Año: 2015.
Nacionalidad: Española.
Director: Daniel Guzmán.
Reparto: Miguel Herrán, Antonio Bachiller, Luis Tosar, María Miguel, Antonia Guzmán, Felipe Vélez, Patricia Santos, Miguel Rellán, Fernando Albizu, Sebastián Haro, Roberto Álvarez, Luis Zahera, Ález Barahona, Lara Sajén, Mario Llorente, Carlos Olalla, Beatriz Argüello, Iris Alpáñez, Adelfa Calvo, Manolo Caro.
Género: Drama.
Sinopsis: Darío, un chico de dieciséis años, disfruta de la vida con Luismi, su vecino y amigo del alma. Mantienen una amistad incondicional, se conocen desde niños y juntos han descubierto todo lo que saben de la vida. Tras la separación de sus padres, Darío huye de casa y empieza a trabajar en el taller de Caralimpia, un viejo delincuente con aires de triunfador, que le enseña el oficio y los beneficios de la vida. Darío conoce además a Antonia, una anciana que recoge muebles abandonados con su motocarro. A su lado descubre otra forma de ver la vida. Luismi, Caralimpia y Antonia se convierten en su nueva familia durante un verano que les cambiará la vida.
[Información facilitada por Filmaffinity]
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A cambio de nada, junto con El desconocido, de la que os hablé la semana pasada (puedes leer la reseña aquí), es otro de los largometrajes que, además de otras tres cintas más, optan al Goya como Mejor Película.
Esta película supone el debut como director del actor Daniel Guzmán, que ya se estrenó tras la cámara con el corto Sueños, una pieza dramática que cuestiona el sentido de la vida y los deseos de futuro, en la que podemos ver a un jovencísimo y enclenque Adrián Gordillo (Mecos en la serie Aída). No deja de ser un pelotazo que sea el primer largo que dirija y se cuele entre las cinco mejores películas que la Academia ha seleccionado para los Goya. Ya en el Festival de Cine de Málaga el trabajo de Guzmán brilló con luz propia, alzándose con el Biznaga de Oro a la Mejor Película y consiguiendo otros cuatro premios más. Sinceramente a mí no me parece una película meritoria de tantos galardones (ya veremos lo que pasa en los Goya) pero entiendo de cine lo justo, o casi nada, y la verdad es que jamás hubiera pensado que la cinta pudiera tener tantos reconocimientos.
Esta película supone el debut como director del actor Daniel Guzmán, que ya se estrenó tras la cámara con el corto Sueños, una pieza dramática que cuestiona el sentido de la vida y los deseos de futuro, en la que podemos ver a un jovencísimo y enclenque Adrián Gordillo (Mecos en la serie Aída). No deja de ser un pelotazo que sea el primer largo que dirija y se cuele entre las cinco mejores películas que la Academia ha seleccionado para los Goya. Ya en el Festival de Cine de Málaga el trabajo de Guzmán brilló con luz propia, alzándose con el Biznaga de Oro a la Mejor Película y consiguiendo otros cuatro premios más. Sinceramente a mí no me parece una película meritoria de tantos galardones (ya veremos lo que pasa en los Goya) pero entiendo de cine lo justo, o casi nada, y la verdad es que jamás hubiera pensado que la cinta pudiera tener tantos reconocimientos.
A cambio de nada es la historia de Darío (Miguel Herrán), un adolescente al que la vida se le tuerce. Por lo que podemos ver en las escenas iniciales, Darío vive en un barrio muy humilde junto a su madre, separada de su marido. Asiste al instituto y se pasa la mayor parte del tiempo en la calle junto a su amigo y vecino Luismi. La economía familiar es muy precaria. La madre trabaja duro fuera de casa para poder mantener a su hijo, mientras que su ex marido no le pasa la correspondiente manutención. La relación en la pareja es muy tensa y es el hijo el que se lleva la peor parte. La situación satura al adolescente que tira por la calle de en medio y comienza a meterse en problemas.
Para mí, A cambio de nada cuenta con un guion demasiado visto. Me ha recordado mucho a 7 vírgenes, a El Bola o a Barrio. Jóvenes que andan con malas compañías, que buscan una familia paralela mientras huyen de la propia, desestructurada, nociva y tóxica. Me gusta esa visión del hijo que tiene que soportar los desgarros de la relación de sus padres. Es una realidad que está ahí, a la vuelta de la esquina, fruto del egoísmo de los adultos que no tenemos límites, pero no deja de ser algo muy manido en el cine.
La historia es tan simple como mezclar mal ambiente familiar, un joven agobiado, un amigo leal, y un par de adultos que son los únicos con los que Darío se siente feliz. Parece que el chico intenta cubrir las lagunas afectivas con las que está creciendo y así encuentra una figura paternal en un supuesto triunfador y éxitoso hombre de negocios que no es más que otro rufián y delicuente, al que el joven admirará como referente. Pero también necesita encontrar una figura femenina con la que sustituir a su madre. El calor casi maternal lo encontrá en Antonia, una anciana que vive sola y a la que también se le intuye un distanciamiento con un hijo por otros motivos. Y será precisamente esa parte en la que Darío comparte vida con Antonia la que más me ha gustado. Juventud y vejez se juntan para cubrir la tremenda parcela de soledad que ambos sienten. Pero más allá de este aspecto, la historia que narra A cambio de nada me ha parecido carente de fuerza, garra, emoción. Imaginamos que el joven lo está pasando mal pero no nos llega esa angustia. Tan solo en los minutos finales podemos sentir cierta desazón cuando Darío confiesa los motivos que lo han conducido a cometer tantos errores. La culpabilidad recaerá en unos padres que no saben dónde meterse y si ese es el mensaje que la cinta quiere transmitir creo que está siendo bastante injusto porque, es cierto que en las familias desestructuradas el índice de hijos problemáticos puede ser alto pero no siempre será así. No se puede generalizar y los hijos descarriados no siempre serán fruto de relaciones rotas.
Para mí, A cambio de nada cuenta con un guion demasiado visto. Me ha recordado mucho a 7 vírgenes, a El Bola o a Barrio. Jóvenes que andan con malas compañías, que buscan una familia paralela mientras huyen de la propia, desestructurada, nociva y tóxica. Me gusta esa visión del hijo que tiene que soportar los desgarros de la relación de sus padres. Es una realidad que está ahí, a la vuelta de la esquina, fruto del egoísmo de los adultos que no tenemos límites, pero no deja de ser algo muy manido en el cine.
La historia es tan simple como mezclar mal ambiente familiar, un joven agobiado, un amigo leal, y un par de adultos que son los únicos con los que Darío se siente feliz. Parece que el chico intenta cubrir las lagunas afectivas con las que está creciendo y así encuentra una figura paternal en un supuesto triunfador y éxitoso hombre de negocios que no es más que otro rufián y delicuente, al que el joven admirará como referente. Pero también necesita encontrar una figura femenina con la que sustituir a su madre. El calor casi maternal lo encontrá en Antonia, una anciana que vive sola y a la que también se le intuye un distanciamiento con un hijo por otros motivos. Y será precisamente esa parte en la que Darío comparte vida con Antonia la que más me ha gustado. Juventud y vejez se juntan para cubrir la tremenda parcela de soledad que ambos sienten. Pero más allá de este aspecto, la historia que narra A cambio de nada me ha parecido carente de fuerza, garra, emoción. Imaginamos que el joven lo está pasando mal pero no nos llega esa angustia. Tan solo en los minutos finales podemos sentir cierta desazón cuando Darío confiesa los motivos que lo han conducido a cometer tantos errores. La culpabilidad recaerá en unos padres que no saben dónde meterse y si ese es el mensaje que la cinta quiere transmitir creo que está siendo bastante injusto porque, es cierto que en las familias desestructuradas el índice de hijos problemáticos puede ser alto pero no siempre será así. No se puede generalizar y los hijos descarriados no siempre serán fruto de relaciones rotas.
En cuanto a las interpretaciones, el joven Miguel Herranz está nominado como Mejor Actor Revelación. Salvo alguna aparición fugaz en alguna serie, es el primer trabajo importante del actor y en realidad no lo hace muy mal pero, como ya he dicho, a mí me ha faltado mayor capacidad de transmisión. En su mirada hay tristeza la mayor parte del tiempo y cuando sonríe se le ilumina el rostro pero no hay arrojo, ni coraje, ni rabia, ni furia en los momentos en los que debería existir. Solamente al final, como dije antes, me llegó un poco de su tristeza y angustia.
La réplica se la da Antonio Bachiller en el papel de Luismi, su incondicional amigo. Otro granujilla pero algo más centrado que aporta algún toque cómico a la pelìcula con diálogos frescos y naturales. Se llevó un galardón en el Festival de Málaga.
Y si hay que hablar del reparto hay que señalar un apunte anecdótico. El papel de Antonia, la anciana que recoge a Darío, lo interpreta Antonia Guzmán, la propia abuela del director. Me ha parecido un detalle de lo más tierno por parte de su nieto. Realmente esta mujer tiene mucho valor al ponerse ante las cámaras con noventa y dos primaveras que tiene la señora. Verdaderamente otorga a la película mucha ternura y aunque tampoco es una interpretación magistral, a mí esta mujer me ha encantado.
Pero sin duda también hay que mencionar a Luis Tosar (padre del chico), que no tiene un papel principal en esta ocasión. En cualquier caso, este hombre se come al que tiene enfrente y para mí es el Atila del cine español. Sublime en las escenas que le toca interpretar, me da la impresión que su elección se debe más a la necesidad de otorgar caché a la cinta más que a otra cosa.
La réplica se la da Antonio Bachiller en el papel de Luismi, su incondicional amigo. Otro granujilla pero algo más centrado que aporta algún toque cómico a la pelìcula con diálogos frescos y naturales. Se llevó un galardón en el Festival de Málaga.
Y si hay que hablar del reparto hay que señalar un apunte anecdótico. El papel de Antonia, la anciana que recoge a Darío, lo interpreta Antonia Guzmán, la propia abuela del director. Me ha parecido un detalle de lo más tierno por parte de su nieto. Realmente esta mujer tiene mucho valor al ponerse ante las cámaras con noventa y dos primaveras que tiene la señora. Verdaderamente otorga a la película mucha ternura y aunque tampoco es una interpretación magistral, a mí esta mujer me ha encantado.
Pero sin duda también hay que mencionar a Luis Tosar (padre del chico), que no tiene un papel principal en esta ocasión. En cualquier caso, este hombre se come al que tiene enfrente y para mí es el Atila del cine español. Sublime en las escenas que le toca interpretar, me da la impresión que su elección se debe más a la necesidad de otorgar caché a la cinta más que a otra cosa.
En cuanto a la dirección, vuelta a las nominaciones. Guzmán ya se llevó en Málaga el Biznaga de Plata y opta al Goya como Mejor Dirección Novel. No lo veo. No me ha parecido la cosa para tanto. Vale que yo en estas cuestiones estoy pez pero sí puedo discenir cuando un plano, una toma o lo que sea me gusta o no y en este largometraje nada me ha impresionado. Los expertos sabrán.
En definitiva, a mí la película no me ha maravillado. Me ha parecido una cinta más, de consumir y olvidar. Sin embargo, cuenta con una alta puntuación tanto por parte de la crítica como del público que la han llegado a ensalzar. No hay más que entrar en alguna web de cine para verlo y así lo atestigua los premios en el Festival de Málaga y las nominaciones para los Goya pero a mí, qué queréis que os diga, no me ha dicho gran cosa. Debe ser que yo he visto otra película distinta.
Trailer:
En definitiva, a mí la película no me ha maravillado. Me ha parecido una cinta más, de consumir y olvidar. Sin embargo, cuenta con una alta puntuación tanto por parte de la crítica como del público que la han llegado a ensalzar. No hay más que entrar en alguna web de cine para verlo y así lo atestigua los premios en el Festival de Málaga y las nominaciones para los Goya pero a mí, qué queréis que os diga, no me ha dicho gran cosa. Debe ser que yo he visto otra película distinta.
Trailer:
No descarto verla, podría gustarme :)
ResponderEliminarÉsta no me llama demasiado...
ResponderEliminarNo la he visto, ni me sonaba, la verdad,
ResponderEliminarMe lo piesno, besotes
No sabrás de cine...qué va. Anda que tú también. Pues mira, esta me la ahorro porque solo de leerla me ha dado una pereza horrible. Son muy cansinos siempre con la cosa social, siempre premiando estas historias. Hala, me voy a ver la de Steve Jobs.
ResponderEliminarNo sabes de cine, lo que hay que oír....
Besos y no te quites méritos.
Jejej tú es que me miras con buenos ojos. Ya verás como en los Goya se me desencaja la mandíbula jeje. Besos.
EliminarPues no la he visto, ni creo que lo haga...
ResponderEliminarBesos.
A mi no me importaría verla ,estos temas aunque estén manidos me suele gustar verlos. Besos
ResponderEliminarEsta no me tienta mucho. De las tres que mencionas, he visto El Bola, película que me gustó. Besos.
ResponderEliminarA primera vista no me atrae mucho y con tu opinión me quedo algo indiferente la verdad
ResponderEliminarUn beso!
No la conocía pero no creo que me anime a verla, no me llama mucho
ResponderEliminarBesos
Me cuesta el cine español. Y a parte mi tiempo para ver pelis es nulo.
ResponderEliminarLa vi justo hace dos días, Marisa, y, aunque me gustaron cosas, le vi muchos fallos. Y aluciné cómo venden algunas pelis, como ésta, con Luis Tosar en la portada, cuando sale apenas nada ...
ResponderEliminarbsos!
Hola!
ResponderEliminarCreo que este tipo de películas son las de mi gusto..
Así que no dudaré en verla
Por cierto, aquí te dejo mi blog:
http://libros-mundanos.blogspot.com.es/#
Nos seguimos y leemos
Muchas gracias
Un besito :D
La veré, me encanta cómo trabaja Tosar =)
ResponderEliminarBesotes
Puede ser un tema visto pero tengo curiosidad por ver a esa abuela.
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