Editorial: Temas de Hoy.
Fecha publicación: septiembre, 2019.
Precio: 20,00 €
Género: Narrativa.
Nº Páginas: 384
Encuadernación: Rústica con solapas.
ISBN: 9788499987583
[Disponible en eBook;
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Autora
Alejandra Parejo nació un mes antes de tiempo, en febrero de 1990. Una isla del Mediterráneo fue su primer hogar y, hasta hace poco, el único lugar al que consideraba su casa. Licenciada en Publicidad y Comunicación Audiovisual, ha trabajado como copywriter y guionista para agencias y marcas de todo tipo, siendo Atresmedia uno de sus principales clientes. Su pasión por las palabras desde muy pequeña la llevó a estudiar en la Escuela de Escritores de Madrid. Tras decenas de relatos y borradores desechados, a los 29 años publica Una familia normal, su primera novela.
Sinopsis
El mismo día en que le ofrecen uno de los proyectos más importantes de su carrera, Olivia se da cuenta de que está embarazada. Tiene treinta y un años, una relación aparentemente sólida con Mario y una economía estable, pero nada de eso le convence de que ha llegado su hora de ser madre.
Mediante saltos temporales que llevan al lector a la infancia de Olivia y de vuelta al presente, entre Madrid y Roma, conoceremos a una niña que se vio obligada a luchar por el amor de sus padres divorciados, a crecer antes de tiempo y a proteger la fragilidad de su hermana. Una hija que aborrecía la sumisión de su madre y que luego se hace adulta para arropar las mismas inseguridades que tanto criticaba en el pasado.
Esta es una novela sobre las tensiones íntimas de una generación marcada por la sociedad desigual en la que creció y por las exigencias morales del presente. Una historia sensible y difícil, tierna y dolorosa, que basa toda su fuerza narrativa en demostrar que a veces no hay decisiones erradas, solo formas de vivir.
¿En qué consiste ser una mujer independiente?
¿Qué significa ser una buena pareja, buena hija, buena amiga, buena profesional?
Mediante saltos temporales que llevan al lector a la infancia de Olivia y de vuelta al presente, entre Madrid y Roma, conoceremos a una niña que se vio obligada a luchar por el amor de sus padres divorciados, a crecer antes de tiempo y a proteger la fragilidad de su hermana. Una hija que aborrecía la sumisión de su madre y que luego se hace adulta para arropar las mismas inseguridades que tanto criticaba en el pasado.
Esta es una novela sobre las tensiones íntimas de una generación marcada por la sociedad desigual en la que creció y por las exigencias morales del presente. Una historia sensible y difícil, tierna y dolorosa, que basa toda su fuerza narrativa en demostrar que a veces no hay decisiones erradas, solo formas de vivir.
Todo camino tiene un inicio y una meta. El sendero que conduce hasta Una familia normal, ha llevado a su autora, Alejandra Parejo, a escribir decenas de relatos y a formarse en una escuela para escritores porque, según su madre, sólo sabe comunicarse a través de la escritura, emborronando lienzos en blanco que le permiten conectar con su interior, manifestarse y, en cierto modo, liberarse porque, tal y como nos dijo en la entrevista que puedes leer aquí, escribir es su forma de encontrar alivio.
Una familia normal es la primera novela de esta joven mallorquina, que un día abandonó su paraíso isleño para enfrentarse al mundo de la publicidad. Pero quiso llegar más lejos y decidió enfrentarse a un proyecto más ambicioso. Así fraguó la historia de Olivia, una mujer de su generación, que trabaja, que tiene padres, hermanos y amigos, con estabilidad económica y sentimental, que busca su lugar, crece y evoluciona, una novela que le ha publicado Temas de Hoy. Desde entonces, Parejo levita sobre el suelo, sonríe a diestro y siniestro, con una mirada llena de luz.
Una familia normal es la primera novela de esta joven mallorquina, que un día abandonó su paraíso isleño para enfrentarse al mundo de la publicidad. Pero quiso llegar más lejos y decidió enfrentarse a un proyecto más ambicioso. Así fraguó la historia de Olivia, una mujer de su generación, que trabaja, que tiene padres, hermanos y amigos, con estabilidad económica y sentimental, que busca su lugar, crece y evoluciona, una novela que le ha publicado Temas de Hoy. Desde entonces, Parejo levita sobre el suelo, sonríe a diestro y siniestro, con una mirada llena de luz.
Olivia es hija de su tiempo. Tiene treinta y un años, es directora de fotografía, viaja frecuentemente para acudir a los rodajes, lleva una vida frenética y padece los males propios de una época en la que nos toca andar siempre corriendo. Ansiedad, pánico, miedos e inseguridades la atenazan. Cada día es un nuevo reto y, precisamente el día que le ofrecen el trabajo más importante de su carrera -un rodaje en Roma-, descubre que está embarazada. Pero se calla. No le dice nada a Mario, su pareja. Debe pensar qué es lo que quiere, si es buen momento para traer un hijo al mundo, si es lo que le conviene, lo que necesita.
Olivia no recibe la noticia de su embarazo con la alegría y la ilusión que cabría esperar. Una gestación, el nacimiento y la crianza de un bebé acarrea importantes e inevitables cambios en la vida de cualquier persona, y ella no tiene claro si está dispuesta a asumir las consecuencias. Mientras toma una decisión, la vida sigue en el presente y, en paralelo, el lector también tendrá acceso al pasado de la protagonista, pues la novela se vertebra en dos hilos temporales. Para comprender a la Olivia de 2008, tendremos que conocer también a la Olivia de 1998, cuanto tenía once años, cuando vivía con su madre y su hermana pequeña Lu, cuando dejó la isla que era su mundo para marcharse a una ciudad desconocida porque sus padres se divorcian, cuando tiene que acudir a un colegio ajeno, cuando tiene que convivir con un padrastro al que no soporta, para echar de menos a un padre, capitán de barco, que ha estado ausente la mayor parte del tiempo. Cuando le pregunté a Alejandra Parejo por qué eligió esos dos periodos en concreto me respondió que existían varios motivos (te remito a la entrevista). Yo encontré una conexión adicional que tiene que ver con la naturaleza femenina. En 1998, a Olivia le viene el periodo por primera vez. En 2018, se queda embarazada. Me dio por pensar que la autora pretendía establecer una unión entre dos momentos importantes del universo femenino, aquel en el que una niña pasa a convertirse en mujer, y aquel otro en el que, además de mujer, pasa a convertirse en madre, tras quedar embarazada. Eso me hizo pensar en el papel de la mujer, de este tiempo, de todos los tiempos, mujeres que -trabajadoras o no, independientes o no, felices o no-, comparten lo más íntimo de su naturaleza.
En Una familia normal, el yo interior y las relaciones personales son la base de un historia que navega entre temas como la maternidad no deseada, la independencia, la conciliación familiar, la desigualdad laboral entre mujeres y hombres o las relaciones familiares. Es una novela pegada a la realidad, contemporánea, de la calle, que nace de las reflexiones de las generaciones actuales, cuyas preocupaciones y miedos no se alejan tanto de las anteriores.
Olivia será la protagonista absoluta en una historia por la que también transitan otros nombres. Es un personaje bien definido y con el que es fácil identificarse. Basta con ser una mujer en la treintena, con aspiraciones profesionales, que lucha cada día por ese hueco laboral que se tiene que ganar con uñas y dientes, con una pareja a la que apenas ve, aunque tampoco es algo que le preocupe mucho. Olivia y Mario conforman un universo en el que cada uno tiene su propia galaxia, pues la relación entre ambos no funciona bien y encima compiten profesionalmente. Demasiados obstáculos al que se añade un embarazo que Olivia mantiene en secreto.
Por destacar algún personaje más podría hablar de Lu, la hermana pequeña. El contraste entre ambas salta a la vista desde las primeras páginas. Si Oli es más reservada, más introspectiva, racional y responsable, Lu es una joven alocada, despreocupada, visceral y divertida, que rara vez piensa en las consecuencias. Es el personaje que aporta un toque de suspense a la trama pues, en el pasado, le ocurrirá algo de lo que apenas tendremos información. Será el lector el que tendrá plena libertad para fabular e imaginar en qué incómodo suceso se ve envuelta.
De Una familia normal me gustan especialmente las conexiones que se establecen entre los personajes, analizar cómo se relaciona Olivia con sus familiares, con sus amigos, con su pareja,... De todo este entramado, destacaría la relación que Oli tiene con Carlota, la madre de Mario. He sentido una fuerte conexión entre estos dos personajes basada en el respeto, la confianza, las confesiones en silencio y el amor. Rompiendo el mito de que suegra y nuera no pueden llevarse bien, Parejo dibuja una unión mucho más profunda y poderosa que la que Oli mantiene con su propia madre. Y es que Olivia siente que su madre no la ha escuchado nunca, mucho más preocupada por atender a su pareja, ese padrastro que ella impone a sus hijas y que no es especialmente amable con las niñas. La madre de Olivia también es un personaje que evoluciona, que necesita su tiempo para entender que había errado el camino, asumiendo una relación tóxica, y que Olivia no entendía. Y sin embargo, ¿cometerá la hija los mismos errores que la madre?
También me ha gustado mucho el discurso de Olivia cuando es una niña. Creo que en este aspecto, la autora ha sabido dar a su personaje una voz que encaja perfectamente con la forma de pensar de las mentes infantiles, mucho más atentas a lo que les rodea de lo que pensamos, siempre sacando conclusiones erróneas, fruto de la poca información que los adultos suelen dar a los pequeños.
Escrito en primera persona, todo lo que sucede en 1998 está escrito en presente lo que otorga al texto mucha inmediatez. Me he encontrado un fraseo corto y un ritmo constante, con capítulos muy nostálgicos, cuando Oli recuerda su infancia, y otros especialmente angustiosos, muy bien narrados y muy visuales -tremenda la escena del avión-. Así que, Una familia normal ha sido una lectura que me ha gustado, en la que la información se va desmigando poco a poco, salpicada de interesantes referencias musicales, introspectiva y llena de reflexiones.
[Fuente: Imagen de la cubierta tomada de la web de la editorial]
Puedes adquirirlo aquí:
Olivia no recibe la noticia de su embarazo con la alegría y la ilusión que cabría esperar. Una gestación, el nacimiento y la crianza de un bebé acarrea importantes e inevitables cambios en la vida de cualquier persona, y ella no tiene claro si está dispuesta a asumir las consecuencias. Mientras toma una decisión, la vida sigue en el presente y, en paralelo, el lector también tendrá acceso al pasado de la protagonista, pues la novela se vertebra en dos hilos temporales. Para comprender a la Olivia de 2008, tendremos que conocer también a la Olivia de 1998, cuanto tenía once años, cuando vivía con su madre y su hermana pequeña Lu, cuando dejó la isla que era su mundo para marcharse a una ciudad desconocida porque sus padres se divorcian, cuando tiene que acudir a un colegio ajeno, cuando tiene que convivir con un padrastro al que no soporta, para echar de menos a un padre, capitán de barco, que ha estado ausente la mayor parte del tiempo. Cuando le pregunté a Alejandra Parejo por qué eligió esos dos periodos en concreto me respondió que existían varios motivos (te remito a la entrevista). Yo encontré una conexión adicional que tiene que ver con la naturaleza femenina. En 1998, a Olivia le viene el periodo por primera vez. En 2018, se queda embarazada. Me dio por pensar que la autora pretendía establecer una unión entre dos momentos importantes del universo femenino, aquel en el que una niña pasa a convertirse en mujer, y aquel otro en el que, además de mujer, pasa a convertirse en madre, tras quedar embarazada. Eso me hizo pensar en el papel de la mujer, de este tiempo, de todos los tiempos, mujeres que -trabajadoras o no, independientes o no, felices o no-, comparten lo más íntimo de su naturaleza.
En Una familia normal, el yo interior y las relaciones personales son la base de un historia que navega entre temas como la maternidad no deseada, la independencia, la conciliación familiar, la desigualdad laboral entre mujeres y hombres o las relaciones familiares. Es una novela pegada a la realidad, contemporánea, de la calle, que nace de las reflexiones de las generaciones actuales, cuyas preocupaciones y miedos no se alejan tanto de las anteriores.
Olivia será la protagonista absoluta en una historia por la que también transitan otros nombres. Es un personaje bien definido y con el que es fácil identificarse. Basta con ser una mujer en la treintena, con aspiraciones profesionales, que lucha cada día por ese hueco laboral que se tiene que ganar con uñas y dientes, con una pareja a la que apenas ve, aunque tampoco es algo que le preocupe mucho. Olivia y Mario conforman un universo en el que cada uno tiene su propia galaxia, pues la relación entre ambos no funciona bien y encima compiten profesionalmente. Demasiados obstáculos al que se añade un embarazo que Olivia mantiene en secreto.
Por destacar algún personaje más podría hablar de Lu, la hermana pequeña. El contraste entre ambas salta a la vista desde las primeras páginas. Si Oli es más reservada, más introspectiva, racional y responsable, Lu es una joven alocada, despreocupada, visceral y divertida, que rara vez piensa en las consecuencias. Es el personaje que aporta un toque de suspense a la trama pues, en el pasado, le ocurrirá algo de lo que apenas tendremos información. Será el lector el que tendrá plena libertad para fabular e imaginar en qué incómodo suceso se ve envuelta.
De Una familia normal me gustan especialmente las conexiones que se establecen entre los personajes, analizar cómo se relaciona Olivia con sus familiares, con sus amigos, con su pareja,... De todo este entramado, destacaría la relación que Oli tiene con Carlota, la madre de Mario. He sentido una fuerte conexión entre estos dos personajes basada en el respeto, la confianza, las confesiones en silencio y el amor. Rompiendo el mito de que suegra y nuera no pueden llevarse bien, Parejo dibuja una unión mucho más profunda y poderosa que la que Oli mantiene con su propia madre. Y es que Olivia siente que su madre no la ha escuchado nunca, mucho más preocupada por atender a su pareja, ese padrastro que ella impone a sus hijas y que no es especialmente amable con las niñas. La madre de Olivia también es un personaje que evoluciona, que necesita su tiempo para entender que había errado el camino, asumiendo una relación tóxica, y que Olivia no entendía. Y sin embargo, ¿cometerá la hija los mismos errores que la madre?
También me ha gustado mucho el discurso de Olivia cuando es una niña. Creo que en este aspecto, la autora ha sabido dar a su personaje una voz que encaja perfectamente con la forma de pensar de las mentes infantiles, mucho más atentas a lo que les rodea de lo que pensamos, siempre sacando conclusiones erróneas, fruto de la poca información que los adultos suelen dar a los pequeños.
Escrito en primera persona, todo lo que sucede en 1998 está escrito en presente lo que otorga al texto mucha inmediatez. Me he encontrado un fraseo corto y un ritmo constante, con capítulos muy nostálgicos, cuando Oli recuerda su infancia, y otros especialmente angustiosos, muy bien narrados y muy visuales -tremenda la escena del avión-. Así que, Una familia normal ha sido una lectura que me ha gustado, en la que la información se va desmigando poco a poco, salpicada de interesantes referencias musicales, introspectiva y llena de reflexiones.
[Fuente: Imagen de la cubierta tomada de la web de la editorial]
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