Editorial: Paidós.
Colección: El arco de Ulises.
Colección: El arco de Ulises.
Fecha publicación: 2008.
Nº Páginas: 110
Precio: 15,00 €
Precio: 15,00 €
Género: Pensamiento.
Edición: Tapa dura con sobrecubiertas.
ISBN: 9788449321023
Autor y sinopsis
André Gorz, cuyo verdadero nombre era Gérard Horst, nació en Viena en 1923. Filósofo y periodista, fue cofundador de Le Nouvel Observateur y su pensamiento se sitúa entre la teoría política y la crítica social. De formación marxista, a partir de los años 70 Gorz se convirtió en unos de los principales teóricos de la ecología política.
Carta a D. es una larga carta de amor que el filósofo escribió a su esposa poco después de descubrir que estaba enferma. Un testimonio conmovedor por su sensibilidad y su ternura, por su coherencia y honestidad.
En 2007 André Gorz se suicidó junto con su esposa en su casa de Vosnon, en Francia.
[Biografía y sinopsis tomadas directamente del ejemplar]
************************************
«Acabas de cumplir ochenta y dos años. Has encogido seis centímetros, sólo pesas cuarenta y cinco kilos y sigues siendo bella, elegante y deseable. Hace cincuenta y ocho años que vivimos juntos y te amo más que nunca. Te escribo para comprender lo que he vivido, lo que hemos vivido juntos».
Estas palabras, que figuran en la contraportada de Carta a D. Historia de un amor, fueron las que me impulsaron a llevarme este libro a casa. Me parecieron de una belleza extrema y, nada más leerlas, se me vino a la mente una imagen que me obsesiona. No sé si alguna vez os ha pasado pero yo, con cierta frecuencia veo a una pareja de ancianos que viven cerca de mi casa. La peculiaridad de ese hombre y esa mujer no es un caminar despacio y renqueante, no es un rostro lleno de arrugas o una cabellera plateada. No, eso es lo común, lo habitual, lo esperado. Lo que no es tan usual es verlos siempre, siempre, cogidos de la mano. Cada vez que me cruzo con ellos por la calle no veo a dos octogenarios sino a dos jóvenes que han sido capaces de mantener la esencia de un amor de juventud en el transcurso de los años. En ese simple gesto, en esas dos manos entrelazadas, hay todo un universo de sentimientos.
Todo esto es lo que pensé cuando leí las palabras con las que además se inicia este pequeño libro, pequeño no solo porque abarque unas cien páginas sino también por su formato que, por paradójico que parezca, tiene el tamaño de un misal.
Carta a D. Historia de un amor es efectivamente una carta de amor pero no lo es al uso. Si te paras a analizarlo un poco parece más bien un ajuste de cuentas, un intento de hacer justicia, cuando uno viene de vuelta de todo y tiene capacidad suficiente como para evaluar qué es lo que realmente merece la pena en la vida.
Bajo el seudónimo de André Gorz se esconde Gerhard Hirsch, un periodista y filósofo de origen judío, gran pensador y cofundador de Le Nouvel Observateur, destacó por sus teorías marxistas y la publicación de varios libros y ensayos que le granjearon bastante reputación, obras en las que siempre tuvo el apoyo de su esposa Dorine Keir, de la que vivió enamorado toda su vida. No me paro a daros más datos sobre su biografía pero sí es importante destacar que el matrimonio decidió poner fin a sus días el 22 de septiembre de 2007. La vida los había unido y no se separarían ni siquiera en la muerte.
Carta a D. Historia de un amor nace en el momento en el que Gorz conoce una terrible noticia, la de la enfermedad degenerativa que padecía su esposa y que le provocaba fuertes migrañas y dolores. Es entonces cuando echa la vista atrás y descubre con horror lo poco presente que su esposa ha estado en su obra, cuando probablemente, él no hubiera sido lo que es de no ser por ella. Gorz llega así al descubrimiento de una verdad universal, aquella que hace tambalear nuestra existencia, cuando advertimos lo poco que hemos valorado lo que teníamos a nuestro lado hasta que estamos a punto de perderlo. Qué necios parecemos entonces, cuánto arrepentimiento. Es justo en ese momento en el que se encuentra André Gorz cuando, la noticia de la enfermedad de su esposa, le obliga a repasar su vida junto a ella. Solo así, reflexionando y poniéndolo por escrito, entenderá lo importante que ella ha sido en su vida y lo mucho que la ha amado siempre.
«Necesito reconstruir la historia de nuestro amor para captar todo su sentido. Gracias a ella, somos los que somos, uno por el otro y uno para el otro. Te escribo para comprender lo que he vivido, lo que hemos vivido juntos». [pág. 9]
Pero para llegar al amor y entender la magnitud del mismo, Gorz hace un repaso a su vida y nos narrará cómo conoció a su mujer, dónde se vieron por primera vez, cómo fue la infancia de ella y de qué forma y manera llegaron al matrimonio. Poco a poco va desgranando de manera breve los acontecimientos a lo largo del siglo XX y la evolución de su pensamiento. Quizá es esta, la puesta en escena de su ideario político y social, la que se me ha hecho más cuesta arriba, en la que se pierde de vista el amor para dar paso a otras cuestiones escritas en un tono más gélido, más aséptico, sin el calor de esos otros pasajes en los que el amor es el centro neurálgico.
Pero entre sus reflexiones también vamos a encontrar otras de otra índole que me han parecido sumamente interesantes. Medita Gorz sobre la práctica de escribir como una necesidad vital tan necesaria como alimentarse, respirar o dormir y en esa obsesión de encerrarse en sus trabajos. apartándose de todo lo demás, siempre encontró el apoyo de su mujer que le diría «Si tu vida es escribir, entonces escribe».
André Gorz y Dorine |
En cualquier caso, Carta a D. Historia de un amor termina como empieza, como una oda al amor, cerrándose así el círculo que Gorz ha trazado en este libro, concluyendo que lo realmente importante que ha tenido en su vida es su mujer y el amor que ambos han sentido el uno por el otro. El final es tan bello como el principio y para no romper la magia de este canto al corazón lo dejaré en el aire, a la espera de que vosotros mismos lo descubráis.
Aún así, os diré que yo me esperaba una lectura diferente. Esta carta me ha parecido escrita y dirigida únicamente a Dorine sin que se haya concebida como un texto para leer por ojos ajenos. Es la impresión que a mí me ha dado, por lo que yo, como lectora, me he sentido una intrusa a la que a veces se le escapaban detalles por estar al margen de la complicidad que une al matrimonio.
Poco más os puedo contar de este libro escrito con un fraseo corto como impulsado a golpes de recuerdo que emergen casi espasmódicamente.
André Gorz y Dorine supieron eternizar su amor cuando decidieron poner fin a sus vidas de manera común. Llamarlo suicidio me parece sinceramente una aberración. A mí me resulta un acto valiente y carente de todo egoísmo.
Pero no quiero poner fin a esta reseña sin antes deciros que Cartas a D. Historia de un amor no es un libro que por su breve extensión sea aconsejable leerlo de una sentada. Estoy totalmente de acuerdo con la cita que aparece en la solapa trasera de esta edición en la que se recoge las siguientes palabras de Quevedo:
«Hay libros cortos que, para entenderlos como se merecen, se necesita una vida muy larga».
[Ilustraciones e imágenes tomadas de Google]
Retos:
- 100 libros
Retos:
- 100 libros
Puedes adquirirlo aquí:
No me termina de convencer, la verdad, así que mejor la dejo pasar. 1beso!
ResponderEliminarBello y triste a la vez!! Ya no quedan parejas ni amores así... ¡Me lo apunto!
ResponderEliminarNo se Marisa. Ahora no estoy para un libro así.
ResponderEliminarMe has dejado sin palabras. No creo que pueda leer este libro. Besos.
ResponderEliminarEn mi barrio también hay una pareja de ancianos que siempre van cogidos de la mano, me encanta verlos porque desprenden tanto amor... Respecto al libro, no me llama demasiado
ResponderEliminarBesos
Esta vez no me llama y no sé si lo disfrutaría.
ResponderEliminarUn beso!
Joeeeeee, no conocía este libro. Creo que podría gustarme, emocionarme y hacerme derramar lágrimas.
ResponderEliminarY me gustaría, y por otro lado no me apetece ahora, no sé qué hacer... Me lo anoto en wishlist y lo pienso.
Besotes
Pues me llama Marisa igual que me llaman las parejas de ancianos que caminan cogidos de la mano. Me encantaría poder llegar a esos años y tener una historia muy larga que contar.
ResponderEliminarBesos
NO lo conocía, pero me resulta enternecedora la historia. No me importaría leerla, aunque no sé si ahora es el momento, me lo anoto.Besos
ResponderEliminarNo estoy ahora mismo para este tipo de libros, pero sí me lo anoto para más adelante.
ResponderEliminarBesotes!!!
Muy buena reseña, Marisa. Como para no tomar nota de ella. Y estoy de acuerdo contigo en lo que dices sobre su lectura al ser de tan poca extensión. Besos.
ResponderEliminarPequeña sorpresa. Este libro quizás por lo que dices hasta sea el propio libro el que te haga parar y hacer tus pausas
ResponderEliminarUy! Me gusta me gusta!
ResponderEliminarBesotes
Me descubres este libro, Marisa, y me interesa mucho. Más que anotado me lo llevo.
ResponderEliminarbsos!
Me encantó este libro, que como dices no es de lectura rapida, porque además de una historia de amor (porque lo es, pese a que al final se de cuenta de la poca presencia de su mujer en toda su obra) es también el ideario social y político de Gorz, también de la propia Dorine, ambos muy comprometidos. El principio y el final es... buaaa... espectacular. Pero no hay ni una coma de desperdicio en este libro.
ResponderEliminarAbrazo
Pues nada habrá que dedicarle su tiempo y habré de rumiarlo para sacarle todo su jugo... genial y profunda recomendación¡¡ un beso enorme¡¡¡
ResponderEliminarPues esta vez respiro porque no me apunto el libro. No me terminas de convencer si miro mi lista de pendientes.
ResponderEliminarBesos
No lo conocía, y desde luego me lo llevo. Me pasa lo mismo, nunca se me pasa por alto las parejas de ancianos que van de la mano. Un besote.
ResponderEliminarCreo que no tengo el ánimo adecuado para un libro así...
ResponderEliminarBesos