viernes, 1 de julio de 2016

LA SONATA A KREUTZER de León Tolstoi.



 Editorial: Alianza Editorial.
Fecha publicación: 2004
Precio: --
Género: Novela. 
Nª Páginas: 144
Edición: Tapa blanda.
ISBN: 9788420658162


Autor

León Tolstoi fue un gran novelista ruso, profundo pensador social y moral, y uno de los más grandes autores del realismo de todos los tiempos. Hijo de un terrateniente, nació en 1828 en Yásmaia Polonia, la cual era la propiedad agrícola de su familia en Moscú. Tuvo tutores franceses y alemanes, y a los 16 años, ingresó en la Universidad de Kazán, donde estudio lenguas y más tarde leyes. Abandonó sus estudios en 1847. Después de haber intentado mejorar las condiciones de vida de siervos de sus tierras, se metió de lleno en la disipada vida de alta sociedad aristocrática moscovita, a la que prometió en sus diarios gentilmente reformar. En 1851, decidió incorporarse también al Ejército ruso. Allí estuvo en contacto con los cosacos, que se convertirían en los protagonistas de una de sus mejores novelas cortas, Los cosacos (1863) en ella compara el cansancio y la juventud moscovita con el vigor y la vida al aire libre de los cosacos, que representa con simpatía y un profundo realismo poético. Concluyó una obra autobiográfica, llamada Infancia (1852), a la que siguieron, Adolescencia (1854) y Juventud (1856) en las cuales reveló una serie de recuerdos de carácter psicológico similares a los de la mayoría de los jóvenes. Estas obras fueron inmediatamente acogidas por el público, de igual modo que Sebastopol (1855-1856), tres historias basadas en la guerra de Crimea. Tolstói regresó a San Petersburgo en 1856, y se sintió atraído por la educación de los campesinos


Sinopsis

Escrita a lo largo de 1889, en una época dominada por una crisis ética y personal, así como por la revisión de diversos principios morales, LEÓN TOLSTOI (1828-1910) quiso reafirmar en LA SONATA A KREUTZER los valores del espíritu frente al precipitado fluir de las pasiones y los sentidos. La narración que hace el consejero Pozdnyshev de su relación conyugal, basada en el imperio de los mismos, y que culmina con el adulterio y el crimen, es la historia de una degradación provocada por una sociedad enferma. En muchos aspectos trasunto novelado de su relación con su esposa, Sofía Andreievna, así como de episodios reales, la «Sonata», obra en la que se revela la influencia del naturalismo, es un minucioso y despiadado análisis de una relación matrimonial común en la sociedad en la que los protagonistas se mueven, realizado a través de la visión crítica y dolorida de un espíritu atormentado por la mediocridad y fragilidad de la naturaleza humana.

[Biografía y sinopsis tomadas directamente del ejemplar]

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Sonata a Kreutzer para violín y piano de Ludwig van Beethoven dedicada a Rodolphe Kreutzer.




Con este título escribe León Tolstoi una novela que ha sido la última propuesta en el club de lectura y no ha podido ser un cierre de temporada más espectacular. En mi vida me podría yo haber imaginado que Tolstoi tocara un tema como el amor de manera tan magistral, sintiéndome identificada con bastantes de los argumentos que se esgrimen por raro que parezca. Os cuento.

Durante un viaje en tren por tierras rusas, un narrador inicial compartirá vagón con un grupo dispar de viajeros. Entre ellos surgirá el amor como tema de conversación y en consecuencia el matrimonio y las relaciones entre hombre y mujer. Mientras una dama, «ni joven ni guapa» expone que el matrimonio debe ser fruto del amor y el afecto, que a ninguna mujer u hombre se les puede obligar a vivir uno junto al otro si no lo desean, un viejo comerciante expone casi enfurecido sus ideas, de corte claramente radical que escandalizan a la concurrencia. Para el anciano, la mujer debe mostrar una obediencia absoluta al marido, respetarlo hasta el pavor y vivir subyugada a él, negándole todo tipo de libertad y educación,  pues a su juicio solo son pamplinas.

Todo esto no es más que una situación introductoria. El resto de viajeros han permanecido más o menos en silencio, salvo Vasia Pózdnyshev, un individuo de aspecto nervioso, que se ha mantenido aislado e indiferente al resto de pasajeros hasta el momento en el que el tema de conversación llega a sus oídos. Será entonces cuando muestre un deseo de integrarse como parte del auditorio pues él no está de acuerdo con ninguno de los razonamientos expuestos y rompe su silencio para ello. Pózdnyshev tiene algo importante que contar, una experiencia terrible que le ha provocado el estado en el que en esos momentos se encuentra. Sin previo aviso él confiesa que asesinó a su mujer pero quedó absuelto por defender su honra. Tal confesión crea bastante malestar en el estrecho espacio en el que se encuentran, por lo que unos abandonan el tren, aprovechando que han llegado a su estación, y otros simplemente se cambian de vagón. El único testigo del relato de Pózdnyshev, verdadero cuerpo de la novela, será el narrador inicial. 

A lo largo de las páginas venideras y hasta el final de la novela, Pózdnyshev relatará a su oyente toda su historia. Comenzará por los primeros encuentros amorosos de juventud hasta el momento en el que mata a su esposa. Su experiencia le ha hecho recapacitar mucho para llegar a la conclusión de que el amor es algo efímero, con fecha de caducidad, que muere al poco tiempo de nacer. El amor del que hablaba la dama del tren solo existe en las novelas y en las películas. La realidad es otra bien distinta. 

Así pues veremos al joven despertando al sexo en casas de lenocinio, acompañado de su hermano y otros amigos. Conocerá a una joven de la que creerá enamorarse y con la que contraerá matrimonio, teniendo cinco hijos. Pero lo que en un principio debía ser un seno de felicidad y dicha se convierte en un campo de batalla. Comienzan los desencuentros, las peleas, el hastío,... etapas de supuesto amor que se alternan con otras de profundo odio y a pesar de ello el matrimonio continúa junto. No obstante, llegará a su vida un violinista que terminará por desmoronarlo todo. Entra en juego entonces los celos, la rabia, la ira, las dudas y la incertidumbre. Muerte a los traidores. 

«... todo marido que viva como vivía yo, tiene que corromperse o divorciarse o matarse o matar a su mujer.»


Todo en La sonata a Kreutzer es digno de leer con detenimiento, desde los argumentos del viejo comerciante, muy disparatados por cierto pero que, de alguna manera, aún siguen anclados en la mentalidad de cierto sector de la población hasta los razonamientos de Pózdnyshev. Debo confesar que me he sentido muy reflejada con muchas de sus exposiciones, al menos, tal y como yo las he interpretado. Él nos hablará del amor ideal, de este «contigo pan y cebolla hasta el fin de mi días» que no es más que una frase vacía de contenido. Creo que tenemos un concepto del amor, y especialmente del matrimonio, muy adulterado, gracias a las intervenciones de una sociedad que nos ha encasillado demasiado. El mundo expone una cara falsa y por eso Pózdnyshev dice: «¡si en nuestros días el matrimonio no es más que una mentira!». Bueno, yo no diría tanto pero sí es cierto que no es, ni de lejos, lo que nos quieren vender. 

«Cuando se trata de  una mentira, se soporta fácilmente. El marido y la mujer se limitan a engañar al mundo, presentándose como monógamos cuando en realidad son polígamos. Es malo, pero, en fin, eso es llevadero».

Sin embargo el problema viene cuando la convivencia se convierte en un infierno porque él no quiere estar con ella, ni ella con él. ¿Por qué obligarnos? Podríamos llevarnos horas hablando de este tema y de todas las conclusiones las más evidente sería que siempre nos movemos o nos dejamos de mover por los demás y no por nosotros mismos. Se espera del ser humano una serie de comportamientos establecidos desde que el mundo es mundo y salirse del camino marcado de antemano te condena al ostracismo.


Pózdnyshev le da un repaso a la luna de miel, otra mentira, arremete contra el sexo, al que casi cataloga como un invento, una necesidad creada artificialmente y que corrompe al ser humano. No deja títere con cabeza al hablar de los hijos o de los médicos, ni tampoco de la procreación como fin último de las relaciones sexuales. En cuanto a la mujer, conoce bien sus grandes virtudes, dibujándola como un ser manipulador e inteligente al que no le importa pasar por lo que no es, con tal de conseguir su objetivo. Por último, Tolstoi escarba en la falsa moralidad del individuo y el tormento de los celos. 

Pózdnyshev es un personaje humano, lleno de contradicciones y muy sufrido. Tolstoi perfila bien la silueta de un marido que ha abierto los ojos a la realidad y que, a pesar de haber sido absuelto de un asesinato, arrastra una pena pues se siente vapuleado y engañado. En algún momento nos podrá parecer insensible pero intenta hacer entender al lector que el hombre no debería diferenciarse tanto de los animales en su comportamiento. La vida sería mucho más sencilla para él. Otro debate de largas horas.



Generalmente en una novela de esta índole, el lector no siempre consigue entender completamente la intencionalidad del autor, yo por lo menos, pero Tolstoi nos lo pone fácil, añadiendo un epílogo en el que deja claro punto por punto lo que ha pretendido mostrar con esta obra. Si es maravilloso leer el relato en sí, lo es más leer esas páginas finales en las que el autor se sincera total y absolutamente. 

El tono de la novela ya se intuye ligeramente con las dos citas iniciales, ambas tomadas del evangelio de San Mateo en las que se hace referencia al deseo, a la codicia y al matrimonio.

Mas YO os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón. 

(San Mateo, V, 28)

Una cita que el autor aplica no ya solo al mirar a la mujer del prójimo sino a la propia y es que la lujuria contamina a unos y a otros por igual.

Escrito con un tacto y una sutileza que hacen de la narración una delicia, he leído que la novela tiene cierto trasfondo real pues los celos atormentaron al autor durante algún tiempo cuando comprendió el encaprichamiento de su mujer, Sofia Behrs, por un compositor y esa misma es la situación que nos presenta, la de un hombre que contempla y cavila casi obsesivamente sobre el supuesto idilio que su mujer está a punto de iniciar con el músico amigo.

En este punto tengo que decir que me han sorprendido mucho las ideas de Tolstoi, no ya las que desarrolla en boca de Pózdnyshev, que no tendrían que coincidir con las del autor, sino las que él mismo expone en ese epílogo largo y contundente. Y esas mismas teorías fueron las que provocaron que la novela fuera censurada al poco de ser publicada. Incluso en Estados Unidos fue vetada. Por ahí se habla de que Tolstoi escribe un alegato sobre la abstinencia sexual o que considera el sexo como un pecado. Yo no lo veo así. Quiero entender en las palabras del autor que la visión que el mundo tiene del sexo y el deseo está demasiado desvirtuada, que condiciona excesivamente al ser humano, atándolo en corto y convirtiéndolo en un dependiente. 

Por tener ideas que por entonces escandalizarían mucho se llegó a considerar esta obra como un peligro para la comunidad pues podría perturbar al hombre. Como siempre, es preferible que el ser humano no piense por sí mismo, es recomendable darle el pensamiento hecho y amoldado a lo que uno pretende. Ideas contrarias solo provocarían que nos apartáramos de la senda establecida. 

Compuesto por veintiocho capítulos cortos, en La sonata de Kreutzer apenas hay diálogo. Esto, sumado a la profundidad de las reflexiones imprime densidad al texto lo que ralentiza la lectura pero, no cabe duda que la novela requiere una implicación por parte del lector que ha de ir leyendo, deslizándose por cada una de las frases y pensamientos con parsimonia y deleite.

Me ha gustado mucho leer esta novela. Me ha sorprendido todo lo que he leído sobre ella y lo que he leído en ella. Ha sido una lectura que, en alguna ocasión, me ha arrancado una sonrisa burlona y no porque sea cómica o narre un hecho divertido, un asesinato no suele serlo, sino por ese pensamiento crítico que desgrana Tolstoi. Ya os digo que en algún momento me he sentido identificada y he llegado a pensar que sus ideas no son tan descabelladas como por entonces se señaló. Yo, desde aquí, os lo recomiendo. Además es una novela muy cortita y aunque tiene su densidad, da gusto leerla.  

Por cierto, sobre la novela se han hecho diversas adaptaciones en distintos formatos. Hay varias adaptaciones al cine, una composición musical, una obra pictórica -la que figura más arriba de René François Xavier Prinet- e incluso un ballet.




[Algunas imágenes e ilustraciones tomadas de Google]


Retos:


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20 comentarios:

  1. Me da miedo leer a Tolstoi, lo digo en serio. Llevo varios años pensando en que debería leer algo de él, pero temo que sus novelas tan densas y ese ambiente ruso me eche para atrás, en cualquier caso tu reseña ha hecho que esta novela me llame la atención y que quede anotada en mi lista. Sería buena idea empezar con ella mi descubrimiento de Tolstoi. Un saludo!

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    1. No tengas miedo Alejandra. Sé que puede impresionar pero alguna vez tenemos que probar. Esta novela es muy cortita y muy accesible. Trata temas al alcance de todos y la ambientación rusa no es uno de los puntos fuertes. Tolstoi indaga en el pensamiento humano y contrapone diversas perspectivas. A mí me ha gustado mucho. Atrévete. Besos

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    2. Sí, le daré una oportunidad con esta novela porque me llama bastante la atención. Gracias por la recomendación :)

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  2. Ufffff, la prosa de este hombre se me antoja demasiada espesa para estos momentos en que necesito algo mas fresco. Leí hace siglos Ana Karenina y me gustó, pero se me hizo muy largo.
    Besos

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  3. Adoro Ana Karenina, pero esas angustias existenciales de los personajes de Tolstoi me dejan exhausta. Sin embargo creo que esta novela es de esos clásicos que hay que leer, sí o sí, mucho más después de esta reseña tuya. Abrazos.

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  4. Hola, no lo conocía, gracias por la reseña.
    Besos

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  5. He leído autores rusos pero nada de Tolstoi. Esta novela tiene buena pinta y no me importaría léerla.

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  6. Pues esta obra de Tolstoi no la conocía. Y me lo apunto, me lo apunto, sin duda. Me has dejado con muchas ganas.
    Besotes!!!

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  7. Pues no sé, entre esto y las pelis americanas de adolescentes y cierta literatura, tiene que haber un término medio, donde está la realidad, digo yo. Pero el tema matrimonio siempre me ha parecido complicado, creo que mucha gente lo ve desde la inmadurez como un ideal y otros se pasan de dramático. Es que da para mucho debate, pero me molesta tanto la gente que no tiene capacidad de sacrificio como la que aguanta carros y carretas.
    Y aunque no llegue al ideal de las historias de Disney, hay gente que se pasa un montón de años junta y no están mal ni arrepentidos ni resentidos.
    En fin, que sí, que todo este rollo para decir que lo voy a leer. A ver qué cuentan y con qué me quedo.
    Besos

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  8. Yo es un autor del que no he leído nada aún, esta obra no la conocía pero tengo pendiente Ana Karenina y será por la que empiece
    Besos

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  9. Me la llevo porque creo que puede estar bien para empezar con el autor. Un beso.

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  10. No he leído nada del autor todavía, y la verdad me da bastante pereza. Tengo la sensación que va a ser muy denso.
    Un beso ,)

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  11. Tengo a Tolstoi pendiente desde hace tiempo y quería leer este año "Anna Karenina" pero esta también puede ser una buena opción para ir haciendo boca y conocer su forma de escribir.

    Besitos

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  12. No he leído nada del autor, pero no empezaría por este, otros me llaman más
    Besos

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  13. No sé si me gustarían tanto desarrolladas en un libro que parece denso, pero sí que me parecen interesantes las ideas que mencionas en la reseña. Es de ese tipo de libros que parece que cuesta terminar pero te deja una recompensa. ¡Un beso!

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  14. Tengo pendiente Ana Karenina pero siendo ésta tan cortita y con esa temática, igual sería bueno empezar por ella...

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  15. Pues me la llevo, que solo me he leído el más sonado, densa pero cortita me convence.
    Besos

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  16. Hace años que no leo nada de Tolstoi, aunque esta novela que reseñas no me termina de convencer. Besos.

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  17. No he leído nada del autor, pero le tengo mi respeto. Ésta al ser cortita puede animarme.
    Besos

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