Editorial: Literatura Random House.
Fecha publicación: febrero, 2019.
Precio: 18,00 €
Género: Narrativa.
Nº Páginas: 224
Encuadernación: Tapa blanda con solapa.
ISBN: 9788439734970
[Disponible en eBook;
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Autora
Nuria Labari (Santander, 1979) es escritora y periodista. Estudió Ciencias Políticas en la Universidad del País Vasco y Relaciones Internacionales en el Instituto Ortega y Gasset. Colaboró con los portales digitales de El Mundo y Telecinco, medio en el que fue redactora jefe. Escribió el libro de cuentos Los borrachos de mi vida (Lengua de Trapo, 2009), ganador del VII Premio de Narrativa de Caja Madrid. También apareció en la selección de relatos Pequeñas resistencias 5: Antología del nuevo cuento español (Páginas de Espuma, 2010), editado por Andrés Neuman. En 2016 publicó su primera novela, Cosas que brillan cuando están rotas (Círculo de Tiza).
Sinopsis
La protagonista de esta novela tiene treinta y cinco años y es estéril cuando la Idea de ser madre se le mete en el cuerpo "como si fuera un cáncer". Cinco años y dos hijas después cree haberlo ganado y perdido todo. Es entonces cuando decide escribir una historia a vida o muerte, un duelo entre la escritora que fue y la madre en que se ha convertido. Si gana la madre, el libro será un diario sobre su maternidad y una parte de la escritora morirá en el intento. si gana la escritora, la ficción le arrebatará su propia historia al elevar su maternidad a lo universal. En ese caso, será la escritora quien fulmine a la madre.
El resultado es un relato donde convergen la ficción, la autobiografía y el ensayo; una novela ambivalente donde humor, amor y horror se convierten en hilos de la misma trenza. La protagonista examina el mito (pero también el timo) de la maternidad, como un cadáver al que disecciona en directo ante el estupor del lector. Una invitación abierta a todos los hombres y mujeres que se atrevan a entrar en la mente y el cuerpo de una madre.
[Información tomada directamente del ejemplar]
Así suena La mejor madre del mundo:
[Lectura de las páginas 14 a 17;
música: 'A quiet thought' - Biblioteca audio Youtube]
Sobre la maternidad se ha hablado largo y tendido pero es una de esas fuentes inagotables de las que se puede seguir hablando y escribiendo sine die. Páginas y páginas se han llenado con experiencias, emociones, sensaciones, vivencias,... Todo un universo gira alrededor de la maternidad, una cuestión que a mí, particularmente, siempre me ha parecido excesivamente idealizada. Muchos sabéis que no soy madre por decisión propia y mi posición me ha permitido observar la maternidad bajo un prisma distinto. No voy a cuestionar lo maravilloso que es para muchas mujeres llegar a ser madre porque sería pisotear un deseo que, en según qué circunstancias, produce mucho dolor y frustración, pero sí voy a carcajearme de esa absurda idea que pulula por algunos núcleos sociales según la cual una mujer sin hijos no es una mujer o es una mujer a medias. Yo me miro al espejo cada día y veo cómo una mujer independiente, que se ha labrado un camino ella solita, que tiene ilusiones y sueños, y que además forja proyectos de futuro me mira con una sonrisa socarrona desde el otro lado. Y es que estoy cansada de tanta tontería. Hubo un tiempo en el que me vi sometida a un tercer grado, acribillada a preguntas sobre mi no-deseo de ser madre y soportando miradas de incredulidad. Por suerte, eso ya pasó y ahora me encanta hablar con mis amigas madres que me cuentan, sin monopolizar la conversación, pero con sinceridad y realismo, lo que supone ser madre. Y es que, como se dice en esta novela, 'Mito y timo se escriben con las mismas letras'.
Decía Nuria Labari, en la entrevista que le hicimos a su paso por Sevilla (puedes leerla aquí), que esta novela es justo el libro que a ella le hubiera gustado leer sobre la maternidad. Todos estaremos de acuerdo en que existen infinidad de libros que abordan la susodicha cuestión, especialmente desde la perspectiva anatómica, biológica y ginecológica,... pero no como un viaje intelectual, como le gusta llamarlo a Labari. Por eso, esta periodista nacida en el País Vasco, decidió sentarse a escribir de lo que sabía, pues parte de lo contenido en estas páginas procede de su propia experiencia, tanto la alegría como el dolor, y lo hace despojando el asunto de todo lo innecesario.
La mejor madre del mundo se inicia con la protagonista y narradora, de la que jamás sabremos su nombre, conversando con su madre. Está a punto de someterse a un análisis de sangre, prueba médica necesaria para emprender el camino hacia una maternidad que se le resiste. Es estéril y debe acudir a técnicas de fecundación in vitro. Desde este punto A, que se inició mucho tiempo atrás, justo en el mismo momento en el que la Idea de ser madre (atención a la mayúscula) se le metió en el cuerpo 'como un cáncer' hasta el punto B, que será cuando consiga dar a la luz a su segunda hija, el lector acompañará a la protagonista en las muchas dificultades con las que se topará, se asomará a los cambios que se producen en su vida, y asistirá como testigo al análisis de cada situación con ojo crítico, con veracidad, con sinceridad. Habrá momentos de escozor combinados con otros de inmensa alegría porque en este libro cabe todo, lo gris y lo luminoso, la lágrima y la sonrisa.
El camino emprendido por la protagonista nos conduce irremediablemente a un buen puñado de reflexiones que nos afectan a todos por igual, seas mujer u hombre, seas madre o no. Será un rosario de cavilaciones que comienza exponiendo el encorsetamiento temporal de la maternidad. Todo tiene cita y hora en la agenda de la contemporaneidad, incluido la concepción y el alumbramiento de los hijos. Nuestras madres fueron madres sin una programación exhaustiva y previa pero hoy, la mujer que quiere ser madre debe marcar en la agenda de un año venidero no muy lejano, el momento más idóneo para concebir, parir y criar, teniendo en cuenta variables como la existencia o no de un trabajo, la esclavitud a la que dicho trabajo te somete, el sostenimiento económico familiar, la relación con tu cónyuge en caso de que exista, tu edad, y casi me faltaría por decir el color de la ideología política que nos gobierna.
Más allá de la experiencia de la concepción y la crianza de los hijos, lo más interesante de esta novela, que no es testimonial al cien por cien pues Labari confiesa que las vivencias de la protagonista exceden los límites de su propia existencia, son todos los pensamientos que van desfilando por la mente de la protagonista, como el que acabo de exponer. Le tocará el turno también a la universalidad masculina frente a la individualidad femenina, lo diferente que es la maternidad para una madre y para un padre. Vale que a él le toca la parte de la paternidad pero ¿quién ha dicho que un padre no puede ser madre también? De hecho, muchos lo son y sin embargo, las cosas no terminan de equipararse. Además, me hablaba Nuria Labari en la entrevista sobre la carga mental que soporta una mujer, una mochila pesada que se une a las restantes que soporta a sus espaldas. Y tiene toda la razón porque, esa carga mental que toda mujer soporta aunque no sea madre, nos la meten entre pecho y espalda en el primer amamantamiento. Pero ojo, que este punto puede llevar a equívoco y no quisiera que La mejor madre del mundo se catalogue de forma errónea. Que sea un libro escrito por una mujer, que la protagonista sea una mujer, que se hable de la maternidad y del papel del hombre y la mujer a la hora de criar a los hijos no tiene que ver con otras temáticas. Todo lo que Labari recoge en este libro son verdades incuestionables incluida esa relación de amor y sacrificio que surge en el momento en que tu hijo abre los ojos por primera vez.
Y mientras la protagonista consigue quedar embarazada, gestar y parir su primera hija, seguirán las reflexiones. A mí me ha encantado todo lo que tiene que ver con la hipocresía alrededor de la maternidad, toda esa felicidad desbordante tras el paritorio, el resplandor en el rostro, la realización personal, el supuesto cambio de identidad,... ¿pero es que te conviertes en otra persona? Recuerdo a una madre de mi familia decir con los ojos inyectados en sangre 'Por esto no vuelvo a pasar más', después de nacer su primer hijo. Luego no fue así y tuvo un segundo, como le pasa a la protagonista de este libro porque el amor que sintió por su primera hija era tan desbordante que sentía la necesidad de volcarlo en un segundo ser humano. Pero también reconoce que ella y su pareja eran muy felices antes de nacer el primer hijo como pueden serlo esas otras que deciden no tenerlos. Por otra parte, también me ha gustado leer, rompiendo mitos, sobre el parto natural (¡adiós a la ciencia y a la epidural!) o sobre la descabellada idea de parir en casa de motu propio. Cada cual es libre de hacer lo que quiera pero diversos asuntos están imbuidos de una magia que no consigo ver. En cualquier caso, y gestes como gestes y paras como paras, siempre voy a considerar unas valientes a esas mujeres que trabajan todo el día, tienen pareja, una casa, y encima crían hijos. A mí me parecéis unas superwoman que tenéis que hacer grandes sacrificios y con el amor por delante, que estáis sometidas al dictamen de vuestros hijos dejando de pensar en vosotras mismas, pero quiero mujeres reales que me cuenten lo maravilloso que es que tu hijo te mire y te sonría, pero también lo malo, lo que afecta en la relación de pareja el tener hijos, las chispas que saltan cuando él y ella no se ponen de acuerdo mientras el niño llora, lo difícil que es llevarlo todo hacia delante y lo estresante que es. Todo esto, lo bueno y lo malo, lo podemos encontrar este libro.
Y estamos también ante una novela en la que la palabra 'muerte' asoma con frecuencia. Y es que, si hablamos de concebir hijos, de dar a luz y por tanto de dar vida, también hay que hablar de muerte porque Vida y Muerte forman una pareja que siempre salen a bailar juntas. Llegados a este punto tengo que hacer tres confesiones. La primera, que con los primeros capítulos de la novela no terminaba de conectar con la protagonista. Había algo en el inicio de la historia que me impedía hacerme al relato. La segunda, que con cada reflexión me fue ganando más y más hasta el punto de no querer abandonar la lectura. La tercera, que he llorado como una Magdalena. Y es que, cada semana cojo un autobús que me lleva a un destino concreto. El autobús, que tarda una hora en realizar el trayecto, pasa por un pueblo que cuenta con un cementerio pequeñito, rodeado de olivos y bastante integrado en la localidad. En ese cementerio hay ocho parejas de cipreses. Justo al lado de la primera pareja está la tumba en la que está enterrada de mi madre. Cada vez que cojo ese autobús llevo un libro conmigo y solo levanto la vista de las páginas para mirar esos cipreses y pronunciar unas palabras. Y aquel día, en el camino de ida, justo en ese punto y con La mejor madre del mundo en mis manos, leí 'Y desde aquí me doy cuenta de que, cuando ella muera, me dejará esa clase de ausencia que solo es capaz de dejar la muerte de una madre'. Me estremecí. Pero lo más emotivo estaba por venir. A la vuelta, ya de noche, a oscuras en el interior del autobús e invadida por el deseo de seguir leyendo este libro, encendí la linterna de mi móvil y me interné en la lectura del capítulo titulado 'Violentamente'. Se abrieron las compuertas de mi corazón y comencé a llorar sin consuelo. Aquello fue como el derechazo de un boxeador. Por suerte, el autobús seguía a oscuras, yo iba sentada en los últimos asientos y era la única pasajera. Esto es lo que yo busco en un buen libro, una historia que me haga pensar que no estoy sola, que me acompañe en mi alegría y en mi tristeza, que me haga rememorar el momento y volver a sentir la dicha o el dolor. Esto lo ha conseguido La mejor madre del mundo, ha logrado que haga mías las alegrías de la protagonista pero también las penas que transitan por estas páginas, y por eso jamás olvidaré esta lectura.
Pero no quiero que os quedéis solo con este episodio porque antes os hablaba de reflexiones intensas y potentes pero también hay referencias a lecturas muy interesantes que la protagonista menciona al hilo de lo narrado en esta novela. Incluso podría decir que tiene su momento cómico - paranormal cuando la narradora, en su paranoia materno-filial, llega incluso a conversar con Lucy, la Madre de la humanidad. Y es que, en La mejor madre del mundo también hay humor. Lo decía antes, es un libro en el que cabe todo, como en la propia vida.
Con respecto a los personajes, os decía al principio que desconoceremos en todo momento el nombre de la protagonista pero, a su vez, los personajes no tendrán un nombre propio. La madre de la narradora será MiMadre, su compañero será Hombre y los hijos de ambos H1 y H2. Me llamó muchísimo la atención esta nomenclatura pero la explicación que me dio Nuria Labari, el porqué optó a designarlos de este modo, es de pura lógica. Decía así: '... el protagonista de esta novela se llama 'Hombre'. Lo puse así porque, aun con los hijos, hombre sigue siendo hombre. Pero ella, es madre y la madre de la protagonista es MiMadre. Mucha gente me ha preguntado que por qué no le he puesto nombre a los protagonistas y siempre respondo que las MiMadre no tienen nombre. Todas se llaman MiMadre. Tú le dices a alguien 'mi madre' y la otra persona enseguida se imagina a un personaje hecho y derecho en la cabeza...'
Con respecto a los personajes, os decía al principio que desconoceremos en todo momento el nombre de la protagonista pero, a su vez, los personajes no tendrán un nombre propio. La madre de la narradora será MiMadre, su compañero será Hombre y los hijos de ambos H1 y H2. Me llamó muchísimo la atención esta nomenclatura pero la explicación que me dio Nuria Labari, el porqué optó a designarlos de este modo, es de pura lógica. Decía así: '... el protagonista de esta novela se llama 'Hombre'. Lo puse así porque, aun con los hijos, hombre sigue siendo hombre. Pero ella, es madre y la madre de la protagonista es MiMadre. Mucha gente me ha preguntado que por qué no le he puesto nombre a los protagonistas y siempre respondo que las MiMadre no tienen nombre. Todas se llaman MiMadre. Tú le dices a alguien 'mi madre' y la otra persona enseguida se imagina a un personaje hecho y derecho en la cabeza...'
A mí me parece que La mejor madre del mundo es un ejercicio de valentía en el que la protagonista se abre en canal y libera todo lo que tiene dentro con un estilo directo y punzante. Una novela llena de vida y experiencia, de sinceridad y auto-análisis, con algunos datos sumamente interesantes, en el que muchas mujeres, madres o no, podrán verse reflejadas y en el que los hombres encontrarán la verdad de las dudas, incertidumbres y miedos de sus parejas. Por algo, La mejor madre del mundo está dedicado al corazón femenino de todos los hombres.
[Fuente: Imagen de la cubierta tomada de la web de la editorial]
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Me gustan algunas cosas que cuentas, le echaré un ojo en la librería y decidiré
ResponderEliminarBesos
No está nada mal lo que cuentas, hay alguna cosilla que no me atrae mucho pero la historia en general suena bien 😉
ResponderEliminarBesitos cielo 💋💋💋
Hola Marisa, el libro lo dejo pasar.
ResponderEliminarPero lo que no dejo pasar es el siguiente comentario: Ole tu!
Ole tu y tu valentía de ser capaz de decir lo que piensa y no sentirse juzgada, y la vida que te has labrado tú solita!
Un besazo
Buenaas!
ResponderEliminarMe parece un libro super interesante, además de un tema bastante tabú para muchas mujeres que tienen miedo a sincerarse.
<3
Pues este lo dejo pasar porque es un tema que la verdad es que no me atrae y sobre el que no suelo leer. Es un tema que me agota porque hay tanto y está tan presente... Y es que pienso como tú, todavía hay mucha gente que no entiende que una mujer no quiera ser madre, y en general la sensación es de que una mujer sin hijos vale menos, y lo que más rabia me da es que haya precisamente mujeres que también tengan esa actitud con las demás. Y no sigo porque me endemonio y por eso tampoco leo sobre el tema.
ResponderEliminarBesos
La entrevista que le hiciste hizo que me picara la curiosidad por este libro, pero aún no tengo claro si podría disfrutar o no esta historia. Ya veremos.
ResponderEliminarBesos.
¡Hola! Nos parece genial que se cuenten las cosas sin idealizarlas, más aún con este tema que da para hablar largo y tendido... Es interesante, quizás más adelante nos animemos.
ResponderEliminarUn beso
Creo que lo dejo pasar de momento, no me convence del todo.
ResponderEliminarBesos
Tras leerte me has dejado con mucha curiosidad, espero leerla más adelante creo que la disfrutaría.
ResponderEliminarUn besito
De momento lo dejo pasar. Buena reseña
ResponderEliminarUn beso
Pilar Santamaria
El otro día me picaste la curiosidad con la entrevista y hoy me sucede lo mismo con tu reseña. Y el tema de la maternidad no me llama especialmente, porque no lo he vivido...pero esta historia me parece de lo más interesante. Así que tomo noto de tu recomendación.
ResponderEliminarQué bonita y triste tu anécdota, las casualidades no existen.
Besitos
No tiene mala pinta pero tampoco me atrae suficiente como para ir a buscarlo ahora mismo. Lo leería si se me cruzase.
ResponderEliminarCreo que este lo voy a dejar pasar, la verdad es que los libros que giran exclsicamente sobre la maternidad no me llaman nada. Y sí, en pleno siglo XXI se sigue juzgando a las mujeres que no quieren tener hijos. De raras y egoístas para arriba... Como si lo de ser madre no fuese una opción personal, sino una obligación social. Sin comentarios.
ResponderEliminar¡Besote!
En esta ocasión no es que me llame la temática así que lo voy a dejar pasar.
ResponderEliminarBesos