Cristina López Barrio estudió Derecho en la Universidad Complutense de Madrid y se ha especializado en Propiedad Intelectual. Su primera obra ganó el II Premio Villa de Pozuelo de Alarcón de Novela Juvenil, de la editorial Everest (2009). Con su primer libro para adultos, La casa de los amores imposibles (Plaza & Janés, 2010), se dio a conocer al gran público, cosechando un gran éxito entre los lectores. Obtuvo el premio a la escritora revelación que concede el conocido blog literario Llegir en cas d'incendi. La casa de los amores se ha traducido a quince lenguas y publicado en veinte países, entre ellos Estados Unidos, Italia, Alemania, Brasil, Argentina, Suecia, Israel y Serbia. Su segunda novela, El cielo en un infierno cabe (Plaza & Janés, 2013) la consagró como una de las novelistas más originales y prometedoras de su generación. Su última novela ambientada en Galicia, se titula Tierra de brumas.
«Así somos las Mencía, niña, apréndelo cuanto
antes, o eres loca o reina o santa o borracha.»
antes, o eres loca o reina o santa o borracha.»
Cuando
Valentina se queda huérfana a los once años, se ve obligada a
atravesar el océano desde su Habana natal a la Galicia de sus
antepasados para quedar al cargo de su abuela, Bruna Mencía, marquesa de
Novoa. La matriarca la recibe en su solitario, decadente y majestuoso
pazo y comienza a educarla para convertirla en la heredera de la
dinastía.
Valentina conocerá a través de Bruna la convulsa
historia de su familia y cómo la salvaje estirpe de las mujeres Mencía,
criadas por la naturaleza en las profundidades del bosque gallego, se
unió a la aristocrática dinastía de los Novoa, la más rica de la
región. Las historias de amor y poder entre ambas familias, que han
pervivido durante muchos años, marcarán el destino de Valentina, que
tendrá que decidir si continúa o no con ese linaje, extraño para ella,
plagado de intrigas y culpas secretas.
Una prodigiosa historia de tradición y modernidad, de civilización y barbarie, de espíritus y profecías, de grelos y camelias, de reinas y santas, de meigas y lobas, en la que los personajes se debaten entre tomar los caminos escogidos para ellos o elegir libremente su propio destino. Una maravillosa novela que recoge toda la magia y el misterio de una tierra de leyenda.
[Biografía y sinopsis tomados directamente del ejemplar]
Con algo de retraso vengo a publicar la entrevista que le realicé a Cristina López Barrio hace unas semanas. Se desplazó hasta Sevilla para promocionar su última novela, Tierra de brumas, una historia que enreda el destino de dos familias en un entorno mágico como es Galicia.
Leyendo la novela, el lector puede sentir el frescor de los bosques de esas tierras gallegas impregnando sus pulmones y asistir al devenir de unas familias en las que la figura de la mujer se alza como epicentro.
Sobre la novela tengo intención de hablaros en breve pero, de momento, os dejo con lo que nos contó:
Marisa G.- Cristina me alegra volver a verte desde aquella vez cuando viniste con la promoción de El cielo en un infierno cabe. Esta es ya tu tercera novela publicada. Me gustaría saber cómo ves tu trayectoria, ¿cómo has evolucionado?
Cristina L.- Pues creo que he evolucionado mucho. Estoy en una etapa de cierta inquietud. Ahora me interesa experimentar con el estilo, algo que creo que se nota en esta novela, donde utilizo mucho el estilo indirecto libre. En Tierra de brumas hay muchas elipsis, no se cuenta todo, y recurro al flashback, algo que ya hice también en El cielo..., pero en esta novela el lector tiene que ir hilando mucho más fino. Como te digo, empleo mucho estilo indirecto libre, mucha mezcla de primera con tercera, uso el diálogo sin guiones para darle más fuerza o más intensidad al pasaje escrito.
M.G.- Pero antes de centrarnos en tu nueva novela, me gustaría conocer tus impresiones sobre las anteriores. ¿Estás contenta con el resultado? ¿Satisfecha con las ventas?
C.L.- Bueno El cielo... es una novela que llegó menos que La casa de los amores imposibles. La casa... sigue viva, se sigue vendiendo. Ahora acaba de salir en Eslovaquia, y también va a salir en Argentina con el diario Clarín. Es una novela que tuvo algo y que la gente recuerda con mucho cariño. Tuvo más éxito, se ha vendido en muchos más países.
M.G.- A mí esta novela me ha gustado mucho pero me gustaría que fueras tú la que explicaras a los lectores qué va a encontrar en Tierra de brumas.
C.L.- Es una novela especialmente de personajes. Son ellos los puntos fuerte de esta novela, personajes con los que el lector podrá empatizar o no, los amará o los odiará. Lo que a mí me gusta, y es por lo que estoy más satisfecha con esta novela, son ese elenco de personajes. Es la novela que más rápido he escrito y también con la que he tenido una sensación de posesión, el personaje te posee un poco. Yo empezaba a escribir en tercera y de repente me encontraba escribiendo en primera.
M.G.- El personaje te lo pedía.
C.L.- Sí, eso es. El personaje exigía su propia voz y yo me dejaba llevar. Es una novela escrita como a chorro y he tenido esa sensación de ver al personaje, de tenerlo delante de mi.
Hay una cosa que decía Cortázar que me gusta mucho. Él decía que a veces le daba vergüenza firmar libros porque tenía la sensación de que no los había escrito él sino que los personajes le habían como poseído y habían sido ellos los que habían escrito la historia. Pues a mí me ha pasado algo así con algunos personajes, como con Angustias o Roberta, personajes que tienen una fuerza tremenda.
Hay una cosa que decía Cortázar que me gusta mucho. Él decía que a veces le daba vergüenza firmar libros porque tenía la sensación de que no los había escrito él sino que los personajes le habían como poseído y habían sido ellos los que habían escrito la historia. Pues a mí me ha pasado algo así con algunos personajes, como con Angustias o Roberta, personajes que tienen una fuerza tremenda.
M.G.- Bueno, Tierra de brumas trata de la historia de dos familias, dos dinastías, una un poco más natural, por decirlo de algún modo, porque son gente que proceden del bosque. Y la otra es la aristocrática. Los Mencía y los Novoa. Hay muchísimos enredos familiares y las relaciones entre algunos personajes son un pelín imposible.
C.L.- Sí, es una novela que explora los lazos familiares, una constante en mis novelas, con importantes clanes femeninos como en La casa... Aquí es verdad que también hay personajes masculinos como Jacinto Novoa, José Novoa,... que también son protagonistas y dan buena réplica a los personajes femeninos. No obstante, Tierra de brumas sí explora todo ese sustrato que hay en toda familia, un sustrato de tradición que se transmite de una generación a otra. Ya empieza la novela con Valentina que llega al pazo y de alguna manera la abuela la prepara para asumir ese destino impuesto por la tradición familiar. Y también hay rivalidades familiares entre Roberta y Bruna, dos mujeres que son primas pero en realidad es como si fueran hermanas porque se han criado juntas. Como dices, sí está muy presente esos lazos familiares entre las Mencía y los Novoa, la relación de padre e hijo entre José y Jacinto Novoa,...
M.G.- Es una novela en la que hay muchísima pasión con amores muy fuertes y muy poderosos. Y por otro lado también se lucha por conseguir el poder.
C.L.- Sí, de hecho en la novela utilicé la estructura de Macbeth, una tragedia clásica sobre el poder, sobre la ambición y sobre las consecuencias que acarrea. En Macbeth tenemos a las brujas que le dicen que va a ser rey y de ese modo despiertan en él la ambición que estaba un tanto dormida. A partir de entonces Macbeth decide matar al rey de Escocia junto con Lady Macbeth, la que lo alienta cuando él flaquea.
En Tierra de brumas, no hay brujas pero sí la figura de la meiga gallega que es perfecta sustituta y es esa meiga la que le dice a Bruna que ha nacido para ser reina. Hasta ese momento, Bruna ha vivido en un estado de naturaleza, en un estado primigenio, de unión con la naturaleza, un tanto indómito y de libertad pero despertará, se acercará al pazo de los Novoa y es ahí cuando aparece todo ese mundo civilizado, del conocimiento que representa Jacinto Novoa, el que instruye a Bruna y le enseña unos mapas.
Por otro lado, el personaje de Lady Macbeth está un poco representado por su tía Angustias, que es la que en un momento dado apoya a Bruna cuando flaquea, cuando Jacinto le pide que se case con él y ella duda. Pero la tía la incita a dar el paso porque está destinada a ser reina y a cuidar de la familia. Y como en Macbeth, aquí también se da ese ascenso social que supone el descenso moral del personaje hacia la soledad, hacia un encierro... Bruna también vive en esa soledad del pazo. Lo que pasa es que yo quise dar una vuelta de tuerca y hacer un Macbeth con cierta redención que viene representado por el personaje de Valentina, ese personaje que al final redime a Bruna. Valentina y Bruna son dos personajes muy solitarios que se necesitan mucho el uno al otro.
En Tierra de brumas, no hay brujas pero sí la figura de la meiga gallega que es perfecta sustituta y es esa meiga la que le dice a Bruna que ha nacido para ser reina. Hasta ese momento, Bruna ha vivido en un estado de naturaleza, en un estado primigenio, de unión con la naturaleza, un tanto indómito y de libertad pero despertará, se acercará al pazo de los Novoa y es ahí cuando aparece todo ese mundo civilizado, del conocimiento que representa Jacinto Novoa, el que instruye a Bruna y le enseña unos mapas.
Por otro lado, el personaje de Lady Macbeth está un poco representado por su tía Angustias, que es la que en un momento dado apoya a Bruna cuando flaquea, cuando Jacinto le pide que se case con él y ella duda. Pero la tía la incita a dar el paso porque está destinada a ser reina y a cuidar de la familia. Y como en Macbeth, aquí también se da ese ascenso social que supone el descenso moral del personaje hacia la soledad, hacia un encierro... Bruna también vive en esa soledad del pazo. Lo que pasa es que yo quise dar una vuelta de tuerca y hacer un Macbeth con cierta redención que viene representado por el personaje de Valentina, ese personaje que al final redime a Bruna. Valentina y Bruna son dos personajes muy solitarios que se necesitan mucho el uno al otro.
M.G.- Fíjate que tú creas una historia alrededor de dos familias muy dispares que termina uniéndose pero claro leyendo la novela, una se da cuenta de que al final las Mencía son como una maldición para los Novoa. Que una mujer Mencía entre en la vida de un Novoa es mal asunto.
C.L.- Sí, un Novoa matará a otro por culpa de una Mencía. Aquí está otra vez el tema que ya usé en La casa de los amores imposibles. En esta novela aparece la idea de ese destino trágico que a mí me gusta mucho porque es muy de tragedia griega. Ese destino tiene ese elemento maravilloso, fantástico,... porque tiene que ser así y punto. Es tu destino y hagas lo que hagas, ahí está.
Y por otro lado también está la idea de un destino marcado de alguna manera por la tradición familiar como en el caso de José Novoa o de Amelia Lobeira que quiere ser monja pero está destinada a casarse con un Novoa y tiene que cumplir.
Y por otro lado también está la idea de un destino marcado de alguna manera por la tradición familiar como en el caso de José Novoa o de Amelia Lobeira que quiere ser monja pero está destinada a casarse con un Novoa y tiene que cumplir.
De igual modo, también quería presentar las ventajas que tiene ser un aristócrata pero igualmente las desventajas o amarguras, porque hay una renuncia personal para poder ejercer ese poder que te da el haber nacido en una familia como los Novoa.
M.G.- Y toda esta historia, ¿cómo surge en tu cabeza? ¿Qué te impulsa a escribirla?
C.L.- Lo primero que elegí en esta novela fue el paisaje. Quería escribir una novela sobre Galicia porque, aunque yo soy madrileña, es una tierra que visito mucho ya que mis padres veranean allí, tengo muchos amigos gallegos y voy varias veces al año. El bosque gallego para mí es de esos sitios que te fascinan, es muy inspirador, donde uno se siente mucho más vivo, con unas sensación sensorial muy fuerte. Ahí surgió la idea de crear unos personajes muy en comunión con la naturaleza, las Mencía, muy indómitas, muy en libertad y quise mostrar qué ocurriría cuando ese estado de naturaleza más salvaje entraba o pasaba por ese tamiz de la sociedad y de la civilización en el pazo de los Novoa. Utilicé el jardín del pazo para mostrar la naturaleza domada frente a la naturaleza salvaje del bosque.
Luego, para montar la historia, y como te he dicho, tomé la estructura de Macbeth. Quería escribir una novela sobre ese personaje que sale de ese estado de libertad y pasa a conocer toda la civilización. Y con toda esa mezcla de elementos comencé a construir la historia.
Luego, para montar la historia, y como te he dicho, tomé la estructura de Macbeth. Quería escribir una novela sobre ese personaje que sale de ese estado de libertad y pasa a conocer toda la civilización. Y con toda esa mezcla de elementos comencé a construir la historia.
M.G.- Y de nuevo las mujeres. En tus novelas las mujeres son muy fuertes, como el epicentro del universo. Aunque hay otros personajes masculinos, toda la esencia de la novela recae en la figura de la mujer. Parece que te gusta explotar la personalidad femenina.
C.L.- Sí que me gusta pero también hay de personal en esto. Mi familia es muy de clan femenino. Tengo una hermana, una hija, mi madre, mis tías... En mi familia hay hombres claro pero son los menos. Nosotros tenemos ese aire de clan femenino. Yo me di cuenta que las reuniones las tenemos siempre en la cocina, algo que puede parecer muy machista pero para nosotras es como algo muy nuestro. Y me pasa igual con mis amigas. Y sí que es verdad que me gusta esa mujer que no espera a que vengan a salvarla sino que es luchadora, que busca su camino, su destino y se labra su propio futuro... Es un poco como yo soy y como intento inculcarle a mi hija.
Cuando uno escribe aprende mucho de sí mismo porque surgen temas recurrentes que te salen y que muchas veces no haces aposta, simplemente salen porque son muy tuyos.
M.G.- Bueno, siempre se dice que los autores vuelcan en sus trabajos parte de sí mismo.
C.L.- Sí, así es.
M.G.- Pues Cristina, de todos los personajes que aparecen en la novela hay dos que me han gustado especialmente porque son a los que más veo evolucionar. Bueno, Bruna es punto y aparte, es para dedicarle una entrevista entera. Pero mira, en el lado masculino, Jacinto Novoa es un personaje que, al principio, lo conoceremos como a un niño débil, enfermizo, y a raíz de un acontecimiento trágico es como si su carácter cambiara radicalmente.
C.L.- Es un personaje redondo que le marca mucho su historia con el padre y por eso se rebela. Sí que es cierto que a raíz del hecho trágico que mencionas se libera de alguna manera y también es un personaje que puede llegar a empatizar con el lector porque lo vemos débil pero también tiene su lado oscuro o que oculta cosas. Es un personaje que trae sorpresas.
M.G.- Un personaje muy mágico con esa habilidad que tiene de hablar con los muertos.
C.L.- Sí, es un personaje que me gusta muchísimo, que va creciendo solo y va pidiendo paso. En principio no iba a tener tanta entidad pero al final ha sido uno de esos personajes que de repente por sí mismo, coge protagonismo con una personalidad muy fuerte, por eso te digo que es una novela de personajes.
M.G.- Y Valentina en el lado femenino es el personaje que abre la novela. Ella llega de la Habana porque ha perdido a su madre y se encuentra con su familia gallega con la que nunca había tenido contacto, con una abuela muy particular. La relación entre ambas varía a lo largo de la novela.
C.L.- Era lo que pretendía. Son mujeres muy solitarios. Valentina es un personaje que tiene que aceptar la muerte de su madre para vivir, deja la infancia para pasar a esa adolescencia, al lado de una personaje como Bruna que camina hacia la muerte pero que también tiene que aceptar cosas que han pasado en su vida. Aquí vemos la vejez y la infancia como los dos extremos en la vida del hombre, que para mi tienen mucho que ver, se parecen en muchas cosas. Es un ciclo en el que una camina hacia la vida y la otra hacia la muerte, un círculo que al final se cierra. Es una novela de iniciación por parte de Valentina y de redención por parte de Bruna. Son complementarias. Y claro que hay evolución en el personaje de Valentina, que de repudiar a la abuela termina siendo su apoyo.
M.G.- Y antes has hablado de Galicia, donde transcurre la novela, con esos bosques que te han influido a la hora de construir la historia pero de tierras gallegas también sacas a relucir esa parte fantástica, de leyenda,... y mencionas las meigas, los hechizos, la Santa Compaña,... ¿Cómo construyes ese mundo fantástico que nos llega a envolver?
C.L.- Bueno, simplemente con viajar a Galicia y perderte por el bosque gallego, en un día de brumas, de niebla y de lluvia, es que te metes en ambiente perfectamente porque te da la sensación de que se te va a aparecer la Santa Compaña o un aparecido. Me viene a la mente la película El bosque animado que había visto varias veces, sin embargo el libro de Wescenlao Fernández Flores no lo había leído. Así que lo leí para ambientarme en esta novela y es fantástico.
Además a mi me ocurre que tengo un poco de tendencia por el mundo gótico, fantasmal, de romanticismo literario, con brumas, cementerios,...
Además a mi me ocurre que tengo un poco de tendencia por el mundo gótico, fantasmal, de romanticismo literario, con brumas, cementerios,...
M.G.- La muerte en Galicia está como muy enraizada. En el libro por ejemplo hay dos rituales que me han llamado la atención. Hay un pasaje en el que los personajes para protegerse de la Santa Compaña hacen un círculo alrededor de sí mismos y del que no pueden salir. Y luego otro ritual curioso, cuando alguien fallece los que asisten al velatorio dejan papelitos en el ataúd con recados para sus muertos. No sé si esto son costumbres,...
C.L.- Bueno lo de dejar papelitos dentro del ataúd es cosa mía pero sí que hacen cosas así. Dar recados al fallecido para los muertos. Bueno, yo no sé si a día de hoy se sigue haciendo pero por ejemplo en El bosque animado sí sale. Es como decirle al fallecido que ya que se va, lleve recuerdos. Me pareció tan fascinante y cosas así te ayudan a crear ese ambiente en el que la muerte en Galicia está de una manera muy presente.
M.G.- Te habrás fijado que cuando visitas pueblos gallegos muy pequeños, tienen el cementerio muy integrado en su vida. No está en las afueras y además la valla que lo delimita es muy baja. Es algo que nos sorprendió cuando visitamos la tumba de Cela en Iria Flavia.
C.L.- A mí me contaron una vez que a principios del siglo XX, los nacimientos y los velatorios se hacían en los establos. La gente era tan pobre que no querían que los demás entraran en su casa. Esto me lo contó una ginecóloga que había vivido en Galicia en los años 40 cuando su padre ejercía de médico en un pueblo recóndito. Y esta mujer me decía que nunca había tenido tan presente la idea de la muerte como en aquella época. Claro te hablo de una Galicia de postguerra...
M.G.- Y ahora que mencionas la guerra. Parte de la historia transcurre mientras se está produciendo la guerra civil pero es un tema en el que no has querido ahondar.
C.L.- Sí porque además en Galicia no hubo frente propiamente. La guerra viene representada por el personaje de Mario, el fotógrafo, que está basado en Robert Capa, ese fotógrafo que fundó la agencia Magnum y que fue reportero en el frente republicano. Muchas de las cosas que tiene el personaje de Mario de mi novela las saqué de Robert Capa. Leí su biografía "Ligeramente desenfocado" y también me pareció fascinante. En mi novela la guerra no se vive de una manera directa.
M.G.- Y al principio de la entrevista remarcabas mucho tu deseo de experimentar con el estilo. Has señalado que has usado mucho estilo indirecto y un diálogo sin guiones. A mí me ha llamado mucho la atención. Me gustaría que profundizaras y nos explicaras por qué has narrado la historia así.
C.L.- Mira, primero porque cuando estaba escribiendo me salía así. Como te dije antes es la más rápida que he escrito, en tan solo diez u once meses. Nunca he ido tan deprisa aunque sí que es verdad que me costó arrancar. Creo que nunca he escrito un primer capítulo tantas veces. Me costó coger la voz, pero una vez que la encontré todo salió solo y también así me salió la escritura. Lo que yo quería era como darle más intensidad, hacerlo más trágico y por eso no quería cortar la narración para introducir los diálogos. Me parecía que hacerlo todo seguido e ir cambiando de primera a tercera le daba como mucha fuerza al pasaje y a la hora de leerlo ganaba muchísimo. Pensé que así le llegaría al lector de forma más directa para que no tuviera que parar de leer. Esa es la sensación que yo quería transmitir.
En El otoño del patriarca de García Márquez se utiliza estos recursos y cuando la leí me produjo tal sensación de intensidad, me sentí tan dentro de la historia. YO quería hacer algo así.
M.G.- A mí me ha gustado mucho Tierra de brumas. Toda la ambientación que construyes le otorga a la historia un encanto muy peculiar, los personajes son muy fuertes,... No se si estás trabajando o tienes en mente alguna otra historia para el futuro.
C.L.- Tengo una idea pero esta vez he empezado por la estructura, porque como te dije antes me apetece experimentar con la forma de escribir. El otro día leyendo un libro de Coetzee con una protagonista psicoanalista, Arabella Kurtz, en el que se habla de la ficción y el psicoanálisis -algo muy interesante- (se refiere a la novela El buen relato) se me ocurrió una estructura de novela y estoy trabajando en ello. No tengo localización pero sí algún personaje al que le ocurrirá algo en distintas etapas. No sé qué saldrá de todo esto.
M.G.- Pues ya nos dirás. Ya te digo que yo he disfrutado mucho leyendo esta novela. Las anteriores las tengo pendiente aún y eso que te prometí la última vez que nos vimos que las leería, perdóname, pero es que sois tantos los autores...
C.L.- Normal... (risas), no te preocupes. Hay mucho que leer.
M.G.- En cualquier caso, a mí Tierra de brumas me ha parecido una historia muy bonita, con mucha magia y unos personajes absorbentes. Lo vamos a dejar aquí Cristina y te deseo muchísima suerte.
C.L.- Muchas gracias.
Y hasta aquí la entrevista con Cristina López Barrio. Muy pronto os traeré mis impresiones sobre la novela.
Y hasta aquí la entrevista con Cristina López Barrio. Muy pronto os traeré mis impresiones sobre la novela.
[Imágenes e ilustraciones tomadas de Google]
El ambiente me gusta y tengo que reconocer que no he leído nada de la autora.
ResponderEliminarMuy interesante entrevista. La conocí por Tierra de Brumas, aunque no he tenido el placer de poder leerlo aún. Pero.. espero hacerlo.
ResponderEliminarGracias por traerla , besos!
Muy buena entrevista, Marisa. Cuando vi que la trama de esta novela se desarrollaba en Galicia, me hice con ella sin pensármelo dos veces. Se ve que entiende bien el mundo mágico que nos rodea. Besos.
ResponderEliminarLeí una novela anterior de la autora y no me gustó nada. No creo que me anime con esta nueva
ResponderEliminarMe ha gustado mucho esta entrevista. Me gustó mucho la anterior novela de la autora y por lo que desvela de ésta, creo que ésta puede gustarme aún más.
ResponderEliminarBesotes!!!
Gracias por la entrevista, besotes
ResponderEliminar¡Qué buena entrevista, Marisa! Me gusta muchísimo cómo escribe Cristina, he leído sus tres libros y todos son una auténtica delicia.
ResponderEliminarBesos.
Una entrevista más que estupenda, igual me animo con el libro
ResponderEliminarBesos
Muy interesante entrevista.
ResponderEliminarPues yo no he leído nada, del anterior las reseñas fueron dispares pero esta parece que gana adeptos. Me llama sobre todo por la ambientación.
ResponderEliminarBesos
Muy buena entrevista: recuerdo que cuando salió quise leer El cielo en un infierno cabe pero las críticas tibias me desanimaron... De esta nueva publicación puedo decir que la portada me parece una preciosidad y que la trama me llama bastante, a ver si lo pillo! 1beso!
ResponderEliminarPues tengo pendiente el libro y espero leerlo pronto <3
ResponderEliminarLe di un montón de veces a este link y no me salía, tienes que avisarnos cuando salga! Vente a las redes sociales ya!!! Me ha gustado leer la entrevista sobre un libro que no creo que sea una de mis preferencias pero del que me ha encantado descubrir el proceso de creación. Besos :)
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