Año: 1983
Nacionalidad: Española.
Director: Miguel Hermoso.
Reparto: Francisco Rabal, Arturo Fernández, Isabel Mestres, Vicky Lagos, Lola Flores, Rafael Díez, Antonio Gamero.
Género: Comedia.
Sinopsis: Cuando la mala suerte y un asunto de poca monta llevan a la cárcel a Gonzalo Millares, la sensación de vértigo y malestar es tan grande que pone su seguridad en manos de Ginés Giménez, un timador mujeriego y borrachín que, a cambio de un futuro mejor fuera de la cárcel, se presta a echarle una mano mientras dure su cautiverio. Ese es el trato.
[Fuente: Filmaffinity]
Hace unos días falleció Arturo Fernández, el chatín, el eterno seductor, el hijo de aquel ferroviario asturiano que llegó a Madrid con el deseo de convertirse en actor. A mí siempre me pareció alguien inmortal, que envejecía sí, que el paso del tiempo dejaba su indeleble huella en las arrugas de su rostro, en su cabello encanecido pero jamás en su porte, en su elegancia, en su educación. Arturo Fernández fue el perfecto gentleman, el dandy por excelencia que deja huérfano el teatro a la edad de 90 años. En homenaje a su figura y trayectoria, la 2 de TVE emitió un documental que te recomiendo ver, una entrevista realizada en Sevilla no hará mucho tiempo en el que hace repaso de su vida, de sus años de infancia y juventud, de sus problemas para hacerse hueco en el teatro, especialmente siendo hijo de anarquista, un estigma que lo ha perseguido desde siempre y que incluso, en los tiempos actuales, tanto aquello como su ideología política le cerró ciertas puertas.
Con motivo de su fallecimiento he querido hablaros de Truhanes. No había visto jamás esta película, dirigida en 1983 por Miguel Hermoso y de la que posteriormente, diez años después, se hizo una serie de televisión con veintiséis capítulos. Ni una ni otra alcanzan una nota significativa por público y crítica. En mi caso, diré que Truhanes no ha sido lo que esperaba aunque ni Paco Rabal ni Arturo Fernández me han decepcionado con sus papeles e interpretaciones.
La película narra la vida de dos buscavidas. Gonzalo Miralles (Arturo Fernández) es un estafador, un hombre de paja que actúa de intermediario en los diversos trapicheos que le proponen a cambio de una comisión. Siempre de punta en blanco y con un exquisito sentido de la elegancia, Gonzalo es trincado, acusado y encarcelado por tráfico de divisas. Directo al talego y allí se encuentra como gallina en corral ajeno. Él que siempre se ha codeado con lo mejor, que se ha movido en los círculos más selectos, acompañado de hermosas mujeres ve amenazada su existencia por un quinqui que le hace la vida imposible hasta que surge Ginés Gimenez, alias el Pureta, un carterista veterano en condenas al que todo el mundo respeta. Ambos se caen bien, conectan inmediatamente y llegar a un acuerdo. Ginés protegerá a Gonzalo de la morralla carcelaria mientras que Miralles le buscará una empleo a su socio en cuanto ambos pongan los pies en la calle. Pero la palabra dentro de la cárcel es papel mojado en la calle. Cuando Gonzalo consigue la condicional se olvida de Ginés, al menos lo intenta. Aunque no lo conseguirá.
Truhanes no ha sido lo que esperaba porque no me parece que tenga un guion lo suficientemente solvente como para enganchar al espectador. Me ha parecido una historia sencilla, con una introducción que supera en profundidad al nudo y al desenlace. Siendo una comedia, esperaba que me hiciera reír y sí que es cierto que algunos diálogos me arrancaron una sonrisa pero fue de poca monta. Otra cosa muy distinta, son los personajes. Creo que ahí radica lo más sobresaliente de la película. Paco Rabal ejerce de pendenciero, mujeriego, embaucador, bravucón y lo hace de maravilla. Recuerdo haber escuchado a Asunción Balaguer, una señora y una pedazo de actriz donde las haya, hablar Rabal un tiempo después de su fallecimiento. No voy a recuperar aquí sus palabras pero búsquenlo si pueden porque describe las sombras de su marido con un amor inconcebible.
De Arturo Fernández solo puedo decir que siento enormemente haberme perdido alguna de sus obras de teatro pero que perdurará para siempre su carismática personalidad. Su papel de Gonzalo es brillante, luminoso a pesar de la sordidez de la trena, de los desplantes que le hacen al volver a la vida activa, de la soledad que encuentra incluso en esas amantes a las que creía incondicionales. Pero Gonzalo no se da cuenta que ya no está solo, que ese tropiezo que ha tenido y que lo ha llevado a la cárcel en realidad lo ha salvado porque, aunque él no lo sepa, ya tiene un amigo inseparable. Ginés, a pesar de ser como es, a pesar de ir metiendo la pata a cada paso que da, tiene buen fondo para con Gonzalo. Es su amigo, su socio, su colega y nunca lo dejará solo. La amistad entre bribones también es posible porque en realidad, uno no es tan distinto al otro.
Con respecto al resto del reparto, Lola Flores tiene una secuencia corta interpretando a Natividad, hermana de Ginés. El brío que siempre tuvo otorga mucha agilidad a la escena. Pero aún hay un secundario que me ha gustado más, Emilio Fornet en el papel de Cueco, otro preso más que intenta meter baza en cualquier conversación y tumulto.
En definitiva, Truhanes es una comedía de soñadores, de picaros, de caraduras, de descarados y sinvergüenzas, con algún coletazo de la época del destape que, si bien no cuenta una historia con gran sustancia, sí tiene al frente a dos grandes del cine español que dejaron el listón muy alto.
¡Hasta siempre, chatín!
Tráiler:
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A Arturo Fernández me lo crucé algunas veces por la calle, y mira, era tal cual lo veías en la tele y tenía el mismo aire y porte. Y siempre amable si alguien le saludaba. Pero como actor lo cierto es que no hacía el tipo de películas que me gustan ni series. Y el teatro no es lo mío. Si te hubiera gustado más, le hubiera hecho "el homenaje" pero me llevo solo el documental.
ResponderEliminarBesos
Me encantó!! que dos actorazos, me gusta tanto en teatro como en televisión, wooooow 🤩🤩🤩
ResponderEliminarBesitos 💋💋💋
Qué pena cuando me enteré el otro día. Como bien dices, todo un señor y un caballero, amable con la gente y muy simpático. No hace mucho (hará 4 o 5 meses) me lo crucé por Puerta Jerez, y la verdad, no aparentaba la edad que tenía. Quién llegara así a los 90. Mi padre de hecho fue a una obra de teatro suya la última vez que estuvo aquí en Sevilla.
ResponderEliminarRecuerdo esta película, la vi hace muchos años. Hacía una simpática pareja junto a Paco Rabal.
Un beso, feliz finde ;)