Editorial: Ediciones B.
Fecha publicación: septiembre, 2018.
Precio: 20,90 €
Género: Thriller.
Nº Páginas: 560
Encuadernación: Tapa dura con sobrecubiertas.
ISBN: 9788466664080
[Disponible en eBook;
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Autor
Mikel Santiago nació en Portugalete (Vizcaya) en 1975. Comenzó escribiendo relatos y novelas cortas, y publicando sus propios e-books en internet, con lo que consiguió llegar a la lista de best sellers de iTunes, Amazon y Barnes & Noble. Ha vivido en Irlanda y en Ámsterdam. Actualmente reside en Bilbao.
Ha publicado las novelas La última noche de Tremore Beach (2014), El mal camino (2015) y El extraño verano de Tom Harvey (2017) en Ediciones B. Todas ellas han escalado hasta los primeros puestos en las listas de best sellers en España y han sido publicadas en una veintena de países. Sus obras han conquistado tanto a los lectores como a la crítica internacional.
Sinopsis
Una isla perdida en el Mar del Norte.
El temporal se cierne sobre St. Kilda y casi todos han huido en el último ferry. No quedan en la isla más de cincuenta personas, entre ellos Carmen, una mujer española que trabaja en el pequeño hotel local, y un puñado de pescadores. Serán ellos quienes encuentren un misterioso contenedor metálico junto a los acantilados.
Una extraña caja traía por las olas.
A través de unos personajes llenos de matices y secretos, atrapados en el corazón de la tormenta, Mikel Santiago nos plantea la pregunta que sobrevuela cada página de la novela...
¿Hasta dónde estarías dispuesto a llegar para sobrevivir?
Mikel Santiago vuelve a las librerías para atrapar al lector como solo consiguen los grandes maestros del thriller.
Me declaré fan de Mikel Santiago nada más terminar de leer La última noche de Tremore Beach. Luego llegó El mal camino con la que también disfruté muchísimo y para cuando publicó El extraño verano de Tom Harvey ni se me pasó por la cabeza no leerla. Así que, podéis imaginar que celebré con mucho júbilo la publicación de su última novela, La isla de las últimas voces, publicada hace un año pero que no he podido leer hasta ahora. Ahí van mis impresiones.
Las primeras páginas de esta novela colocan al lector en el interior de un avión. No es un vuelo comercial sino más bien parece una aeronave militar. En plena tormenta, soldados, científicos y tipos trajeados se dirigen a un destino desconocido, transportando un extraño contenedor, una caja de la que pocos pasajeros saben qué contiene en su interior ni para qué sirve pero que parece totalmente hermética y con un sistema de seguridad inquebrantable. Se trata de una misión secreta pero el mal tiempo se recrudece y el avión cae empicado a las gélidas aguas del Mar del Norte. Solamente habrá un superviviente, Dave Dupree, protagonista y narrador en primera persona de unos de los dos hilos narrativos. El soldado consigue llegar a duras penas a la isla escocesa de St. Kilda, un recóndito lugar del Atlántico Norte, la parte más aislada de las Islas británicas, donde se iniciará su calvario. Pero no será el único superviviente. La caja también será rescatada del naufragio.
Y precisamente en St. Kilda arranca el segundo hilo narrativo de la novela, protagonizado principalmente por Carmen, una mujer española que llegó a ese apartado lugar huyendo de un pasado que la atormenta. Alrededor de su personaje flota una nube de intriga pues en ningún momento se nos desvela de manera directa lo que le ha sucedido aunque intuimos que es algo tan doloroso que le impedirá abrirse de nuevo al amor y la arrastrará hasta un lugar remoto para poder olvidarlo todo. Allí encontrará trabajo en un pequeño hotel, bajo las órdenes de su propietaria, Amelia Doyle, una mujer septuagenaria, encantadora que la cuidará y la protegerá.
La isla de las últimas voces cuenta con una variado elenco de personajes. Al margen de los mencionados hasta ahora, también conoceremos a Charlie Lomax, un empleado gubernamental encargado de analizar las devastadoras consecuencias que los temporales producen en la isla y de gestionar las reclamaciones por los daños en la flota pesquera; Didi, encargada del café del pueblo e íntima amiga de Carmen; Keith Nolan, el alguacil del pueblo; Gareth Lowry, jefe del consejo local; Lorna Lusk, Theresa Sheeran y otros aldeanos que conforman una congregación religiosa y fanática; y un grupo de vecinos problemáticos como Tom McGrady y el senegalés Ngar.
Y casi otro personaje más sería la propia caja que ejerce una influencia poderosa en todos los habitantes de la isla, sacando a la luz los secretos de cada uno y también la parte más oscura de todos ellos. La caja es el vehículo que permite analizar la ambición humana y plantearnos una pregunta: ¿somos capaces de jugar con nuestras propias vidas con tal de conseguir un hipotético tesoro? ¿Hasta dónde somos capaces de llegar por avaricia? Esta pregunta divide a los escasos habitantes de la isla en dos grupos claramente diferenciados. Los que apuestan por abrir la caja con la esperanza de encontrar en su interior algo de valor que los saque de la ruina y los que creen que es mejor devolver la caja a sus verdaderos propietarios y allá ellos con lo que el contenedor albergue en su interior. Y así se origina una batalla entre un grupo y otro.
Como suele ser habitual en las novelas de Santiago, los personajes están bien perfilados y a todos ellos se les atribuye una serie de motivaciones que afectan en gran medida al desarrollo de los hechos. Dave y Carmen, como los protagonistas indiscutibles son a los que más atención se presta pero el autor también se detiene en describir a otros como Lomax, Didi o Amelia, especialmente cuando caen bajo el embrujo de la caja. El lector podrá de este modo empatizar con algunos de ellos y entender su comportamiento.
Así pues, toda la trama gira alrededor de esa misteriosa caja y lo que alberga en su interior, sobre las disputas que se originan entre los que quieren abrirla y los que quieren devolverla a sus propietarios y como apéndice, también se desarrollará una pequeña historia de amor que equilibra la tensión, la intriga y el suspense del hilo principal. Ahora bien, debo admitir que La isla de las últimas voces me ha resultado algo más floja que las anteriores del autor. Me ha parecido una lectura entretenida pero en ningún momento en sentido ese nivel de adicción que esperaba o que me asaltó en sus publicaciones previas. Creo que el problema radica en la repetición de ciertos recursos, el hecho de que se desate una tormenta de dimensiones colosales que aísle a los habitantes de la isla, que muchos personajes se vean acosados por terribles pesadillas y alucinaciones, los hechos sobrenaturales,... son elementos que ya vimos en La última noche de Tremore Beach y en ese sentido a mí me ha parecido que volvía a leer lo mismo. Añado también que el desenlace no me ha resultado convincente. Alrededor de la caja me han seguido quedando incógnitas y hubiera deseado una resolución más elaborada.
Otra cosa distinta es la ambientación. En este punto creo que Mikel Santiago juega su mejor baza. Suele ser muy habilidoso a la hora de recrear escenarios y describirlos con la precisión justa para que el lector se sienta dentro de la historia. Verdaderamente uno puede verse asomándose a los acantilados de la isla o transitando por las calles de la localidad. La narrativa de Santiago suele ser muy visual y eso es siempre un punto a favor.
Y casi otro personaje más sería la propia caja que ejerce una influencia poderosa en todos los habitantes de la isla, sacando a la luz los secretos de cada uno y también la parte más oscura de todos ellos. La caja es el vehículo que permite analizar la ambición humana y plantearnos una pregunta: ¿somos capaces de jugar con nuestras propias vidas con tal de conseguir un hipotético tesoro? ¿Hasta dónde somos capaces de llegar por avaricia? Esta pregunta divide a los escasos habitantes de la isla en dos grupos claramente diferenciados. Los que apuestan por abrir la caja con la esperanza de encontrar en su interior algo de valor que los saque de la ruina y los que creen que es mejor devolver la caja a sus verdaderos propietarios y allá ellos con lo que el contenedor albergue en su interior. Y así se origina una batalla entre un grupo y otro.
Como suele ser habitual en las novelas de Santiago, los personajes están bien perfilados y a todos ellos se les atribuye una serie de motivaciones que afectan en gran medida al desarrollo de los hechos. Dave y Carmen, como los protagonistas indiscutibles son a los que más atención se presta pero el autor también se detiene en describir a otros como Lomax, Didi o Amelia, especialmente cuando caen bajo el embrujo de la caja. El lector podrá de este modo empatizar con algunos de ellos y entender su comportamiento.
Así pues, toda la trama gira alrededor de esa misteriosa caja y lo que alberga en su interior, sobre las disputas que se originan entre los que quieren abrirla y los que quieren devolverla a sus propietarios y como apéndice, también se desarrollará una pequeña historia de amor que equilibra la tensión, la intriga y el suspense del hilo principal. Ahora bien, debo admitir que La isla de las últimas voces me ha resultado algo más floja que las anteriores del autor. Me ha parecido una lectura entretenida pero en ningún momento en sentido ese nivel de adicción que esperaba o que me asaltó en sus publicaciones previas. Creo que el problema radica en la repetición de ciertos recursos, el hecho de que se desate una tormenta de dimensiones colosales que aísle a los habitantes de la isla, que muchos personajes se vean acosados por terribles pesadillas y alucinaciones, los hechos sobrenaturales,... son elementos que ya vimos en La última noche de Tremore Beach y en ese sentido a mí me ha parecido que volvía a leer lo mismo. Añado también que el desenlace no me ha resultado convincente. Alrededor de la caja me han seguido quedando incógnitas y hubiera deseado una resolución más elaborada.
Otra cosa distinta es la ambientación. En este punto creo que Mikel Santiago juega su mejor baza. Suele ser muy habilidoso a la hora de recrear escenarios y describirlos con la precisión justa para que el lector se sienta dentro de la historia. Verdaderamente uno puede verse asomándose a los acantilados de la isla o transitando por las calles de la localidad. La narrativa de Santiago suele ser muy visual y eso es siempre un punto a favor.
Como digo La isla de las últimas voces cuenta con dos hilos narrativos y también con dos voces. Será el propio Dave el que nos cuente de primera mano todo lo que le acontece, frente a un narrador en tercera persona encargado de relatarnos las vivencias de Carmen y el resto de habitantes de St. Kilda. Tanto en una parte como en la otra, el estilo narrativo me ha parecido natural, muy desenfadado, concediendo mucha libertad a los personajes para mostrarse tal y como son y para expresarse a sus anchas.
Estructurada en nueve partes, los capítulos son de corta extensión y cuentan con tanta acción -en algunos capítulos tan bien narrada- que esto, unido a los diálogos, consigue que la lectura fluya a gran velocidad.
En definitiva, La isla de las últimas voces me ha parecido una lectura entretenida aunque esperaba algo más de la lectura porque no terminado de conectar totalmente con la historia ni me ha parecido tan adictiva. Reconozco que sus anteriores trabajos me engancharon más pero aún así, y teniendo en cuenta que hay opiniones mucho más positivas y más entusiastas que la mía, considero que el lector debería darle una oportunidad.
Dejo por aquí el booktrailer.
En definitiva, La isla de las últimas voces me ha parecido una lectura entretenida aunque esperaba algo más de la lectura porque no terminado de conectar totalmente con la historia ni me ha parecido tan adictiva. Reconozco que sus anteriores trabajos me engancharon más pero aún así, y teniendo en cuenta que hay opiniones mucho más positivas y más entusiastas que la mía, considero que el lector debería darle una oportunidad.
Dejo por aquí el booktrailer.
Leí el de Tremore Beach, y la verdad es que no me convenció. Tanta pesadilla y la historia personal o me pillaron con el paso cambiado o no es lo mío. Con este veo que a todos os ha pasado lo mismo y lo que más me echa para atrás a pesar de que la idea me gusta, es ese final. Así que me lo ahorro.
ResponderEliminarBesos
De este autor solo he leído "El mal camino". Y me apetece leer alguno de sus otros libros. Ya sea esta novedad o de los primeros, que también he leído opiniones muy buenas.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola! Todavía no he leído nada del autor pero este libro tiene muy buena pinta. Una pena que aunque te haya parecido entretenida no te haya gustado tanto como las anteriores. Muchas gracias por la reseña.
ResponderEliminarUn saludo!
Hola Marisa!! No descarto darle más adelante una oportunidad, puesto que aún no he leído nada de este autor, pero no sé si me ocurrirá como a ti. ¡Genial reseña! Besos!!
ResponderEliminarDe Mikel Santiago me gustó El mal camino. Esta que reseñas no me termina de convencer. Me atrae más La última noche de Tremore Beach. Besos.
ResponderEliminarEs entretenida pero al final me fui quedando con los personajes y reflexionando sobre ellos y su historia que sobre la trama en cuestión. Al final ya la caja me daba igual y seguí reflexionando sobre el comportamiento de los personajes.
ResponderEliminarSi, sin duda alguna los personajes son lo mejor de la historia, de esta y de todas las de Mikel, pero el libro en líneas generales no me ha convencido del todo, esperaba otra cosa 🙃
ResponderEliminarBesitos 💋💋💋
Esta vez no coincidimos del todo en impresiones, a mí me gustó más que a ti y sí que fue una lectura realmente adictiva. Aún así mi favorita del autor sigue siendo La última noche en Tremore Beach.
ResponderEliminarBesos.
A mí no llegó a convencerme del todo, pero para los que les guste este género, seguro que les gusta.
ResponderEliminarBesos
Sólo he leído La última noche en Tremore Beach y me gustó, no he continuado con él, pero lo haré. Espero que este me guste más que a ti
ResponderEliminarBesos
Tengo ganas de leerlo, estoy segura de que me gustará =)
ResponderEliminarBesotes