Editorial: RBA Libros.
Fecha publicación: marzo, 2014.
Nº Páginas: 88.
Precio: 12,00 €
Género: Relato epistolar.
Género: Relato epistolar.
Edición: Tapa dura con sobrecubierta.
ISBN:978-84-9867-180-3
Autora
Katherine Kressmann Tayloy (1903 - 1996). Escritora norteamericana conocida sobre todo por la publicación , en 1938, del relato Paradero desconocido en una revista norteamericana. Lo firmó con el seudónimo Kressmann Taylor y causó tal revuelo que pronto se convertiría en un libro y se traduciría a varios idiomas. Compaginó su trabajo de periodista y profesora universitaria con la escritura. A Paradero desconocido siguió una segunda novela relacionada con el nazismo, Until That Day, y Diary of Florence in Blood, inspirada en la terrible inundación de Florencia en 1966.
Sinopsis
Año 1932. El alemán Martin Schulse y el judío norteamericano Max Eisenstein se quieren como hermanos, y juntos han abierto una galería de arte en California. Sin embargo, Martin decide regresar a casa, así que Max se quedará a ocuparse del negocio. Desde el primer día se escriben cartas, como habían prometido, pero cuando Hitler ascienda al poder en 1933, la tierna complicidad de la primera correspondencia empezará a bascular hacia el horror.
Visionario e incisivo, Paradero desconocido ha demostrado ser un acontecimiento literario. Con admirable economía de medios, este epistolario retrata el horror ideológico de la Alemania nazi y, al mismo tiempo, la mecánica intemporal que separa a víctimas de verdugos. Aunque se trata de un relato relacionado con el Holocausto, Paradero desconocido es, entre otras cosas, un thriller impredecible.
[Biografía y sinopsis tomadas directamente del ejemplar]
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Tenía muchas ganas de leer Paradero desconocido. Eran muchas las opiniones positivas que había leído así que mi intención inicial era sacarlo de la biblioteca pero, cada vez que iba me lo encontraba en préstamo y no había manera de pillarlo. Por suerte, unos Reyes muy especiales cuya magia supera a la de los de Oriente me lo hicieron llegar y ayer mismo lo devoré. Ha sido espeluznante leerlo por primera y por segunda vez. Difícilmente podía dar crédito a lo que Kressmann Taylor, que dicho sea de paso pensé que era un hombre, me estaba relatando. Os cuento.
Maxim Eisenstein y Martin Schulse son dos buenos amigos de origen alemán que rondan los 40 años. Lo que en principio sabemos de ellos es que son dueños de la galería de arte Schulse - Eisenstein en San Francisco, California, pero no tenemos muy claro cómo llegaron a Estados Unidos y por qué decidieron abrir ese negocio. Intuyo que ambos abandonaron tiempo atrás una Europa a las puertas de una guerra con la intención de iniciar una nueva vida en la tierra prometida. El tiempo ha pasado. América ha tratado muy bien a los dos amigos cuyo negocio ha prosperado, Europa resurge de sus cenizas aunque Alemania muestra visibles signos de devastación por haber sido derrotada en el pasado, pero es hora de renacer. Así pues, Martin, junto a su esposa Elsa y sus hijos, abandona San Francisco para regresar a Alemania, a su tierra natal donde desea que sus hijos se eduquen. Él no solo dejará atrás a su buen amigo Max, aquel al que considera un hermano, sino también una relación complicada y adúltera con Griselle, la hermana de Max, un detalle que la autora nos desvela como de pasada, a priori.
Se inicia así una relación epistolar entre Max y Martin. Mientras que el primero queda a cargo del negocio en América y le va dando cuenta al socio de las ventas y las transacciones que se producen, Martin informará de su llegada a Münich, de su establecimiento y de la situación que vive el país. La tristeza y la miseria en la que Alemania está sumergida le produce mucha desolación. No obstante, esas cartas iniciales se centrarán en el terreno personal y familiar. La confianza mutua, el amor, la cercanía, el respeto, el cariño,... serán los pilares de esa correspondencia inicial.
Y así todo transcurre con tranquilidad hasta que Adolf Hitler llega al poder. Justo en ese momento, se produce un profundo cambio, una transformación paulatina cuyo avance iremos viendo con cada carta enviada y recibida. De la información meramente personal y familiar pasaremos a otra de índole netamente política. La amistad, el cariño, la ternura y la nostalgia que se respiraba en las primeras misivas se tornará en frialdad y distancia, quedando las cartas de Max llenas de desesperación y las de Martín llenas de rabia e ira. Pero el libro nos guarda una sorpresa final, absolutamente deliciosa.
La imagen de Alemania va mutando igualmente a lo largo de la novela. Tras años de tristeza, derrota y pobreza, la nación alemana romperá sus cadenas para convertirse en un país poderoso y libre, dejando atrás la vergüenza y la miseria que han tenido que soportar sus habitantes. Todo ello abanderado por un nuevo líder que se alza con el poder en loor de multitudes. Por lo tanto, el tema principal de este libro será el alzamiento del régimen nazi y el poder de convicción de un señor bajito con bigote cuyas ideas dieron pie a uno de las mayores masacres de la Historia. Y es lo que veremos en este breve libro, cómo las descabelladas ideas de Hitler y las doctrinas del Partido Nacionalsocialista enraízan en la mente de un pueblo que necesitaba creer en un salvador. A media que vamos leyendo las cartas de Martin tenemos la sensación de estar ante un hombre «abducido», aunque él alegue que no le arrastra la corriente.
Y no será el único tema que trate. También nos desvela pinceladas sobre el matrimonio, los hijos, las relaciones amorosas y muy por encima de todo, la amistad, una amistad aparentemente inquebrantable.
Paradero desconocido, un título cargado de significado, consta tan solo de ochenta y ocho páginas entre las que se reparten diecinueve cartas de muy corta extensión y aunque en tan breve espacio resulta complicado hacer un dibujo preciso de los personajes, Kressmann Taylor consigue que el lector se haga una idea nítida de Max y Martin.
Max es un hombre solitario y ligeramente taciturno cuya única familia consiste en su buen amigo Martin, la esposa y los hijos de este. Tendremos conocimiento de su hermana Griselle, una joven actriz que trabaja en diversas compañías por Europa pero con la que no le veremos tener mucho trato. Aun así, Max adora a su hermana y se desvive por su bienestar. En sus cartas se respira nostalgia y melancolía hasta el momento clave de la novela cuando un hecho hace explotar su angustia y su desesperación. Max cree malinterpretar los primeros signos de evidencia, aquellos que le hacen entender que su gran amigo Martin, su hermano, su otro yo, se ha transformado en otra persona. Porque Max, el bueno de Max, aquel que no es capaz de traicionar a su amigo, que vigila el negocio de ambos, que ama en la distancia, ese hombre es un sentimental a los ojos de Martin, un iluso, un soñador que se esconde tras la palabra liberalismo.
Quizás Martin sea el personaje más definido. Al menos sí es el que más nos sorprenderá por su radical transformación. Martin Schulse es un hombre que ha hecho fortuna en Estados Unidos, que ha ayudado a su familia alemana desde la distancia y regresa ahora como el hijo pródigo para ser admirado por sus compatriotas. Las riquezas de Martin resplandecen como el oro ante la miseria en la que viven los alemanes tras la derrota de la guerra y así conseguirá medrar en la sociedad, subir escalafones y acceder a un puesto de trabajo como funcionario del nuevo régimen.
Martin parece ser un hombre racional, afable, de buen corazón, justo y de espíritu liberal pero su llegada a Alemania transformará por completo su carácter. Hitler será el detonante del cambio. Si bien es cierto que la irrupción de la figura de Hitler en el panorama político alemán le provoca dudas iniciales, estas se difuminarán con el paso de los días. Adolf Hitler se alza con el poder, se erige como el líder del pueblo alemán, «una suerte de electroshock, como sólo puede serlo un gran orador y fanático» [Pág. 24]. Hitler es «una espada en alto. Es una luz blanca, pero ardiente como el sol del nuevo día» [Pág. 43 - 44]. Lo más interesante no es solamente el cambio en sí, si no la manera en la que se produce, la forma en la que afecta a la relación entre los dos amigos, los términos en los que Martin se expresa. Hablará del pueblo judío de tal manera que el lector acabará con los ojos como platos.
Es totalmente desgarrador ver la adoración que él llegará a sentir por Hitler al que tímidamente comienza llamando líder para convertirse después en Amado Líder o Glorioso Líder, palabras que pronuncia con un orgullo desafiante. Y su cambio no solo se aprecia en sus palabras sino en los pequeños detalles como firmar la carta con su nombre o hacerlo en cambio con su nombre y apellido porque él es alemán, él es un Schulse. Martin es, a los ojos de Max, un hombre aparentemente liberal e incapaz de justificar las perversidades que se estaban cometiendo.
A estas alturas, y por lo que he comentado, ya sabréis que estamos ante un libro perteneciente al género epistolar. La primera carta data del 12 de noviembre de 1932, catorce años después de que la Asamblea Nacional Provisional de Austria Alemana proclamara la República. Catorce años en los que Alemania ha tenido que aguantar la vergüenza de la derrota pero que comienza ahora a elevarse de sus escombros. Y se concluirá el libro con una última carta fechada el 3 de marzo de 1934 y una ilustración esclarecedora. Son pues algo menos de dos años lo que dura la comunicación recogida en este libro, y que concluye, como digo, con una ilustración impactante.
Cierra este volumen una Nota final escrita por Charles Douglas Taylor, hijo de la escritora, que nos desvela algunas curiosidades como por ejemplo por qué escribió su madre este libro, por qué usó seudónimo y cómo y dónde fue publicado por primera vez.
Paradero desconocido se lee con una rapidez inusitada. Su breve extensión y su estructura nos permiten una lectura fluida, que consiguen que este libro dure en nuestras manos apenas una hora y media. Tratándose de cartas que intercambian dos amigos, el estilo utilizado no puede ser más que sencillo y coloquial, sin formalismos más allá de la pura cortesía. Y aunque os digo que estamos ante un libro que se lee con mucha rapidez, yo os aconsejo no correr. Lo que la autora cuenta en estas cartas o mejor dicho, lo que no se cuenta, posee tanta fuerza que será necesario que el lector vuelva hacia detrás y hacia delante, que lea las líneas con tranquilidad pues la sorpresa y nuestro horror irá creciendo con el pasar de las páginas.
Quizás sea una barbaridad decir que he disfrutado mucho leyendo Paradero desconocido y lo digo porque no creo que nadie pueda disfrutar leyendo una historia así, tan factible. En cualquier caso, ha sido un placer acercarme a este pequeño libro. Me ha gustado leer estas cartas, tanto como las que se recogen en 84, Charing Cross Road, que también toca el tema de la guerra pero Paradero desconocido te coloca en el ojo del huracán. Por tanto, no me queda otra que recomendaros esta novela epistolar para que veáis cómo la política, digan lo que digan, nunca lleva a buen puerto.
«La charla íntima con un amigo ante quien nos despojamos de nuestra estúpida fatuidad, en quien encontramos calor y comprensión, con quien el egoísmo mezquino es impensable». [pag. 21]
Y así todo transcurre con tranquilidad hasta que Adolf Hitler llega al poder. Justo en ese momento, se produce un profundo cambio, una transformación paulatina cuyo avance iremos viendo con cada carta enviada y recibida. De la información meramente personal y familiar pasaremos a otra de índole netamente política. La amistad, el cariño, la ternura y la nostalgia que se respiraba en las primeras misivas se tornará en frialdad y distancia, quedando las cartas de Max llenas de desesperación y las de Martín llenas de rabia e ira. Pero el libro nos guarda una sorpresa final, absolutamente deliciosa.
La imagen de Alemania va mutando igualmente a lo largo de la novela. Tras años de tristeza, derrota y pobreza, la nación alemana romperá sus cadenas para convertirse en un país poderoso y libre, dejando atrás la vergüenza y la miseria que han tenido que soportar sus habitantes. Todo ello abanderado por un nuevo líder que se alza con el poder en loor de multitudes. Por lo tanto, el tema principal de este libro será el alzamiento del régimen nazi y el poder de convicción de un señor bajito con bigote cuyas ideas dieron pie a uno de las mayores masacres de la Historia. Y es lo que veremos en este breve libro, cómo las descabelladas ideas de Hitler y las doctrinas del Partido Nacionalsocialista enraízan en la mente de un pueblo que necesitaba creer en un salvador. A media que vamos leyendo las cartas de Martin tenemos la sensación de estar ante un hombre «abducido», aunque él alegue que no le arrastra la corriente.
Y no será el único tema que trate. También nos desvela pinceladas sobre el matrimonio, los hijos, las relaciones amorosas y muy por encima de todo, la amistad, una amistad aparentemente inquebrantable.
Paradero desconocido, un título cargado de significado, consta tan solo de ochenta y ocho páginas entre las que se reparten diecinueve cartas de muy corta extensión y aunque en tan breve espacio resulta complicado hacer un dibujo preciso de los personajes, Kressmann Taylor consigue que el lector se haga una idea nítida de Max y Martin.
Max es un hombre solitario y ligeramente taciturno cuya única familia consiste en su buen amigo Martin, la esposa y los hijos de este. Tendremos conocimiento de su hermana Griselle, una joven actriz que trabaja en diversas compañías por Europa pero con la que no le veremos tener mucho trato. Aun así, Max adora a su hermana y se desvive por su bienestar. En sus cartas se respira nostalgia y melancolía hasta el momento clave de la novela cuando un hecho hace explotar su angustia y su desesperación. Max cree malinterpretar los primeros signos de evidencia, aquellos que le hacen entender que su gran amigo Martin, su hermano, su otro yo, se ha transformado en otra persona. Porque Max, el bueno de Max, aquel que no es capaz de traicionar a su amigo, que vigila el negocio de ambos, que ama en la distancia, ese hombre es un sentimental a los ojos de Martin, un iluso, un soñador que se esconde tras la palabra liberalismo.
Quizás Martin sea el personaje más definido. Al menos sí es el que más nos sorprenderá por su radical transformación. Martin Schulse es un hombre que ha hecho fortuna en Estados Unidos, que ha ayudado a su familia alemana desde la distancia y regresa ahora como el hijo pródigo para ser admirado por sus compatriotas. Las riquezas de Martin resplandecen como el oro ante la miseria en la que viven los alemanes tras la derrota de la guerra y así conseguirá medrar en la sociedad, subir escalafones y acceder a un puesto de trabajo como funcionario del nuevo régimen.
Martin parece ser un hombre racional, afable, de buen corazón, justo y de espíritu liberal pero su llegada a Alemania transformará por completo su carácter. Hitler será el detonante del cambio. Si bien es cierto que la irrupción de la figura de Hitler en el panorama político alemán le provoca dudas iniciales, estas se difuminarán con el paso de los días. Adolf Hitler se alza con el poder, se erige como el líder del pueblo alemán, «una suerte de electroshock, como sólo puede serlo un gran orador y fanático» [Pág. 24]. Hitler es «una espada en alto. Es una luz blanca, pero ardiente como el sol del nuevo día» [Pág. 43 - 44]. Lo más interesante no es solamente el cambio en sí, si no la manera en la que se produce, la forma en la que afecta a la relación entre los dos amigos, los términos en los que Martin se expresa. Hablará del pueblo judío de tal manera que el lector acabará con los ojos como platos.
Es totalmente desgarrador ver la adoración que él llegará a sentir por Hitler al que tímidamente comienza llamando líder para convertirse después en Amado Líder o Glorioso Líder, palabras que pronuncia con un orgullo desafiante. Y su cambio no solo se aprecia en sus palabras sino en los pequeños detalles como firmar la carta con su nombre o hacerlo en cambio con su nombre y apellido porque él es alemán, él es un Schulse. Martin es, a los ojos de Max, un hombre aparentemente liberal e incapaz de justificar las perversidades que se estaban cometiendo.
A estas alturas, y por lo que he comentado, ya sabréis que estamos ante un libro perteneciente al género epistolar. La primera carta data del 12 de noviembre de 1932, catorce años después de que la Asamblea Nacional Provisional de Austria Alemana proclamara la República. Catorce años en los que Alemania ha tenido que aguantar la vergüenza de la derrota pero que comienza ahora a elevarse de sus escombros. Y se concluirá el libro con una última carta fechada el 3 de marzo de 1934 y una ilustración esclarecedora. Son pues algo menos de dos años lo que dura la comunicación recogida en este libro, y que concluye, como digo, con una ilustración impactante.
Cierra este volumen una Nota final escrita por Charles Douglas Taylor, hijo de la escritora, que nos desvela algunas curiosidades como por ejemplo por qué escribió su madre este libro, por qué usó seudónimo y cómo y dónde fue publicado por primera vez.
Katherine Kressmann Taylor |
Paradero desconocido se lee con una rapidez inusitada. Su breve extensión y su estructura nos permiten una lectura fluida, que consiguen que este libro dure en nuestras manos apenas una hora y media. Tratándose de cartas que intercambian dos amigos, el estilo utilizado no puede ser más que sencillo y coloquial, sin formalismos más allá de la pura cortesía. Y aunque os digo que estamos ante un libro que se lee con mucha rapidez, yo os aconsejo no correr. Lo que la autora cuenta en estas cartas o mejor dicho, lo que no se cuenta, posee tanta fuerza que será necesario que el lector vuelva hacia detrás y hacia delante, que lea las líneas con tranquilidad pues la sorpresa y nuestro horror irá creciendo con el pasar de las páginas.
Quizás sea una barbaridad decir que he disfrutado mucho leyendo Paradero desconocido y lo digo porque no creo que nadie pueda disfrutar leyendo una historia así, tan factible. En cualquier caso, ha sido un placer acercarme a este pequeño libro. Me ha gustado leer estas cartas, tanto como las que se recogen en 84, Charing Cross Road, que también toca el tema de la guerra pero Paradero desconocido te coloca en el ojo del huracán. Por tanto, no me queda otra que recomendaros esta novela epistolar para que veáis cómo la política, digan lo que digan, nunca lleva a buen puerto.
[Ilustraciones e imágenes tomadas de Google]
Retos:
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Se ha hablado mucho de este libro, y a mí no me atraen nada las novelas epistolares, pero me has convencido un poco más de que esta merecería una oportunidad. Me encanta esa evolución de los personajes que cuentas y creo que solo eso justifica la estructura epistolar e incluso se ve enriquecido por ella. Besos!
ResponderEliminarSegún he visto la reseña me he tirado de cabeza... Me has puesto la piel de gallina... Mañana pienso hacerme con él... Estoy segura de que me va a encantar... RBA en esa edición de Narrativas tiene obras muy buenas... Yo me estoy haciendo poco a poco con ellas pero aún tengo muchas en mi lista de deseos... Cada vez que veo una de esa edición... Me lanzo a ver si me apunto otra ;)
ResponderEliminarQué interesante todo lo que cuentas, tocaya, y mira que este tema no me gusta especialmente, pero he notado un entusiasmo en tus palabras tan grande que me has despertado la curiosidad. Además, no me disgusta el estilo epistolar. Me lo apunto, ;D. Abrazos.
ResponderEliminarUna pequeña joya este libro. No descarto leerlo una tercera vez...
ResponderEliminarBesotes!!!
Me gusta mucho la temática de esta novela y no me importaría hacerme con ella.
ResponderEliminarNo conocía este libro pero ahora tengo que leerlo! A ver si lo encuentro
ResponderEliminarbesos
Me apetece mucho leer esta novela, ya la tenía anotada por otras reseñas y con lo cortita que es no sé como aún no me he animado
ResponderEliminarBesos
Yo también pensé al principio que era un hombre,jeje. A pesar de las recomendaciones no acabo de animarme con él porque el tema no me atrae nada y la veo muy triste. Entiendo ese desconcierto de haber disfrutadomde una lectura que más bien es para sufrir, pero eso pasa muchas veces, como con el humor negro,.
ResponderEliminarBesos
Me encantó este libro, como dice Margari es una joya y a mí tampoco me importaría volver a leerlo.
ResponderEliminarBesos.
No conocía el libro, pero el genero epistolar me encanta... ahondas más en toda la historia. Me llevo el libro!
ResponderEliminarBesos
Gracias por la reseña, me lo apunto que tiene una pinta terrorífica. Buena reseña. Un saludo
ResponderEliminarA mi ya me ha conquistado. Adoro los libros ambientados en esta época y parece un buen título. Buena reseña. Un saludo
ResponderEliminarEste es un librazo! Lo conocí gracias a la blogosfera y es de las mejores lecturas que he hecho en los últimos tiempos... El final te golpea dejándote aturdida. Sencillamente fascinante, yo también lo recomiendo! 1beso!
ResponderEliminarQué bien que la has resumido en la reseña :)
ResponderEliminarPara mí "Paradero desconocido" fue todo un sorpresón. Iba con cierto excepticismo, sobre todo por ese formato epistolar al que no estaba nada acostumbrado. Y una vez leída me parece que es el mejor modo de transmitir todo lo que Kressmann Taylor transmite aquí a través de esos dos protas. Una tremenda historia de amistad y uno de esos broches casi de oro que dejan muy buen gusto.
Un besín!
Como tú, yo también he leído muy buenas opiniones de este libro y lo tengo apuntado desde hace tiempo, no será de inmediato pero seguro que lo acabo leyendo.
ResponderEliminarUn beso.
El tema no me incita a la lectura, pero tu reseña sí. Creo que le daré una oportunidad. Un beso.
ResponderEliminarA mi me parece una maravilla de libro que en su corta extensión muestra como las ideologías o el pensamiento grupal puede llevarnos a situaciones tremendas, un final impecable además. Te diría que en el revés leas Reencuentro de Fred Uhlman, también cartas, dos amigos, otro tratamiento, distintas pero complementarias. Paradero sigue pareciéndome una obra más imborrable pero creo que merece la pena asomar a este otro.
ResponderEliminarBesos
He visto alguna opinión de ese libro madrina. Lo tendré en cuenta. Besos.
EliminarParece dura pero me la apunto porque creo que por lo que cuentas la novela es capaz de transmitir esa abducción que comentas de los alemanes y quizás pueda entender o no como es posible que el odio de un hombre fuera trasladado y asimilado por tanta gente.
ResponderEliminarUn beso.
En efecto, es muy recomendable. A mi me sorprendió e impactó bastante.
ResponderEliminarUn abrazo
Tengo muchas ganas de leerlo =)
ResponderEliminarBesotes
Pues no lo conocía , pero me has creado una necesidad!!
ResponderEliminarBesos