viernes, 1 de abril de 2016

EL AMOR DE ERIKA EWALD de Stefan Zweig.


Editorial: Acantilado.
Fecha publicación: --
Nº Páginas: 112 
Precio: 10,00 €
Género: Narrativa.
Edición: Tapa blanda.
ISBN: 978-84-96136-78-6


Autor


Stefan Zweig (Viena, 1881 - Petrópolis, Brasil, 1942) fue un escritor enormemente popular, tanto en su faceta de ensayista y biógrafo como en la de novelista. Su capacidad narrativa, la pericia y la delicadeza en la descripción de los sentimientos y la elegancia de su estilo lo convierten en un narrador fascinante, capaz de seducirnos desde las primeras líneas. En Acantilado han aparecido ya La lucha contra el demonio (Hölderlin, Kleist, Nietzsche),Castellio contra Calvino (Conciencia contra violencia), Momentos estelares de la humanidad (Catorce miniaturas históricas), El mundo de ayer (Memorias de un europeo), La embriaguez de la metamorfosis, Veinticuatro horas en la vida de una mujer, Novela de ajedrez, Carta de una desconocida, Los ojos del hermano eterno, Ardiente secreto, El amor de Erika Ewald, Tres maestros (Balzac, Dickens, Dostoievski), Noche fantástica, La mujer y el paisaje, Correspondencia, Montaigne, La curación por el espíritu, El candelabro enterrado, La impaciencia del corazón, El legado de Europa, Amok, Viaje al pasado, Mendel el de los libros, ¿Fue él?, Los milagros de la vida, Las hermanas, Novelas, Confusión de sentimientos, Ser amigo mío es funesto. Correspondencia (1927-1938), Una historia crepuscular y las biografías Fouché, María Antonieta y María Estuardo.

Sinopsis

Erika Ewald es una muchacha vienesa soñadora, con alma de artista, que enseña piano y que lleva una existencia rutinaria, sin secretos ni sorpresas, a no ser por los momentos que pasa con un joven violinista con quien comparte la pasión por la música. En El amor de Erika Ewald Zweig describe magistralmente las sutilezas de esta relación—una nueva "educación sentimental"—, con una mirada irónica y siempre atenta al juego de paradojas tensadas entre una vida que discurre anodina y la fuerza de unos sueños frustrados por el peso de la realidad.



[Biografía y sinopsis tomadas directamente del ejemplar]


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No me resisto a seguir descubriendo a Zweig. En algunos casos sus obras son como dulces caramelitos de breve consumo pero con un regusto maravilloso. En el universo Zweig en el que la palabra amor cobra todo su significado, abundan las emociones, los sentimientos y el diálogo interior. Lo que llevo leído hasta ahora de este autor siempre me ha conducido a un plano en el que es fácil meterse en la piel de sus personajes, especialmente en los femeninos.

Me encontré a Erika Ewald en la librería. Poco más de cien páginas se camuflaban entre volúmenes de mayor envergadura y aunque pasaba desapercibido me llamó la atención. Era justo lo que iba buscando en un momento como aquel, de lecturas de otro tipo y de mayor longitud. Se vino a casa. 

Erika vive con su padre y su hermana Jeanette en un ambiente familiar donde prima el silencio. El reciente fallecimiento de la madre sucumbe al padre en un estado apático, lejos de una atmósfera en la que se pueden oír risas y alegría. Apenas el tintineo del quehacer doméstico diario es la melodía que suena en el hogar de los Ewald. Por su parte, Jeanette parece vivir resignada pues se sabe una joven poco agraciada y a la que lo máximo que le espera es el cuidado del progenitor. 

Erika es una joven sensible, soñadora y discreta que siente deseos de salir del entorno sombrío y triste que la rodea. La vida respira más allá de los ventanales de su habitación y en su interior palpita el ansia de una primavera que no parece llegar nunca. Solo la música consigue rescatarla de su anodina rutina, las notas de las melodías, las teclas de un piano conseguirán hacerla temblar de emoción, todo ello potenciado por la aparición del amor encarnado en un joven violinista del que se enamora.

Piano y violín se unirán no solo en los conciertos sino también más allá de las puertas de un auditorio. Se convertirán en confidentes, pasarán muchas horas juntos, desnudando sus almas para construir una relación a la que le espera más de una sorpresa porque, ¿cuántos tipos de amor hay? ¿Qué es el amor para Erika y qué es para el joven violinista? Sin duda, lo que ella siente y espera, todo concebido a un nivel platónico, es bien distinto de lo que él reclama, algo lógico cuando las bases de una relación se han asentado. El amor de Erika Ewald trata una cuestión totalmente atemporal que permanecerá viva mientras el mundo exista. Las ilusiones, los sueños rotos, la decepción, las penas del corazón, la rabia, la venganza, la resignación. Y es que dicen que el amor es ciego y a veces también tonto. No obstante la Erika de Zweig no será una mujer cegada por el amor sino más bien una mujer que no quiere mirar, ni saber, ni oír. En su interior tiene miedo, y la dicha y el temor convivirán una frente a otra.

No estoy tan segura si el amor del violinista no era demasiado superficial. Otros lectores lo consideran tan apasionado como el de Erika pero a mí su actitud me hace recelar.




Cada vez que leo a este autor no deja de sorprenderme su capacidad a la hora de adentrarse en el alma de una mujer. En las emociones y los pensamientos de sus protagonistas es fácil que las lectoras, especialmente estas, se puedan ver reflejadas. No importa la época. El corazón ha palpitado siempre del mismo modo. De igual manera el autor describe con una maravillosa pulcritud la atmósfera de los encuentros, las conexiones que se establecen entre dos enamorados, esos filamentos que unen el corazón de los dos amantes en situaciones de quietud y tranquilidad donde las palabras sobran, ese primer contacto casi eléctrico que despierta todas las terminaciones nerviosas hasta llegar al frenesí, al desbordamiento, a la entrega y rendición ante la pasión. 

Lo fascinante de la trama de esta novelita es que el lector, a pesar de tener la certeza de lo que puede ocurrir, está constantemente a la espera de algo terrible. Nosotros sabemos que ese ambiente de felicidad contenida se va a romper de un momento a otro, el encanto se va a quebrar por algún sitio y permanecemos agazapados, mirando de reojo, esperando esa línea certera que se nos clavará en el corazón. Zweig consigue montarnos en una noria, pues la vida misma lo es, y con Erika subiremos al cielo para contemplar un maravilloso paisaje para, acto seguido, bajar hacia los infiernos. Y esta noria girará con más lentitud en el planteamiento, en el desenlace, pero adquirirá más velocidad en el nudo para dar vida a una huida, quien sabe si en dirección equivocada.

¿Cómo reacciona una mujer ante una situación como la que vive Erika? Zweig lo sabía bien, con ese movimiento de vaivén, con esa ira que la domina en un momento dado para, con el tiempo, dar paso al auto-engaño, al convencimiento, al consuelo ofrecido con la lectura de historias similares a la suya. Erika evoluciona a lo largo de la historia, pasa por diferentes fases para llevar a un final cargado de abatimiento.

Sin duda otra magnífica obra del autor austriaco que difícilmente me decepciona. Creo que es otra de esas obras que habéis de leer. La disfrutaréis tanto como yo.





[Ilustraciones e imágenes tomadas de Google]

Retos:

- Autores de la A a la Z
- 100 libros



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15 comentarios:

  1. ¡¡Que buenísima pinta!! Espero poder leerla :)

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  2. Solo he leído un libro suyo que me encantó y este no lo conocía pero me quedo con el título
    Besos

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  3. Qué buena pinta Marisa. Yo también voy descubriendo poco a poco a este autor.

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  4. Sé que tengo delito, pero aún no he leído nada de este autor. Tengo que estrenarme ya, y más después de esta reseña.
    Besos

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    1. Ya somos dos, podemos ir juntas a la cárcel.
      Muy interesante, besotes!

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  5. No conocía esta novela de un autor que no leo tanto como me gustaría porque suele acabar siempre en drama y tristeza. Siempre me impresiona la forma tan aproximada a la realidad que tenía de retratar el sentir de las mujeres, como si tuviera un sentido femenino muy desarrollado, igual es que alguna lo ayudaba mucho. Vete tú a saber. Y animada estaba con esta lectura hasta que has mentado el abatimiento final, ahora mismo mi tolerancia a ese tipo de finales es muy baja, pero si es Zweig, pues habrá que hacer el esfuerzo.
    Besos

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  6. Uys, que este libro ni me sonaba. Pero siendo de Zweig, no lo dejo escapar. Más tras leer tu reseña.
    Besotes!!!

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  7. Creo que Zweig te ha inspirado una reseña emotiva y muy profunda. No dudes que anoto este título, a mí también me fascina el modo en el que el autor alemán se adentra en el alma humana y es capaz de plasmar sentimientos, siempre con esa intensidad y dramatismo. Qué pasión tan desbordante emana Zweig en sus escritos y sigue brillando después de casi cien años.
    Buen fin de semana.

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  8. Zweig para mí es un valor seguro, he leído tres libros suyos y los tres me han encantado.. Éste no lo conocía, pero tomo buena nota de él.
    Besos.

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  9. Siempre es un placer leer a Zweig, además tenemos la suerte de tener bastantes novelas suyas y poder ir dosificando el encontrarnos con su prosa y su sensibilidad. Dice mi bibliotecaria que a ella leer a Zweig la deja melancólica porque es demasiado triste. Pero que melancolía tan placentera, ¿verdad? Bss
    P.D.: Me ha hecho gracia que desconfíes del amor del violinista.

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  10. Leí Mendel, el de los libros, y quedé enamorada de este autor, poco a poco leeré todo lo suyo
    Besos

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  11. Yo no he descubierto todavía a Zweig, y tanto Erika como tú me habéis puesto los dientes muy largos. Me fío muchísimo de tu criterio, así que esta puede ser una buena ocasión de presentar mis respetos al autor. Abrazos.

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  12. No me he estrenado con el autor y no es por falta de ganas sino de tiempo, pero me llevo este.
    Besos

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  13. De Zweig leí 24 horas en la vida de una mujer y me encantó. Espero no tardar en leer algún título más de este autor. La que hoy nos presentas sería un buen título para reencontrarme con su narrativa. Besos.

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  14. Qué me gusta Zweig! Y me queda mucho por leer suyo =)

    Besotes

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