miércoles, 21 de septiembre de 2016

MUERTE EN VENECIA (DRAMA - 1971 )



Año:1971

Nacionalidad: Italiana.

Director: Luchino Visconti.

Reparto: Dick Bogarde, Björn Andrésen, Silvana Mangano, Marisa Berenson, Mark Burns, Romolo Valli.

Género: Drama.

Sinopsis: A principios del siglo XX, un compositor alemán de delicada salud y cuya última obra acaba de fracasar, llega a Venecia a pasar el verano. En la ciudad de los canales se sentirá profundamente atraído por un hermoso y angelical adolescente, sentimiento que le irá consumiendo mientras las decadencia también alcanza a la ciudad en forma de epidemia... Adaptación de la obra homónima del escritor Thomas Mann.


[Información facilitada por Filmaffinity]


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De Thomas Mann siempre he tenido ganas de leer alguna novela. En casa solo tengo Relato de mi vida, a la que debería haber hecho hueco ya. La cosa es que, como me dejo tanto llevar, una de mis últimas lecturas me condujo hasta Muerte en Venecia y por imposibilidad material de ponerme con la novela, me decanté por ver la versión cinematográfica dirigida por Luciano Visconti en 1977. 

Conocía de sobra el argumento, al menos el de la novela porque ya se sabe que entre el original y la copia en celuloide puede mediar un abismo, y por tanto sabía lo que me iba a encontrar. Tras el visionado, el resultado ha sido un tanto confuso pero antes de que me lluevan palos, dejad que me explique.

Los que hayáis leído la novela del autor alemán sabréis que su trama aborda el enamoramiento del compositor Gustav von Aschenbach por el joven polaco Tadzio. Aquejado de una dolencia cardiaca y tras comprobar que su última composición musical no tuvo buena acogida, Aschenbach decide pasar unos días en Venecia para descansar. En plena época estival, el bullicio y la multitud de turistas es infernal, nada parecido a lo que Gustav necesita para su deteriorado corazón. A esto hay que añadir que hace un calor sofocante debido al siroco, empeñado en no abandonar la ciudad ni en dejar de incordiar a los mortales. 

Gustav, en total soledad y sin entablar amistad ni conversación con nadie ve pasar sus días leyendo el periódico, contestando cartas o simplemente paseando y observando lo que le rodea. Sus ojos terminarán por posarse en el angelical rostro de Tadzio, el joven de cabello dorado, piel nacarada y mirada tan dulce como turbadora, un auténtico efebo que prácticamente hipnotizará a Aschenbach. A partir de ese momento, algo comienza a removerse en el interior del compositor, a torturarlo, a  mientras que la ciudad parece sumirse en un enigmático silencio pues intentan ocultar una supuesta epidemia de la que nadie quiere hablar.



La película, cuyo desenlace uno puede deducir por el título de la cinta y que posee un aire de decadencia que no dejará indiferente, cuenta con importantes saltos en el tiempo, diversos flashbacks que nos harán entender por qué motivo Aschenbach ha llegado a Venecia, con qué objeto ha decidido pasar allí unas vacaciones. Del pasado se rescatarán algunas conversaciones con un colega y que Gustav rememora en su estancia veneciana. Reflexiones sobre el paso del tiempo y la belleza parecen alentarle a dar un paso más en esa situación compleja en la que se halla tras conocer al joven Tadzio y que refuerzan los atributos del muchacho. 


Gustav von Aschenbach es un personaje al que veremos transformarse. Inicialmente se nos mostrará como un hombre pensativo, reflexivo, meditabundo, al que le incomoda el bullicio del barco que lo conduce a Venecia y posteriormente se sentirá agobiado por el alboroto que producen las familias alojadas en el Hotel Lido, un establecimiento de lujo, lleno de hermosas mujeres con enormes sombreros. No obstante, tras un incidente cambiará radicalmente su actitud. Seguirá sumido en sus cavilaciones pero cabe sospechar que tras dicho acontecimiento, Venecia se aparecerá ante él mucho más esplendorosa, más luminosa, más bella y por su parte, Gustav parece sentir alivio pues se ve empujado por las circunstancias hacia un destino que él no se atrevía a abordar pues le produce tantísima turbación que llegará a luchar contra sí mismo.

Por su parte Tadzio no dejará de ser un joven que pasa sus vacaciones en familia. Ahora bien, no es tan inocente como cabría esperar. Se sabe admirado, observado y deseado,  emprenderá un juego de seducción al que él solo presta atención en determinados momentos. La actitud de Tadzio perturba poderosamente a Aschenbach hasta el punto de despojarse de sí mismo.

Muerte en Venecia cuenta con un reparto encabezado por Dick Bogarde (Aschenbach) y Björn Andrésen (Tadzio), seguido por otros actores y actrices cuyo papel está muy difuminado. De los dos actores principales poco más puedo decir que aquello que he visto en esta película, aunque Bogarde tiene una larga lista de cintas a sus espaldas. Tanto uno como otro me han parecido muy correcto. Cierto es que Bogarde me ha producido mucha inquietud en según qué momento pero esa sensación no es más que un acierto pues se trata de la misma intranquilidad que siente el personaje. En cuanto a Tadzio, toda su interpretación la tiene que basar en miradas y gestos ya que no tiene ni una sola línea de guión más allá de las conversaciones triviales que mantiene con su madre o con algún amigo, pequeños retazos que además no figuran traducidos, y en este sentido creo que su papel cuenta con una doble dificultad que supera con bastante corrección. 

Uno de los aspectos que más me han gustado por encima de todo es la banda sonora. Acompañando a los créditos y adentrándose en las escenas iniciales sonará el Adagietto de la 5ª sinfonía de Gustav Mahler, una delicia para los oídos y serán las melodías de este compositor las que acompañen importantes secuencias de la película. 

Pero hay que destacar también la calidad de dirección y el guion. La cámara vagabundea mucho por los escenarios que rodean a Aschenbach, son los ojos del protagonista y a la vez los del espectador, transmitiéndonos así el ambiente que se respira en Venecia, la alegría y la diversión en los confines del hotel o la posterior decadencia que se siente en las calles de Venecia. No  hay necesidad de más como tampoco  hay necesidad de un guión cargado de diálogos pues en Muerte en Venecia todo queda dicho con los silencios sin necesidad de recurrir a la palabra. Y junto a la labor de dirección, habría también que valorar la fotografía que nos muestra ocasionales escenas llenas de un leve halo de misticismo.

No obstante, y a pesar de que hasta ahora solo he alabado los puntos positivos de la cinta, tengo que confesar que me ha parecido excesivamente larga para lo que nos quiere contar. Más de dos horas de duración me parecen demasiado para una novela que cuenta con ciento y poco páginas. Desconozco si Visconti se ajustó fielmente al texto o no pero yo he notado escenas insustanciales que aportan poco al argumento, otras que me han parecido inconexas mientras que en algún momento clave del argumento he sentido precipitación.

Como detalle curioso que no sé si sabréis os diré que en 1976, varios años después del estreno de la película, se rodó un documental titulado A la búsqueda de Tadzio, un cortometraje que desvela los pasos que el director tuvo que dar para hallar a un joven que encajara perfectamente en la fisonomía que Mann había dibujado para el personaje. Si te interesa, puedes verlo aquí, aunque está en italiano. 

En definitiva, Muerte en Venecia me ha parecido una película que aborda la temática del amor incontrolable e inesperado de una manera brillante pero que se me ha hecho un tanto cuesta arriba por la longitud de la cinta. Para mí no es la obra maestra de la que habla la mayoría pero sin duda, alabaré la belleza que flota a lo largo de todo el metraje, el desánimo, la melancolía y la nostalgia que se torna en ilusiones renovadas tras un giro vital irrefrenable.






Trailer en secuencias:




La puedes encontrar en Blu-ray aquí:




[Imágenes e ilustraciones tomadas de Google]

11 comentarios:

  1. No la he visto, pero la novela la leí el año pasado y me conquistó totalmente.
    Besos.

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  2. He visto la peli y he leído el libro. Ambos hace mucho. El recuerdo que tengo es de fidelidad en el texto y en el tono, pero hace tanto que puede ser un falso recuerdo. No sé qué tal aguantaría el paso del tiempo y me da miedo volver sobre ellos. Mi recuerdo es el de una historia de la belleza, y no del amor más o menos pedofílico por un adolescente, como he leído por ahí. Recuerdo el contraste entre la vida que se apaga y la que comienza y una poderosa sensación de desasosiego. La maravillossa música de Mahler y la fotografía de la siempre decadente Venecia hacen el resto.

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  3. Pues he leído el libro hace años y tengo muy buen recuerdo de él. Pero con la peli no me he animado. Y ahora me has picado.
    Besotes!!!

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  4. Hola! No sabia de esta película, la verdad, pero tiene algo que me podría gustar. Intentaré verla.
    Besos!

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  5. Hola! No conocía la película pero me llama la atención, veré si la encuentro. Gracias por la crítica.

    Un saludo!

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  6. Sé que está considerada una obra maestra pero a mí no me gustó nada, me desagradaba continuamente la forma de mirar de Aschenbach a chaval. No veía amor, yo solo veía lascibia. Vamos que en realidad me desagradó la peli.
    Un beso

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  7. Es un tostón. Muy bonita de ver, una idea muy romántica pero me parece soporífera. A ti te ah gustado más pero creo que no lo voy a intentar de nuevo. De Mann no he leído nada , me llama La montaña mágica aunque Serendipia me ha recomendado Los Buddenbrok.
    Besod

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  8. No he leído el libro y tampoco he visto la peli, pero me he quedado con ganas de ambas cosas. Un beso.

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  9. He leído el libro. Y no me importaría ver la peli.

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  10. No he visto ni peli, ni he leído la novela, así que me quedo con tus impresiones para ir con pies de plomo (por la sexpectativas) cuando me decida a leerla (siempre prefiero el oren libro-peli).
    Besos

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  11. Es muy buena... y desconocida, aún para los que han leído el libro y les gusta el autor (siempre me empeño en pensar que eso va ligado y de eso nada) =)

    Besotes

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