Año: 2003
Nacionalidad: Española.
Director: David Trueba.
Reparto: Ariadna Gil, Ramón Fontserè, Joan Dalmau, María Botto, Diego Luna, Alberto Ferreiro, Luis Cuenca, Vahina Giocante.
Género: Drama.
Sinopsis: Una novelista que ha dejado de escribir rastrea una historia real sucedida en los últimos días de la Guerra Civil: el escritor y falangista Rafael Sánchez Maza fue fusilado junto a otros cincuenta prisioneros, pero logró huir y esconderse en un bosque. Al parecer, un soldado de los que peinaban la zona para capturarlo lo encontró, pero lo dejó escapar. La escritora recompone las piezas de este rompecabezas plagado de contradicciones y personajes enigmáticos. Con sus investigaciones, aunque no sea consciente de ello, no sólo busca la verdad, sino encontrarse a sí misma.
[Información facilitada por Filmaffinity]
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El lunes reseñaba la primera novela que Javier Cercas publicaba en 1987, El móvil. Al hacer un recorrido por su trayectoria, irremediablemente destaca Soldados de Salamina, novela publicada en 2001 y llevada al cine en 2003 por David Trueba. Recuerdo que la vi en su estreno y me gustó. Con la reseña de El móvil, me entraron ganas de verla de nuevo y hablaros de ella, por eso la traigo y hoy. Con la perspectiva del tiempo puedo decir que me ha gustado más aún.
Soldados de Salamina, la película, cuenta la historia de Lola Cercas, una profesora de literatura en la Universitat de Girona y escritora de una única novela a la que no ha dado más hermanos. Ocasionalmente escribe algún artículo para algún periódico local y será uno de ellos, dedicado a la guerra civil, en el que se hace un repaso al exilio y la muerte de Antonio Machado en Colliure, y al fusilamiento en el que Rafael Sánchez Mazas, poeta, escritor y fundador de Falange, consiguió salvar la vida, el que la pondrá en contacto con Javier Aguirre. Interesado en las opiniones vertidas en el artículo, Aguirre desvela a la Lola que en aquel fusilamiento, acaecido el 30 de enero de 1939 en las inmediaciones del Monasterio de Cpllell, otro hombre salvó la vida, Jesús Pascual, autor de un libro publicado en 1981 y titulado Yo fui asesinado por los rojos.
Al igual que Jesús Pascual, Sánchez Mazas también consiguió huir aprovechando el tumulto de cadáveres que caían al suelo, sin vida y a su alrededor. Se internó en el bosque y al toparse con un miliciano pensó que todo estaba perdido pero aquel joven lo dejó marchar. Anduvo perdido por el bosque durante nueve días hasta ser descubierto por tres jóvenes desertores del bando republicano que optaron por ayudarlo a cambio de que Sánchez Mazas los ayudara a cruzar al bando nacional. Aquellos tres jóvenes serían conocidos como «los amigos del bosque».
Aguirre es una mina de oro para la periodista. No solo le desvela la existencia de un libro importantísimo sino que le hará un regalo aún mayor, ponerla en contacto con Jaume Figueras, el hijo de uno de los tres amigos del bosque. Lola Cercas recogerá el relevo y comenzará a tirar del hilo, investigando a los implicados en aquel fusilamiento de Sánchez Mazas, entrevistándose con ellos, recopilando información para escribir esa novela que se le lleva resistiendo demasiado tiempo, hasta llegar al momento más crucial, el momento en el que aquel joven republicano decide perdonar la vida de Sánchez Mazas. Su meta será descubrir la identidad de aquel soldado anónimo.
Este es el argumento de la película, el periplo que Lola Cercas tiene que andar para llegar a la verdad, a una verdad que conlleva parte de ficción, un recorrido que supondrá también un ajuste de cuentas con su propia vida, un recomponer las piezas de una faceta personal que andaba desbaratada como consecuencia de una implícita relación sentimental rota, un pasado más feliz y más dichoso.
Y digo que esta historia conlleva parte de ficción porque, conocedora de la historia del que fue fundador de Falange y amigo íntimo de Primo de Rivera, siempre me he preguntado qué habría sido de aquel joven que no quiso dar la voz de alarma cuando se encontró a Mazas agazapado en un recoveco del bosque. La novela de Javier Cercas y su adaptación al cine, nos ofreció una versión pero la realidad se impuso en 2013 cuando el hijo de aquel hombre que decidió mirar hacia otro lado contó la verdadera historia de su padre.
«Enric Miralles nació en Barcelona en 1919 o 1917, pero acabó fijando su residencia en Blois (Francia) en 1947. Datos biográficos sitúan a este hombre como comprometido con las causas libertarias desde la primera juventud. Se cree que en 1936, con 16 años, falsificó la documentación -habría avanzado la fecha de nacimiento de 1919 a 1917- para cumplir los requisitos para enrolarse con el Ejército Republicano.
Tras tres años en la Guerra Civil, Miralles se tuvo que exiliar y cruzó el Pirineo para ir a parar al campo de refugiados de Argelers, de donde pudo escapar con la ayuda de un tío que vivía en la ciudad francesa de Agen. Los gendarmes franceses ofrecían a los refugiados españoles dos posibilidades: el regreso a la España fascista o la incorporación a la Legión Extranjera Francesa. Miralles escogió la segunda opción e ingresó en la Legión Extranjera Francesa en 194. Empezó un periplo como luchador en los frentes de Argelia, Marruecos y Senegal, hasta que vuelve a Francia y cae gravemente herido en 1945 mientras hacía de chófer en una acción bélica contra los nazis. A partir de aquí, en reconocimiento a su mérito y actitud heroica, el Estado francés le condecoró con la Medalla Militar y lo compensó con una pensión de invalidez -había perdido la vista de un ojo- que le permitió vivir en Blois, donde se casó en 1947 y fue padre de cuatro hijos».
[Fragmento del artículo "Sale a la luz la identidad del mítico Miralles de 'Soldado de Salamina' publicado en www.informacion.es; puedes leer el artículo completo aquí]
Al margen de que Soldados de Salamina excava en un episodio de nuestra guerra civil, esa de la que muchos dicen que ya se ha hablado bastante pero de la que otros muchos exigimos que se siga hablando -y aquí hago un aparte para dejar claro que el conocer la Historia de un país no está reñido con la ideología y que a mí, personalmente, poco me importa si se habla, se escribe y se cuenta sobre un bando u otro, que tan solo exijo que se hable, se escriba y se cuente la verdad- digo que, al margen de todo eso, destaco que esta película está configurada de una manera muy peculiar. A las escenas rodadas con los miembros del reparto se les añade unas cuantas piezas testimoniales con personajes reales. Por ejemplo, Jaume Figueras es una persona real y aparece en la película contando la historia de su padre, implicado en el episodio central de la trama. Figueras dará pie al testimonio de otros personajes reales como Quim Figueras o Daniel Angelats, aquellos jóvenes que ayudaron a Sánchez Mazas para cruzar las líneas republicanas y oiremos también a Chicho Sánchez Ferlosio, hijo del falangista, narrar la historia de su padre. Se nota perfectamente que no son actores y esto, unido a algunas secuencias reales de aquellos años tomadas de Hemeroteca confieren a la película un toque de documental bastante interesante.
Destaco también el relato del exilio de Antonio Machado y su muerte en Colliure, con aquel verso que apareció en uno de sus bolsillos, «Estos días azules y este sol de la infancia...» y que forman parte del artículo que Lola Cercas publica en el periódico local al inicio de la película. Creo que las circunstancias de su muerte, así como la de su madre, o la visita que sus hermanos Manuel y José hicieron a la localidad francesa para despedirse de ambos, no deben jamás de olvidarse.
Y de forma colateral esta película me ha hecho reflexionar sobre la labor de documentación de un autor a la hora de escribir una novela. Siempre he envidiado ese proceso porque, por duro que sea, no deja de ser una aventura, aunque en ocasiones conduzca a un callejón sin salida. No obstante, tiene que ser apasionante tirar del cabo de una cuerda y averiguar lo que se esconde al otro lado. No me extraña que haya autores que comenten que se lo pasan muy bien a la hora de documentarse y que a veces casi disfruten más de esa labor que de la escritura de la novela en sí.
Pero reflexiones aparte, hablemos ahora de los personajes de la película. Lola Cercas es el punto neurálgico de toda la historia. La Lola que nos muestra la película es una mujer joven, de torpes maneras, un tanto desubicada. Parece que antaño no era así, sino jovial y alegre pero la cinta deja intuir que alguna relación amorosa la ha dejado aletargada, sumida en un tristeza que se ve enfatizada por un padre enfermo y recluido hasta su fallecimiento en una residencia de ancianos. El personaje no solo nos mostrará su labor periodística sino también su lado más íntimo.
A la periodista dará vida Ariadna Gil, una actriz que me resulta especialmente reservada. No soy muy seguidora de sus trabajos pero creo que aporta al personaje una encarnadura bastante creíble, con un halo de profunda soledad que se recrudece con la muerte de su padre, único familiar que tiene, al parecer. Pero un punto de luz asomará ante tanto gris. En su camino se cruzará con Conchi (María Botto), una echadora de cartas con una personalidad totalmente opuesta a la de Lola. Me gusta la interpretación de María Botto, o quizá lo que me gusta es su personaje mucho más vivo y alegre que el de Lola, siempre tan lánguida e introvertida. De todos modos, y esto es una pega que le pongo a la cinta, no llego a entender muy bien la relación que se forja entre estas dos mujeres y qué aporta a toda la historia. Además de quedar suspendida en el aire sin llegar a ningún sitio, la verdad es que no tiene mucho sentido.
Soldados de Salamina cuenta con una ambientación magnífica. Se nota que es una película cuidada, en la que se ha mimado los detalles, que solo pretende ahondar en los motivos por los que una persona hace o deshace, sin posicionarse en un bando u otro de una guerra que ha dejado miserias a ambos lados.
Con una banda sonora preciosa, tan dulce, tan evocadora, tan arañada de nostalgia, David Trueba opta por mantener una tensión constante y no excesivamente punzante a lo largo de todo el metraje, salvo al final, cuando en un desenlace cargado de emoción se nos recuerda que no debemos olvidar.
Me ha gustado mucho esta película. Creo que me ha gustado mucho más que cuando la vi por primera vez. No quiero etiquetarla como una película más de la guerra civil que cuenta lo bueno que eran los buenos y los malos que eran los malos, que habla de vencedores o de vencidos sino de las decisiones de unos hombres que siguen el dictamen de su propia razón. Yo prefiero quedarme con esa perspectiva de este largometraje.
La novela no la he leído, pero me gustaría. De momento os dejo con la recomendación de la película y una frase del guion que creo que es muy acertada.
Trailer:
[Imágenes e ilustraciones tomadas de Google]
Tampoco esta la conocía. Chica, ¡para decirte que me gusta el cine español hay mogollón de pelis que no he visto!
ResponderEliminarMe gusta el reparto, así que prefiero ver, cosa rara en mí, la película solo.
Me la anoto.
Besos.
La he visto y me gustó. Y por eso leí el libro y como te comentaba, no conecto con el autor, me resulta distante. Estoy de acuerdo con lo que dices pero por ser lo que es, con una vez tengo suficiente.
ResponderEliminarBesos
No he visto la película porque me gustaría leer el libro antes. A ver cuándo me animo de una vez! Además, ahora me has dejado con muchas ganas.
ResponderEliminarBesotes!!!
Hola! La vi hace muchos años y me gustó mucho!
ResponderEliminarUn saludo!
Leí el libro en su momento y me gustó mucho
ResponderEliminarpero aún no me atreví con la película
un besito
A mí no me entusiasmó ni la pelicula ni el libro.es una historia que no me atrajo en ningún formato.
ResponderEliminarUna historia muy muy recomendable.
ResponderEliminarUn beso ;)
No me gustaron. Ni el libro ni la película. Hubo algo en los dos que no me acabó de convencer. Para empezar, la protagonista, que me cayó rematadamente mal, y luego la historia en sí. Desde entonces no he vuelto a leer nada de Cercas. No me quedaron ganas.
ResponderEliminarBesines.
Esta no la he visto pero tampoco creo que lo haga,no suelen gustarme estas películas.
ResponderEliminarBesos
Uy, Marisa, me encantó la película: mucho más que la novela, cuya lectura se me hizo muy cuesta arriba. Por eso no me atrevo a recomendártela: a lo mejor tú tienes otra visión de la novela. Pero la película es magnífica en todos los aspectos que mencionas. Esta entrada tuya me recuerda que tengo que volver a verla. Besos.
ResponderEliminarLa novela no me gustó así que la película ni me la planteo
ResponderEliminarBesos
Hola! Leí hace años este libro, cuando estaba en el instituto y la verdad es que no me disgustó. Lo que no sabia es que tenía película pero la veré, creo que merece mucho la pena.
ResponderEliminarBesos!
Yo quiero leer también el libro para así enganchar con la que sacó recientemente.
ResponderEliminarYo no he leído el libro, pero puede que me anime con la película.
ResponderEliminarBesos