Editorial: La Calle.
Fecha publicación: septiembre, 2017.
Precio: 9,49 €
Género: Infantil e ilustrado.
Nº Páginas: 68
Encuadernación: Tapa blanda.
ISBN: 9788416164684
Fecha publicación: septiembre, 2017.
Precio: 9,49 €
Género: Infantil e ilustrado.
Nº Páginas: 68
Encuadernación: Tapa blanda.
ISBN: 9788416164684
Autoras
La vida profesional de Mari Carmen Fernández está ligada a los números, pero su afición por la lectura siempre ha estado ahí. Al nacer sus hijos, descubrió el actual mundo de la literatura infantil, que la cautivó. Sus ganas de escribir volvieron a aparecer. Sabía que también podía poner su granito de arena para que los niños se sumergieran en el maravilloso mundo de la lectura, a través de historias con las que ellos se pudieran identificar de una u otra manear, y se puso manos a la obra.
Poco a poco, en su cabeza comenzaron a aparecer personajes. Cada uno tenía algo que aportar a este bonito proyecto que emprendía y, día tras día, les fue dando vida. Así fue como nació su primer libro de cuentos titulado Alas, Paraguas y pócimas mágicas. Tras él llegaron ¡Tú no eres mi amigo! y ¿Quién dijo miedo?, y ahora Clara, mami y mamá.
Además de escribir cuentos para niños, colabora con el periódico digital El Grifo Información y es miembro del Circuito Literario "Letras Minúsculas. Letras Jóvenes" del Centro Andaluz de las Letras de la Junta de Andalucía, y miembro fundadora del club literario "El Tintero" de Carmona (Sevilla)
Nacida en la localidad de Camas (Sevilla), a Ángela Berro siempre le interesó desde pequeña el dibujo y la animación, aunque decidió estudiar Comunicación Audiovisual en la Universidad de Sevilla para ver cómo funcionaba el mundo del cine. Una vez acabada la carrera, se trasladó a Málaga para cursar un máster de Ilustración y Animación.
Actualmente está centrada en la ilustración infantil y reside en Antequera, donde ha publicado dos cuentos: Caquita en la casa del dragón (en colaboración con otras dos ilustradoras) y Annie y los cuatro vientos.
Sinopsis
Clara va a empezar el curso en un nuevo colegio, ya que sus madres trabajan cerca de este. El primer día unas compañeras la llaman mentirosa, porque les ha dicho que tiene dos mamás. Clara se va llorando a la biblioteca donde conoce a Rafa, un niño que tiene dos padres, y cuyos compañeros tampoco se lo creen.
Tanto a Clara como a Rafa no les gusta la situación. Por ello, idean un plan para intercambiarse a sus padres, con el objetivo de que ambos tengan un padre y una madre. ¿Lo conseguirán?
[Información tomada directamente del ejemplar]
Hoy traigo un cuento infantil y lo hago por varias razones. En primer lugar porque se acercan las vacaciones de Semana Santa y muchos padres tendréis a vuestros hijos en casa, ¿qué mejor manera que compartir un rato con ellos que leyendo un libro? Y en segundo lugar, porque este no es un cuento cualquiera, es un cuento muy especial. Para empezar os diré que Clara, mami y mamá está editado por la editorial La Calle, la primera editorial andaluza cuyas publicaciones tienen un carácter LGTBI, así que, con el título del cuento y este dato adicional, os podéis hacer una idea del contenido de esta historia. Os cuento.
Clara es una niña de seis años que vive con dos mujeres, mamá y mami, y dos mascotas, un perro llamado Momo y un gato llamado Popeye. Es una niña muy feliz y recibe mucho amor. Recientemente se han mudado de casa y Clara comienza a ir a un colegio nuevo. El primer día de clase será especialmente duro pues, en el momento en el que el resto de niños saben que Clara tiene dos mamás, se burlarán de ella, la llamarán mentirosa y le harán el vacío. Clara lo pasa realmente mal. Nunca pensó que los demás no comprendieran algo que para ella es lo más natural, así que se disgusta muchísimo hasta el punto de no querer ir al colegio. Por suerte conocerá a Rafa, un niño 'con la piel color de chocolate' que también tiene el mismo problema que Clara solo que él tiene dos papás. Los dos niños se hacen muy amigos y para solventar el problema que tienen idearán un plan que al final, no tendrán que poner en práctica. Como no puede ser de otro modo, este cuento tendrá un final feliz.
Historias como la que narra Clara, mami y mamá se hacen absolutamente necesarias en estos tiempos que corren. Anoche mismo, cenando con unos amigos, salió a debate la cuestión de la homosexualidad. Cada uno de los presentes contamos anécdotas y situaciones que hemos vivido, sin llegar a entender cómo es posible que a día de hoy siga existiendo intolerancia. Somos una sociedad plural en la que cada uno tiene su raza, su ideología, su religión y por supuesto su identidad sexual y resulta del todo necesario que las nuevas generaciones se forjen en esta disparidad tan maravillosa, por eso es fundamental que ampliemos la mente de los pequeños, le hagamos ver con total naturalidad el amor que puede unir a dos personas aunque sean del mismo sexo. Eso si nos centramos únicamente en la cuestión sexual porque lo mismo sería de aplicación para las etnias o las creencias religiosas. Así que, este cuento de Mª Carmen Fernández tiene un objetivo crucial que no es otro que mostrar a los niños, través de Clara y Rafa, cómo se puede ser feliz teniendo dos mamás o dos papás, que el modelo tradicional de familia ha evolucionado y que se puede romper el molde sin ningún tipo de prejuicio ni vergüenza. Claro que, para todo esto, primero deben de cambiar su forma de pensar muchos adultos porque el problema no lo tienen los niños, ellos son lienzos en blanco, sino la sociedad en la que viven, y lo que es peor, el entorno familiar que muchas veces ensucia la mente de los pequeños.
Por otra parte, y esto es algo que como adulta me resulta muy interesante, el texto, que además nos conduce a un par de lecciones más relacionadas con los hábitos alimenticios y el aseo personal, nos muestra la posición de los padres o las madres cuando sus hijos son ofendidos por los compañeros del colegio. Si para un niño es difícil, no me quiero ni imaginar lo que debe suponer para unos padres o unas madres ver cómo a su hijo lo humillan y lo condenan al ostracismo. Manejar esa situación no deber ser fácil y los padres de Rafa y las madres de Clara lo harán estupendamente.
Todos los personajes, especialmente los niños, me han parecido muy entrañables. En algún momento, tanto Clara como Rafa me han conmovido. Son dos pequeños que intentan solventar un problema y que, en su inocencia, pretenden parecerse a los demás, ser como sus compañeros de clase, y tener una familia que siga el mismo patrón que la de sus amigos. Esta reacción es lógica. Ellos quieren formar parte de una comunidad, no les gusta ser rechazados y sentirse excluidos y de ahí su propósito. La historia les hará ver lo equivocados que estaban.
Todos los personajes, especialmente los niños, me han parecido muy entrañables. En algún momento, tanto Clara como Rafa me han conmovido. Son dos pequeños que intentan solventar un problema y que, en su inocencia, pretenden parecerse a los demás, ser como sus compañeros de clase, y tener una familia que siga el mismo patrón que la de sus amigos. Esta reacción es lógica. Ellos quieren formar parte de una comunidad, no les gusta ser rechazados y sentirse excluidos y de ahí su propósito. La historia les hará ver lo equivocados que estaban.
Con un total de seis capítulos cortos y titulados, existe un equilibrio bastante agradable entre narración y diálogo. Y en este punto tengo que hacer un inciso y haceros una aclaración. Desde mi punto de vista de adulto, detecté algo en los diálogos que no me cuadraba. En algún momento Clara se expresa con demasiada madurez para ser una niña de seis años y eso me resultó llamativo. Por otra parte, hay una escena en la que Rafa y Clara se intercambian los teléfonos. También me pareció una interactuación más propia de niños de mayor edad. Pero, como yo no soy madre y me relaciono muy poco con el mundo infantil, quise preguntar a quién sí tiene niños pequeños. Me dirigí a mi compañera de trabajo, madre de un pequeño de cinco años y le mostré el texto. Ella me confirmó que había veces que los niños pueden llegar a sorprendernos con su forma de expresarse, que son como esponjas que todo lo absorben y copian expresiones que saben usar a la perfección. Por supuesto me aseguró que esto no le ocurre a todos los niños y que ella había detectado que las niñas eran, en este sentido, más resueltas que los niños. Y con respecto al intercambio de teléfonos, me comentó que, si bien no es muy normal que los niños de seis años se den los números de teléfono uno a otro, sí es una práctica más habitual en estos días que, desde muy pequeños, se les enseñe a memorizar el número para que lo puedan facilitar a un adulto en caso de pérdida. Me pareció suficiente. Supongo que ella sabe más de estas cosas que yo y vosotros, padres y madres que asoméis por aquí, también podéis aportar vuestra opinión al respecto. Si menciono todo esto es porque siempre intento ser fiel a mis impresiones a la hora de leer cualquier libro pero, teniendo en cuenta el objetivo final del cuento, creo que esta es una cuestión de índole menor. Aquí lo que verdaderamente importa es lo que la historia de Clara y Rafa quiere transmitir a los niños y sobre eso no hay nada que objetar.
Por supuesto, el cuento se completa con ilustraciones, que en este caso corren a cargo de Ángela Berro. Me han parecido muy alegres y coloridas. Cada lámina es muy coherente con el texto que acompaña y los personajes están dibujados con rostro muy expresivo, mostrando una imagen muy actual, jovial y desenfadada. Berro cuida el detalle sin excederse, lo justo para crear una imagen de lo que acontece en la historia.
Dicho lo cual, creo que Clara, mami y mamá es un cuento que todo niño y niña debería oír y/o leer. Pongamos al alcance de las manos de los más pequeños la tolerancia, la comprensión, la empatía y el respeto para construir un mundo mejor.
Hablaremos con la autora en los próximos días y seguro que nos cuenta cosas interesantes del cuento. Y no quiero cerrar la reseña sin remitiros a la web de la editorial, que cuenta con unos títulos muy apetecibles.
Un cuento muy educativo e interesante para que tanto niños como adultos se familiaricen con estas uniones. Todos son iguales y no tiene que importar la raza, sexo o si tienen padres o madres. Hay que enseñarles de pequeños a verlo una situación normal, el problema viene cuando los padres no lo entienden y meten esas malas ideas en la cabeza de los pequeños.
ResponderEliminarBesos
Por favor, ideal de la muerte, me lo llevo 😉
ResponderEliminarBesitos cielo 💋💋💋
Estas novelas se me hacen dolorosas, como has dicho, me pongo en la piel de los padres y de los niños y ya sufro. No me quiero ni imaginar lo que debe ser.
ResponderEliminarAhora, que para mi sean dolorosas y me hagan salir completamente por eso de mi zona de confort, no implica que no piense que son necesarias. Bravo por la editorial y bravo por las autoras.
Un beso
Hola Marisa!! Adoro los libros de literatura infantil que publican en estos tiempo, así que apuntadísimo queda. ¡Estupenda reseña y gracias por el descrubrimiento! Besos!!
ResponderEliminarPues sí, un cuento que todo niño o niña debería leer, sin duda. Me lo apunto para regalar. Y gran labor la de esta editorial andaluza. Espero que tenga muchísima suerte con este tipo de proyectos.
ResponderEliminarBesotes!!!
No suelo leer cuentos infantiles pero sí que tengo curiosidad por ver cómo lo plantean. No es fácil, ser diferente o pertenecer a una minoría es duro porque falta mucho para romper prejuicios. Si lo veo por ahí le echaré un ojo aunque no le haga reseña.
ResponderEliminarAbrazo
Buenaas!
ResponderEliminarNo lo conocía pero me ha gustado saber más de él ^^
Gracias por la reseña <3
Muy interesante , este libro es un ejemplo de la importancia de introducir en la lectura a los más pequeños para que vayan viendo situaciones como normales en la vida que van empezando a encontrarse.
ResponderEliminarHola, me interesa mucho su libro. Como lo puedo adquirir soy de Puerto Rico.
ResponderEliminarPor AMAZON. Pincha en el enlace que dejo al final de la reseña. Un saludo.
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