Editorial: Libros del Zorro Rojo.
Fecha publicación: septiembre, 2016
Precio: 16,90 €
Género: Narrativa
Nª Páginas: 102
Edición: Rústica con solapas.
ISBN: 978-84-945709-0-2
Nª Páginas: 102
Edición: Rústica con solapas.
ISBN: 978-84-945709-0-2
Autores
Truman Capote. (Nueva Orleans, 1924 – Los Ángeles, 1984)
«Las palabras siempre me han salvado de la tristeza», diría Capote. En efecto, empezó a escribir para mitigar el aislamiento sufrido durante su infancia. En ese entorno nacería su pasión por la literatura y los chismes, que él mismo denominaría como «un estilo de ver y oír» y que conformarían las herramientas del futuro escritor y periodista.
«Las palabras siempre me han salvado de la tristeza», diría Capote. En efecto, empezó a escribir para mitigar el aislamiento sufrido durante su infancia. En ese entorno nacería su pasión por la literatura y los chismes, que él mismo denominaría como «un estilo de ver y oír» y que conformarían las herramientas del futuro escritor y periodista.
A los diecisiete años, ya instalado en Nueva York, abandonó los estudios secundarios y comenzó a publicar sus cuentos en revistas literarias. Al poco tiempo empezó a trabajar en The New Yorker. Sus obras más célebres son Desayuno en Tiffany’s (1958), llevada al cine por Blake Edwards e interpretada por Audrey Hepburn; y A sangre fría (1966), novela de no ficción que instauró el nuevo «periodismo literario», para cuya realización Capote entrevistó durante meses a los protagonistas de un tremendo asesinato que conmocionó a los Estados Unidos. Su relación con el cine, otra de sus tempranas pasiones, se extendió a la escritura de guiones y, como broche de oro de ese histrionismo y glamour que lo caracterizaron, llegó a interpretar un papel en Un cadáver a los postres de Robert Moore (1976).
Karen Klassen. High Level, Canadá, 1977
Reconocida y galardonada pintora e ilustradora, trabaja en su luminoso estudio de la ciudad de Calgary, Canadá, desde donde orienta su actividad creativa hacia los mundos de la moda, la publicidad y el ámbito editorial. La inspiración proviene de los objetos y las texturas vintage —papeles, textiles, patrones, colores que favorecen la percepción del rasgo artesanal—, así como de la fotografía de moda.
Sus ilustraciones poseen una variedad de medios expresivos que van desde la serigrafía y la acuarela hasta el acrílico y el óleo. La mirada de Klassen se centra principalmente en la figura humana, fuente inagotable de inspiración, en la que rostros y cuerpos ocupan un lugar preponderante. Ha recibido premios como el de la Sociedad de Ilustradores (Reino Unido), Communication Arts, AR100 y American Illustration. Sus trabajos se han publicado en LA Weekly, The National Post, Rolling Stone y Sunday Times, entre otros.
Reconocida y galardonada pintora e ilustradora, trabaja en su luminoso estudio de la ciudad de Calgary, Canadá, desde donde orienta su actividad creativa hacia los mundos de la moda, la publicidad y el ámbito editorial. La inspiración proviene de los objetos y las texturas vintage —papeles, textiles, patrones, colores que favorecen la percepción del rasgo artesanal—, así como de la fotografía de moda.
Sus ilustraciones poseen una variedad de medios expresivos que van desde la serigrafía y la acuarela hasta el acrílico y el óleo. La mirada de Klassen se centra principalmente en la figura humana, fuente inagotable de inspiración, en la que rostros y cuerpos ocupan un lugar preponderante. Ha recibido premios como el de la Sociedad de Ilustradores (Reino Unido), Communication Arts, AR100 y American Illustration. Sus trabajos se han publicado en LA Weekly, The National Post, Rolling Stone y Sunday Times, entre otros.
Sinopsis
En Desayuno en Tiffany's, Capote amalgama ficción con alusiones a su vida personal. La protagonista, Holly Golightly, es, en más de un sentido, un alter ego del escritor. Muchacha tejana (Capote era del estado contiguo), se introduce precozmente en la vida de la alta sociedad neoyorkina a costa de relaciones frívolas y turbulentas. También Capote fue un precoz conquistador de esos círculos, y entre sus vínculos había escritores, modelos, políticos e incluso mafiosos.
Holly es esa «farsante auténtica» en cuyos actos y decires se expresa la contradicción entre su ser y el entorno en el que se mueve. Esta dualidad le facilita el tránsito esos mundos de amplias sonrisas siempre dispuestas al súbito cambio por espaldas mudas. Tiffany's representa el summum de esta sociedad lujosa, esa jaula palaciega en la que, empero, se siente a salvo.
A través de sus personaje, Capote se ríe de los protagonistas de esos ámbitos, a quienes caricaturiza. Las ilustraciones de Klassen poseen una estética idónea para el retrato de este mundo: escenas en las que el glamour de las vestimentas y el trabajo con la luz resaltan con fuerza el tributo al propio cuerpo.
[Biografía y sinopsis tomadas directamente del ejemplar]
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Así empieza Desayuno en Tiffany's:
[Lectura de las páginas 7 y 8;
Música: "Moon River" de Henry Mancini]
Hace unos cuantos meses llegaba a mis manos este pequeño gran librito al que le tenía tremendas ganas. Doy las gracias a las chicas de Las inquilinas de Netherfield por hacerme llegar la historia de Holly a la que solo había conocido en la gran pantalla. Y encima da la casualidad de que la edición que nos ofrece Libros del Zorro Rojo viene bellamente ilustrada.
No sé cuántas veces habré visto Desayuno con diamantes. Tengo escenas grabadas a fuego en mi mente, como ese inicio en el que ella se baja del taxi, después de una noche de fiesta, y ya amaneciendo, envuelta en su traje negro, con su alto moño y sus sempiternas gafas oscuras, se acerca al escaparate de Tiffany's con un café y un bollo o la primera vez que él la ve a ella, en circunstancias muy distintas a como se narra en el libro. Eso por no hablar de la banda sonora, de ese Moon River que resuena una y otra vez en mi mente y que siempre me evoca un lugar de paz y calma. Pero suele ocurrir que cuando uno ve la película y posteriormente se acerca al libro, nuestra percepción viene ya contaminada, demasiado influenciada por las secuencias y los fotogramas del largometraje, y aunque he intentado apartar de mí a Audrey Hepburn, ha sido del todo imposible. Aún así, el libro me ha provocado algunas sensaciones distintas a las que me provocó la película.
Desayuno en Tiffany's es como un cuento, la historia de un pasado que se escribe desde el presente y viene narrado en primera persona por un joven escritor que vivió una época más feliz en un viejo edificio de color rojizo. A raíz de una llamada de teléfono, el narrador regresará al tiempo en el que vivió en tal inmueble, donde conoció al señor Yunioshi, un japonés, fotógrafo de moda, que tendrá que soportar las excentricidades de otra vecina, la joven y alocada Holly Golightly. Es sobre esta chica, casi una niña, la que ha colocado en su buzón una tarjeta con su nombre bajo el cual aparece la leyenda «Viajera», sobre lo que versará todo el libro. Entre el narrador, su vecino del piso superior, y la joven surgirá una amistad que hará nacer las confidencias y los sentimientos. Holly parecerá vivir en una nebulosa que al narrador le cuesta difuminar y será testigo de las supuestas alegrías y las certeras desgracias de la joven, a la vez que lidiará con unos amigos muy caricaturizados, hasta llegar a un final muy distinto al que nos ofrece la adaptación al cine pero que, sin duda, concuerda mucho más con el carácter del personaje.
Para mí, una de las cosas a destacar de esta breve novela no sería ya el propio personaje de Holly, esa mujer que emana una especie de fascinación y resulta casi imposible resistirse a su magnetismo, sino las sensaciones que ella despierta en el narrador. El lector asiste a una evolución emocional que va desde la incredulidad y la sorpresa, pasando por la irritabilidad hasta llegar a un amor más bien platónico porque, aunque fuera correspondido, casi sería imposible que echara raíces. Holly es una mujer libre que ni siquiera se pertenece a sí misma. Él lo sabe y aunque vea como ella malgasta su vida, permanece a su lado porque si ella es feliz o cree haber encontrado la felicidad, para él será suficiente.
Holly no parece tener profesión. Con solo 19 años, su mérito radica en saber rodearse de personas influyentes que mantienen entretenido su día a día, obviando cuestiones de mayor calado, como su propio pasado del que no desea hablar jamás, hasta el momento en el que este llega a su casa aporreando la puerta de su piso dulcemente o recibe una brutal noticia.
Holly no parece tener profesión. Con solo 19 años, su mérito radica en saber rodearse de personas influyentes que mantienen entretenido su día a día, obviando cuestiones de mayor calado, como su propio pasado del que no desea hablar jamás, hasta el momento en el que este llega a su casa aporreando la puerta de su piso dulcemente o recibe una brutal noticia.
La Holly de Truman Capote es muy olvidadiza, llega a horas tardías pero es elegante, tiene buen gusto aunque su cabello sea multicolor y bizquee un poco. La acompañarán siempre una gafas de sol oscuras tras las que parece parapetarse, resguardada de un mundo que no siempre entiende o que interpreta a su manera. Como lectora, Capote nos presenta a una chica que parece estar sola en el mundo aunque habla con frecuencia de su adorado hermano Fred y se las apaña bastante bien para moverse por la vida con su estilo propio. Enamoradiza, siempre de hombres más mayores en los que intenta depositar sus esperanzas, consigue también mantener a raya a aquellos que pretenden ir más lejos sin su consentimiento. Holly sabe qué lugar ocupa ella, y qué lugar ocupan ellos. Confieso que su verborrea y discurso atropellado puede llegar a incordiar a veces, así parece que le ocurre también al narrador que se pierde en sus divagaciones pero es que Holly sueña mucho despierta y es una sentimental.
En cualquier caso, la Holly de Capote es más ruda y más descarada, más despiadada y algo cruel, además de un tanto deslenguada y ni tan dulce o ni tan cándida como la que nos mostró Audrey Hepburn. En la versión cinematográfica prefiriendo darle un aura angelical al personaje, más meloso de lo que realmente resulta ser la Holly literaria.
En cuanto al narrador sin nombre, aunque en la película llevará nombre y apellido - Paul Varjak-, solo se puede decir que se percibe con nitidez que aún vive del recuerdo de Holly, que añora los días que pasó junto a ella y que aún espera que regrese de aquel lugar al decidió marcharse porque en realidad, la vida es así, personas que se acodan a nuestro lado, que hacen su labor, nos dejan huella y luego desaparecen.
Desayuno en Tiffany's me ha servido para descubrir la prosa de Truman Capote. Además lo he hecho sirviéndome de una preciosa edición de Libros del Zorro Rojo bellamente ilustrada por Karen Klassen. Se trata de ilustraciones a todo color, llamativas, algo vanguardistas y que ponen el foco de atención siempre sobre la joven Holly aunque en la escena aparezca con otros personajes que simplemente quedarán retratados como una sombra.
Sin ninguna división en capítulos, la novela se lee dulcemente y en apenas unas horas pues apenas cuenta con cien páginas. De ella, y gracias a diversas notas al pie del traductor, se pueden extraer otras referencias cinematográficas que tanto me gustan. Que un libro te conduzca a otro lugar o a otro punto de interés es algo que me encanta.
En definitiva, y aunque me he sentido muy influenciada por la película, he disfrutado muchísimo de la lectura de Desayuno en Tiffany's. Como iniciación a las novelas de Capote resulta una alternativa más que recomendable, como también lo es para adentrarte posteriormente en la versión en celuloide. Es más, diría que incluso puede ser un preámbulo fabuloso para luego conocer algo más de la vida del periodista y escritor aunque de eso es probable que hablemos la semana que viene. Por lo tanto, Desayuno en Tiffany`s es una de esas recomendaciones que no puedes pasar por alto.
Aquí os dejo el booktrailer de la edición de Libros del Zorro Rojo
En cuanto al narrador sin nombre, aunque en la película llevará nombre y apellido - Paul Varjak-, solo se puede decir que se percibe con nitidez que aún vive del recuerdo de Holly, que añora los días que pasó junto a ella y que aún espera que regrese de aquel lugar al decidió marcharse porque en realidad, la vida es así, personas que se acodan a nuestro lado, que hacen su labor, nos dejan huella y luego desaparecen.
Desayuno en Tiffany's me ha servido para descubrir la prosa de Truman Capote. Además lo he hecho sirviéndome de una preciosa edición de Libros del Zorro Rojo bellamente ilustrada por Karen Klassen. Se trata de ilustraciones a todo color, llamativas, algo vanguardistas y que ponen el foco de atención siempre sobre la joven Holly aunque en la escena aparezca con otros personajes que simplemente quedarán retratados como una sombra.
Sin ninguna división en capítulos, la novela se lee dulcemente y en apenas unas horas pues apenas cuenta con cien páginas. De ella, y gracias a diversas notas al pie del traductor, se pueden extraer otras referencias cinematográficas que tanto me gustan. Que un libro te conduzca a otro lugar o a otro punto de interés es algo que me encanta.
En definitiva, y aunque me he sentido muy influenciada por la película, he disfrutado muchísimo de la lectura de Desayuno en Tiffany's. Como iniciación a las novelas de Capote resulta una alternativa más que recomendable, como también lo es para adentrarte posteriormente en la versión en celuloide. Es más, diría que incluso puede ser un preámbulo fabuloso para luego conocer algo más de la vida del periodista y escritor aunque de eso es probable que hablemos la semana que viene. Por lo tanto, Desayuno en Tiffany`s es una de esas recomendaciones que no puedes pasar por alto.
Aquí os dejo el booktrailer de la edición de Libros del Zorro Rojo
Retos:
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Uy, Marisa. Años ha que leí Desayuno en Tiffany´s. No recuerdo haber visto la película de Haudrey Hepburn, pero espero verla. Y releer la novela, ya lo creo. Besos.
ResponderEliminarYo también tengo en la mente a la maravillosa Audrey Hepburn, no he leído la novela pero la película me gustó muchísimo en su momento. De Capote tengo pendiente A sangre fría, y la tengo pendiente desde que vi Capote que me encantó. Espero poder estrenarme con este autor pronto. Magnífica reseña, un saludo!
ResponderEliminar¿Te puedes creer que no he visto aún la peli? Y es que quiero leerme el libro antes, y ahí la tengo, esperando... A ver si me hago con esta edición, que es una maravilla.
ResponderEliminarBesotes!!!
A sangre fría me impresionó muchísimo cuando lo leí.Este no lo he leído pero la peli la he visto varias veces.
ResponderEliminarBesos
Para ser sincera, no sabía que se basaba en una novela. Todos los días se aprende algo nuevo. Un beso.
ResponderEliminarEs una maravilla, pero que voy a decir yo, que tengo 'A sangre fría' en mi altar libresco emocional y físico. De hecho, cuando vi la película me molestó un poco esa diferencia con la Holly del libro, la verdad. No sé la de veces que lo he leído... Como todos los libros de Capote. Si te ha gustado, prueba 'Música para camaleones', es un libro muy de verano, de vacaciones. Una delicia.
ResponderEliminarBesines.
Tengo en el ebook la novela pero no sé si me gustaría.
ResponderEliminarMe encantó el libro y me encantó la película¡¡¡
ResponderEliminarBesos
La peli me encanta y me gustaría leer algún día el libro a pesar de que rara vez lo hago en este orden
ResponderEliminarPor todo lo que comentas nunca me he animado a leer la novela. Es que esa peli no se toca y sería como dices imposible no buscar las imágenes en el libro. A mí más que lo del curasán en el escaparate siempre me gustó lo de la tienda de caramelos. Esa edición tiene tan buena pinta...
ResponderEliminarBesos
Esta es otro libro que tiene que ser una gozada leer y luego ver la película.
ResponderEliminarYO creo que esto nos pasa a todos, que hay pelis tan icónicas que si se lee el libro después de la adaptación cuesta mucho no dejarse influenciar. Más allá de eso, esta novela corta es maravillosa, y la edición una preciosidad. Me alegro muchísimo de que la hayas disfrutado :)
ResponderEliminar¡Besote!
Hola! He ido a leer este libro en más de una ocasión, pero no sé bien por qué siempre lo pospongo. En parte creo que estoy algo influenciada por muchas personas que me han dicho que el libro no les ha gustado, que se quedan sin duda con la película (yo he visto la adaptación, quizás no soy tan fan como parece serlo tú, jeje, aunque también disfruté de su visionado). Pero bueno, tal y como lo describes, aunque haya diferencias en los personajes y en partes, creo que también podría disfrutar del libro e incluso me da la sensación que es más realista (por eso que dices de que en la vida, hay personas que llegan nos dejan su huella y desaparecen, y eso no tiene que verse como algo negativo sino real). En fin, que tu reseña me ha traido a la mente de nuevo este título que lo tenía bastante olvidado en mis pendientes. Un saludo.
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