Editorial: Triskel Ediciones.
Fecha publicación: 2016
Precio: 14,00 €
Género: Narrativa.
Nª Páginas: 204
Edición: Tapa blanda con solapas.
Nª Páginas: 204
Edición: Tapa blanda con solapas.
ISBN: 978-84-94534-15-7
[Disponible en eBook]
[Disponible en eBook]
María
del Monte Vallés nació en Sevilla. Aunque su formación profesional la
ha dirigido por otros caminos: la construcción y el urbanismo, sus
grandes pasiones son la literatura y los viajes que siempre la han
acompañado como refugio y fuente de vida, de tal forma que ese bagaje ha
desembocado en la creación literaria. Ha escrito relatos, libros de
viajes y varias novelas, de las que Perdiendo pie es la primera en ser
publicada.
Sinopsis
************************************
La semana pasada os hablaba de María del Monte Vallés, una autora sevillana que recientemente ha publicado Perdiendo pie de ediciones Triskel. En aquella conversación hablamos de sus inicios literarios, de su intención de publicar, de sus proyectos futuros y por supuesto de esta novela, que supone su primera publicación. Puedes leer la entrevista aquí.
Perdiendo pie parece a priori una novela policiaca. Es verdad que su argumento cuenta con una investigación policial y una muerte, producida en circunstancias no demasiado claras. No obstante, catalogarla como tal sería un atrevimiento por mi parte. De hecho, y en palabras de Vallés, la autora no concibió esta historia bajo este prisma pero será cada lector el que le ponga la etiqueta que estime oportuno. En lo que a mí respecta, ya digo que no me lo parece. No he sentido que estuviera leyendo novela negra aunque también es cierto que es un género en el que se innova cada vez más y se aleja progresivamente del patrón. Pero os cuento un poco el argumento tal y como yo lo veo.
El hallazgo del cadáver de Esther Revuelta en su domicilio conduce a Santiago Carvajal, fotógrafo de la policía científica, a la calle del Pez donde residía la joven. Se tomarán las pruebas pertinentes, se establecerán las hipótesis oportunas y, al final, se determinará que el fallecimiento de Esther se debe a un accidente doméstico. Pero, ¿todas las piezas encajan? Santiago no lo tiene muy claro e iniciará una investigación de carácter no oficial. Sus pesquisas nos permitirán ir conociendo con más profundidad a la joven: su infancia, la relación que mantenía con su hermana Eva o con sus padres, su trabajo, sus relaciones amorosas,... Una vida en la que el sufrimiento era el sol de cada día ya fuera por el desapego de sus padres, por su fracaso laboral frente al éxito de su hermana o por los problemas económicos a los que tenía que hacer frente. La cuestión es que la investigación irá avanzando poco a poco pero, bajo mi punto de vista, objetivo no es llegar al esclarecimiento de los hechos, averiguar cómo murió Esther, si fue un accidente o un asesinado y en tal caso quién la mató. En Perdiendo pie tiene más importancia el perfil psicológico de los personajes, sus vivencias o los recovecos de sus almas, adentrarnos en su corazón y en su mente, sentir cómo aman, sufren o lloran, lo que nos permite tocar su lado más íntimo y personal, más humano y por tanto, más cercano. Por tanto, considero que se trata de una novela cargada de reflexión y muy introspectiva.
Perdiendo pie es una crónica narrada con posterioridad a los hechos acaecidos. Tiene el argumento un toque de suspense pues parece que el autor y protagonista de esta crónica redacta sus memorias en un lugar misterioso del que apenas se aportan muchos datos. La falta de claridad en este punto favorece mucho el interés del lector o por lo menos, así ha sido en mi caso, pues sentía mucha curiosidad por saber dónde estaba el protagonista y por qué se encontraba en el lugar que me imaginaba.
El personaje principal de esta historia será Santiago, un hombre errabundo de cincuenta años que ha perdido el sentido de la orientación emocional. De carácter sentimental, diría que de lágrima fácil, se siente deprimido, «solo, viejo y vacío». No pasa por una situación personal fácil pues su mujer lo ha abandonado y no hace más que dar tumbos. Resentido y frustrado, sucumbirá a los efluvios del alcohol e irá de mal en peor, desobedeciendo a sus superiores, metiendo la pata y comportándose de un modo que denota agresividad e ira. ¿Por qué inicia una investigación cuando el caso ha sido cerrado? ¿Qué es lo que pretende? Eso lo iremos descubriendo con la lectura pero en el camino nos llevaremos más de una sorpresa con un final inesperado que permita encajar todas las piezas.
Sinopsis
Cuando Santiago, miembro de la policía científica,
llega a la calle del Pez para fotografiar una escena sin aparente
particularidad, sucede algo de lo más extraño: de algún modo que no
puede explicar, queda prendado de los ojos color de mar de la chica que
yace muerta en mitad del diminuto salón. A partir de ese momento, el
policía querrá saber más acerca de aquella vida ya apagada, buscándola a
ella y buscándose a sí mismo entre las palabras de las últimas personas
que la vieron con vida.
Perdiendo pie
es la primera novela de M.M. Vallés. A través de una prosa cuidada y un
hábil uso del tiempo narrativo, caminamos en la investigación de un
caso aparentemente fácil de dilucidar, que sólo preocupa a una persona
obsesionada, para desembocar de manera irremediable en la propia
psicología, los demonios internos y vicios de un protagonista que, no en
vano, nos cuenta esta historia en primera persona por un motivo que,
los lectores, iremos descubriendo junto al avance de la trama.
[Biografía y sinopsis tomadas directamente del ejemplar]
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La semana pasada os hablaba de María del Monte Vallés, una autora sevillana que recientemente ha publicado Perdiendo pie de ediciones Triskel. En aquella conversación hablamos de sus inicios literarios, de su intención de publicar, de sus proyectos futuros y por supuesto de esta novela, que supone su primera publicación. Puedes leer la entrevista aquí.
Perdiendo pie parece a priori una novela policiaca. Es verdad que su argumento cuenta con una investigación policial y una muerte, producida en circunstancias no demasiado claras. No obstante, catalogarla como tal sería un atrevimiento por mi parte. De hecho, y en palabras de Vallés, la autora no concibió esta historia bajo este prisma pero será cada lector el que le ponga la etiqueta que estime oportuno. En lo que a mí respecta, ya digo que no me lo parece. No he sentido que estuviera leyendo novela negra aunque también es cierto que es un género en el que se innova cada vez más y se aleja progresivamente del patrón. Pero os cuento un poco el argumento tal y como yo lo veo.
El hallazgo del cadáver de Esther Revuelta en su domicilio conduce a Santiago Carvajal, fotógrafo de la policía científica, a la calle del Pez donde residía la joven. Se tomarán las pruebas pertinentes, se establecerán las hipótesis oportunas y, al final, se determinará que el fallecimiento de Esther se debe a un accidente doméstico. Pero, ¿todas las piezas encajan? Santiago no lo tiene muy claro e iniciará una investigación de carácter no oficial. Sus pesquisas nos permitirán ir conociendo con más profundidad a la joven: su infancia, la relación que mantenía con su hermana Eva o con sus padres, su trabajo, sus relaciones amorosas,... Una vida en la que el sufrimiento era el sol de cada día ya fuera por el desapego de sus padres, por su fracaso laboral frente al éxito de su hermana o por los problemas económicos a los que tenía que hacer frente. La cuestión es que la investigación irá avanzando poco a poco pero, bajo mi punto de vista, objetivo no es llegar al esclarecimiento de los hechos, averiguar cómo murió Esther, si fue un accidente o un asesinado y en tal caso quién la mató. En Perdiendo pie tiene más importancia el perfil psicológico de los personajes, sus vivencias o los recovecos de sus almas, adentrarnos en su corazón y en su mente, sentir cómo aman, sufren o lloran, lo que nos permite tocar su lado más íntimo y personal, más humano y por tanto, más cercano. Por tanto, considero que se trata de una novela cargada de reflexión y muy introspectiva.
Perdiendo pie es una crónica narrada con posterioridad a los hechos acaecidos. Tiene el argumento un toque de suspense pues parece que el autor y protagonista de esta crónica redacta sus memorias en un lugar misterioso del que apenas se aportan muchos datos. La falta de claridad en este punto favorece mucho el interés del lector o por lo menos, así ha sido en mi caso, pues sentía mucha curiosidad por saber dónde estaba el protagonista y por qué se encontraba en el lugar que me imaginaba.
El personaje principal de esta historia será Santiago, un hombre errabundo de cincuenta años que ha perdido el sentido de la orientación emocional. De carácter sentimental, diría que de lágrima fácil, se siente deprimido, «solo, viejo y vacío». No pasa por una situación personal fácil pues su mujer lo ha abandonado y no hace más que dar tumbos. Resentido y frustrado, sucumbirá a los efluvios del alcohol e irá de mal en peor, desobedeciendo a sus superiores, metiendo la pata y comportándose de un modo que denota agresividad e ira. ¿Por qué inicia una investigación cuando el caso ha sido cerrado? ¿Qué es lo que pretende? Eso lo iremos descubriendo con la lectura pero en el camino nos llevaremos más de una sorpresa con un final inesperado que permita encajar todas las piezas.