sino tan solo en escucharla.
Gala es una joven soñadora y melancólica. Acostumbra a quedarse embobada mirando el infinito, enredada en sus pensamientos más íntimos, que la abstraen de la realidad. Tiene un acusado sentido de la culpa y el remordimiento. Admito que con esta cualidad me he sentido identificada. Se recrimina constantemente, se afea la conducta, y piensa que, ante la pérdida de un ser querido, ante el duelo, no puede haber lugar para la risa. La vida desnuda supone para Gala un viaje emocional, de superación, de aprendizaje. Los dos días que la joven pasa en Madrid supondrán un punto de inflexión en su vida, un antes y un después, que le servirá para encontrarse a sí misma.
Y aquí debería hablar de otro de los personajes, de Chris. Él está justo en el lado opuesto al de Gala. Cuando ella va, él ya viene de vuelta. Chris ha dejado atrás una vida vacía, aunque aparentemente estaba llena. Me ha parecido un personaje perfecto para analizar la exposición a la que estamos sometidos en redes sociales, mostrando una vida idílica que se aleja mucho de la realidad que vivimos. Nadie es permanente feliz. Incluso aquellos que nadan en la abundancia, también tiene días de mierda.
Poco más os puedo contar. La vida desnuda me ha parecido una historia bastante sencilla. Tiene el aliciente de los secretos familiares, pero son asuntos más o menos cotidianos, fáciles de encontrar en cualquier familia. Por eso resulta una historia cercana y accesible, con reflexiones que están a nuestro alcance. Destaco el personaje de Gala y la tía Julia, así como esas escenas en las que me he visto retratada. Sin que me haya dejado una huella indeleble, La vida desnuda me ha resultado una lectura agradable, sin grandes alharacas, que se lee en un suspiro.
[Fuente: Imagen de la cubierta tomada de la web de la editorial]
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La vida desnuda supone la tercera novela de una de las caras más conocidas de los informativos de Antena 3, tras su estreno como novelista con La luz de Candela (2014) y Olvidé decirte quiero (2016). Fue en la edición 2019 de los Premios Azorín, ejerciendo como presentadora del acto, cuando se le ocurrió presentarse a estos premios de forma anónima. Por entonces, ya tenía una nueva historia tomando forma en su cabeza y, estando en plazo, probó fortuna bajo el seudónimo de Martina Suárez. Sonó la flauta.
La vida desnuda comienza con una frase demoledora:
"La culpa me pesa desde el momento en que maté a mi abuelo" [Pág. 13]
Los secretos familiares siempre han dado mucho juego en literatura. Es algo que los lectores bien saben y que he comentado en otras reseñas. Nadie es absolutamente transparente sino que, en mayor o menor medida, tenemos dobleces, rincones oscuros, escondemos actos para evitar la reprobación de los nuestros. Quien diga que no tiene secretos, miente. Quien crea que en su familia no existen, es un inocente. Esa es la naturaleza humana. Nos seduce lo prohibido, y todos, tarde o temprano, terminamos cayendo en ese pozo que, acto seguido, tratamos de tapar a los ojos de los demás. Y es ahí, en lo inconfesable, donde la novela tiene su sustento. Estructurada en tres partes, y haciendo alusión a la cita de Gabriel García Márquez,...
... Mónica Carillo divide la historia en tres grandes bloques: Mi vida, Mi vida privada y Mi vida secreta. Cada capítulo, de corta extensión, irá sumergiendo al lector a un mayor nivel de profundidad. Avanzaremos desde los actos menos transcendentales hasta aquellos que intentamos ocultar por todos los medios, como le ocurre a Gala que, ya desde los inicios de la historia, nos confiesa su participación en la muerte de su abuelo Fermín, veinticinco años atrás. El padre de la protagonista, su madre, su hermano y su tía Julia también llevan su cruz a cuestas. Como digo, todos ocultan algo, secretos que para el lector serán más o menos importantes, más o menos interesantes. El que Gala esconde será el más llamativo, el que nos reciba de entrada. Ahora bien, debo admitir que, una vez que ella desvela toda la verdad, me ha parecido que su secreto se desinflaba, perdía algo de fuerza. Aun así, hay escenas que me han parecido absolutamente arrebatadoras. A Gala le tocará vivir algún que otro momento duro, situaciones que la inmensa mayoría de los mortales hemos vivido alguna vez, y es ahí donde nacerá la empatía con el personaje.
En cuanto a los demás, el lector encontrará un ramillete de confidencias que van desde el adulterio, pasando por los deslices de juventud y los amores prohibidos. Para mí, la parte más interesante de la novela es la que atañe a la tía Julia. Y es que este personaje es el que más me ha gustado. Configura Carrillo a una mujer madura, que vive como acogida en casa de su hermano y su cuñada. Es un personaje algo misterioso, muy silencioso, que camina por el mundo sin levantar polvo. Sin embargo, el devenir de los acontecimientos hará que Julia estalle en una tormenta que cogerá a todos por sorpresa. A su vez, será el personaje que más apoye a Gala y el que mejores consejos le dé. Como digo, para mí es el más atractivo de todos, hasta el punto que su historia podría dar para una novela totalmente independiente.
Pero si hay un personaje bien configurado ese será el de la joven. Gala no pasa por su mejor momento. No encuentra estabilidad laboral, sus padres no comprenden que se haya decantado por la actividad artística, en vez de seguir los pasos familiares, y trabajar como médico. A ello se une que hace ciento diecisiete días que ha roto con su novio Hernán, circunstancia que la ha debilitado hasta el punto de ir contando las jornadas de separación. La vida se tuerce aún más con el fallecimiento de su abuela Rosario, a la que estaba muy unida. Así que Gala se convierte en un ser vulnerable que busca desahogo, aunque sea con un perfecto desconocido, que no se molestará en juzgarla sino tan solo en escucharla.
Gala es una joven soñadora y melancólica. Acostumbra a quedarse embobada mirando el infinito, enredada en sus pensamientos más íntimos, que la abstraen de la realidad. Tiene un acusado sentido de la culpa y el remordimiento. Admito que con esta cualidad me he sentido identificada. Se recrimina constantemente, se afea la conducta, y piensa que, ante la pérdida de un ser querido, ante el duelo, no puede haber lugar para la risa. La vida desnuda supone para Gala un viaje emocional, de superación, de aprendizaje. Los dos días que la joven pasa en Madrid supondrán un punto de inflexión en su vida, un antes y un después, que le servirá para encontrarse a sí misma.
Y aquí debería hablar de otro de los personajes, de Chris. Él está justo en el lado opuesto al de Gala. Cuando ella va, él ya viene de vuelta. Chris ha dejado atrás una vida vacía, aunque aparentemente estaba llena. Me ha parecido un personaje perfecto para analizar la exposición a la que estamos sometidos en redes sociales, mostrando una vida idílica que se aleja mucho de la realidad que vivimos. Nadie es permanente feliz. Incluso aquellos que nadan en la abundancia, también tiene días de mierda.
"No quiero tener una vida de mentira, llena de filtros y ángulos favorecedores" [pág. 34]
Poco más os puedo contar. La vida desnuda me ha parecido una historia bastante sencilla. Tiene el aliciente de los secretos familiares, pero son asuntos más o menos cotidianos, fáciles de encontrar en cualquier familia. Por eso resulta una historia cercana y accesible, con reflexiones que están a nuestro alcance. Destaco el personaje de Gala y la tía Julia, así como esas escenas en las que me he visto retratada. Sin que me haya dejado una huella indeleble, La vida desnuda me ha resultado una lectura agradable, sin grandes alharacas, que se lee en un suspiro.
Puedes adquirirlo aquí:
ResponderEliminarHola.
No conocía el libro y por el momento no creo que lo lea, tengo demasiados pendientes, pero gracias por la reseña.
Nos leemos.
¡Hola! =)
ResponderEliminarNo he leído el libro, así que agradezco la reseña :P
Besitosssss ^^
Me gusta que se lea tan rápido, es un tipo de lectura que suelo disfrutar así que no me importaría descubrirla =)
ResponderEliminarYa la tengo entre mis pendientes. Después de la entrevista que le hiciste a la autora me quedé con muchas ganas. Esta reseña solo ha contribuido a aumentarlas.
ResponderEliminarUn beso.
Me da cierta pereza, lo confieso. Y más después de leer tu reseña. Quizá sea una buena lectura cuando no tienes nada mejor, pero ahora mismo mi lista es larga y apasionante. Besote
ResponderEliminarYa lo creo que los secretos familiares dan mucho juego a trama de una novela. Y si son bien dosificados, como veo que este es el caso, supone un mayor aliente para el lector. Tomo buena nota de esta novela, porque me gusta lo que nos cuentas en tu reseña. Besos.
ResponderEliminar¡Menudo ema elige la autora! Sin duda, los secretos familiares son jugosos para una historia.
ResponderEliminarMe ha encantado ese pasaje que has elegido de García Marquez. Me ha recordado a la idea que Pirandello tenía del individuo, al que veía conformado por múltiples imagénes, y que jamás se veía a sí mismo como lo veían los demás.
Muy interesante la propuesta que nos traes. La apunto sin duda alguna.
Un abrazo y enhorabuena por tu reseña!!
¡Hola! Es una novela de la que he visto reseñas de todo tipo. Es verdad que el recurso de los secretos familiares bien llevados puede dar mucho juego en una novela, pero por lo que comenta en este caso con la sencillez de su trama no estoy segura de que ese sea el caso, por lo que no creo que me anime.
ResponderEliminar¡Nos leemos!
Hola. Pues no sé, ahora mismo no me apetece mucho tanta realidad y vida cotidiana. Es que de eso ya tenemos. La verdad es que como se suele decir, en todas casas cuecen habas, aunque tampoco suele haber secretos tan horribles, los normales.
ResponderEliminarLo de presentarse con seudónimo, pues en fin, que todos se conocen y los premios son lo que son.
Me espero al siguiente libro de la autora.
Besos
De la autora tengo pendiente La luz de Candela. Quiero darle una oportunidad a esa novela y ya después decidiré qué hacer con esta que nos presentas. Gracias por la reseña.
ResponderEliminarUn beso!
¡Hola Marissa!
ResponderEliminarLa verdad es que no sé si a este libro le daría una oportunidad, no me termina de convencer por algún motivo.
Me alegra muchísimo que lo hayas disfrutado.
¡Un abrazo y un beso!
¡Hola, Marisa!
ResponderEliminarAl parecer es una novela que ha suscitado reacciones diversas. Pueda que sea un buen libro para pasar estos días de vacaciones sin salir de casa :(
La llevo apuntada, ya te contaré qué tal ;)
Un abrazo.
Me gustan este tipo de historias, lo anoto!
ResponderEliminarBesotes