Nacionalidad: España
Director: Manuel Martín Cuenca
Reparto: Luis Tosar, María Valverde, Mar Regueras, Nathalie Poza, Manolo Solo, Jordi Dauder, Yolanda Serrano, Enriqueta Carballeira, Ángela Herrera, Rubén Ochandiano, Roberto Gago, Daniel Grao, José Antonio Izaguirre.
Género: Drama
Sinopsis: Madrid, otoño del 2002. Pablo López es un tipo normal. Tiene treinta y tantos años, trabaja en un banco de inversiones y está harto de todo. Un lunes, a las 9 de la mañana, en un atasco en pleno centro de la capital, su coche se empotra contra el descapotable Sonsoles, la chica más excéntrica de Madrid, que lo mete en un lío monumental con la policía y el seguro. Así que Pablo, para hacer más llevadero un otoño tan tedioso, decide dedicarse a putearla. Pero el día que conoce a María, la hermana de Sonsoles, su vida da un giro espectacular. Él, que nunca pensó que su existencia pudiera volver a tener sentido, ahora siente que no debe enamorarse de una chica de quince años.
En estos momentos ando leyendo El mal de Corcira de Lorenzo Silva, una nueva aventura de Bevilacqua y Chamorro, que el autor madrileño presentará hoy en Sevilla. Un poco antes, tendré la oportunidad de conversar con él y, mientras andaba preparando la entrevista estos días, recordé todas las adaptaciones que se han hecho de sus novelas. Sin duda, mi preferida es La flaqueza del bolchevique, basada en la novela homónima, publicada en 1997, y con la que Silva quedó finalista del Premio Nadal.
La flaqueza del bolchevique narra la historia de Pablo López, un ejecutivo madrileño que soporta cada día los atascos de Madrid para llegar a su empresa, donde se le exprime como si fuera una naranja. Una mañana, despistado mientras manipula la radio de su coche para poner música, tiene un accidente y embiste el vehículo de Sonsoles, una mujer de mediana edad, a la que se le adivina un nivel económico alto. Mientras rellenan el parte amistoso, ella se dedica a increparlo, a desafiarlo, a provocarlo, a la vez que Pablo se va poniendo cada vez más malhumorado. Alterado por el accidente y la actitud déspota de la mujer, Pablo localiza el teléfono de Sonsoles, a la que empezará a llamar a altas horas de la noche. Lo que se inicia como una broma pesada para bajarle los humos a la ejecutiva, se transforma en venganza cuando Pablo recibe una llamada de su compañía de seguros, diciendo que Sonsoles ha reclamado daños por lesiones. Es entonces cuando la obsesión por la mujer se acentúa y comienza a seguirla, descubriendo que tiene una hermana menor, María, cuya visión hipnotiza a Pablo. Será en ese momento cuando su interés se desvíe hacia la joven adolescente pero, ¿con qué intención?
La flaqueza del bolchevique es un título que resume perfectamente la esencia de esta película. Bolchevique es el apodo que María le pone a Pablo, cuando él le hable de sus creencias, de su forma de pensar. Por su parte, la palabra flaqueza hace referencia a la relación que mantiene Pablo con la joven, así que os podéis imaginar por dónde van los tiros. Aunque en algún momento esta película os puede recordar a Lolita, lo cierto es que la percepción que el hombre tiene de la joven es totalmente distinta. En aquella, Humbert se derrite por saborear a la joven, mientras que en esta, Pablo cae en una fascinación casi poética. Para él, María se convierte en la razón de su existencia. Sabe que sus emociones, aunque nobles, quedan fuera de lo políticamente correcto, alcanzando lo delictivo si traspasa levemente la línea. Así que, veremos al personaje luchar hasta un final que me ha parecido algo precipitado y desdibujado.
Entre los personajes principales veremos a Pablo como un hombre hastiado, cansado de la rutina, sin ningún tipo de aliciente y exprimido al máximo en su empresa. De origen humilde, alcanzó buena altura, pero su vida es gris como el asfalto sobre el que circula su coche cada día. No le conocemos más vida que el trabajo y su afición por la música rock, con la que combate ese río de pensamientos mustios que siempre le rondan por la cabeza. Sin embargo, la vida a veces concede algún premio, una nueva ilusión que nos carga de energía y nos hace ver que el mundo no es tan anodino. El regalo de Pablo será María, la joven de un buen barrio madrileño, con personalidad propia, que no parece tenerle miedo a nadie, ni siquiera a esos desconocidos que en ocasiones se acercan a las niñas con intenciones deshonestas. María es luz, es inocencia, es fulgor. Sabe cómo manejar a ese adulto que se la mira como cordero degollado.
Del resto de personajes, destaca Eva, una auditora que recala en la empresa llegada de Londres. Ella verá en Pablo a otro lobo solitario, como ella, que va de ciudad en ciudad sin llegar a establecerse en ningún sitio, sin tener amistades afianzadas, sin más casa que las cuatro paredes de su habitación de hotel. Eva verá en Pablo a un igual, y a él se arrima, buscando un calor que se le vuelve esquivo, sin saber que a él le quita el sueño una adolescente, veinticinco años más joven.
María y Eva muestran los dos lados de Pablo. Con una, él se sincera, le abre su corazón, le cuenta las miserias más tristes de su vida, y se entrega sumiso (nunca mejor dicho a la vista del desenlace). Con la otra, Pablo será el borde que siempre ha sido, el amargado que no quiere saber nada de la humanidad.
Las interpretaciones no pueden ser más brillantes. Como no podía ser de otro modo, Luis Tosar en el papel de Pablo luce como solo él sabe hacerlo. Su trabajo es impecable, convincente, cargado de realismo. En esta ocasión, tiene a su lado a una jovencísima actriz que despuntaba y que ya hoy está más que consagrada. Aquel trabajo le valió a María Valverde, el Goya a la Mejor Actriz Revelación. El casting hizo un buen trabajo eligiendo a esta actriz de piel de porcelana, y labios gruesos y rosados.
Completan el reparto Manuel Solo y Nathalie Poza, ambos no muy aprovechados, para lo buenos actores que son.
La música juega un papel muy importante, y trasmite mucho más de lo que a priori podríamos pensar. El contraste entre el rock que escucha Pablo en los inicios, cuando vive la vida desde la amargura, se transforma en algo mucho más melódico y dulce, cuando camina al lado de María. Es el mismo contraste que experimentará el personaje.
La flaqueza del bolchevique tiene un toque nostálgico, pues la historia se cuenta con retrospectiva, desde un lugar que mejor no desvelo. Narrada de manera pausada, que no lenta, se va cociendo a fuego lento, sin que el espectador pierda de vista el devenir entre Pablo y María.
Me gusta esta película. Siempre me ha gustado. Cierto es que, como dije, el desenlace hubiera merecido algo más de atención, pero me resulta un largometraje interesante, por el retrato que se hace de una relación entre un adulto y una joven, por los papeles de los dos protagonistas principales y, por supuesto, por la magnífica interpretación de ambos.
Tráiler:
La flaqueza del bolchevique narra la historia de Pablo López, un ejecutivo madrileño que soporta cada día los atascos de Madrid para llegar a su empresa, donde se le exprime como si fuera una naranja. Una mañana, despistado mientras manipula la radio de su coche para poner música, tiene un accidente y embiste el vehículo de Sonsoles, una mujer de mediana edad, a la que se le adivina un nivel económico alto. Mientras rellenan el parte amistoso, ella se dedica a increparlo, a desafiarlo, a provocarlo, a la vez que Pablo se va poniendo cada vez más malhumorado. Alterado por el accidente y la actitud déspota de la mujer, Pablo localiza el teléfono de Sonsoles, a la que empezará a llamar a altas horas de la noche. Lo que se inicia como una broma pesada para bajarle los humos a la ejecutiva, se transforma en venganza cuando Pablo recibe una llamada de su compañía de seguros, diciendo que Sonsoles ha reclamado daños por lesiones. Es entonces cuando la obsesión por la mujer se acentúa y comienza a seguirla, descubriendo que tiene una hermana menor, María, cuya visión hipnotiza a Pablo. Será en ese momento cuando su interés se desvíe hacia la joven adolescente pero, ¿con qué intención?
La flaqueza del bolchevique es un título que resume perfectamente la esencia de esta película. Bolchevique es el apodo que María le pone a Pablo, cuando él le hable de sus creencias, de su forma de pensar. Por su parte, la palabra flaqueza hace referencia a la relación que mantiene Pablo con la joven, así que os podéis imaginar por dónde van los tiros. Aunque en algún momento esta película os puede recordar a Lolita, lo cierto es que la percepción que el hombre tiene de la joven es totalmente distinta. En aquella, Humbert se derrite por saborear a la joven, mientras que en esta, Pablo cae en una fascinación casi poética. Para él, María se convierte en la razón de su existencia. Sabe que sus emociones, aunque nobles, quedan fuera de lo políticamente correcto, alcanzando lo delictivo si traspasa levemente la línea. Así que, veremos al personaje luchar hasta un final que me ha parecido algo precipitado y desdibujado.
Entre los personajes principales veremos a Pablo como un hombre hastiado, cansado de la rutina, sin ningún tipo de aliciente y exprimido al máximo en su empresa. De origen humilde, alcanzó buena altura, pero su vida es gris como el asfalto sobre el que circula su coche cada día. No le conocemos más vida que el trabajo y su afición por la música rock, con la que combate ese río de pensamientos mustios que siempre le rondan por la cabeza. Sin embargo, la vida a veces concede algún premio, una nueva ilusión que nos carga de energía y nos hace ver que el mundo no es tan anodino. El regalo de Pablo será María, la joven de un buen barrio madrileño, con personalidad propia, que no parece tenerle miedo a nadie, ni siquiera a esos desconocidos que en ocasiones se acercan a las niñas con intenciones deshonestas. María es luz, es inocencia, es fulgor. Sabe cómo manejar a ese adulto que se la mira como cordero degollado.
Del resto de personajes, destaca Eva, una auditora que recala en la empresa llegada de Londres. Ella verá en Pablo a otro lobo solitario, como ella, que va de ciudad en ciudad sin llegar a establecerse en ningún sitio, sin tener amistades afianzadas, sin más casa que las cuatro paredes de su habitación de hotel. Eva verá en Pablo a un igual, y a él se arrima, buscando un calor que se le vuelve esquivo, sin saber que a él le quita el sueño una adolescente, veinticinco años más joven.
María y Eva muestran los dos lados de Pablo. Con una, él se sincera, le abre su corazón, le cuenta las miserias más tristes de su vida, y se entrega sumiso (nunca mejor dicho a la vista del desenlace). Con la otra, Pablo será el borde que siempre ha sido, el amargado que no quiere saber nada de la humanidad.
Las interpretaciones no pueden ser más brillantes. Como no podía ser de otro modo, Luis Tosar en el papel de Pablo luce como solo él sabe hacerlo. Su trabajo es impecable, convincente, cargado de realismo. En esta ocasión, tiene a su lado a una jovencísima actriz que despuntaba y que ya hoy está más que consagrada. Aquel trabajo le valió a María Valverde, el Goya a la Mejor Actriz Revelación. El casting hizo un buen trabajo eligiendo a esta actriz de piel de porcelana, y labios gruesos y rosados.
Completan el reparto Manuel Solo y Nathalie Poza, ambos no muy aprovechados, para lo buenos actores que son.
La música juega un papel muy importante, y trasmite mucho más de lo que a priori podríamos pensar. El contraste entre el rock que escucha Pablo en los inicios, cuando vive la vida desde la amargura, se transforma en algo mucho más melódico y dulce, cuando camina al lado de María. Es el mismo contraste que experimentará el personaje.
La flaqueza del bolchevique tiene un toque nostálgico, pues la historia se cuenta con retrospectiva, desde un lugar que mejor no desvelo. Narrada de manera pausada, que no lenta, se va cociendo a fuego lento, sin que el espectador pierda de vista el devenir entre Pablo y María.
Me gusta esta película. Siempre me ha gustado. Cierto es que, como dije, el desenlace hubiera merecido algo más de atención, pero me resulta un largometraje interesante, por el retrato que se hace de una relación entre un adulto y una joven, por los papeles de los dos protagonistas principales y, por supuesto, por la magnífica interpretación de ambos.
Tráiler:
Puedes adquirirla aquí:
¡Hola! No conocía esta película pero siendo Luis Tosar desde mi punto de vista uno de los mejores actores del panorama español actual no me extraña para nada lo que mencionas de su actuación en este largometraje. Me has dejado muy intrigada con lo que nos cuentas, desde luego tendré que verla en algún momento.
ResponderEliminar¡Nos leemos!
Leí la novela y vi la película hace ya muchos años. Ni siquiera conocía a Luis Tosar ni me fijé demasiado en él en aquel momento.
ResponderEliminarSoy una seguidora fiel de Bevilacqua y en breve leeré también "El mal de Corcira". Es una de las series que llevo al día. Y puede que vuelva a ver "La flaqueza del bolchevique".
Espero con mucha expectación que publiques tu entrevista con Lorenzo Silva.
Un beso.
Gracias Rosa. Lo haré en cuanto pueda. Fue muy curioso estar en una sala con él, solos, uno frente al otro, pero ambos con la mascarilla puesta. Estos encuentros "Covid" con los autores son algo más tristes. Se percibe un muro transparente que nos separa. Besos
EliminarTambién es mi favorita. Y ya puestos, la peor es la de La niebla y la doncella. El personaje de Tosar me dio mucho asco, no lo puedo evitar, así que punto para él por darle credibilidad.
ResponderEliminarEn este caso novela y peli van muy a la par, me pareció buena adaptación.
Besos
Hola Marisa!! Me parece que esta película no es para mí, la historia no termina de convencerme. Eso sí, ¡genial reseña y gracias por tu recomendación! Besos!!
ResponderEliminarHas realizado una reseña estupenda de una película que ha caído un tanto en el olvido y que tiene una narrativa excelente. Si además, le sumamos un reparto qué pasaba en aquel entonces por un momento cumbre -Luis Tosar siempre está cumbre- la recomendación que haces es idónea.
ResponderEliminarUn beso y buen final de semana.
¡Hola!
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo contigo. A mí el final también me pareció precipitado, y, bueno, Luis Tosar se sale, como siempre. Y María Valverde lo clava, si es que le pega hacer el papel de pijilla inocente, solo hay que verla en A tres metros sobre el cielo, aunque las pelis sean incomparables.
La novela no la he leído, más bien nada de Silva, pero sí que me gustaría, porque ya te digo que la peli me flipa^^
¡Un saludo!
¡Hola Marissa!
ResponderEliminarNo vi esta película, pero ya me quedó picando la curiosidad para verla, también en los comentarios vi que hay un libro así que también voy a estar investigando sobre él para ver cual de los dos veo/leo primero.
¡Un abrazo y un beso!