Editorial: Anantes.
Fecha publicación: febrero, 2015.
Fecha publicación: febrero, 2015.
Nº Páginas: 61
Precio: 12,00 €
Género: Relatos.
Edición: Tapa blando con solapas.
ISBN: 978-84-942381-9-2
Autora
Mila Guerrero (Morón de la Frontera, Sevilla, 1973) es Licenciada en Filología Inglesa por la Universidad de Sevilla. Su actividad literaria se intensifica tras la obtención del Segundo Certamen de Relatos Cortos "Para la Igualdad" (1998) con la narración "Malditos". A partir de entonces, se suceden distintos reconocimientos, como el premio local en el V Certamen de Narraciones Miguel Cabrera (1998), por "Un corazón de hormiga" o el VII Premio de Narraciones Ciudad de Cantillana (2002) por "Odiar es fácil", premio que renovó años más tarde con "Comienzos". En 2010 obtuvo el segundo puesto en el IX Certamen de relatos de la biblioteca Miguel de Cervantes de Herencia con el relato "Tu nombre".
Asimismo, otros relatos suyos han sido recogidos en diversas antologías: "Ojos", en Cuentos Negros; "El levante", en A Contratiempo o "Carmen", en la antología a beneficio de los enfermos de AME Cuentos por la vida.
Ha colaborado con proyectos culturales como "Carrera de Fondo", "El Cuarto Blanco", o "El saber de las mujeres"; en la revista de la Biblioteca Municipal, Página en blanco, en revistas literarias como La espada flamígera y en periódicos como Morón 30 Días. Además, ha impartido clases sobre Animación a la lectura y a la escritura creativa en el Aula de la Experiencia de la Universidad de Sevilla.
El microrrelato es un género del que gusta especialmente porque su brevedad permite aumentar la intensidad de emoción que se transmite al lector. El la actualidad lo cultiva con pasión en su blog: Terapia Opuscular.
Sinopsis
De lo cotidiano a lo absurdo, sorprendente e incluso cruel, hay un solo paso en el imaginario de Mila Guerrero. Sus personajes se sienten a menudo extranjeros en un mundo cuyas leyes desconocen o prefieren ignorar. Es el caso de la nórdica Ingrid en un pueblo costero del sur en el que el Levante "vuelve a los locos más locos, y a los cuerdos les da la justificación necesaria para dejar de estarlo", o al protagonista de "Un corazón de hormiga", que se enfrenta por todos los medios a la imposibilidad de tasar los bellos despertares de Elena.
La narrativa breve e hiperbreve de Mila Guerrero ha recibido numerosos reconocimientos a lo largo de los últimos años. Un corazón de hormiga reúne lo más destacado de su producción. Realidad y sueños en pequeñas dosis.
[Biografía y sinopsis tomados directamente del ejemplar]
Carretera y manta. Me quedaban casi quinientos kilómetros por delante, suficientes horas de aburrimiento que necesitaba llenar pues además el tiempo no acompañaba y la visión tras la ventanilla del vehículo no era precisamente estimulante. Llegó un momento en el que el cielo se cubrió de un gris denso que amenazaba con desplomarse a cada kilómetro que devorábamos. Comenzó a llover. Primero con esas minúsculas gotitas que caen con timidez para luego venirnos encima un verdadero diluvio. Y mientras más nos acercábamos a nuestro destino, las nubes descendían cada vez más hasta casi posarse sobre el asfalto. Sentí frío, me arrellané en el asiento del vehículo y busqué el calor de un libro.
Los seis relatos que componen Un corazón de hormiga, de la sevillana Mila Guerrero, me sirvieron de abrigo, un volumen breve pero con historias interesantes, curiosas, y especialmente originales en algunos casos, relatos que han sido premiados en diversos certámenes. Tratándose tan solo de seis piezas, y por algunas otras cuestiones más allá de las numéricas, opto en esta ocasión por hablaros de todos ellos, de uno en uno, de manera independiente.
Un corazón de hormiga.
Narrado en primera persona, la autora nos introduce directamente en materia con un inicio muy evocador.
Su argumento -un hombre desea apropiarse de los despertares de su amada- pudiera resultar un tanto absurdo pero, bajo mi punto de vista, este relato tiene un toque de fantasía, cierta semejanza al cuento, en el que hay que buscar un halo poético cuando advirtamos que al narrador, sumido en un profundo amor, no lo mueve un interés material sino una necesidad vital, pues encuentra en esas mañanas de la mujer que amanece a su lado, la razón de su existencia.
Destaco en este relato una narración sensual, llena de bellas imágenes.
Destaco en este relato una narración sensual, llena de bellas imágenes.
Odiar es fácil.
Encontrar a la mujer o al hombre perfecto es ardua tarea. El narrador en primera persona de este relato está cansado de soledad, de compartir la vida tan solo con Willy, un compañero de piso al que la pena le puede, así que emprende la búsqueda y alcanza su objetivo. Aparecerá Sofía, nombre que se alza como sinónimo del placer. La vida colma de felicidad a la pareja, el narrador se siente pleno junto a una mujer cuyos defectos pasan por virtudes y en un momento de celebración, un hecho trágico saca a flote la cobardía del narrador.
En Odiar es fácil no solo hay búsqueda, amor, felicidad,... También hay mucha tristeza, una depresión, celos (¿por qué no?) y por supuesto odio porque dicen que del amor al odio solo hay un paso, el mismo que dio Willy para sumergirse en una bañera que solo trajo soledad.
Tu nombre.
Me cautivó. ¿Cuántas veces hemos intentado olvidar aquel amor que nos hizo daño en el pasado? ¿Cuántas veces nos hemos quedado absortos, con la mirada fija en una esquina, en un banco de un plaza, contemplando esos lugares en los que alguna vez fuimos felices? Olvidar no es fácil, especialmente cuando todo a nuestro alrededor se esfuerza por mantener nuestros recuerdos, por dolorosos que resultan, anclados firmemente en nuestra memoria. Y eso es lo que le pasa a nuestro protagonista que luchará contra la insistencia del recuerdo de un amor que no se resigna a abandonarlo.
Tu nombre es una carta que se inicia con un simple «Querida», sin más acompañamiento, sin un nombre propio o un sustantivo común pues no hay lugar. Estamos ante la confesión de un crimen bastante peculiar, un acto que tiene también su parte poética escondida y que no deja de ser hasta casi divertido.
En Tu nombre se respira mucha viveza, con un entorno envolvente que nos hace sentir en la misma habitación en la que transcurren los hechos y adoptar las mismas poses que adopta la amada en el recuerdo del narrador. Me ha parecido un relato tremendamente original e incluso, como he dicho, con un ápice de humor.
¡Cuánta sensibilidad para hablar del nombre de la amada!
«... acariciarlo, llevármelo a la boca y pronunciarlo, presionarlo un poco con la lengua, mecerlo en vaivén entre los dientes, masticarlo, saborearlo una y otra vez...». [pág. 30]
Comienzos
Un relato que me pilló por sorpresa en su desenlace y al que no hago más que darle vueltas. ¿Hay dos hilos argumentales o bien estamos ante una historia que contiene otra? Por más que lo pienso, ambas opciones parecen factibles.
Una mujer en primera persona nos narrará el momento justo en el que se está preparando para su boda. Ayudada por sus dos hermanas y algunas féminas más de la familia, la novia nos irá describiendo la escena: el ajuste perfecto de su vestido envolviendo su figura, las flores del pelo, la delicada caricia de las medias en sus piernas, y un ambiente cargado de una emotividad que no termina de contagiarla. Y la veremos partir hacia la iglesia pero en vez de llegar frente al altar, Mila nos toma de la mano en un impulso y nos plantará en otro lugar, en otro momento, en otra situación pero con la misma narradora.
Me ha gustado muchísimo ese cambio brutal que se produce al final, un momento en el que se respira tranquilidad, ternura, dulzura pero que a mí me ha desestabilizado por lo inesperado aunque precisamente ahí radica lo bueno de este relato. Y no solo eso...
Esa narradora que nos habla y nos hace partícipes del momento describe lo que le rodea casi desde una perspectiva, digamos, extracorpórea, como si la cosa no fuera con ella, como si, siendo el foco de atención, no se sintiera como tal...
...y al mismo tiempo, todo el relato vuelve a estar impregnado de una viveza, de una realidad tan tangible que se me antoja pensar (probablemente me equivoque), que la autora ha vivido una situación similar, esos preparativos, esos momentos narrados tal que así. Bueno, son solo impresiones mías derivadas de la verdad que transmite el relato.
Una mujer en primera persona nos narrará el momento justo en el que se está preparando para su boda. Ayudada por sus dos hermanas y algunas féminas más de la familia, la novia nos irá describiendo la escena: el ajuste perfecto de su vestido envolviendo su figura, las flores del pelo, la delicada caricia de las medias en sus piernas, y un ambiente cargado de una emotividad que no termina de contagiarla. Y la veremos partir hacia la iglesia pero en vez de llegar frente al altar, Mila nos toma de la mano en un impulso y nos plantará en otro lugar, en otro momento, en otra situación pero con la misma narradora.
Me ha gustado muchísimo ese cambio brutal que se produce al final, un momento en el que se respira tranquilidad, ternura, dulzura pero que a mí me ha desestabilizado por lo inesperado aunque precisamente ahí radica lo bueno de este relato. Y no solo eso...
Esa narradora que nos habla y nos hace partícipes del momento describe lo que le rodea casi desde una perspectiva, digamos, extracorpórea, como si la cosa no fuera con ella, como si, siendo el foco de atención, no se sintiera como tal...
«El mismo halo que parece haber entre ellos y yo, pero este, que me deslumbra como antes el foco, establece una separación imaginaria que me permite estar sin estar, ver sin ser realmente vista, contemplar, desde lejos, sus caras, sus risas, sus gotas de sudor en la frente y la manera nerviosa en que miran una y otra vez, casi convulsivamente, el reloj que cuelga omnipresente de la pared del fondo del salón,...». [pág. 41]
...y al mismo tiempo, todo el relato vuelve a estar impregnado de una viveza, de una realidad tan tangible que se me antoja pensar (probablemente me equivoque), que la autora ha vivido una situación similar, esos preparativos, esos momentos narrados tal que así. Bueno, son solo impresiones mías derivadas de la verdad que transmite el relato.
El levante.
Las playas de Cádiz son preciosas pero tienen un defecto. Cuando sopla el levante resultan insufribles. El levante es un viento caprichoso y atosigante que «viene cuando viene, y se va, cuando se va».
La protagonista de este relato será una sueca de nombre Ingrid Kallstrom. Se encuentra de visita en un pueblo costero de la provincia de Cádiz, el lugar en el que nacieron sus abuelos. Ingrid es una chica discreta y reservada, cuyo carácter contrasta con el bullicioso de los habitantes del pueblo . ¿Es verdad eso que dicen sobre el levante, que de tanto soplar y soplar vuelve tarumba a la gente? ¿Qué efectos produce en los nativos y cuáles en los extranjeros? Te animo a leer el relato para comprobarlo porque a veces la realidad se impone a la incredulidad. Eso es lo que le pasó a Ingrid.
Sin ser una historia con importantes giros, que más o menos se prevé, es cierto que la ambientación está muy bien conseguida. Ese soplar constante del viento, ese batir contra las contraventanas y las puertas, ese silbido que intenta colarse incluso por las rendijas de nuestro cerebro,... Me ha gustado mucho las sensaciones que he experimentado con la lectura de este relato, con ese viento zumbando en los oídos en cada línea, el único relato en el que se dan ciertas coordenadas geográficas. Sabremos que la acción transcurre en un pueblo de Cádiz. ¿Conil, quizás?
La protagonista de este relato será una sueca de nombre Ingrid Kallstrom. Se encuentra de visita en un pueblo costero de la provincia de Cádiz, el lugar en el que nacieron sus abuelos. Ingrid es una chica discreta y reservada, cuyo carácter contrasta con el bullicioso de los habitantes del pueblo . ¿Es verdad eso que dicen sobre el levante, que de tanto soplar y soplar vuelve tarumba a la gente? ¿Qué efectos produce en los nativos y cuáles en los extranjeros? Te animo a leer el relato para comprobarlo porque a veces la realidad se impone a la incredulidad. Eso es lo que le pasó a Ingrid.
Sin ser una historia con importantes giros, que más o menos se prevé, es cierto que la ambientación está muy bien conseguida. Ese soplar constante del viento, ese batir contra las contraventanas y las puertas, ese silbido que intenta colarse incluso por las rendijas de nuestro cerebro,... Me ha gustado mucho las sensaciones que he experimentado con la lectura de este relato, con ese viento zumbando en los oídos en cada línea, el único relato en el que se dan ciertas coordenadas geográficas. Sabremos que la acción transcurre en un pueblo de Cádiz. ¿Conil, quizás?
Un error de principiante.
Es el último de la colección y el que pondrá la guinda al pastel. Sin ser un relato con un argumento complejo, la historia está muy bien trenzada a través de dos hilos argumentales que coinciden en un punto en el desenlace.
A Lola la lleva martirizando un dolor en la espalda hace varios días. Es una punzada a la altura del omóplato que no la deja vivir ni dormir. Los calmantes no surten efecto y, mientras ella espera que sea algo pasajero, aguanta a una jefa malencarada que la tiene enfilada.
Por otro lado, Belicia Mori es una mujer puertorriqueña que ha llegado a España en busca de un futuro mejor. Sus posibilidades son demasiado pequeñas como para poder subsistir mes a mes, así que decide abrir un negocio para sacar un dinero extra.
La vida de Belicia y Lola tienen un punto en común, una tercera persona. Las preguntas que hay que hacer es ¿quién? y ¿por qué?
Es el último de la colección y el que pondrá la guinda al pastel. Sin ser un relato con un argumento complejo, la historia está muy bien trenzada a través de dos hilos argumentales que coinciden en un punto en el desenlace.
A Lola la lleva martirizando un dolor en la espalda hace varios días. Es una punzada a la altura del omóplato que no la deja vivir ni dormir. Los calmantes no surten efecto y, mientras ella espera que sea algo pasajero, aguanta a una jefa malencarada que la tiene enfilada.
Por otro lado, Belicia Mori es una mujer puertorriqueña que ha llegado a España en busca de un futuro mejor. Sus posibilidades son demasiado pequeñas como para poder subsistir mes a mes, así que decide abrir un negocio para sacar un dinero extra.
La vida de Belicia y Lola tienen un punto en común, una tercera persona. Las preguntas que hay que hacer es ¿quién? y ¿por qué?
Y estos son todos los relatos.
Decía antes que me lancé a la lectura de estas historias durante un viaje en coche. Sin embargo, cuando llegué al último me pareció que aquellas historias me seguían reclamando. Así que decidí dejarlas reposar y ya de regreso en mi ciudad, en otra mañana tormentosa y rebosante de aguaceros, volví a reencontrarme con ellos. Descubrí entonces que me habían gustado mucho más de lo que en principio recordaba, que eran relatos que requerían esa calma y tranquilidad que a veces se hace necesaria en literatura para paladear, desgranar y saborear cada línea. No negaré que tengo mis favoritos, aunque si hago el recuento, la cifra me conduce a un cinco sobre seis, con lo que bien se podría decir que me han gustado todos.
Hay en la forma de narrar de Mila una capacidad poderosa de abstraernos de nuestra realidad, de ahí que algunos de sus relatos me hayan parecido tan llenos de vida, con esos personajes que nos hablan en primera persona de sus elucubraciones, mientras que en otros, la autora hecha mano de acontecimientos cotidianos para conducirnos a un desenlace inesperado o trágico.
Sé que sois pocos los que gustáis de leer relatos, pero para mí se están convirtiendo en un puerto de frecuente amarre. Los relatos de Mila Guerrero tienen ese regusto que permanece en nuestro paladar por largo tiempo. Por lo tanto, no se me ocurre mejor idea que recomendaros este pequeño volumen lleno de interesantes historias. Y por si tienes dudas, te propongo pasar por el blog de Mila, Terapia Opuscular, donde hallarás una muestra de lo que esta autora es capaz de hacer en pocas líneas.
Sé que sois pocos los que gustáis de leer relatos, pero para mí se están convirtiendo en un puerto de frecuente amarre. Los relatos de Mila Guerrero tienen ese regusto que permanece en nuestro paladar por largo tiempo. Por lo tanto, no se me ocurre mejor idea que recomendaros este pequeño volumen lleno de interesantes historias. Y por si tienes dudas, te propongo pasar por el blog de Mila, Terapia Opuscular, donde hallarás una muestra de lo que esta autora es capaz de hacer en pocas líneas.
Agradezco a la editorial el envío del ejemplar.
[Imágenes e ilustraciones tomadas de Google]
Retos:
- Sumando 2015.
Puedes adquirirlo aquí.
Aunque son relatos y soy poco de leerlos, no me importaría hacerlo con éste. TIenen muy buena pinta :)
ResponderEliminarBs.
Ya me prodigo más en lecturas de libros de relatos, aunque este no me termina de convencer, pese a que veo que has disfrutado con su lectura. Besos.
ResponderEliminarSigo sin animarme demasiado con los relatos a pesar de que estos tienen buena pinta.
ResponderEliminarBesos.
No me animo que los relatos no son lo mío y me suelo acercar a ellos en ocasiones muy puntuales (autores que ya conozco etc)
ResponderEliminarUn beso!
Me gustan los relatos. De los que presentas hoy creo que El levante es el que más me llama la atención. Así que me apunto la colección.
ResponderEliminarbesos
Anda que Yoli me va a dejar que lea si va conduciendo
ResponderEliminarNo me había parado mucho a mirarlo, pero realmente pinta bien
ResponderEliminarcon la reseña me has convencido :)
un beesito
Yo soy fan de los relatos, que no entiendo porque son tan rechazados... Así que me apunto este por todo lo que cuentas y por todas las preguntas que siguen girando en tu cabeza.
ResponderEliminarUn abrazo
Es un género que me gusta mucho así que me llevo tu recomendación de hoy bien apuntada, que me ha llamado mucho la atención.
ResponderEliminarBesotes!!!
Pues para el Levante que se venga a Tarifa jajjaja que se va a enterar.... ya en serio, parece una obra muy bien estructurada y rematada, sin embargo, por temática general, no es lo que más me apetece ahora y menos en formato relato. Me gustan mucho pero tienen que ser para combinar con novela y ahora mismo las novelas que leo necesitan toda mi atención jajaja, son muy exigentes. Besos :)
ResponderEliminarHace mucho que no leo relatos, algunos tienen muy buena pinta aunque otros apuntan a muy tristes como el del nombre. Creo que en general me gustarían todos menos el de Willy. A ver si me animo.
ResponderEliminarBesos
Tremendísima reseña!
ResponderEliminarNo lo conocía, así que lo indagaré.
Besos.
Qué suerte, yo no puedo leer en coche ¿te lo he dicho alguna vez? me mareo que da gusto, por eso me encanta el tren, incluso en autobús pero el coche... uf! Estos relatos pintan muy bien, ya sabes que es un tipo de lectura que me gusta,lo que pasa que ahora mismo tengo muchos pendientes y no sé cuando podré hacerle hueco.
ResponderEliminarBesos
Los relatos no me suelen gustar, tengo que estar muy convencida con ellos
ResponderEliminarBesos
Me gusta lo que cuentas de estos relatos que parecen originales incluso reflexivos, para tenerlos en cuenta sin duda. Besos
ResponderEliminarA mí no me importa leer relatos. Que te hayan gustado todos menos uno es una cifra muy a tener en cuenta. Me has puesto los dientes largos...
ResponderEliminarMe cuesta un montón leer en el coche. No, no me cuesta, soy incapaz, me mareo al minuto de empezar. Ya me gustaría pasarme los viajes leyendo... En el metro, tren o avión no tengo problema, pero sí en todo vehículo que vaya por la carretera.
Besos.
Ahora necesito un descanso del género.
ResponderEliminarNo soy muy fan de los relatos.
ResponderEliminarAunque de vez en cuando cae alguno, pero creo que de momento lo voy a dejar pasar =)
Besotes