sábado, 31 de diciembre de 2016

FELIZ AÑO 2017.

¡Buenas tardes! Ya sabéis que ando un poco desconectada por diversos asuntos familiares pero, antes de que avance más el día y dejemos atrás el año 2016, no quiero dejar de pasarme por aquí para desearos a todos una buena entrada de año. Que lo mejor que os haya pasado en el 2016 sea lo mejor que os pase en este año 2017 que se aproxima poco a poco. Os deseo mucha SALUD, lo más importante junto con el TRABAJO, y por supuesto mucho AMOR, PAZ y FELICIDAD.

Y siendo esto un blog literario, ¿cómo no desearos BUENAS LECTURAS? Que todas las que pasen por vuestras manos en los próximos doce meses sean maravillosas.

¡¡FELIZ AÑO 2017 A TODOS!!

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martes, 27 de diciembre de 2016

PAUSA POR FUERZA MAYOR.

Buenas tardes a todos. Una entrada breve para comunicar que dejo el blog en stand-by por tiempo indeterminado. En estos momentos tengo que centrarme y dedicarme a otros asuntos de carácter familiar y por lo tanto no puedo atender el blog. 

Pido disculpas a los autores cuyas entrevistas aún están por publicar, a las editoriales cuyas publicaciones están pendientes de ser reseñadas y a los autores que tan amablemente me han enviado su libro, pero en estos momentos me es del todo imposible mantener mi hábito de lectura y garantizar el ritmo de entradas publicadas. Regresaré con mi ritmo habitual en cuanto me sea posible. Mientras tanto, la actividad del blog queda suspendida.

Un saludo,



lunes, 26 de diciembre de 2016

LOS SECRETOS QUE JAMÁS TE CONTARON de Albert Espinosa.

Resultado de imagen de los secretos que jamás te contaron para vivir en este mundo y ser feliz cada día

Editorial: Grijalbo.
Fecha publicación: agosto, 2016
Precio:  €
Género: Autoayuda.
Nª Páginas: 384
Edición: Flexibook
ISBN: 9788425354502
[Disponible en ebook;
puedes empezar a leer aquí]

Autor


Albert Espinosa (Barcelona, 1973). Actor, director, guionista de cine, teatro y televisión e ingeniero industrial. 


Es creador de las películas Planta 4ª, Va a ser que nadie es perfecto, Tu vida en 65', No me pidas que te bese porque te besaré y Héroes. Asimismo, es creador y guionista de la serie Pulseras rojas, basada en su libro El mundo amarillo y en su propia vida y lucha contra el cáncer.

El total de su obra literaria se ha publicado en más de 40 países con más de 1.500.000 de ejemplares vendidos en todo el mundo.

Si quieres saber más, visita su página web www.albertespinosa.com y síguele en Facebook (Albert Espinosa), Twitter (@espinosa_albert) e Instagram (Albertespinosapuig).


Sinopsis

Ya has vivido suficiente, ahora te toca disfrutar.

 [Biografía y sinopsis tomadas directamente del ejemplar] 

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No acostumbro a leer este tipo de libros pero confieso que de vez en cuando caigo en las redes de alguno. Prueba de ello son las reseñas que podéis encontrar en este rincón, reseñas de algunos libros que se califican de autoayuda y en honor a la verdad, y a pesar de que se trata de un género bastante denostado, he de afirmar que es raro que no extraiga alguna enseñanza o lección de ellos.




Los secretos que jamás te contaron llegó a mis manos con motivo de la visita de Albert Espinosa a Sevilla. Apenas concedió entrevistas y las que realizó fueron vía teléfono, así que fue imposible sentarme a charlar con el autor a quien me hubiera gustado conocer por ser todo un ejemplo y poder oírle hablar de sus experiencias vitales. La cosa es que comencé a ojear las páginas de este colorido libro lleno de mensajes que, como indica el subtítulo, pueden ayudarte para vivir en este mundo y ser feliz cada día.

Los secretos que jamás te contaron es un libro concebido para hacer participar al lector en cada una de sus páginas. Espinosa nos lanza mensajes y reflexiones que debemos inspirar, esto es, incorporlas a nuestro torrente sanguíneo y a la vez ser recíprocos y aportar nuestras propias enseñanzas. Es cierto que mucho de lo aportado en estas páginas me ha hecho recapacitar sobre mi perspectiva de la vida, aunque no siempre he estado de acuerdo con todas sus afirmaciones. En algún momento me ha parecido que el libro transmite un mensaje demasiado taxativo, algo así como que, si no sigues al pie de la letra estas indicaciones no llegarás a ser feliz cuando realmente todas las enseñanzas, por otra parte muy instructivas y positivas, deberían ser consideradas como instrumentos o mecanismos a nuestro alcance que nos pueden ayudar a encontrar nuestro camino hacia los días felices porque esto, es otra cosa. Albert Espinosa deja claro varias cuestiones que sí me han parecido especialmente significativas. Por un lado que no debemos buscar la felicidad pero sí los días felices, que debemos vivir el hoy y no pensar en el mañana, y que debemos sentirnos afortunados por estar vivos cada día. Esto entre otras muchísimas más cuestiones que aborda y que deberás descubrir por ti mismo.

Yo soy de las que hacía muchos planes a largo plazo y no concebía la vida de otra manera. ¿Cómo no vas a saber lo que vas a hacer el viernes que viene? Era algo que antes no podía comprender. Sin embargo la vida me ha enseñado que es absurdo hacer demasiados planes. Lo que ocurre es que, en ocasiones, no tienes más remedio que hacerlos y para eso tengo un truco, hacer esos planes con la antelación debida pero olvidarme completamente de ellos hasta un día antes de llevarlos a cabo. Parecerá una tontería pero de este modo evito las frustraciones que me produce no poder realizar dichos planes cuando llega el momento y por circunstancias de la vida. 

El autor, por su parte, nos ofrece otras propuestas que nos pueden servir, así como nos explica que no debemos pensar en el futuro. A mí, que siempre he sido tan precavida y organizada, es algo que me cuesta un horror pero creo que Espinosa tiene toda la razón.  ¿Para qué plantearte lo que va a ocurrir mañana o la semana que viene o el mes que viene? ¿Para qué preocuparte con tanta antelación? Puedes, si acaso, hacer un bosquejo pero nada que sea definitivo ni nada que implique invertir muchas horas de tu tiempo. En su lugar, emplea ese tiempo en ayudar a los demás, en reflexionar antes de irte a dormir, en creer en tus sueños para que se creen o en dar sin esperar recibir.

Otro de los temas que aborda Espinosa en el libro es la cuestión del yo interior. Yo soy muy de hablar conmigo misma y esto es algo que el autor defiende a ultranza porque, a su juicio, no somos uno solo sino dos, el de fuera y el de dentro y tanto uno como otro tiene sus miedos, dudas e inseguridades. Hablar y verbalizar nuestros temores ante el yo interior nos permite eliminar el miedo que nos produce. De nuevo no puedo estar más de acuerdo.

sábado, 24 de diciembre de 2016

FELIZ NAVIDAD.

Llega otra Navidad más. Ya llevo unas cuantas al cobijo de este rincón donde comparto mis lecturas con todos vosotros, con los que os asomáis a hurtadillas o con los que os animais a dejar algún comentario. Confío y espero que podáis disfrutar en estos días del calor de vuestras familias como también confío que os lleguen a las manos lecturas apasionantes. Sed felices y sonreír siempre. 

Lectores del mundo, ¡¡Feliz Navidad a tod@s!!


viernes, 23 de diciembre de 2016

NOCHEBUENA de Nikolái Gógol.



Editorial: Barataria.
Fecha publicación: 2012
Precio: 12,00 €
Género: Narrativa.
Nª Páginas: 128
Edición: Bolsillo.
ISBN: 9788492979356



Autor

Nikolái Vasilievich Gógol (Soróchintsi, Ucrania 1809-Moscú, 1852) nació en el seno de una familia de la baja nobleza rutena. Fue funcionario en San Petersburgo y en 1828 conoció a Pushkin, con quien entabló una gran amistad. A diferencia de Pushkin, Gógol pasó varios años viviendo en Italia, Alemania, Suiza y Francia, época en la que escribió su obra más famosa, Almas Muertas, así como la novela histórica Tarás Bulba. Veladas en el caserío junto a Dikanka se escribió en 1831, precisamente en la época en que trabajó en la Universidad después de conocer a Pushkin, y consta de una serie de ocho relatos («Nochebuena» es uno de ellos) de tema campesino y rural, inspirados en el romanticismo alemán y en las tradiciones populares ucranianas, rebosantes de humor y leyendas fantásticas, donde se mezclan los elementos mágicos y religiosos.



Sinopsis

En Nochebuena se representa, en un mundo surreal y mágico, la lucha cósmica (y eterna) entre el bien y el mal. Gógol plantea la pregunta: ¿Por qué Dios permite al diablo vagar por el mundo y tentar a las pobres gentes? Su respuesta es que todo sucede por una buena causa, y que la libertad del Diablo está limitada: puede hacer sus fechorías solo hasta el nacimiento de Jesucristo, cuando toda la maldad se detiene y se restablece la relación entre el hombre y Dios. Este planteamiento permite a Gógol presentarnos la idílica aldea de Dikanka en la última noche antes de la Navidad: calles y campos nevados, grupos de jóvenes que cantan villancicos y recogen sus aguinaldos mientras las brujas se pasean por el cielo nocturno en sus escobas recogiendo las estrellas en su mandil y el demonio con cara de cerdo esconde la luna en su abrigo para que la lujuria se extienda sobre el mundo sumido en la oscuridad. En el centro de la abigarrada humanidad pecadora, la historia de amor del herrero y pintor de iconos Vakula por la muchacha más bella y coqueta del pueblo: Oksana.

 [Biografía y sinopsis tomadas directamente del ejemplar] 

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Así suena Nochebuena:


[Lectura de la pág. 6;
Villancico de las campanas de origen ruso]

Hace un par de años, Yossi Barzilai de Mi estantería nos quiso felicitar la Navidad con este relato, un cuento navideño lleno de fantasía y magia. Lo que Yossi nos comentó en apenas un par de párrafos me resultó interesante, así que hoy, le tomo el relevo y os hablo de esta Nochebuena del autor ruso, Nicolai Gógol. Os cuento un poco el argumento.

Resultado de imagen de dikankaEs Nochebuena y en Dikanka, la nieve brilla bajo la intensa luz de la luna. En la aldea viven varios personajes. Por un lado Soloja, una bruja que se dedica a robar todas las estrellas que titilan en el cielo. Una a una se las va metiendo en la manga con lo que la oscuridad va ganando terreno. Soloja tiene hechizado a todos los hombres del pueblo, ya sean solteros o casados, labriegos, alcaldes o diáconos, a todos ellos encandila y todos desean estar a su lado pero ella solo se mueve por interés. Su hijo, Vakula, es un herrero que además pinta hermosas escenas religiosas. El joven está sumamente enamorado de Oksana, la hermosa hija de Chub pero ella tiene tantos pretendientes y es tan vanidosa y caprichosa que simplemente se dedicará a jugar con unos y otros, prometiendo casamientos a los jóvenes que cumplan requisitos prácticamente imposibles. O casi.

Pero entre todos estos personajes de carne y hueso, el diablo anda merodeando. Primero quiere vengarse de Vakula pues aborrece sus pinturas de santos y juicios finales, y no se le ocurrirá mejor modo que conquistando el corazón de su madre. Para ello robará la luna que brilla en el cielo y que ilumina la noche, provocando una gran oscuridad que perturbará y confundirá a todos los habitantes de la aldea.

A partir de entonces se sucederán divertidas y cómicas escenas que solo podrían existir en la ficción y que construyen una atmósfera de opereta más propia de los hermanos Marx o del teatro de enredo. Veremos a unos enredando con otros, coincidiendo en lugares comprometidos y teniendo que callar, pues todos temen ser descubiertos.

Los personajes se perfilan con breves pinceladas. Chub es un hombre un tanto indeciso que no sabe muy bien de qué modo es mejor proceder y eso le llevará a dudar constantemente. El herrero es un joven persistente y luchador que intenta conseguir sus objetivos. Además su agudeza e inteligencia jugarán en su favor para conseguir el amor de Oksana. Y esta última no es más que una joven coqueta cuya crueldad dará paso al arrepentimiento posterior. 

Dividido en trece capítulos con final feliz, -no puede ser de otro modo en un cuento- y escrito en tercera persona por un narrador omnisciente que a veces emite juicios de valor, Nochebuena es una relato sencillo, salpimentado con vocablos rusos que encuentran su traducción en un anexo y que esconde varios mensajes y lecciones. El equilibrio entre narración y diálogo es idóneo con lo que la lectura transita a buen ritmo. Además es especialmente breve, así que tan solo nos llevará un par de horas leerlo de principio a fin.  

Me ha hecho mucha gracia este pasaje que no sé si reflejará el pensamiento del autor o de la época. 


"La madre del herrero Vakula no tenía más de cuarenta años. No era ni guapa ni fea, pues es difícil conservarse guapa a tal edad,..."

Creo que es un bonito y a la vez divertido cuento para este día previo a la Nochebuena con el que podéis pasar un buen rato. Así que, como hizo Yossi en su momento, os dejo este enlace donde podréis leerlo totalmente.

Por cierto, la música que suena en el audio es un villancico ruso que se titula Villancico de las campanas. Una preciosidad.




[Algunas imágenes e ilustraciones tomadas de Google]


Retos:

- 100 libros



Puedes adquirirlo aquí:



miércoles, 21 de diciembre de 2016

BLA, BLA, BLA (CORTOMETRAJE - 2015).

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Año: 2015.

Nacionalidad: Española.

Director: Alexis Morante.

Reparto: Salva Reina, Sara Sánchez, Carlos Pérez, Manuel Ponce, María Alfonsa Rosso.

Género: Cortometraje.

Sinopsis: Compartir coche es como una caja de bombones, nunca sabes lo que te va a tocar.


[Información facilitada por Filmaffinity]



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Los que me conocéis un poquito sabéis que, por motivos familiares, tengo especial sensibilidad con las personas que padecen síndrome de Down. Aunque se ha recorrido cierto trecho del largo camino que aún queda por andar, sigo observando que esta discapacidad, como todas las demás, se sigue mirando con recelo y apenas hay implicación ni social ni política, más allá de la un grupo minúsculo de personas, entre educadores, monitores, cuidadores y asistentes sociales, que tienen el cielo ganado. A día de hoy, y creedme que me he tenido que cruzar con muchas miradas, sigue molestándome sobremanera las reacciones de las personas «normales» -me rio yo de alguna normalidad- cuando nos cruzamos o tenemos delante a un niño o a una niña con síndrome de Down. Y si eso me molesta, ni os cuento lo que me hierve la sangre cuando contemplo que las necesidades de estas personas están siempre a la cola de todas las demás, cuando son los más débiles y los que más lo necesitan. Vergüenza debería de darle a la señora Susana Díaz, presidenta de la Junta de Andalucía, el estado en el que se encuentran los centros concertados para personas con discapacidad. Se caen a pedazos y a duras penas los usuarios reciben un mínimo de atenciones.

En fin, todo esto viene a que no cejo en mi empeño de luchar a mi manera en favor de estos niños, en mostrar su verdadero rostro, en intentar concienciar a la sociedad que la problemática de estas personas discapacitadas y de tantas y tantas otras, no son solo un problema de los demás, sino de todos nosotros, porque nunca sabes qué te depara el futuro y mi lucha de hoy puede favorecer tu situación de mañana. 

Y como aún hay gente que no se entera que un niño o niña con síndrome de Down no tienen ni un pelo de tontos y son capaces de hacer mil cosas aquí vengo yo a mostrar lo último con lo que me han sorprendido, nada más y nada menos que un corto que ha sido nominado a los Goya y que lleva por título Bla, bla, bla.  Os cuento un poquito.

Emulando la moda de compartir coche para desplazamientos de larga y corta distancia, un joven espera en el interior de su vehículo a sus compañeros de viaje con destino Madrid. Con sorpresa observa que acceden al interior tres jóvenes, dos chicos y una chica, los tres con síndrome de Down y emprenden camino. Mientras, la radio escupe una tras otra noticias de lo más desalentadoras como el desahucio de un centro de personas con discapacidad por culpa del banco Populista, la tensión se mastica en el interior del habitáculo. La situación roza lo cómico y el espectador siente en su piel la incomodidad del conductor y no porque los ocupantes tengan síndrome de Down y hablen poco, sino por la actitud desafiante de los tres y la mirada penetrante de la copiloto. El destino, como podéis imaginar, no será Madrid. 

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Tres minutos y medio bastan para contar una historia de venganza que me hubiera gustado tuviera mayor desarrollo por lo mucho que la estaba disfrutando. La verdad es que el comportamiento de estos jóvenes y su reacción no es para menos en los tiempos que vivimos y dan ganas de imitarlos.

un guion original cargado de humor, a pesar de los pesares, se le une unas interpretaciones que no por su brevedad dejan de ser brillantes. Al conductor le da vida Salva Reina, un andaluz que nunca se ha visto en una situación como la que se narra en el corto y que intenta aportar naturalidad. Y por supuesto, los tres jóvenes, Sara Sánchez, Carlos Pérez y Manuel Ponce sin apenas texto pero que con su mirada y sus gestos lo dicen todo. En off escucharemos la inconfundible voz de María Alfonsa Rosso.

La música juega un papel determinante en un momento álgido que aporta todo el dramatismo a la escena.

Tres minutos y medio, solo tres minutos y medio dura este corto que podéis ver íntegro en Youtube y que ya ha sido galardonado en otros festivales. Ahora opta a un cabezón en los próximos Goya. Desconozco el nivel de los restantes candidatos pero por mi parte ojalá se lo lleven ellos

Felicidades a los tres jóvenes por este trabajo con el que seguro han disfrutado y por supuesto felicidades al director y a todo el equipo por contar con ellos. 

¡Suerte chicos!



[Imágenes e ilustraciones tomadas de Google]

martes, 20 de diciembre de 2016

ENTREVISTA a DANIEL RUIZ GARCÍA (La gran ola).

 ©Fernando RusoAutor

Daniel Ruiz García (Sevilla, 1976) es escritor, periodista y especialista en comunicación. Su primera novela, Chatarra, obtuvo el Premio de Novela Corta de la Universidad Politécnica de Madrid y, años después, inspiró un corto cinematográfico de Rodrigo Rodero, multipremiado internacionalmente y preseleccionado para los Oscar en 2006. Le siguieron cinco novelas, que le han valido reconocimientos como el V Premio de Novel Corta Villa de Oria o el Premio Onuba de Novela, además de ser finalistas en premios como El Ojo Crítico de RNE. Su novela anterior, Todo está bien (Tusquets Editores, 2015), fue recibida con entusiasmo entre los lectores por su fuerza crítica, su frescura y su mordacidad. En La gran ola el jurado, que le ha otorgado el XII Premio Tusquets Editores de Novela 2016, ha valorado «el original tratamiento narrativo, corrosivo y descarnado, del mundo de la empresa en el que se mueven personajes de la más diversa condición, y la visión cáustica de los nuevos mantras new age que rigen el ámbito laboral y que ocultan una batalla, a veces sórdida, por la supervivencia en plena crisis».


Sinopsis

Julián Márquez está al límite. Y no sólo por sus problemas domésticos, que son considerables, sino por los del trabajo. Director de una de las divisiones comerciales de Monsalves, una empresa familiar en expansión, recibe presiones de la compañía porque los números no cuadran. Casi nada cuadra en su vida, confundida siempre con el trabajo. Porque vivir es sobre todo sobrevivir. Algo que sabe bien el recién incorporado Ribera, comercial inmobiliario venido a menos tras la crisis del ladrillo y un buscavidas que ve ahora la gran oportunidad de volver a remontar. En Monsalves se encuentra con que los empleados viven sometidos a las nuevas formas del mundo laboral de la mano de Estabile, un coach que quiere revolucionarlo todo según las técnicas del pensamiento positivo. La gran ola representa una visión ácida y sin paliativos de las nuevas empresas, cautivadas por los rutilantes y no del todo saludables mantras de la motivación, el liderazgo o la capacidad de superación, y retrata, de manera imborrable, los estragos que en algunas corporaciones han dejado los últimos años de crisis económica.


[Biografía y sinopsis tomadas directamente del ejemplar]

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El mes de noviembre fue tan intenso en cuestiones literarias, con presentaciones y entrevistas, que todavía no he tenido lugar de publicarlo todo, así que poco a poco, cada uno de esos encuentros están viendo la luz. 

Hoy os traigo la entrevista a Daniel Ruiz García, el actual Premio Tusquets Editores de Novela, un sevillano que abarca en su última novela, La gran ola, un tema candente y que no deja de asombrar a propios y extraños, el coach y concretamente el coach empresarial. La visión que nos ofrece el autor viene cargada de una ironía punzante y un humor mordaz. Eso es lo que nos contó.


Marisa G.- Daniel, en primer lugar, muchas felicidades por el premio. El Premio Tusquets es un gran reconocimiento pero observo que tú ya tienes otros anteriores y yo me suelo preguntar en estos casos si para un autor recibir galardones es una garantía a la hora de consagrarse en el mercado literario o por el contrario, a largo plazo, tampoco tiene gran repercusión.

Daniel R.-  Creo que los premios en sí mismos están bastante devaluados. El premio no solo te da reconocimiento sino también acceso a un dinero que te viene muy bien en un momento determinado. En el caso de los escritores muchas veces se olvida que es un negocio bastante mal pagado. El escritor es una figura esencial en la cadena de producción de un libro pero seguramente sea el más maltratado a lo largo de toda esa cadena. Luego también hay que tener en cuenta que hay premios, como el Tusquets, con el que importa más el reconocimiento que el dinero por la visibilidad, debido al sello que está detrás y al prestigio del jurado que lo soporta. Dicho esto, si te fijas en algún autor que sea un referente para el mundo literario, lo que menos importa son los premios que haya obtenido. Lo que más impone es el recorrido y la aportación que haya hecho a la literatura aunque entiendo que el Premio Nacional o el Premio Cervantes sí se pueden considerar como una muestra de calidad. El resto se olvidan y quedan ocultos por la trayectoria y la calidad de los textos que se hayan producido.

M.G.- Tu anterior novela, Todo está bien, contaba con un importante componente crítico contra la política. Aquí vuelves a criticar otro tema del que hablaremos más tarde. Daniel, ¿consideras que la literatura es el vehículo más efectivo para criticar todo lo que nos rodea?

D.R.- No creo. Seguramente será una de las formas menos eficiente de crítica. Hoy, menos que nunca, el escritor tiene una escasa visibilidad y un escaso poder de influencia. El escritor actual ha perdido mucho de la prescripción que tuvo en su tiempo por la propia devaluación de la literatura como fenómeno de expresión. Hoy es mucho más eficaz una película, salir en la tele o ser youtuber. En cualquier caso, la literatura seguirá siendo, al menos esa es mi visión, una manera de contar cosas que verdaderamente importan, al margen de que al final su eco llegue o no a mucha gente. El hecho de basarse en la palabra o en la razón es un argumento para justificar que la literatura siga existiendo y siga cuestionando las cosas. Así que, creo que la literatura será un gran medio cuestionador pero con un alcance más limitado.

En cuanto a la denuncia, esto responde a mi interés personal y a mi vocación como escritor de utilizar la literatura no tanto para denunciar, porque eso se queda un poco grande, sino más bien para describir o hacer dibujos de realidades que podrían ser mejorables en nuestro entorno.

Resultado de imagen de coach empresarialM.G.- La gran ola la consideras una novela laboral en la que pones el foco de atención sobre el mundo del coaching, algo que está tan en auge, y lo haces desde un punto de vista irónico y sarcástico. ¿Por qué centrarse en este tema exactamente?

D.R.- Bueno, por mi actividad profesional, como consultor de comunicación y asesor de empresas, he tenido la oportunidad de detectar que cada vez había una mayor penetración de estos coaches en las estructuras de las empresas. Se ha empezando a recurrir a una suerte de gurús o motivadores profesionales para introducir una mayor motivación en cuestiones de recursos humanos. El acercamiento a ese tipo de figuras me permitió tratarlos de cerca y acceder a la estructura ideológica e intelectual de sus discursos y me di cuenta de que en la mayoría de los casos eran discursos endebles que no se fundamentaban sobre ningún tipo de pensamiento sólido. Aquello me provocó una gran indignación porque ese tipo de personas tenían al final un peso importante dentro de los poderes de decisión de las empresas, y dicha indignación me llevó a pensar que se había producido una descarga del discurso general. 

Todo esto me llevó a buscar en ese tipo de perfiles las posibilidades literarias que tenían y comprobé que eran personas con unas dimensiones literarias muy interesantes, por eso decidí abordar este tema, especialmente porque no se había escrito absolutamente nada sobre el coaching desde el punto de vista de la contestación  y sí mucho y abundantemente sobre el coaching como disciplina. Uno no tiene más que acercarse a los anaqueles de la sección de auto-ayuda en una librería y verá que esa sección cada vez gana más tramo de librería a otras disciplinas. Todo esto en realidad es una industria que no ha tenido respuesta desde el punto de vista de la crítica y por eso se me ocurrió escribir una novela en la que contar la vida de una empresa de esta época poscapitalista, como yo la considero, en la que hubiera una estructura de coaching legitimando determinadas líneas estratégicas tendentes a una mayor competitividad y a una mayor rapacidad dentro de la gestión.

M.G.- Pero esta industria, como tú la denominas, es un carro al que se han subido mogollón de gente, tanto a nivel usuario como de instructores. Y tú en esta novela hablas del coaching empresarial pero es que hay coaching hasta para ir a comprar el periódico.

D.R.- Absolutamente. Hay coaching de todo tipo. En los últimos tiempos he realizado una labor de investigación que para mí se ha quedado en el sentido de que me ha dejado muchas veces el cuerpo un poco exhausto de tener que leer y ver muchos vídeos y asistir a muchas dinámicas supuestamente pedagógicas que son absolutas paridas. Y efectivamente como tú bien comentas hay un coaching para todo, uno basado en la estimulación que se produce en un individuo gracias a las caricias a un caballo, uno a partir de la dinámica de un payaso, otro para parejas,  para los perro,... de todo. Cada uno se puede castigar el cuerpo como quiera, por decirlo de alguna manera, pero en la novela me centro en el coaching empresarial porque me parece mucho más interesante. Es un coaching impuesto por la empresa a los empleados y desde ese punto de vista lo que busca es mayor beneficio, mayor eficacia y favorecer la competitividad en el empleado. En ese sentido sí lo veo más avieso que el que voluntariamente decide ir a una sesión de coaching para acariciar un caballo y mejorar su sensibilidad.

M.G.- En tu novela, los empelados de una empresa están sometidos a unas dinámicas y el factor humano  se pierde por completo. Esos empleados están sometidos y se intentan adaptar al entorno que la empresa les plantea con lo cual la invidualidad y no digamos ya la conciliación laboral, el bienestar empresarial, se pierden.

D.R.- Claro, hay una serie de cuestiones que se muestran en la novela como por ejemplo la premeditada confusión entre la vida y el trabajo, una de las estratagemas más aviesas del coaching, que el individuo llegue a poner el trabajo en un lugar donde no debería estar, robándole tiempo, espacio e incluso preocupación a la propia vida personal. 

Hay dinámicas, muchas muy antiguas, como el Family Day que yo describo en la novela. No es más que una actividad en la que se invita no solo al empleado sino a toda su familia para que compartan las vivencias del trabajo del individuo, con lo que el trabajo llega a la propia familia. O el tema de la dictadura de lo emocional porque con lo emocional parece que somos más capaces de digerir las cosas. Y por supuesto, todo este fabuloso movimiento que estamos viendo del story-telling, que no es más que contar cosas con emoción, un movimiento al que se están abonando las marcas. Al final lo que se pretende es silenciar el espíritu crítico hasta el punto de que cualquier voz crítica se convierta en algo peligroso. O bien la cuestión de la sublimación de la positividad. Al final estamos orientando la potenciación de lo positivo  y a la destrucción de lo negativo cuando lo negativo es necesario también. El dolor es un elemento constitutivo de la experiencia y necesario  para forjar a la persona. 

Toda esta experiencia del coaching tiene un fundamento muy religioso. De hecho hay mucho coach de los que se han sabido que antes eran antiguos predicadores evangelistas americanos reconvertidos. El pecado ha sido sustituido por la negatividad, de manera que el coach es una especie de sacerdote o predicador que lo que hace es curar o erradicar el mal, en este caso la negatividad. Todo estos mantras configuran una ideología que se impone a los empleados de manera que ellos perciban que es algo que les viene de manera natural. 

M.G.- De entre todos los personajes, Rivera es el que más me ha calado y me llama especialmente la atención que  tú a veces lo llamas por el diminutivo, por Riverita. ¿Por qué lo haces? Me resulta muy significativo. 



D.R.- Me gustaba porque tenía un componente de sonoridad arrabalera que me parecía muy conveniente para el personaje y de hecho es una forma de menosprecio.

M.G.- Y todos estos personajes son muy dispares. Entre ellos encontramos al pelota, al incompetente, al putero, al trepa... Imagino que son perfiles que tú te has ido encontrando en tus asesoramientos a empresas.

D.R.- Te diría que no tengo una forma de dibujar a los personajes de manera asociada a una única personalidad. Normalmente funciono con aditamentos de personas con las que me encuentro. En este sentido cada uno de los personajes tiene cosas de distintas personas.  Es cierto que soy un escritor que se inspira en la realidad, en lo que vivo y en lo que me cuentan, en ese sentido soy una persona muy vampírica. No soy el prototipo de escritor más literario o que se nutre de la literatura, soy un escritor de mirar de cerca la realidad y que toma de esa realidad todas las cosas, con lo cual efectivamente todo lo que hay en los personajes son atributos que en un momento determinado o en otro he podido detectar en alguien. 

M.G.- La atmósfera de la novela es ciertamente incómoda para el lector, al menos así lo he sentido yo. Estamos ante una novela que no va a tener un final feliz, ¿verdad?

D.R.- Me gusta que el cierre de mis novelas tengan un componente de redoble, que sus finales sean llamativos. En ese sentido sería un final de Happy End pero enrevesado en la impostura y en el cinismo. Es un Happy  End para algunos personajes que ven la oportunidad de seguir en el éxito pero también es un final desgraciado para el lector porque le estas ofreciendo una moraleja que resulta un poco desoladora. El malo siempre gana. El perro más agresivo es el que se hace con toda la manada. 

M.G.- Daniel no te robo más tiempo. La novela resulta verdadera interesante. Espero que funcione bien.

D.R.- Gracias. 

Y hasta aquí la entrevista a Daniel Garcia. Muy pronto os traeré las impresiones de esta novela, La gran ola, que no va a dejar indiferente, ni por la temática ni por sus personajes. 







[Algunas imágenes e ilustraciones tomadas de Google]


lunes, 19 de diciembre de 2016

SIDNEY CHAMBERS Y LA SOMBRA DE LA MUERTE de James Runcie.


 Editorial: Duomo Editorial.
Colección: Nefelibata.
Fecha publicación: octubre, 2016
Precio: 19,80 €
Género: Narrativa.
Nª Páginas: 448
Edición: Rústica con solapas.
ISBN: 978-84-16261-92-5
[Disponible en eBook:
puedes leer el primer capítulo aquí]

Autor

James Runcie es un galardonado director cinematográfico y autor de siete novelas, entre ellas El secreto del chocolate, The Colour of Heaven, Canvey Island y East fortune. Es también el director artístico del festival literario de Bath. Ha trabajado como realizador de documentales en la BBC, Channel 4 e ITV. Las novelas de la serie Los misterios de Grantchester se han convertido en una exitosa producción televisiva internacional. Actualmente vive en Edimburgo con su mujer y sus dos hijas. Duomo publicará próximamente el segundo libro de esta serie.

Sinopsis

Un nuevo héroe irrumpe en el mundo del crimen, con la astucia de Agatha Christie y la ironía del Padre Brown.

En la pequeña y aparentemente idílica localidad de Grantchester, cerca de Cambridge, Sidney Chambers, un vicario poco convencional, no se ocupa solo de las almas de sus parroquianos, sino también de sus secretos. Joven, atractivo, amante del jazz y exsoldado atormentado por los recuerdos de la guerra, tiene una innata pasión por la investigación.

Cuando  una serie de inquietantes casos trastornan la paz de Grantchester, Sidney decide ayudar al inspector Keating a resolverlos, logrando penetrar en los corazones y misterios, allí donde la policía no puede llegar.

En este primer libro de la serie Los misterios de Grantchester, James Runcia sumerge al lector en una seductora atmósfera de los años cincuenta, con casos apasionantes y giros inesperados en una trama de ritmo absorbente.

 [Biografía y sinopsis tomadas directamente del ejemplar] 

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Así empieza Sidney Chambers y la sombra de la muerte:


[Lectura de las páginas 11 y 12; capítulo La sombra de la muerte;
Música de Billy Hollidays That Ole Devil Called Love]




Apenas acostumbro a ver televisión. Soy bastante selectiva al respecto y me da mucha pereza ponerme a buscar algo que me resulte de interés. No obstante, en uno de esos paseos por los diversos canales televisivos, mando en mano, me topé con un sacerdote rubio, de piel lechosa y cara pecosa. Era Sidney Chamber, el vicario de Grantchester, una localidad cercana a Cambridge donde todo el mundo se conoce y la vida aparentemente parece discurrir sin grandes sobresaltos. Fue de este modo como descubrí esta serie británica que lleva por título precisamente Grantchester. Por entonces desconocía que estos episodios estaban basados en una saga literaria del autor James Runcie, The Grantchester Mysteries pero, por suerte, el mundo bloguero me descubrió que la editorial Duomo había publicado en España la primera entrega de esta serie, Sidney Chambers y la sombra de la muerte y caí rendida.

En primer lugar, y aprovechando que ya lo menciona la sinopsis, la lectura de este libro te incita a establecer algún tipo de conexión con los libros de Agatha Christie. Esto en ningún momento me ha supuesto un obstáculo sino todo lo contrario porque si hay algo que siempre me funciona son los libros de Christie. Para mí son como un bálsamo, una pócima que cura esos estados anímicos caracterizados por el desánimo, la nostalgia, la melancolía, la desgana,... En esos momentos, solo me apetece adentrarme en una lectura sencilla, con algún punto de misterio y suspense, que me transporte a parajes en los que la vida suele ser tranquila y existe una atmósfera de felicidad contendida. Y esto es precisamente lo que me ofrece los libros de Agatha Christie, lo mismo que me ha ofrecido esta primera entrega de Los Misterios de Grantchester, y por eso he disfrutado tanto.

Pero para empezar, os hablaré de su protagonista. Sidney Chambers es un joven vicario de unos treinta años. Alto, esbelto, apuesto, ojos de color castaño, amable sonrisa, «amante de la cerveza caliente y el jazz, entusiasta jugador de críquet y ávido lector» (pág. 12), son algunas de las cualidades que lo describen. Tan solo debería dedicarse a sus labores clericales y al cuidado de su rebaño, una pequeña congregación de fieles que no suelen darle muchos problemas hasta que, sin comerlo ni beberlo, se ve envuelto en la investigación de un asesinato. La muerte del abogado Stephen Staunton destapará un crimen de carácter pasional que a priori parece un suicidio. No obstante, una agenda en la que figuran unas iniciales y sobre todo, las sospechas de la que fue su amante terminarán por abrir una investigación policial y descubrir la verdadera causa de la muerte del abogado.

A partir de esta investigación, Sidney unirá sus pasos a los del inspector Geordie Keaton, con quien acostumbra a jugar una partida de backgammon en The Eagle los jueves por la tarde mientras degustan alguna pinta de cerveza amarga. El asesinato del abogado, episodio que lleva por título La sombra de la muerte, dará paso a otros cinco más donde el vicario tendrá que resolver cuestiones como el robo de un anillo, el robo de un cuadro de valor incalculable, o la muerte de unos ancianos, la hija de un mafioso o de un aristócrata mientras interpreta el papel de Julio César en una obra de teatro.

A lo largo de cada uno de los episodios, todos ellos con su correspondiente título, el lector podrá ir vislumbrando el carácter y la personalidad de Sidney Chambers,  un joven soltero, que no tiene prisas en contraer matrimonio aunque anda enamorado y que de vez en cuando siente remordimientos pues las horas que dedica a la investigación de los casos resta tiempo y dedicación a su labores clericales. Sin embargo, su colaboración en los casos es imprescindible pues él consigue información a la que la policía no tendría acceso. Testigos y criminales se sienten más cómodos a la hora de desvelar sus secretos si están ante alguien con alzacuellos.

Otra de las cualidades que caracterizan al personaje es su humanidad. Aun siendo un hombre de profundas creencias religiosas, su fe se tambalea en ocasiones al plantearse diversas cuestiones para las que no tiene respuestas. Al haber participado en la última guerra europea  -las historias se sitúan en la década de los 50- ha tenido que enfrentarse a situaciones realmente duras y percibimos cómo esas experiencias han moldeado su carácter. Los sonidos de la guerra aún resuenan en sus oídos y ahora que tiene que enfrentarse con asesinatos de toda índole y condición vuelven a su mente las dudas sobre la existencia de Dios. Bajo ese prisma creo que Runcie construye un personaje muy real y creíble, con luces y sombras que no oculta sus debilidades.

Y Sidney Chambers no será el único personaje al que veremos pasear por estas páginas. Ya he comentado que unirá sus pasos al inspector Keaton con quien le gusta departir sobre lo divino y lo humano delante de una cerveza. Con quien no le gustará hablar mucho será con la señora Maguire, su ama de llaves, una mujer con la que no se lleva excesivamente bien, digamos que ambos simplemente se soportan. En segundo plano, y entre otros personajes secundarios, estará el ayudante Leonar Grahman, un joven que tiene poco protagonismo y del que, tras haber visto la serie, me esperaba más. Realmente es un personaje muy interesante que se explota poco pero que abre uno de los grandes temas que se trata en la novela, la homosexualidad, una cuestión que sale a la luz en más de una ocasión y que nos permitirá conocer qué opinan sobre ella cada uno de los personajes. Y no olvidemos a su perro Dickens.



Pero si hay un personaje de carácter secundario en la novela que tiene gran importancia ese será Amanda Kendall, una joven de buena familia y vida ociosa. Entre Amanda y Sidney parece que nace el amor pero la relación no termina de germinar. Hay mucha contención por parte de los dos personajes, probablemente porque pertenecen a mundos distintos pero también por la aparición de terceras personas que lo hacen todo más difícil. En cualquier caso, todo apunta a que esta relación seguirá adelante en las próximas entregas y la verdad es que me gustaría que llegara a buen puerto.

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