Editorial: Nordica Libros.
Fecha publicación: octubre, 2012.
Precio: 15,00 €
Género: Relato.
Nª Páginas: 80
Encuadernación: Rústica.
ISBN: 978-84-92683-30-7
[Puedes empezar a leer aquí]
Fecha publicación: octubre, 2012.
Precio: 15,00 €
Género: Relato.
Nª Páginas: 80
Encuadernación: Rústica.
ISBN: 978-84-92683-30-7
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Autores
Dylan Thomas (Swansea, Gales, 1914 - Nueva York, 1953). Poeta gales en lengua inglesa. Durante un tiempo trabajó como periodista para el South Wales Evening Post y durante la Segunda Guerra Mundial, como guionista para la BBC. Escribió también guiones radiofónicos y cinematográficos. Se dio a conocer como poeta en Dieciocho poermas (1934). Defendió sus concepciones estética en Retrato del artista cachorro. Murió en Nueva York el 9 de noviembre de 1953; sus últimas palabras fueron: «He bebido 18 vasos de whisky, creo que es todo un récord».
Pep Montserrat. Nació a finales de 1966 en Roda de Ter (Barcelona), heredando de su abuelo paterno el placer de leer y el de dibujar. Empezó a trabajar profesionalmente como ilustrador en 1988 y desde entonces ha publicado alrededor de medio centenar de libros. Su trabajo ha sido reconocido con importantes premios: Premio del Ministerior de Cultura a las mejores ilustraciones, el Premi Catalonia, el Premi de la Generalitat, la inclusión en la lista de Honor del IBBY y el Certificate of Merit de la Society of Illustrators of New York. Por este libro obtuvo en 2008 el Premi Junceda de l'Associació d'll-Ilustradors de Catalunya.
Sinopsis
La Navidad para un niño en Gales es uno de los mejores relatos de Dylan Thomas y nos hará revivir nuestros recuerdos de la infancia. Dylan Thomas es algo más que un poeta: es toda una leyenda. Este relato nos lleva a un pueblo de la costa de Gales, lleno de gatos, carteros y niños ansiosos por jugar con la nieve, que cayó «durante seis días con sus noches cuando yo tenía doce años, o durante doce noches y doce días cuando tenía seis», según nos cuenta el autor al principio del libro.
Las excelentes ilustraciones de Pep Montserrat recibieron el Premio Junceda 2008. Además, presentamos el libro en edición bilingüe, de manera que es una ocasión única para acercarse a este clásico para todas las edades disfrutando también del texto original en inglés.
[Biografía y sinopsis tomadas directamente de la web de la editorial]
Ahora que se acercan las Navidades rebulle en mi interior el deseo de acercarme a esas obras vinculadas con esa época del año, una época de la que atesoro en mi recuerdo tres o cuatro momentos muy concretos en los que me sentí inmensamente feliz. Con frecuencia viene a mi memoria, una tarde de mi adolescencia, un sábado frío e invernal en el que quedé con mis amigos para dar una vuelta por el centro y ver la decoración navideña de la ciudad. Recuerdo que bajé del autobús, saludé a mis amigos y miré al cielo. El colorido de luces y guirnaldas me alegraron el alma. Recuerdo otra tarde en casa de mis padres, riendo y charlando de banalidades con mis hermanos alrededor de una mesa y al amparo del calor del brasero, mientras en la tele emitían Drácula de Bram Stoker. Recuerdo las primeras Navidades de cada uno de mis sobrinos, la ilusión con la que las vivíamos, siempre pendientes de sus gracietas y sus reacciones, poniendo panderetas a su alcance con las que ellos llenaban mi casa de feliz alboroto. Todo aquello quedó atrás, y aunque siempre vivirá dentro de mí, no puedo evitar que la nostalgia me muerda.
Algo así es lo que vamos a encontrar en este pequeño librito, mi primera aproximación a Dylan Thomas del que solo conocía su faceta como poeta. La Navidad para un niño en Gales nos trae recuerdos de otros tiempos, las emociones y las sensaciones que la época navideña despertaba en un narrador en primera persona con el que compartiremos su recuerdo. Acudirán a su memoria los juegos infantiles, las persecuciones a los gatos del barrio, los vecinos y algún episodio que, por su naturaleza, bien podría catalogarse como dramático pero que el paso del tiempo se ha encargado de suavizar, otorgando casi un toque humorístico, y que el narrador y sus amigos vivieron como una auténtica aventura.
La vida entonces era distinta, al menos así la recuerda el narrador. Sonaban campanas en su interior, los carteros caminaban por la nieve felices, y se recibían visitas familiares, alegres y festivas. Eran Navidades de «jerez y nueces y botellas de cerveza y galletas crujientes», o de «pavo y pudín flambeado». Y luego estaban los regalos, los útiles y los inútiles. Curiosa clasificación la que hace el autor.
Belleza, ternura y especialmente sencillez serían las características de este relato, a lo largo del cual se respira una felicidad impregnada de nieve. El color blanco lo domina todo y genera una sensación mullida.
No hay referencias temporales y solo sabremos que la trama se sitúa en un pueblo pesquero de Gales donde el cielo y el mar se funden.
La Navidad para un niño en Gales es pura evocación. Linda la prosa con la poesía más exquisita para adentrarse casi en un mundo mágico, onírico, en el que sueño y recuerdo parecen entremezclarse. Se percibe el amor insuflado al texto, el cariño que los recuerdos descritos generan en ese narrador, capaz de transmitirnos con nitidez sus propias emociones. Sonreiremos al ver a esos carteros con la nariz colorada haciendo eses por la nieve.
Destacar esta edición en concreto. Ya sabemos lo mucho que la editorial Nórdica cuida sus publicaciones y en este caso nos ofrece una edición bilingüe con unas ilustraciones salpicadas en tonos oscuros. No aportan mucho colorido pero tienen un cierto aire añejo muy apropiado con la historia. Por otra parte, he visto en algún rincón que este librito está dirigido al público infantil y juvenil. Bueno, yo tengo mis dudas, especialmente si nos referimos a niños pequeños. A veces se puede intuir en el texto un halo de cuento infantil pero no creo que el autor lo escribiera pensando en un lector infante. No obstante, los jóvenes y no digamos los adultos lo van a disfrutar mucho más.
Sin duda, La Navidad para un niño en Gales es una pequeña joya que nos acerca al autor galés. Es una historia breve, con bonitas ilustraciones y una historia sencilla de la que estoy segura vas a disfrutar. Anímate.
La Navidad para un niño en Gales es uno de los mejores relatos de Dylan Thomas y nos hará revivir nuestros recuerdos de la infancia. Dylan Thomas es algo más que un poeta: es toda una leyenda. Este relato nos lleva a un pueblo de la costa de Gales, lleno de gatos, carteros y niños ansiosos por jugar con la nieve, que cayó «durante seis días con sus noches cuando yo tenía doce años, o durante doce noches y doce días cuando tenía seis», según nos cuenta el autor al principio del libro.
Las excelentes ilustraciones de Pep Montserrat recibieron el Premio Junceda 2008. Además, presentamos el libro en edición bilingüe, de manera que es una ocasión única para acercarse a este clásico para todas las edades disfrutando también del texto original en inglés.
[Biografía y sinopsis tomadas directamente de la web de la editorial]
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Ahora que se acercan las Navidades rebulle en mi interior el deseo de acercarme a esas obras vinculadas con esa época del año, una época de la que atesoro en mi recuerdo tres o cuatro momentos muy concretos en los que me sentí inmensamente feliz. Con frecuencia viene a mi memoria, una tarde de mi adolescencia, un sábado frío e invernal en el que quedé con mis amigos para dar una vuelta por el centro y ver la decoración navideña de la ciudad. Recuerdo que bajé del autobús, saludé a mis amigos y miré al cielo. El colorido de luces y guirnaldas me alegraron el alma. Recuerdo otra tarde en casa de mis padres, riendo y charlando de banalidades con mis hermanos alrededor de una mesa y al amparo del calor del brasero, mientras en la tele emitían Drácula de Bram Stoker. Recuerdo las primeras Navidades de cada uno de mis sobrinos, la ilusión con la que las vivíamos, siempre pendientes de sus gracietas y sus reacciones, poniendo panderetas a su alcance con las que ellos llenaban mi casa de feliz alboroto. Todo aquello quedó atrás, y aunque siempre vivirá dentro de mí, no puedo evitar que la nostalgia me muerda.
Algo así es lo que vamos a encontrar en este pequeño librito, mi primera aproximación a Dylan Thomas del que solo conocía su faceta como poeta. La Navidad para un niño en Gales nos trae recuerdos de otros tiempos, las emociones y las sensaciones que la época navideña despertaba en un narrador en primera persona con el que compartiremos su recuerdo. Acudirán a su memoria los juegos infantiles, las persecuciones a los gatos del barrio, los vecinos y algún episodio que, por su naturaleza, bien podría catalogarse como dramático pero que el paso del tiempo se ha encargado de suavizar, otorgando casi un toque humorístico, y que el narrador y sus amigos vivieron como una auténtica aventura.
La vida entonces era distinta, al menos así la recuerda el narrador. Sonaban campanas en su interior, los carteros caminaban por la nieve felices, y se recibían visitas familiares, alegres y festivas. Eran Navidades de «jerez y nueces y botellas de cerveza y galletas crujientes», o de «pavo y pudín flambeado». Y luego estaban los regalos, los útiles y los inútiles. Curiosa clasificación la que hace el autor.
Belleza, ternura y especialmente sencillez serían las características de este relato, a lo largo del cual se respira una felicidad impregnada de nieve. El color blanco lo domina todo y genera una sensación mullida.
«Nuestra nieve no solo caía a cubos del cielo, sino que cubría el suelo como con un chal y flotaba, y se acumulaba en los brazos, las manos y el cuerpo de los árboles; la nieve crecía de la noche a la mañana sobre los tejados de las casas como un musgo puro y viejo; cubría minuciosamente los muros como hace la hiedra, y se depositaba como una muda y entumecida tormenta de blancos pedazos de postales navideñas sobre el cartero que abría la verja». [pág. 22]
No hay referencias temporales y solo sabremos que la trama se sitúa en un pueblo pesquero de Gales donde el cielo y el mar se funden.
La Navidad para un niño en Gales es pura evocación. Linda la prosa con la poesía más exquisita para adentrarse casi en un mundo mágico, onírico, en el que sueño y recuerdo parecen entremezclarse. Se percibe el amor insuflado al texto, el cariño que los recuerdos descritos generan en ese narrador, capaz de transmitirnos con nitidez sus propias emociones. Sonreiremos al ver a esos carteros con la nariz colorada haciendo eses por la nieve.
Destacar esta edición en concreto. Ya sabemos lo mucho que la editorial Nórdica cuida sus publicaciones y en este caso nos ofrece una edición bilingüe con unas ilustraciones salpicadas en tonos oscuros. No aportan mucho colorido pero tienen un cierto aire añejo muy apropiado con la historia. Por otra parte, he visto en algún rincón que este librito está dirigido al público infantil y juvenil. Bueno, yo tengo mis dudas, especialmente si nos referimos a niños pequeños. A veces se puede intuir en el texto un halo de cuento infantil pero no creo que el autor lo escribiera pensando en un lector infante. No obstante, los jóvenes y no digamos los adultos lo van a disfrutar mucho más.
Sin duda, La Navidad para un niño en Gales es una pequeña joya que nos acerca al autor galés. Es una historia breve, con bonitas ilustraciones y una historia sencilla de la que estoy segura vas a disfrutar. Anímate.
[Algunas imágenes e ilustraciones tomadas de Google]
Retos:
- Autores de la A a la Z
- 100 libros
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La quiero. Las navidades infantiles son recuerdos sagrados. A mí también me gusta leer ese tipo de cuentos, tengo los de Dickens que venían con Canción de Navidad pero por tu culpita ahora quiero este también.
ResponderEliminarBesos
Me encanta la inocencia infantil y la nostalgia que desprenden los recuerdos navideños. Nórdica cuida al máximo sus publicaciones y esta me apete ahora que llega la época de luces y fiestas.
ResponderEliminarBesos
No he leído nada de este autor y la verdad es que tampoco estaba entre mis pendientes. Pero ya mismo escribo su nombre en esa lista. Y cuántos buenos recuerdos traen estas fiestas...
ResponderEliminarBesotes!!!
Nunca me han gustado las navidades. No, al menos desde que dejé atrás la infancia y no, especialmente, desde que empezó a faltar gente importante. supongo que cuando haya niños en casa será diferente. Me anoto esta historia de Navidad de Dylan Thomas porque, eso sí, las historias de Navidad me encantan.
ResponderEliminarBesines.
A mí me pasa justo al revés, no me gustan nada de nada las navidades, cada año menos...
ResponderEliminarPues yo como que paso directamente, no tengo espíritu navideño alguno, así que no lo disfrutaría como vosotras.
ResponderEliminarBesos.
hola! que bonito! nos interesa un monton la historia puesta ya para estas fechas y poder conocer al autor, lo llevamos! saludosbuhos
ResponderEliminarQué bonito se ve, ideal para esta época como tú dices. No me importaría leerlo.
ResponderEliminarBesos
Gracias por mostrarme otro título más que añadir a mis lecturas navideñas. Sé que no está de moda, pero adoro la Navidad, y mientras esté rodeada de sobrinos-cascabeles, pienso disfrutarla todo lo que pueda. Abrazos.
ResponderEliminarUn libro ideal para estas fechas y con una edición tan cuidada como la de nórdica, apuesta segura
ResponderEliminarBesos
Me encantan las Navidades y los libros que bullen en torno a ellas. Este libro no lo conocía, de hecho, ni siquiera sabía que Dylan Thomas había escrito otra cosa de poesía
ResponderEliminarBesos
Me encantó este libro, y me trae muchos recuerdos, ya que me lo regalo mi madre en una mañana de compras de Navidad. Un besote!
ResponderEliminarNo me termina de convencer. Besos.
ResponderEliminarCoincido contigo en muchas cosas, pero a mí no me ha transmitido el espíritu navideño que andaba buscando en la lectura. Tal vez es demasiado poético para mí, no sé...
ResponderEliminarCuando leí "El frío modifica la trayectoria de los peces", por ejemplo, sí sentí esa punzada que te dice "ahí está, está hablando de Navidad. Es el espíritu". Eso es lo que me ha faltado en "La Navidad para un niño en Gales".
¡Besos! Y ¡Felices fiestas!