Editorial: Libros del Asteroide.
Fecha publicación: abril, 2019.
Precio: 17,95 €
Género: Narrativa.
Nº Páginas: 240
Encuadernación: Tapa blanda con solapa.
ISBN: 9788417007751
[Disponible en eBook;
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Autora
Belén Rubiano (Sevilla, 1970) es librera en su ciudad natal. Ha cursado, entre otros, estudios erráticos e inconstantes de psicología, filosofía, cine y fotografía, y reconoce que su única constancia hasta la fecha ha sido la lectura.
Ha colaborado en radio y revistas especializadas como crítica y prescriptora literaria. Aunque la pregunta que más veces ha tenido que responder a lo largo de los años es "¿cuándo vas a publicar?", afirma que hasta ahora no tenía una historia que contar ni tiempo para escribir. Rialto, 11 es su primer libro.
Sinopsis
Un día de principios de otoño de 2002, la luz de una pequeña y recóndita librería de la plaza del Rialto de Sevilla se apagó, sin ruido ni apenas despedidas, definitivamente. Su fundadora había empezado a vender libros diez años antes en otras librerías, donde aprendió muchas cosas, además de su oficio. En la sucesión de vivencias que conforman estas deliciosas memoriales parciales, Rubiano comparte con los lectores la insobornable vocación que le llevó a establecerse como librería en una esquina del mapa. Y lo hace con humor y con cándida sinceridad, porque salvo la satisfacción de trabajar entre libros y lectores entendemos desde el principio que nada es como había soñado y que en el oficio no faltan tormentas, marejadas y amargas decepciones. Pero también hay, afortunadamente, momentos delirantes, impagables lecciones y grandes alegrías. Ante todo, la valía de estas páginas, que el lector recorrerá entre la carcajada libre y la más profunda empatía, reside en la vitalidad y el personalísimo estilo con el que Rubiano nos habla de su particular devoción por los libros y de cómo uno puede llegar a arriesgar cualquier seguridad por perseguir un sueño.
[Información tomada directamente del ejemplar]
¿Cómo no sentirme atraída por un libro que habla de las vivencias de una librera? ¿Cómo no asomarme a esa librería que un día nació con la mayor de las ilusiones y pereció lastimosamente?
Rialto, 11 ha sido un libro que ha volado alto. Desde que Libros del Asteroide anunció su publicación, fueron muchos pares de ojos los que nos fijamos en él. En su día, leí alguna reseña y la atracción aumentó considerablemente, así que, aprovechando ese descuento que siempre viene bien en las ferias del libro, lo adquirí durante la que tuvo lugar en Sevilla. Tras la compra lo coloqué en un lugar bien visible y desde entonces no ha dejado de rondarme. No he querido demorarlo más. Hace unas semanas dirigí mis pasos literarios hacia la plaza Padre Jerónimo de Córdoba, o como la llamamos aquí, la plaza del Rialto, para entrar en la bonita librería que un día Belén Rubiano abrió en aquel rincón sevillano.
La autora cuenta en Rialto, 11 sus andanzas como librera. En un capítulo introductorio, narrará su primer acercamiento a la literatura, su pasión por los libros desde que era bien pequeña, sus primeras lecturas que, si inicialmente recalaron en los títulos típicos infantiles o juveniles, muy pronto pasó a la literatura de adultos. A continuación, la novela se vertebra en dos partes. El primer bloque abarca los años que estuvo empleada en una cadena de librerías, expandida por toda Andalucía, y que sucumbió hace unos años. Allí tuvo que lidiar con la dueña de la cadena, una señora cuyo nombre no se menciona pero que, la mayoría de esos lectores que hacen ruta por Sevilla conocemos bien.
Pero Belén quería algo más. No le bastaba con trabajar para otra persona y soñaba con su propia librería y aprovechando un impasse en su vida, da el gran salto. Tras buscar un pequeño local, bien situado, nace Rialto, 11. En este bloque, la autora resumirá sus vivencias como empresaria. Las dificultades del inicio regadas con mucha ilusión, el trato con los proveedores o los clientes, y las rivalidades o rencillas soterradas que podrían surgir entre gente del gremio.
Rialto, 11 no es un libro del que deba desvelarte muchos detalles. Son abundantes, variadas y maravillosas las anécdotas que incluye, narradas con humor e ironía. Siendo un libro en el que se recoge el testimonio de la autora, se advierte muchísima implicación emocional. A los que nos gusta tanto leer y veneramos los libros como si fueran reliquias de santo, conectar con Belén Rubiano, en sus alegrías y sus penas, es sumamente fácil. ¿Quién de vosotros no ha soñado con tener una librería? Pero, debo confesar que, lo primero que me ha sorprendido de esta lectura es lo idealizado que tenemos el trabajo de librero. Envolvemos la profesión con un aura romántica que efectivamente tiene porque, acudir cada mañana a un templo lleno de miles de historias, pasear entre las estanterías, tomar una novela aquí y allá, hojearla, sentirse atraído y sucumbir, no es lo mismo que trabajar en un banco, por mucho que te gusten las matemáticas. En una librería, parece que toda esa sabiduría nos va a salpicar de algún modo pero nunca nos paramos a pensar que el trabajo de librero conlleva otras tareas menos bucólicas y más ingratas. Como todo trabajo, cada profesión tiene su cara y su cruz, y Belén Rubiano pone sobre la mesa el lado menos amable de la profesión, especialmente cuando estás a la orden de un empresario que te dicta a su antojo y maneja tu vida. Y es que acarrear cajas que pesan como muertos, colocar cientos de ejemplares en las estanterías o mantenerlos libres de polvo tiene poco de idílico. Todo ello, aderezado por el trato directo con la clientela que, hay que reconocerlo, todos nos ponemos un poquito puntillosos en algún momento cuando adoptamos el rol de cliente. Y por aquella librería pasó de todo, gente que compra libros por el color de las cubiertas, clientes que desnudan su vida y se sienten en la librería como en el gabinete psicológico, clientes-autores que intentan colocar su obra a base de calzador, clientes que buscan un título y salen con otro, quedando para siempre enganchados a la literatura victoriana. Hubo robos, proposiciones sexuales, tertulias, amistades férreas y frases inspiradoras que tenían a todo el barrio embelesado. En Rialto, 11 podía ocurrir cualquier cosa y de todas ellas Rubiano aprendió algo.
Con un puntito de suspense e intriga en algún capítulo, que no me esperaba bajo ningún concepto, y mucha emoción, Rialto, 11 ha sido una lectura maravillosa. Quizá al principio me costó un poco seguir el discurso narrativo pues, en algún pasaje concreto, lo notaba algo enrevesado pero no cabe duda que el relato terminó por cautivarme y llegué al desenlace pensando que qué pena más grande que no conociera aquella librería, que en el año 2000 se resistía a vender best-sellers y en su escaparate solo había literatura de la buena, qué pena que negocios como el de Belén Rubiano tuviera que cerrar, negándole a la ciudad ese rincón culto y coqueto que tanto bien le hacía.
En definitiva, Rialto, 11 es un caramelo que se deshace en la boca. Es un relato muy ameno, entretenido, divertido, emotivo, que te hará reír pero también tocará tu coranzocito porque Belén Rubiano ha puesto en esta novela todo su amor por los libros y por su librería.
No te la pierdas.
[Fuente: Imagen de la cubierta tomada de la web de la editorial]