viernes, 23 de diciembre de 2016

NOCHEBUENA de Nikolái Gógol.



Editorial: Barataria.
Fecha publicación: 2012
Precio: 12,00 €
Género: Narrativa.
Nª Páginas: 128
Edición: Bolsillo.
ISBN: 9788492979356



Autor

Nikolái Vasilievich Gógol (Soróchintsi, Ucrania 1809-Moscú, 1852) nació en el seno de una familia de la baja nobleza rutena. Fue funcionario en San Petersburgo y en 1828 conoció a Pushkin, con quien entabló una gran amistad. A diferencia de Pushkin, Gógol pasó varios años viviendo en Italia, Alemania, Suiza y Francia, época en la que escribió su obra más famosa, Almas Muertas, así como la novela histórica Tarás Bulba. Veladas en el caserío junto a Dikanka se escribió en 1831, precisamente en la época en que trabajó en la Universidad después de conocer a Pushkin, y consta de una serie de ocho relatos («Nochebuena» es uno de ellos) de tema campesino y rural, inspirados en el romanticismo alemán y en las tradiciones populares ucranianas, rebosantes de humor y leyendas fantásticas, donde se mezclan los elementos mágicos y religiosos.



Sinopsis

En Nochebuena se representa, en un mundo surreal y mágico, la lucha cósmica (y eterna) entre el bien y el mal. Gógol plantea la pregunta: ¿Por qué Dios permite al diablo vagar por el mundo y tentar a las pobres gentes? Su respuesta es que todo sucede por una buena causa, y que la libertad del Diablo está limitada: puede hacer sus fechorías solo hasta el nacimiento de Jesucristo, cuando toda la maldad se detiene y se restablece la relación entre el hombre y Dios. Este planteamiento permite a Gógol presentarnos la idílica aldea de Dikanka en la última noche antes de la Navidad: calles y campos nevados, grupos de jóvenes que cantan villancicos y recogen sus aguinaldos mientras las brujas se pasean por el cielo nocturno en sus escobas recogiendo las estrellas en su mandil y el demonio con cara de cerdo esconde la luna en su abrigo para que la lujuria se extienda sobre el mundo sumido en la oscuridad. En el centro de la abigarrada humanidad pecadora, la historia de amor del herrero y pintor de iconos Vakula por la muchacha más bella y coqueta del pueblo: Oksana.

 [Biografía y sinopsis tomadas directamente del ejemplar] 

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Así suena Nochebuena:


[Lectura de la pág. 6;
Villancico de las campanas de origen ruso]

Hace un par de años, Yossi Barzilai de Mi estantería nos quiso felicitar la Navidad con este relato, un cuento navideño lleno de fantasía y magia. Lo que Yossi nos comentó en apenas un par de párrafos me resultó interesante, así que hoy, le tomo el relevo y os hablo de esta Nochebuena del autor ruso, Nicolai Gógol. Os cuento un poco el argumento.

Resultado de imagen de dikankaEs Nochebuena y en Dikanka, la nieve brilla bajo la intensa luz de la luna. En la aldea viven varios personajes. Por un lado Soloja, una bruja que se dedica a robar todas las estrellas que titilan en el cielo. Una a una se las va metiendo en la manga con lo que la oscuridad va ganando terreno. Soloja tiene hechizado a todos los hombres del pueblo, ya sean solteros o casados, labriegos, alcaldes o diáconos, a todos ellos encandila y todos desean estar a su lado pero ella solo se mueve por interés. Su hijo, Vakula, es un herrero que además pinta hermosas escenas religiosas. El joven está sumamente enamorado de Oksana, la hermosa hija de Chub pero ella tiene tantos pretendientes y es tan vanidosa y caprichosa que simplemente se dedicará a jugar con unos y otros, prometiendo casamientos a los jóvenes que cumplan requisitos prácticamente imposibles. O casi.

Pero entre todos estos personajes de carne y hueso, el diablo anda merodeando. Primero quiere vengarse de Vakula pues aborrece sus pinturas de santos y juicios finales, y no se le ocurrirá mejor modo que conquistando el corazón de su madre. Para ello robará la luna que brilla en el cielo y que ilumina la noche, provocando una gran oscuridad que perturbará y confundirá a todos los habitantes de la aldea.

A partir de entonces se sucederán divertidas y cómicas escenas que solo podrían existir en la ficción y que construyen una atmósfera de opereta más propia de los hermanos Marx o del teatro de enredo. Veremos a unos enredando con otros, coincidiendo en lugares comprometidos y teniendo que callar, pues todos temen ser descubiertos.

Los personajes se perfilan con breves pinceladas. Chub es un hombre un tanto indeciso que no sabe muy bien de qué modo es mejor proceder y eso le llevará a dudar constantemente. El herrero es un joven persistente y luchador que intenta conseguir sus objetivos. Además su agudeza e inteligencia jugarán en su favor para conseguir el amor de Oksana. Y esta última no es más que una joven coqueta cuya crueldad dará paso al arrepentimiento posterior. 

Dividido en trece capítulos con final feliz, -no puede ser de otro modo en un cuento- y escrito en tercera persona por un narrador omnisciente que a veces emite juicios de valor, Nochebuena es una relato sencillo, salpimentado con vocablos rusos que encuentran su traducción en un anexo y que esconde varios mensajes y lecciones. El equilibrio entre narración y diálogo es idóneo con lo que la lectura transita a buen ritmo. Además es especialmente breve, así que tan solo nos llevará un par de horas leerlo de principio a fin.  

Me ha hecho mucha gracia este pasaje que no sé si reflejará el pensamiento del autor o de la época. 


"La madre del herrero Vakula no tenía más de cuarenta años. No era ni guapa ni fea, pues es difícil conservarse guapa a tal edad,..."

Creo que es un bonito y a la vez divertido cuento para este día previo a la Nochebuena con el que podéis pasar un buen rato. Así que, como hizo Yossi en su momento, os dejo este enlace donde podréis leerlo totalmente.

Por cierto, la música que suena en el audio es un villancico ruso que se titula Villancico de las campanas. Una preciosidad.




[Algunas imágenes e ilustraciones tomadas de Google]


Retos:

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2 comentarios:

  1. Pues ya estoy pinchando en el enlace. La portada me ha recordado a algunas pinturas rusas que vi hace poco en una exposición. Menos mal que hay final feliz que ya sabes que los rusos a veces...
    Besos

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  2. Parece un cuento muy bonito. Y, desde luego, muy apropiado

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