Cada vez que comienza este tiempo no puedo evitar acordarme de aquellos cines de verano que existieron en Sevilla y cuyo nacimiento se remonta a mediados del siglo XX. Saber que los primeros cines empezaron a funcionar allá por el año 1950 me ha pillado totalmente por sorpresa.
Por lo que he podido leer, hubo una época de esplendor, allá por el año 1982, en el que los cines de verano proliferaban como las setas. Uno de los recuerdos que mantengo más frescos y vinculado a esta época es aquella noche en la que todo el vecindario, así al mogollón, nos fuimos a ver Tiburón. No recuerdo exactamente qué año sería. ¿El 78? La película es del año 1975, así que es posible. La cuestión es que fue una noche llena de emoción. Además se daba la circunstancia que al día siguiente, también al mogollón, teníamos previsto pasar el día en la playa y claro, las especulaciones corrieron como la tinta. Fruto de nuestras mentes infantiles nos planteábamos la posibilidad de toparnos con las fauces de un escualo mientras sorteábamos las olas. Una algarabía tremenda.
Los cines de verano prácticamente han pasado a la historia, al menos, tal y como lo concebíamos antes. En cualquier explanada o solar que se prestara, montaban cuatro paredes de chapa, una pantalla gigante (recuerdo alguna con un perfecto agujero justo en medio), sillas plegables a tutiplén y un proyector. ¡Hala!, a echar el verano. Justo enfrente de casa instalaron durante varios años seguidos uno de estos cines "plegables". Creo que se llamaba Plantinar o El Juncal pero, la verdad, no estoy muy segura. Hubo muchos repartidos por toda la ciudad, todos ellos con su ambigú y selecta nevería, con su zona de mesas veladores donde poder cenar y degustar el tomate con sal o el pescaíto frito mientras veías la película. La idea era pasar un rato en familia o con los amigos al fresco, o mejor dicho, al aire libre porque lo de fresco era relativo y poco importaba si la película era más buena o más mala. Es más, resultaba un poco difícil seguir el hilo a la trama de la película pues los sistemas de sonido no eran tan sofisticados como ahora y controlar a una ... de críos era casi misión imposible. Todo daba igual. Los días con sesión de cine de verano eran especiales y emocionantes.
A la modalidad de sala de cine unitaria se unieron los multicines, como los de invierno pero en versión descapotable, aunque yo creo que aquello resultaba poco práctico. La idea de ver una película y oír otras dos lo complicaba todo mucho. En cualquier caso, tanto unos como otros, comenzaron a desaparecer y eso que contaban con bastante público cada noche y era un concepto de ocio muy aceptado. Imagino que los planes de urbanismo se comieron esos solares que se empleaban para instalar los cines de verano. La modernidad y el avance que se traga tradiciones arraigadas y queridas. Creo que uno de los últimos cines de verano que he visto desaparecer, de aquellos de antaño, fue el cine Avenida en el barrio de Triana que cerró sus puertas definitivamente en 2001. ¡Anda que no he visto películas en ese cine en sus últimos años! Hoy ocupa el solar dos edificios de viviendas.
No obstante, aún quedan nostálgicos como yo que añoran esta forma de ocio y a pesar de que el tiempo ha pasado, las ganas de cine de verano no se pierden. Por suerte todavía hoy podemos disfrutar del séptimo arte al aire libre, aunque las opciones son muy reducidas. Largas colas se forman cada noche durante los meses de junio, julio, agosto y septiembre ante la puerta de la sede de la Diputación de Sevilla que ocupa un antiguo edificio porticado en cuyo patio se proyectan numerosas películas todos los veranos a precios muy reducidos. Confío en que este año también esté en funcionamiento. De momento no han colgado la programación aunque si no me equivoco suele ponerse en marcha a finales de junio.
Cine Diputación de Sevilla |
Y también Tomares, un pueblo cerca de Sevilla, cuenta con su propio cine de verano. Si te interesa podéis ir viendo la programación en este enlace.
Creo que son las dos únicas alternativas a día de hoy que funcionan regularmente. El año pasado también instalaron cines de verano en otros barrios de Sevilla pero solo proyectaban los fines de semana. Montaron otro en el que cada uno tenía que llevarse su propia silla (me imagino a todos los asistentes portando su butaca de playa, ¡de lo más pintoresco!) y otros más de carácter gratuito y dirigido especialmente a público infantil. En fin, va surgiendo nuevas ideas y proyectos. Todo vale con tal de que no se pierda esta tradición.
Si sabéis de alguno interesante para este verano en Sevilla, no dudéis en mencionarlo en los comentarios. Lo mismo me llevo una sorpresa.
Y a los demás, ¿existieron o existen cines de verano en vuestra ciudad? Imagino que todo dependerá de la climatología y la latitud. Contadme.
[Imágenes e ilustraciones tomadas de Google]
Fuente: http://www.sevilladesaparecida.com/
Galería de fotos: http://sevilla.abc.es/fotos-andalucia/20150714/cines-verano-sevilla-ayer-1621471929610.html
Qué pena que se hayan perdido estas costumbres, Marisa. Precisamente, la película Tiburón la vi en uno de esos cínes, y también La aventura del Poseidón. ¡Tiempos aquellos! Besos.
ResponderEliminarYo nunca he estado en uno aunque aquí el tiempo no suele acompañar para estas iniciativas
ResponderEliminarBesos
Recuerdo vagamente lo del cine de verano (en Granada) cuando era pequeña pero bueno .Te puedo contar que aquí montan pantallas en la playa por la noche y algunas pelis (nada de estrenos), ponen sillas y muchos las ven sentados en el muro del paseo marítimo (si lo hay, porque lo hacen en distintos puntos de la costa).
ResponderEliminarBesos
Pues no sé si en mi ciudad había, que yo recuerde no (me lo confirman los mayores). Pero en el pueblo sevillano donde iba de vacaciones sí. La pantalla era um muro normal. Las sillas eran de hierro y la gente solía comer pipas. Casi siempre eran pelis de miedo, Tarántula, Un regalo para mamá. Y otro detalle, los servicios estaban detrás de la paredpantalla.
ResponderEliminarBesos
Yo también añoro los cines de verano. Con los buenos ratos que he pasado en ellos.
ResponderEliminarBesotes!!!
¡Hola, Marisa!
ResponderEliminarA mí me parece una tradición con mucho encanto, lástima que se esté perdiendo.
He pasado muy buenos ratos en el Cine de Verano de la Diputación, sobre todo hace unos años cuando dedicaban un día de la semana a programar cine clásico.
En Sevilla me suena que instalan algo similar en el parque del Alamillo. También el cine del centro comercial Zona Este (en Sevilla Este), además de sus películas de estreno, tengo entendido que durante el verano tienen además una programación especial en la terraza y reponen películas del año anterior.
No conozco en persona ninguna de estas opciones pero habrá que darles una oportunidad ;).
¡Besos!
Pues yo a mis 26 años aun no he ido a un cine de verano! Creo que lo solucionaré pronto en mi próximo viaje a Asturias ;)
ResponderEliminarDisfruta del cine...que película al aire libre más Sevilla suena precioso.
Besitos
Me encantan los cines de verano, aunque hace mucho que no disfruto de ellos.
ResponderEliminarBesos.
Qué recuerdos Marisa. Sí que hubo uno y era genial. Lo cerraron hace mucho.
ResponderEliminar¡Marisa, no me sale nada en el enlace que has puesto para la programación del cine de Tomares!
ResponderEliminarCorregido rossy. Sorry!!
EliminarPues llevas razón los cines de verano eran algo especial. Además has recordado que no he visto la programación de la Diputación a ver si ponen algo interesante. Un beso
ResponderEliminarHoliii!
ResponderEliminarLos cines de verano eran lo mejor en esta época, con la brisa de la noche y al aire libre, donde yo vivo suelen seguir poniendo algunas películas y es genial *-*
Estupenda entrada!!
Acabo de encontrar tu blog y me quedo como seguidora, yo también tengo uno por si te apetece pasarte :3
¡Besineeees!
En mi pueblo también se montaba el cien de verano en la plaza de toros. Recuerdo a mi tia con las tortillas de patata para darnos de cenar mientras veíamos el cine. Me encantaba :)
ResponderEliminarBs.