Editorial: Espasa.
Fecha publicación: enero, 2016
Precio: 19,90 €
Género: Novela.
Género: Novela.
Nª Páginas: 288
Edición: Rústica con solapas.
ISBN: 978-84-670-4887-2
[Disponible en ebook;
puedes empezar a leer aquí]
Autor Edición: Rústica con solapas.
ISBN: 978-84-670-4887-2
[Disponible en ebook;
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Nací
en una orilla de la mar del norte que allí llaman Cantábrico. En
Viveiro en la costa lucense. De oficio y vocación periodista me dediqué
al mundo del libro y a la gestión cultural. Con una docena de títulos
editados y varios premios literarios alcanzados (Ateneo de Sevilla,
Letras de Bretaña, Internacional de Novela Emilio Alarcos, Azorín de
Novela y finalista del Nacional de Literatura por Paso a dos), asimismo fui premiado con los galardones de periodismo Puro de Cora y el premio nacional Julio Camba.
Entre mis novelas destaco Paso a dos, Pabellón Azul, Brumario, Del viento y la memoria, En la luz inmóvil y Hotel Paradiso. Soy autor de una antología poética, Poesía incompleta, y del libro ilustrado Cien años de circo en España, escrito con J.M. Armero. Participé en distintos libros colectivos.
Mantengo una columna semanal en el diario La Voz de Galicia.
Gusto del viaje y de las ciudades donde habita la nostalgia. Soy fiel a Italia y sufro el síndrome de Estocolmo cuando frecuento las ciudades del norte de Europa. Amo los buenos vinos, soy un cinéfilo melancólico y creo firmemente en el poder sanador de todos los libros, de todos los libros.
Entre mis novelas destaco Paso a dos, Pabellón Azul, Brumario, Del viento y la memoria, En la luz inmóvil y Hotel Paradiso. Soy autor de una antología poética, Poesía incompleta, y del libro ilustrado Cien años de circo en España, escrito con J.M. Armero. Participé en distintos libros colectivos.
Mantengo una columna semanal en el diario La Voz de Galicia.
Gusto del viaje y de las ciudades donde habita la nostalgia. Soy fiel a Italia y sufro el síndrome de Estocolmo cuando frecuento las ciudades del norte de Europa. Amo los buenos vinos, soy un cinéfilo melancólico y creo firmemente en el poder sanador de todos los libros, de todos los libros.
Sinopsis
Nunca es demasiado tarde para decirse carpe diem.
Lector, aquí encontrarás una narración delicadamente literaria y evocadora basada en las voces de sus protagonistas, desde su infancia en un pueblo gallego costero, Vilaponte, hasta el comienzo de su ancianidad, el momento clave para reencontrarse con los niños que fueron y hacerse por fin los favores que se deben.
Conocerás a Justo Pastor y sus tres hermanas, Áurea, Argentea y Cobre, el Amigo íntimo desde la niñez de Justo, Humberto Rey, el marinero que recala en el pueblo ya en su madurez para abrir una librería, el sastre Nicanor Corbelle y sus dos hijas...
Y te sumergirás en un mundo desaparecido a través de unos personajes que, aunque afrontan el tramo final de sus vidas, lo hacen sin olvidar el territorio de la infancia que les unió para siempre y del que parecen no haber salido del todo.
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El pasado martes publicaba la entrevista que le hicimos a Ramón Pernas, director de Ámbito Cultural de El Corte Inglés, a su paso por Sevilla para promocionar su última novela, El libro de Jonás. Creo que aquella entrevista (que puedes leer aquí) desveló importantes detalles y claves de la historia urdida por el autor, una novela con un aire melancólico en el que, sus personajes, o parte de ellos, se apresuran a aprovechar el tiempo que la vida aún les concede.
Tras revisar las notas y los apuntes que fui tomando a lo largo de su lectura, me doy cuenta que El libro de Jonás bien podría requerir un segundo acercamiento, pues tengo la sensación que entre sus páginas se esconden muchas más emociones, reflexiones y ensueños de las que se perciben a priori y que probablemente solo se descubran cuando ya se ha transitado el camino una vez. Es como si sintiera que el libro me puede aportar mucho más de lo que ya lo ha hecho. Estoy segura que alguna vez tuvisteis esa sensación con alguna novela. En cualquier caso, os dejo mis impresiones iniciales y dejaré en manos del destino esa segunda lectura que siento que la novela me pide.
El libro de Jonás nos hará viajar a tierras gallegas. Concretamente a un pueblo de la costa lucense donde se ubica Vilaponte. Allí crecieron unos niños y niñas que el tiempo y la vida se encargó de distanciar. Será muchos años después, cuando la vida ha avanzado lo suficiente como para haber dejado un largo y extenso camino atrás que contemplar con los ojos llenos de arrugas, cuando uno de esos niños, que se convertirá en uno de los narradores de esta novela, vuelva a sus orígenes, al pueblo que lo vio nacer para encontrarse consigo mismo, para tomar las decisiones que un día no tuvo valor de tomar, para reencontrarse con el que fue su mejor amigo de la infancia, Justo Pastor Velero Blanco, el niño que perdió el ojo en un juego infantil cuando tan solo tenían 9 años, escena inicial con la que arranca la novela, y cuya vida sufra un punto de inflexión al conocer la muerte de su abuelo.
Los inicios de la novela se demoran en recordar el pasado, el accidente de Justo Pastor, y describirlo tanto a él como a su familia. El narrador retratará su entorno, cómo eran sus padres y a qué se dedicaban y nos hablará de sus tres hermanas -Áurea, Argenta y Cobre- cada una totalmente distinta de la otra. Así mismo, este primer narrador nos hablará de sí mismo, de su familia, de la profesión de su padre, de su infancia y adolescencia, como también nos describirá las emociones que lo embargaron en esos primeros descubrimientos vitales o el camino que emprendió profesionalmente. Y los recuerdos del pasado darán paso al presente, a los paseos en el Vilaponte actual donde aún residen viejos convecinos, por lo que será posible retomar viejas amistades o hacer algunas nuevas. No obstante, de Justo Pastor nadie sabe aunque todos hablan de él. Parece el epicentro de esta historia, del que se intuye que maneja los hilos de los restantes personajes.
A simple vista, El libro de Jonás parece solo ser una novela de evocaciones, y en buena parte sí lo es pero su argumento se sustenta en otros elementos llenos de magia que otorgan al libro un aire esotérico. Potenciará esta sensación las dotes adivinatorias que Justo adquiere tras el accidente, así como la aparición de un sastre, un personaje que pasa por la vida del narrador principal y sus amigos dejando una huella mucho más profunda de lo que cabría esperar.
A simple vista, El libro de Jonás parece solo ser una novela de evocaciones, y en buena parte sí lo es pero su argumento se sustenta en otros elementos llenos de magia que otorgan al libro un aire esotérico. Potenciará esta sensación las dotes adivinatorias que Justo adquiere tras el accidente, así como la aparición de un sastre, un personaje que pasa por la vida del narrador principal y sus amigos dejando una huella mucho más profunda de lo que cabría esperar.
El desenlace nos conducirá a Bretaña, a Belle-Île-en-Mer donde, para bien o para mal, todos los misterios o casi todos, quedarán resueltos. A través de una carta conoceremos todo lo acontecido a Justo Pastor.
A lo largo de la lectura siempre he tenido la sensación de que la novela está viva, algo a lo que contribuye mucho la existencia de más de un narrador en primera persona. Argenta, la hermana de Justo Pastor, también ayuda a construir esta historia y a darnos otra perspectiva con una narración mucho más organizada, más estructurada y en otro hilo temporal, al menos a mí me lo ha parecido así, frente a los hechos contados por ese narrador inicial, del que jamás sabremos su nombre, muchos más desordenados. Pero hay que tener en cuenta que ese personaje no deja de evocar el pasado y los pensamientos nunca suelen seguir una línea recta. Sabéis que en ocasiones una idea nos lleva a otra muy lejana y distinta conformando un baile de recuerdos.
Argenta me ha parecido un personaje fabuloso. Son diversos los que pululan por las páginas de esta novela por lo que realmente estamos ante una novela coral pero, de todos ellos, Argenta es la que más me ha fascinado. Su vida no ha resultado muy placentera hasta el presente. Ha estado sola, añorando un amor que nunca se atrevía a dar el primer paso y ahora que lo ha conseguido, despierta a la vida con intensidad y fogosidad. He disfrutado mucho viendo sus ganas de vivir, sin importarle demasiado romper con las normas morales ni mucho menos sociales, profundizando en sí misma, conociéndose. La he visto sufrir una especie de catarsis a través del sexo transformándola en un ser más vivo que nunca. Aún así, no siempre las tendrá todas consigo y por eso, en algunos momentos, me ha producido mucha compasión.
Pero si hablamos de personajes, hay que recalar de nuevo en Justo Pastor, esa sombra perenne que parece que nos está espiando oculto en cada página. Su presencia, o mejor dicho, su ausencia es la que fomenta el aire de misterio que tiene toda la trama. Él será la meta de una búsqueda que emprenden los personajes, entre cuyas relaciones también anidan las casualidades por extrañas que parezcan.
Y hablando de personajes quisiera mencionar que también me resultó curiosa la elección de determinados nombres. Empezando por el propio Justo Pastor, un nombre compuesto que por separado no deja de ser significativo. Incluso sus apellidos -Velero Blanco- recrean una imagen muy marinera en nuestra mente. Pero Justo Pastor tornará su nombre a Jonás casi en los albores de la novela, el nombre de aquel que se tragó una ballena y que volvió muchos años después. El cambio de nombre tendrá su justificación. Y ocurre también lo mismo con el nombre de sus hermanas, Áurea, Argenta y Cobre, haciendo alusión al color de sus cabellos como si de figuras mitológicas se tratara.
Entre los temas que se abordan en la novela habría que destacar, en primer lugar, la vejez y asociado a ella, el paso del tiempo y la muerte. La dama de la guadaña se pasea libremente por estas páginas. Quizá pueda resultar inicialmente una presencia incorpórea pero, será llegando al final, en ese desenlace que te deja pensando, cuando notemos su aliento en la nuca.
Y si la muerte acompaña de un modo u otro a los personajes de la novela como parte de la vida, el amor será otro pilar. A lo largo del libro, surgirán varias relaciones amorosas que, desde mi perspectiva, están un poco sentenciadas. Los amores de juventud que no se materializaron pueden llegar a cuajar en la vejez pero hay como una lucha entre las partes que deja un cierto sinsabor por aquello de no alcanzar la plenitud. Amar significa también ceder, conlleva algo de renuncia, y no todo el mundo está dispuesto a hacerlo. Y, como suele ocurrir con frecuencia, también algún corazón quedará roto en el camino.
Quiero ahora hacer un aparte para mencionar el escenario principal, aquel que ocupa la mayor parte de la trama. Vilaponte es un enclave en el que la vida parece tener un aire especial, un pueblo con las costumbres de los pueblos, en los que antaño los noticiarios recibían la denominación de parte, a los progenitores se les hablaba con especial respeto, los viejos se disponían a morir y los juegos de los niños eran mucho más divertidos que los de la ciudad. Todo ello crea una atmósfera de olores y aromas, algo que la exquisita prosa se encarga de transmitir, con unas descripciones evocadoras, como si a través de los recuerdos de los personajes trazáramos un puente hacia los nuestros. Y es que la historia está llena de remembranzas.
«... Vilaponte, donde se acuesta la mar a dormir las olas del anochecer». [pág. 39]
Sin duda hay que destacar la prosa de Ramón Pernas, especialmente en los primeros capítulos que cuentan con una narrativa de gran belleza. Tiene el autor la capacidad de hacernos vivir las emociones de los personajes, de sumergirnos en un mar de melancolía, otorgando al texto de un hálito bucólico en diversas descripciones.
«Desde allí se observaba pasar la vida que iba creciendo en las personas que caminaban, que jugaban, paseaban o se detenían en la Plaza Mayor desde cuando eran niños hasta que llegaban a ancianos».
Llegados a este punto, tengo que reconocer que me ha gustado mucho leer El libro de Jonás, no ya por la historia y por ese personaje tan vivo como es Argenta sino, como digo, por el estilo narrativo de Ramón Pernas, del que he disfrutado muchísimo y me ha cogido por sorpresa en los primeros capítulos. El libro de Jonás es una novela melancólica para degustar con calma, otorgándole el tiempo necesario. Solo así llegaremos a un total conocimiento de la historia y sus personajes.
[Imágenes e ilustraciones tomadas de Google]
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Hola! Ya con la entrevista al autor me anote el libro para ver si le daba una oportunidad más adelante pero la verdad es que al leer ahora tu reseña tengo claro que si lo haré y cuanto antes mejor, que me da la sensación de que me estoy perdiendo una gran historia.
ResponderEliminarBesos!
Pues no era una novela en la que me hubiera fijado, pero ahora me la voy a tener que apuntar. Me llama la temática y parece que la prosa del autor también merece mucho la pena.
ResponderEliminarBesotes!!!
aunque por la sinopsis no me llamaba la atención, tu reseña me ha intrigado. Me lo apunto
ResponderEliminarNo tengo muy claro si ese aire melancólico y esotérico me convenceria...
ResponderEliminarNo lo conocía pero después de leer lo que nos has contado, lo tendré en cuenta, besotes
ResponderEliminarNo es un libro que ahora mismo me apetezca leer, de momento lo dejo pasar
ResponderEliminarBesos
No estoy muy segura de que sea un libro que pudiera disfrutar ahora mismo.
ResponderEliminarBesos
Hola!
ResponderEliminarNo había visto la novela, cada vez me doy más cuenta de la cantidad de libros que se me pasan por alto. Después de esta reseña es imposible que no le de una oportunidad.
Muchas gracias por traerlo.
Un beso!
Con todo lo que tengo pendiente en la estantería, aunque no pinta mal, voy a priorizar mis pendientes a ver si hago limpieza.
ResponderEliminarBs.
Bueno, pues me parece que no tengo escapatoria: personajes interesantes, elementos esotéricos, una buena prosa, un escenario con magia... Veo muchos elementos característicos de la literatura gallega, y me gusta. Abrazos.
ResponderEliminarNo se. No me llama mucho.
ResponderEliminarNo termina de convencerme en esta ocasión, no sé si lo disfrutaría la verdad.
ResponderEliminarUn beso ;)
Pues dos lecturas no sé, pero una sí que le doy. Me gusta lo que cuentas, y esas historias del pasado de cuando las cosas eran diferentes pero como más auténticas. Me gustan esos recuerdos que asocio a mis propios recuerdos y de las personas que me las contaban. Me apunto.
ResponderEliminarCreo que siempre o casi siempre que leemos o escuchamos a un escritor nos cuenta cosas que se nos pasaron por alto en las lecturas, es normal, ellos juegan con ventaja.
Besos
Sí que he tenido esa sensación de que un libro puede darme todavía más, y este anotado queda, claro. Un beso!
ResponderEliminarMuchas gracias por la entrada, aunque creo que lo voy a dejar pasar.
ResponderEliminarBesos.
Uy, Marisa, me gusta lo que nos cuentas de esta novela. Y sobre todo el hecho de estar ambientada en mi tierra. Tomo buena nota de ella. Besos.
ResponderEliminarComo tú , creo que es un libro especial y que seguro que tiene la capacidad de descubrir una segunda lectura muchas más cosas que en la primera.
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