Nacionalidad: Española.
Director: Xavier Bermúdez.
Reparto: Marta Larralde, Guillem Jiménez, Gary Piquer, Jaime Vázquez, Mighello Blanco, Rebeca Montero, Nerea Barros, Laura Ponte.
Género: Drama.
Sinopsis: León y Olvido son hermanos mellizos y huérfanos. León tiene el síndrome de Down. Olvido, cuyas relaciones sentimentales no van nada bien, ha tenido que dejar sus estudios y ponerse a trabajar. León pretende acaparar las atenciones de su hermana. Los sentimientos que les unen y enfrenta son muy intensos por ambas partes hasta que un día aparece en sus vidas Damián.
[Fuente: Filmaffinity]
El pasado sábado, la película Campeones se alzó con el premio a Mejor Película en la 33ª edición de los Premios Goya, un largometraje que me gustó mucho pero del que no esperaba que se llevara el premio gordo. De todos modos, me alegro una barbaridad. No obstante, no fue el único premio que se llevó el último trabajo de Fesser. El actor Jesús Vidal, con un 10% de visión (y un 100% de talento proclamó alguien en Twitter) incendió las redes al subir al escenario para recoger su premio como Mejor Actor Revelación, con un discurso sobre la inclusión, diversidad y visibilidad. Era inevitable que se nos escaparan las lágrimas porque no le faltó razón y sus palabras derrochaban sinceridad. Pues bien, en la reseña que publiqué la semana pasada sobre esta película (puedes leerla aquí) mencioné otras que también tiene la discapacidad intelectual como eje de la trama. Entre ellas, León y Olvido, un largometraje que tiene ya más de una década y que yo recordaba muchísimo mejor.
León es un joven con síndrome de Down que vive en un centro para discapacitados, después de que lo hayan expulsado de otros tantos en los que ha residido por temporadas. León no tiene más familia que su hermana gemela, Olvido, una joven que, tras la temprana muerte de sus padres, tuvo que hacerse cargo de su hermano y de la casa. Así que dejó los estudios, se puso a trabajar e internó a León en un centro especializado. Pero el joven no quiere estar separado de ella, ni vivir con otras personas con síndrome de Down, así que se rebela, se porta mal, no come, se niega a participar en las actividades y hace del todo imposible su estancia en el centro. En consecuencia, Olvido tendrá que ir a recogerlo para llevarlo a vivir con ella pero todo eso trastoca enormemente la vida de la joven, a nivel personal y laboral. 'No sabéis lo que se me viene encima', llegará a decir al director del centro donde hasta ahora residía León. Y de esto trata la película, de la convivencia de Olvido con un hermano con síndrome de Down, una persona dependiente, a pesar de que el joven goza de bastante autonomía. León se interpone en la vida de su hermana, la acapara, la quiere solo para sí y ella termina por desesperarse cada vez con más frecuencia.
León y Olvido explora varias cuestiones relativas al mundo Down. En primer lugar, destaca la compasión que los demás muestran por la familia que tiene entre sus miembros a una persona con discapacidad intelectual (tampoco es para eso). De pasada analiza la visión que los demás tienen sobre la familia cuando la persona con discapacidad es internada en un centro -hoy en día ocurre lo mismo con los ancianos y las residencias de mayores-. Tienes que escuchar de todo, gente opinando sobre tu decisión y juzgándote sin conocer el fondo del asunto. Pero en lo que más incide la película es en la complejidad y dificultad que entraña ocuparse de una persona dependiente. León limita el espacio, el tiempo y la vida de su hermana. En este sentido, la película me ha parecido algo dura y es que Olvido se comporta de forma inhumana en más de un ocasión. ¿Por qué lo hace? Al principio intentará que el joven sea autosuficiente y se pueda valer por sí mismo. Ahí la veremos dándole sermones al hermano, reprochándole su dependencia, que no ponga más de su parte, que pretenda que se lo hagan todo. De esta parte del discurso no tengo queja alguna. Siempre he pesando que la súper protección convierte a las personas en inútiles y hay que hacer justo lo contrario, darle las herramientas para que se valgan por sí mismos dentro de sus posibilidades -una teoría que me vale tanto para las personas discapacitadas como para los niños en general-. El problema está en que Olvido emprenderá acciones bastante cuestionables aunque se vislumbra una justificación para ello, un grito de auxilio. De todos modos, creo que la película plantea diversas situaciones que deberían requerir unas consecuencias judiciales que no se producen y por ese motivo me inclino a pensar que el guion no resulta del todo muy coherente.
La sexualidad también es un punto importante en la vida de las personas con síndrome de Down. ¿Cómo gestionar el deseo en estos casos? influirá sobremanera el porcentaje de discapacidad. En el caso de León es una persona que siente, que tiene necesidades (incluso sexuales), que expresa sus sentimientos y necesita una correspondencia. Por eso observa a las chicas, le atrae la desnudez del cuerpo y busca la manera de dar rienda suelta a su deseo. En la vida, no todo es cantar o leer cuentos para dormir. A veces también hay que jugar a los piratas y ahí lo dejo. Así que él y sus compañeros del colegio son como tú y como yo, personas que tienen planes de futuro y los suyos son: tener pareja, casarse y tener hijos. No es tan raro, ¿no?
En cuanto a los personajes, Olvido es una mujer a la que la vida le ha vuelto la espalda. La muerte de sus padres la dejó en una situación complicada, tuvo que ponerse a trabajar, su trabajo no le gusta, y encima mantiene una relación con un chico que no va a ningún sitio. Todo ello le genera una frustración que la actriz Marta Larralde interpreta con corrección pero que no llega a traspasar la pantalla. Dada su situación y los puntos en común que su personaje y yo compartimos, hubiera sido factible una potente conexión, sin embargo en ningún momento he conseguido hacer mío su drama.
Otra cosa es el caso de León. Poco hay que decir de su vida, al margen de la discapacidad que sufre. Lo que me gusta de León, y en general lo que me gusta de las personas con síndrome de Down es lo poco que necesitan para ser felices. En el caso de este personaje, interpretado por Guillem Jiménez - único largo en su trayectoria- , a León le basta con estar junto a su hermana y pasar los días a su lado, así de simple. El actor aporta al personaje desparpajo, naturalidad y un leve toque de humor, aunque a mí está película no me hace reír demasiado.
Y deteniéndome aún en las interpretaciones, brillante son las del resto de los personajes, me refiero a las que ponen voz y rostro el resto de actores con síndrome de Down. Destaco de entre todos ellos a Jonathan (Jaime Vázquez) cuyo discurso puede resultar rígido pero no es más que el mecanismo de aprendizaje que emplea para expresarse.
León y Olvido tiene buen propósito pero se ejecuta de una manera tediosa y excesivamente lenta. En realidad la película nos cuenta poco, cuatro cosas, y de entre las cuales destacan algunas escenas que están de más. No aportan nada al argumento ni tiene una intención reflexiva, todo ello para llegar a un desenlace que te deja totalmente indiferente, una puerta abierta que quizá podría hacer pensar al espectador que los papeles del cuidador y dependiente no están tan delimitados pero es algo tan difuso que no consigo a determinar si ese es el verdadero propósito de la película.
Por todo ello, creo que León y Olvido va de más a menos, si parte de una buena precisa, esta termina por diluirse, por desencaminarse sin rumbo alguno, simplemente para mostrarnos a dos personas, dos hermanos, a Olvido cansada de la vida que tiene y encima ahora cargando con su hermano al que quiere y odia al mismo tiempo, y a León que necesita poco para ser feliz, solo a su hermana. Muy pasable.
Tráiler:
La sexualidad también es un punto importante en la vida de las personas con síndrome de Down. ¿Cómo gestionar el deseo en estos casos? influirá sobremanera el porcentaje de discapacidad. En el caso de León es una persona que siente, que tiene necesidades (incluso sexuales), que expresa sus sentimientos y necesita una correspondencia. Por eso observa a las chicas, le atrae la desnudez del cuerpo y busca la manera de dar rienda suelta a su deseo. En la vida, no todo es cantar o leer cuentos para dormir. A veces también hay que jugar a los piratas y ahí lo dejo. Así que él y sus compañeros del colegio son como tú y como yo, personas que tienen planes de futuro y los suyos son: tener pareja, casarse y tener hijos. No es tan raro, ¿no?
En cuanto a los personajes, Olvido es una mujer a la que la vida le ha vuelto la espalda. La muerte de sus padres la dejó en una situación complicada, tuvo que ponerse a trabajar, su trabajo no le gusta, y encima mantiene una relación con un chico que no va a ningún sitio. Todo ello le genera una frustración que la actriz Marta Larralde interpreta con corrección pero que no llega a traspasar la pantalla. Dada su situación y los puntos en común que su personaje y yo compartimos, hubiera sido factible una potente conexión, sin embargo en ningún momento he conseguido hacer mío su drama.
Otra cosa es el caso de León. Poco hay que decir de su vida, al margen de la discapacidad que sufre. Lo que me gusta de León, y en general lo que me gusta de las personas con síndrome de Down es lo poco que necesitan para ser felices. En el caso de este personaje, interpretado por Guillem Jiménez - único largo en su trayectoria- , a León le basta con estar junto a su hermana y pasar los días a su lado, así de simple. El actor aporta al personaje desparpajo, naturalidad y un leve toque de humor, aunque a mí está película no me hace reír demasiado.
Y deteniéndome aún en las interpretaciones, brillante son las del resto de los personajes, me refiero a las que ponen voz y rostro el resto de actores con síndrome de Down. Destaco de entre todos ellos a Jonathan (Jaime Vázquez) cuyo discurso puede resultar rígido pero no es más que el mecanismo de aprendizaje que emplea para expresarse.
León y Olvido tiene buen propósito pero se ejecuta de una manera tediosa y excesivamente lenta. En realidad la película nos cuenta poco, cuatro cosas, y de entre las cuales destacan algunas escenas que están de más. No aportan nada al argumento ni tiene una intención reflexiva, todo ello para llegar a un desenlace que te deja totalmente indiferente, una puerta abierta que quizá podría hacer pensar al espectador que los papeles del cuidador y dependiente no están tan delimitados pero es algo tan difuso que no consigo a determinar si ese es el verdadero propósito de la película.
Por todo ello, creo que León y Olvido va de más a menos, si parte de una buena precisa, esta termina por diluirse, por desencaminarse sin rumbo alguno, simplemente para mostrarnos a dos personas, dos hermanos, a Olvido cansada de la vida que tiene y encima ahora cargando con su hermano al que quiere y odia al mismo tiempo, y a León que necesita poco para ser feliz, solo a su hermana. Muy pasable.
Tráiler:
Pues que pena que se desaproveche una ocasión así, porque algunos temas que toca la peli podrían ser de mucha ayuda, cambiar puntos de vista equivocados. Solo que si una peli termina aburriéndote, olvidas también lo que pueda tener de positivo. Abrazos.
ResponderEliminarEsta la vi hace años. Tienes razón, es una peli que va de más a menos. Pero se deja ver bastante bien y nos acerca a esa realidad que tan poco queremos ver.
ResponderEliminarBesotes!!!
El cine español me gusta mucho, pero en esta ocasión no me atrae nada de nada :/
ResponderEliminarVaya...me lo estabas contando y me apetecía, sobre todo por esos temas de debate que parecía abrir. Pero ya veo que lo reflexivo se queda por el camino, una pena...porque podía haber dado mucho juego.
ResponderEliminarLa dejo pasar Marisa ;)
Besitos
¡Hola!
ResponderEliminarNo me llama nada :/
¡Un besazo!
Me pasó lo mismo, me pareció un arranque genial y acabó siendo un churro; es una pena, la materia prima era muy buena 😯
ResponderEliminarBesitos cielo 💋💋💋