Editorial: Acantilado.
Fecha publicación: 2004
Precio: 12,00 €
Precio: 12,00 €
Género: Relato.
Nª Páginas: 160
Edición: Tapa blanda con solapa
ISBN: 978-84-96136-75-5
Autor y sinopsis
James Thurber es uno de los mejores humoristas americanos. Cuando Harold Ross, recién incorporado al The New Yorker, en 1927, le comentó al entonces joven colaborador James Thurber «todo el mundo cree dominar el inglés, pero nadie lo hace», poco podía imaginarse que estaba ante un escritor que iba a convertirse, al lado de nombres como Dorothy Parker o Truman Capote, en uno de los autores de referencia de la mítica revista neoyorkina. Observador milimétrico y narrador incansable, los relatos de Thurber nos divierten, nos arrastran, nos abren un claro de cielo por el que entrevemos, más allá de la ironía, las frustraciones del hombre moderno. La vida secreta de Walter Mitty, el más célebre de sus relatos que da título a nuestra selección, sirvió incluso para bautizar como «síndrome de Walter Mitty» la tendencia compulsiva a fantasear con la que algunos hombres se escapan -a su modo heroicamente- de la rígida y anodina cotidianidad de lo que convenimos en llamar una vida normal.
En Acantilado han aparecido La vida secreta de Walter Mitty (2004) y Carnaval (2007).
[Biografía y sinopsis tomadas directamente del ejemplar]
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El sendero no siempre nos conduce en la misma dirección. Ya sabemos que, en ocasiones leemos un libro y posteriormente vemos su correspondiente adaptación al cine pero también se puede dar la circunstancia que conozcamos la película y no sepamos que procede de un libro. Esto es lo que me ocurrió, tiempo atrás, con La vida secreta de Walter Mitty.
En 2013 el actor y director Ben Stiller lleva a la gran pantalla la historia de Walter Mitty, un tipo con una vida anodina que se pierde a cada instante en sus ensoñaciones. Recuerdo que la película me dejó bastante indiferente por lo que terminó perdida entre los vericuetos de mi mente. Y ya me había olvidado por completo de este título cuando el otro día, al visitar una librería a la caza y captura de una novela que me hará falta mañana, me topé de bruces con Mitty pero esta vez con el Mitty literario creado por el periodista James Thurber.
Unas cuantas páginas son suficientes para construir una historia interesante. Un libro de escaso volumen y con una sinopsis que menciona «síndrome de Walter Mitty» fueron suficientes para volverme a interesar por la historia, así que, se vino también a casa.
Unas cuantas páginas son suficientes para construir una historia interesante. Un libro de escaso volumen y con una sinopsis que menciona «síndrome de Walter Mitty» fueron suficientes para volverme a interesar por la historia, así que, se vino también a casa.
La vida secreta de Walter Mitty narra brevemente una visita a la ciudad que se convierte en una extraordinaria aventura tras otra. Walter y su mujer se desplazan a la ciudad para hacer unas gestiones. Ella acude a la peluquería mientras que él tiene que realizar unas compras. En un breve lapso de tiempo el personaje, del que apenas se nos contará nada, teñirá su vida gris con múltiples colores. Y es que, a pesar de la escasa información, el lector imaginará que la vida de este hombre tan soñador es demasiado anodina, una vida organizada y orquestada por su mujer que le dice todo lo que tiene que hacer y cómo tiene que hacerlo. Para evadirse de una existencia insignificante, Walter abandona la realidad para sumergirse en la imaginación. Bastará una palabra mencionada por su mujer o un titular en un periódico para que el protagonista de este relato se meta en la piel de hombres heroicos que llevan a cabo brillantes hazañas. Así pasará por diferentes personalidades: comandante de un hidroavión que tiene que atravesar una terrible tormenta, cirujano de reconocido prestigio que salva la vida a un importante banquero, seductor en cuyos brazos caen hermosas mujeres o piloto de un bombardero en plena guerra.
Mientras que en la realidad la gente se ríe de Mitty, en sus sueños los que le rodean se deshacen en elogios y admiraciones. «Al viejo no le asusta ni el infierno», llegará a decir los tripulantes del hidroavión o «Tengo entendido que es usted un tirador de primera con toda clase de armas de fuego», comentará el fiscal del distrito. Walter es feliz en su mundo, en ese orbe que él construye a su gusto donde siempre encarna a tipos valientes que no tienen miedo, tipos duros y curtidos, con carisma y una personalidad arrolladora. En ese sentido es inevitable cogerle cariño al personaje. El lector navega por esta breve historia con una sonrisa en los labios y sintiendo que Mitty es un buen hombre que solo desea huir de su aburrida existencia. ¿Acaso eso es delito? En el fondo todos hemos soñado alguna vez que somos más guapos, más ricos o más exitosos. Mitty no es una excepción.
Por otro lado, y al margen de un argumento que nos coloca una sonrisa en todo momento, el relato nos mete de lleno en la historia. No hay preámbulo ni introducciones para, como comenté antes, presentarnos a los personajes. Así pues, la historia comienza in media res, justo en medio de una ensoñación lo que inicialmente puede desorientar al lector pero bastará con voltear la página para cogerle el pulso a la narración.
En cuanto al estilo, lo más interesante de este pequeño relato es la habilidad del autor a la hora de conectar sus dos mundos. El tránsito de la realidad a la fantasía es suave y delicado, casi sin darnos cuenta nos sumergimos en un mundo onírico. Sin embargo, el camino inverso será mucho más abrupto. Mitty despierta de sus sueños de forma brusca y repentina, ya sea por una exclamación de su mujer, cuya voz yo me imagino chillona y desagradable, los gritos de un empleado de un parking o el manotazo que su querida esposa le pega en un hombro.
Pero no quiero terminar la reseña sin mencionar algo más de las adaptaciones al cine y digo adaptaciones porque hay más de una. A la que rodó Ben Stiller en 2013, una versión bastante libre del texto, hay que unirle otra más rodada muchísimo antes y que he descubierto por casualidad. Se trata de la adaptación del director Norman Z. McLeod y con un reparto encabezado por Danny Kaye, Virginia Mayo y Boris Karloff. Aunque no la he visto todavía, por el tráiler en inglés que he encontrado tengo la sensación que, aunque alarga la historia, si encaja mucho más con el relato de James Thurber. Aquí os lo dejo.
En definitiva, La vida secreta de Walter Mitty es una pequeña joya escrita con humor y cariño que yo he disfrutado muchísimo. No hay excusas para no acercarse a este breve relato y conocer a Mitty. Ya veréis como, inevitablemente, terminas por cogerle cariño.
[Algunas imágenes e ilustraciones tomadas de Google]
Retos:
- Autores de la A a la Z
- 100 libros
Vi la pelicula y en esos momentos no creo que lea el libro, pero quizá más adelante me anime. La adaptación de Mayo y Karloff también me gustaría verla.
ResponderEliminarBesos.
En esta ocasión no me animo.
ResponderEliminarBesos.
En la vida me hubiera acercado a este libro por culpa de la peli. Qué injusto ¿verdad? Es que la peli la empecé a ver en tv y ni la terminé.
ResponderEliminarPero me gusta mucho lo que cuentas del libro y me lo acabo de apuntar.
Besos
Pues no he visto ninguna de las dos películas, pero tengo el libro bien anotado en mi lista de pendientes desde hace mucho, debería aprovechar y hacerme con la edición de Acantilado (¡cómo me gusta esta editorial!) y ponerle remedio. Sobre todo porque no he leído nada de James Thurber. Besos.
ResponderEliminarNo era un libro que me llamara la atención pero me has hecho cambiar de opinión.
ResponderEliminarBesotes!!!
Me encantó ese libro. Lo leí hace tiempo, y creo que mientras lo hacía no hubo un solo segundo en que la sonrisa desapareciera de mis labios. Una sonrisa a ratos perversa, porque Thurber puede ser muy malvado, pero la más de las veces tierna, algo así como compasiva. Me gustan los personajes que crea, esos pobres hombres que, como Walter Mitty, van por la vida soñando con dar un saltito que los haga volar. Hubo sobre todo un cuento (creo que estaba en ese libro) que todavía hoy me persigue: ese en que el protagonista se enfrenta a un murciélago que ha entrado en su habitación. A mí me pasó lo mismo, y me sentí como él: muy cobarde, muy poquita cosa.
ResponderEliminarLa peli de Ben Stiller no la he visto. Cuando salió, pensé: ¿han hecho una película? Imposible, si era un cuento cortísimo. Y no quise arriesgarme a verla para que no entorpeciera el recuerdo del cuento. La versión antigua que comentas no la conocía, pero tiene buena pinta (¡Boris Karloff!) y creo que la voy a ver. Gracias por compartirla.
No ví la peli porque la historia no me atraía y el libro tampoco lo hace.Lo dejo pasar.
ResponderEliminarNo me terminar de convencer, creo que lo dejo pasar.
ResponderEliminarUn beso ;)
Ví la película hace unos años y me gustó, me apunto el libro por si cae en mis manos.
ResponderEliminarBesos
Ben Stiller debería dejar entonces las joyitas literarias a otros, me parece a mí :)
ResponderEliminarPues la trama me llama muchísimo, y yo creo que ensoñaciones de esas las tenemos todos alguna vez. Nada, que apuntadísimo queda.
¡Besote!
Pese a que veo que has disfrutado con su lectura, no me termina de convencer. Besos.
ResponderEliminarVi la película y me gustó, lo cierto es que el libro no termina de llamarme demasiado
ResponderEliminarbesos
Interesante reseña, vi la película y me interesó bastante, creo que no es para ver una sola vez.El lenguaje es muy cinematográfico en la de Ben, mucho bello paisaje y buena música. Y una transición gradual en la vida del personaje.
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