Editorial: Lumen.
Fecha publicación: septiembre, 2017.
Precio: 21,90 €
Género: Ilustrado.
Nº Páginas: 160
Encuadernación: Tapa dura.
ISBN: 9788426405968
[Disponible en eBook;
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Autora
María Hesse (Sevillana de adopción, 1982) se convirtió en ilustradora a la edad de seis años. Ella aún no lo sabía, pero su profesora y su madre sí. Unos buenos años después, tras acabar sus estudios de Educación Especial, agarró los lápices y se lanzó a la piscina de la ilustración de manera profesional. Ha trabajado como ilustradora para distintas editoriales, revistas y marcas comerciales, y su obra ha sido exhibida en varias exposiciones. Tras el fenómeno editorial que supuso su primer álbum ilustrado, Frida Kahlo. Una biografía, traducido en catorce países y ganador del Premio de la Fundación Nacional del Libro Infantil y Juvenil de Brasil, ha publicado Bowie. Una biografía, que está siendo traducido a ocho idiomas. El placer es su último libro.
Sinopsis
Delicado y visceral, como el placer que exalta: así es este libro, el más íntimo y personal de María Hesse. En él nos cuenta cómo fue su camino hacia el despertar sexual, una senda tortuosa sembrada de culpa, vergüenza y desconocimiento, que sorteó gracias a una insaciable curiosidad al sabio ejemplo de mujeres que supieron explorar el misterio el poder de la sensualidad, enfrentarse a los prejuicios de su época, dar un nombre a lo que carecía de él, y allanar e iluminar la ruta del placer para que otras la recorrieran más ligeras. Mujeres de carne y hueso o de ficción, como Lilith, María Magdalena, Safo, Eve Ensler, Colette, Anaïs Nin, Simone de Beauvoir, Anne Sexton, Mata Hari, Betty Dodson, Marilyn Monroe, Erika Lust e incluso Daenerys Targaryen: gracias a ellas Hesse ha trazado un mapa del placer femenino para que ahora lo exploremos todas.
Hace muchos años leí La vida sexual de Catherine M. de Catherine Miller, un volumen de pequeño formato en el que la propia autora contaba sus aventuras sexuales. A pesar de lo que muchos dijeron, a mí no me pareció un libro erótico ni pornográfico, aunque entre sus páginas el lector se sumergía en un mundo de orgías y encuentros sexuales en los lugares más insólitos. Aquel testimonio valiente me pareció más bien un libro de autoafirmación y una declaración de principios. Recuerdo que me maravilló cómo aquella mujer hablaba sin tapujos de sus relaciones más íntimas, de la exploración del cuerpo propio y del ajeno, deteniéndose en rincones y pliegues, con una naturalidad que escandalizó a muchos. Lo viví en directo cuando, a la hora del almuerzo, me dio por leer algunos pasajes a mis compañeros de trabajo que terminaban con las manos en la cabeza y medio abochornados. En cambio a mí me divirtió el atrevimiento de esta mujer que luego, tiempo después, también publicó un libro sobre los celos de su marido. Y es que Miller narraba con detalle sus peripecias de roces y fluidos, de enredos anatómicos y posturas imposibles, mientras una hilera de hombres se apostaba junto a su puerta a la espera de que les tocara el turno. Miller exploraba su sexualidad, experimentaba, descubría nuevos goces y se entregaba al placer como si no hubiera otra cosa en el mundo. Era dueña de su cuerpo y así lo demostró. Seguramente, si aquel libro lo hubiera escrito y protagonizado un hombre todo hubiera sido muy distinto.
María Hesse, esta ilustradora cuasi-paisana, vuelve a deleitar a sus lectores con un álbum bellamente ilustrado en el que habla del placer y por ende, del sexo pero teniendo a la mujer como referente. Se remonta la autora a su época iniciática, a su despertar, a un inicial descubrimiento carnal cuando casi no era capaz de poner nombre a las emociones que sentía, para posteriormente hablarnos de la menstruación, tan poco comprendida y valorada, la masturbación -la femenina-, sus primeros retozos con novios púberes, pasando por diversas clases de anatomía y llegando al variopinto mundo del juguete sexual. Discurrirá su propia vivencia a lo largo de un repertorio de breves biopics, protagonizados por mujeres reales o de ficción -desde los tiempos de la Creación, con Lilith y Eva, pasando por el Egipto de Cleopatra, el escritorio de Simone de Beauvoir y las intrigas de Mata Hari-. Este es solo un ejemplo del ramillete de mujeres que asoman a estas páginas, damas que se aventuraron a vivir su libertad sexual y que un día dijeron 'no' a tantos prejuicios. Y es que todavía hoy hay gente que tuerce el gesto ante las palabras sexo, placer y masturbación, especialmente si es femenino. Autoexplorarse, tocarse, dejarse tocar, descubrirse o descubrir el cuerpo del otro son vehículos para alcanzar un placer que aún se nos tiene vetado, hasta tal punto de que hay mujeres que viven toda su vida como extraños en su propio cuerpo, sin ni siquiera echar una simple ojeada a lo más recóndito.
Se inicia el volumen con una cita maravillosa de Mae West y le sigue un prólogo de la mano de Lara Moreno, autora de Por si se va la luz (2013) y Piel de Lobo (2016), ambas en Lumen, donde nos da ciertas claves para enfrentarnos a estas ciento cincuenta páginas llenas de color. En verdad, tal y como menciona Moreno, El placer se puede leer como un libro de historia pues entre sus páginas se despliegan personajes y datos históricos, o como un libro de mitología de la mano de Safo de Lesbos, o de anatomía, pues el cuerpo humano y los órganos reproductores, dibujados con el elegante trazo de Hesse, brillan en todo su esplendor. Por supuesto, y esto salta a la vista, es un libro ilustrado y añade además Lara Moreno, y aquí es donde encuentro lo más interesante, que El placer también es un diario confesional. Ahí creo que radica la belleza de este libro, en ese testimonio propio que enfrenta al de otras mujeres para resaltar la necesidad de una libertad sexual que siempre hemos mantenido escondida en un rincón, viviendo con pudor y vergüenza nuestro disfrute, ya sea en solitario o en compañía. La igualdad también debe llevarse a otros terrenos que van más allá de las oportunidades laborales, del techo de cristal, de la conciliación familiar. El hombre vive su sexualidad sin cortapisas. ¿Por qué nosotras no?
La lectura de este libro me ha conducido a reflexiones curiosas. ¿Qué extraño mecanismo se despierta en el cerebro de una joven que siente un cosquilleo en sus genitales y al tocarse, no puede evitar un sentimiento de culpabilidad y vergüenza? Me apuesto lo que queráis a que a los chicos no le ocurre eso. Y también es un libro que me ha enseñado la etimología de las palabras 'vagina' y 'clítoris' y me ha descubierto a la autora de la pieza teatral Monólogos de la vagina (Eve Ensler), que lleva años y años representándose en todo el mundo, y me ha sorprendido saber que existen programas de planificación familiar que acuden a los centros escolares, si bien la información que ofrecen es escueta. Bueno, algo es algo porque en mi época tenías que acudir al pudoroso y sonrosado profesor de Naturales para preguntarle qué se sentía durante las relaciones sexuales. Menudo jaleo se montó cuando vimos el tema de los órganos de reproducción. Todo esto para llegar a un capítulo en el que se habla del juguete sexual de moda, el succionador de vaginas que, al parecer, se está vendiendo como rosquillas.
En cuanto a las ilustraciones, Hesse no se prodiga en excesivos detalles cuando le toca dibujar cuerpos. Eso sí, sus personajes lucen enormes ojos, narices puntiagudas y cejas pobladas. No obstante, abundan las flores y guirnaldas que conforman edenes en los que él y ella se entregan al placer. Todo ello decorado en tonos luminosos que se mezclan con tonos más pastel.
Con multitud referencias bibliográficas, El placer es un libro al que hay que acercarse. Mucho me temo que los lectores masculinos se quedarán rezagados. Casi me atrevo a decir que incluso las lectoras femeninas sentirán ciertas reticencias pero si el primer paso no lo damos nosotras, mal empezamos. Así que, en lo que a mí respecta, no puedo más que animarte a descubrir lo que María Hesse tiene que contarnos en este álbum sobre la sexualidad femenina y de paso, vas a disfrutar con sus ilustraciones. Yo ya lo hice cuando publicó Frida Khalo, una biografía, cuya reseña puedes leer aquí. Ahora solo me queda devorar el volumen que le dedicó a David Bowie.
[Fuente: Imagen de la cubierta tomada de la web de la editorial]
Se inicia el volumen con una cita maravillosa de Mae West y le sigue un prólogo de la mano de Lara Moreno, autora de Por si se va la luz (2013) y Piel de Lobo (2016), ambas en Lumen, donde nos da ciertas claves para enfrentarnos a estas ciento cincuenta páginas llenas de color. En verdad, tal y como menciona Moreno, El placer se puede leer como un libro de historia pues entre sus páginas se despliegan personajes y datos históricos, o como un libro de mitología de la mano de Safo de Lesbos, o de anatomía, pues el cuerpo humano y los órganos reproductores, dibujados con el elegante trazo de Hesse, brillan en todo su esplendor. Por supuesto, y esto salta a la vista, es un libro ilustrado y añade además Lara Moreno, y aquí es donde encuentro lo más interesante, que El placer también es un diario confesional. Ahí creo que radica la belleza de este libro, en ese testimonio propio que enfrenta al de otras mujeres para resaltar la necesidad de una libertad sexual que siempre hemos mantenido escondida en un rincón, viviendo con pudor y vergüenza nuestro disfrute, ya sea en solitario o en compañía. La igualdad también debe llevarse a otros terrenos que van más allá de las oportunidades laborales, del techo de cristal, de la conciliación familiar. El hombre vive su sexualidad sin cortapisas. ¿Por qué nosotras no?
La lectura de este libro me ha conducido a reflexiones curiosas. ¿Qué extraño mecanismo se despierta en el cerebro de una joven que siente un cosquilleo en sus genitales y al tocarse, no puede evitar un sentimiento de culpabilidad y vergüenza? Me apuesto lo que queráis a que a los chicos no le ocurre eso. Y también es un libro que me ha enseñado la etimología de las palabras 'vagina' y 'clítoris' y me ha descubierto a la autora de la pieza teatral Monólogos de la vagina (Eve Ensler), que lleva años y años representándose en todo el mundo, y me ha sorprendido saber que existen programas de planificación familiar que acuden a los centros escolares, si bien la información que ofrecen es escueta. Bueno, algo es algo porque en mi época tenías que acudir al pudoroso y sonrosado profesor de Naturales para preguntarle qué se sentía durante las relaciones sexuales. Menudo jaleo se montó cuando vimos el tema de los órganos de reproducción. Todo esto para llegar a un capítulo en el que se habla del juguete sexual de moda, el succionador de vaginas que, al parecer, se está vendiendo como rosquillas.
En cuanto a las ilustraciones, Hesse no se prodiga en excesivos detalles cuando le toca dibujar cuerpos. Eso sí, sus personajes lucen enormes ojos, narices puntiagudas y cejas pobladas. No obstante, abundan las flores y guirnaldas que conforman edenes en los que él y ella se entregan al placer. Todo ello decorado en tonos luminosos que se mezclan con tonos más pastel.
Con multitud referencias bibliográficas, El placer es un libro al que hay que acercarse. Mucho me temo que los lectores masculinos se quedarán rezagados. Casi me atrevo a decir que incluso las lectoras femeninas sentirán ciertas reticencias pero si el primer paso no lo damos nosotras, mal empezamos. Así que, en lo que a mí respecta, no puedo más que animarte a descubrir lo que María Hesse tiene que contarnos en este álbum sobre la sexualidad femenina y de paso, vas a disfrutar con sus ilustraciones. Yo ya lo hice cuando publicó Frida Khalo, una biografía, cuya reseña puedes leer aquí. Ahora solo me queda devorar el volumen que le dedicó a David Bowie.
[Fuente: Imagen de la cubierta tomada de la web de la editorial]
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Yo también leí el de Catherine M. y la verdad es que me impresionó. Pienso que cada uno debe hacer lo que quiera y pueda. La verdad es que Hesse me gustaba mucho, leí Frida y Bowie y la seguía en su Insta pero empecé a ver cosas que no me gustaban y la verdad que ya no me atrae. También creo que a veces dice cosas que debería investigar antes. Eso sí, le echaré un vistazo a las ilustraciones.
ResponderEliminarBesos
Besos
Me atraen mucho ambos libros. El de "La vida sexual de Catherine M" lo acabo de comprar ahora mismo vía online, y este de Hesse también me atrae pero lo quiero hojear previamente, a ver si me animo.
ResponderEliminarBesos.
Tuve el placer, y nunca mejor dicho, de conocer a María, y me pareció una artista de la cabeza a los pies. Lo tengo anotadísimo ^^
ResponderEliminarNunca me ha interesado mucho este tema, la verdad; prefiero la intimidad y las confidencias entre dos. Pero creo que, a quien le interese, debe poder elegir y encontrar cosas de calidad, como parece que es esta. Abrazos.
ResponderEliminarLa vida sexual de Catherine M estaba muy de moda en la uni, fue pasando de mano en mano 😅.
ResponderEliminarAdoro a Hesse y el libro se vendrá pronto conmigo.
Besitos 💋💋💋
La verdad es que no suelo animarme con los libros ilustrados y eso que hay auténticas preciosidades. Este que nos traes hoy me atrae mucho, me lo llevo apuntado.
ResponderEliminarBesos.
¡Hola!
ResponderEliminarTengo muchas ganas de leerlo porque me encanta la autora, así que espero hacerlo bien pronto y que me guste <3
Un abrazo
Qué preciosidad Marisa, lo buscaré me ha llamado mucho la atención.
ResponderEliminarBesitos
Succionador de vaginas??? Oye la primera vez que leo esas palabras juntas, jaja Me parece interesante y casi siempre recomendable eliminar tabúes respecto al sexo, sobre todo, en lo que atañe al sexo femenino. Tomo nota.
ResponderEliminarBs.
Me encanta esta edición creo que me lo llevo anotado porque en algún momento caerá
ResponderEliminarBesos
No me llama demasiado así que lo dejo pasar
ResponderEliminarBesos