Editorial: Alrevés.
Fecha 1ª edición: 2013.
Nº Páginas: 313.
Precio: 17,00 €
Género: Novela negra.
Género: Novela negra.
Edición: Rústica con solapas.
ISBN: 978-84-15098-81-2
[Disponible en ebook]
Esta reseña se encuadra dentro de la lectura conjunta que Laky de Libros que hay que leer organizó con motivo del mes temático sobre novela negra. Nunca había leído una novela de editorial Alrevès, cuyas publicaciones siempre me han llamado la atención, ni tampoco conocía ninguna novela de Alexis Ravelo, aunque sí había leído opiniones muy positivas de sus obras anteriores. Así que, lo mío con esta novela ha sido un estreno total.
La novela negra es un género que me suele gustar bastante pero casi todas las que han caído en mis manos siguen un patrón muy concreto. Generalmente hay uno o varios asesinatos perpetrados por una mente inteligente y perversa en el que el motivo no es siempre lo más importante. El alter ego del asesino es un policía de gran experiencia, un sabueso de mente aún más afilada que la del criminal y que, después de un tira y afloja, un rosario de interrogatorios, algún estudio psicológico y el hallazgo de una pista clave, consigue atrapar al asesino dando por cerrado el caso. En tales novelas lo que prima es la investigación policial, sin embargo, en La estrategia del pequinés no hay nada de eso, entre otras cosas porque la figura del policía brilla por su ausencia. O casi. Esta novela rompe con todos los tópicos que podamos encontrar en las publicaciones de este género, o al menos, me ha roto a mí los esquemas. Y esto es algo de agradecer enormemente. Brisa fresca y savia nueva en un género tan trillado y, a la vez, tan reclamado por los lectores.
El argumento gira en torno al mundo del tráfico de drogas. A la isla de Gran Canaria llega un cargamento que ha de ser recogido en el puerto antes de que Aduana intercepte el paquete. Pero, el pelagatos encargado de la recogida sufre un lapsus que le costará la vida. El mandamás del tinglado, un tipo apodado el Turco que vive tan ricamente en Barcelona junto a Remedios, su mujer, no está dispuesto a perder las ganancias del negocio y exige a Júnior, el enlace de sus turbios asuntos en la isla, la «indemnización» correspondiente. Júnior, hijo de un humilde comerciante regenta la tienda familiar de textiles que le sirve de tapadera pero su decente negocio no le reporta las ganancias suficientes como para devolver la pasta al Turco. Así que, para conseguir el dinero suficiente, orquesta un palo que, en principio, es fácil y sencillo. En cierto modo sería como robar al ladrón porque su plan consiste en desplumar a Larry, el testaferro de El Turco, un abogado que se encarga de mover el dinero de su jefe de aquí para allá para blanquearlo. Pero Júnior es solo la cabeza pensante. El atraco lo perpetrará el Rubio, un ex delincuente, que a su vez actuará con la ayuda de su amigo Tito Marichal, el Palmira y la prostituta Cora.
Ya veis que en el argumento no hay más elementos que aquellos que conforman el submundo de la delincuencia. Ni un buen poli, ni un detective, ni un chivato, ni un periodista asoman la jeta por esta novela. Simplemente, La estrategia del pequinés nos contará la teoría y la práctica de este plan. Si consiguen dar el golpe con éxito o no es algo que dejo en el aire para no destripar la novela a los futuros lectores.
La estrategia del pequinés saca a la luz no solo temas como la delincuencia, los bajos fondos, los traficantes y la droga. También abarcará cuestiones de otra índole como la amistad, la lealtad, la confianza... e incluso el amor pero no un amor empalagoso de contigo pan y cebolla, sino un amor maduro, reposado y tranquilo que apenas aporta unos gramos de azúcar. Estamos ante una novela con un desenlace que amargará y sorprenderá por partes iguales, cuyo título quedará convenientemente explicado.
Reconozco que, aunque el primer contacto con la novela venga teñido de un negro betún, los primeros capítulos me tenían muy desorientada pues el autor nos obliga a desviar la vista de un punto a otro para presentarnos a los distintos personajes que van a protagonizar la novela sin que la acción pase a mayores. Así pues, Ravelo nos permitirá conocer a Júnior, un traficante local, divorciado y regentando un negocio que no es más que una tapadera y a sus secuaces Felo y Garepa. El Rubio será su hombre clave, el vigilante de seguridad de un hotel, un antiguo delincuente al que la grave enfermedad de su mujer Estela le hizo recapacitar y cambiar el rumbo de sus días. Tito Marichal, el Palmira, es un hombre alto y corpulento que se arrastra por la vida. Con más de cincuenta años, abuelo, abandonado por su mujer y viviendo en un apartamento de mala muerte sueña con montar una cafetería sencilla pero, como para todo en la vida, es necesario mucha pasta. Y Cora, la preciosa prostituta que aún piensa que vendrá un rico millonario a sacarla de la mala vida que tiene antes de que se marchite como una flor.
¿Qué tienen de particular estos personajes? Pues que, además de ser unos perdedores, muchos tienen una cara y una cruz. Ravelo no se limita a dibujarlos como delincuentes peligrosos, asesinos sanguinarios y criminales despiadados sino que los perfila como individuos con rasgos muy humanos con lo que consigue que el lector llegue a tomarles cariño. Incluso a Júnior lo podemos ver cada viernes desayunando con su hija adolescente, momento en el que él parece otra persona, un hombre decente, un comerciante más. Pero si el Rubio, Tito y Cora, los tres más principales, se meten en tal berenjenal será por un motivo que, en cierta medida, podría estar justificado. El Rubio ve cómo su esposa se apaga día a día y necesita el dinero para poder pagarle un tratamiento que la salve de una muerte asegurada. Tito espera desesperadamente que le salga un trabajo pero como lo ve complicado pretende montar una cafetería sencilla y humilde pero claro, no tiene un duro. Cora, cansada de hombres que le prometen el oro y el moro, necesita encontrar la estabilidad en su vida y abandonar la prostitución, por muy de lujo que sea. Todos apuestan a un único número, una única vez más, por intentar mejorar sus vidas y mientras vemos cómo se van desarrollando los hechos el lector sufre, sufre por ellos, porque en el fondo los aprecia, sabe que no son malas personas y les gustaría que todo les saliera bien.
En esta novela negra - coral o coral - negra, el personaje que más me ha calado ha sido Tito. Es, sin duda, el que más evoluciona. De ser un hombre tranquilo, afable, que pasea a su nieta mientras cavila qué hacer con su vida, mientras se lamenta por el curso que ha todo su matrimonio pasará a sacar su lado más «oscuro» sin llegar a ser negro. Tito no tiene más remedio que hacer frente a unos individuos que solo desean su mal y «para chulo tú, chulo yo» o «sálvese quien pueda».
Con una estructura dividida en dieciséis secciones con sus correspondientes capítulos de corta extensión, Ravelo hace uso de un estilo sencillo y directo a la par que maneja un lenguaje muy de la calle, el que emplean los miembros del hampa, que alterna con expresiones típica de las islas, con lo que consigue dar un toque de verosimilitud que se agradece. Credibilidad que viene reforzada por unos hechos y personajes que, tal y como se nos indica en la Nota del autor, no son todos ficticios, si no personas de carne y hueso con las que el autor ha mantenido algún tipo de contacto.
Canarias también me resulta un contexto geográfico novedoso. El autor, oriundo de las islas, homenajea a su tierra natal haciendo que sus personajes paseen por sus calles, barrios y playas. Nunca he leído una novela cuyo argumento se centre en las Islas Canarias, y aunque por desgracia no las conozco, me ha resultado agradable acompañar a los personajes por sus distintos lugares.
En resumen, no puedo más que afirmar que La estrategia del pequinés me ha parecido una novela novedosa en cuanto a la perspectiva que nos ofrece. Apartándose de lo que yo siempre he conocido como novela negra, ha sido un gustazo sumergirse en estas páginas para encontrarme con personajes que rompen estereotipos y a los que se le coge cariño, tal y como comenté antes. Por lo tanto, si te gusta la novela negra, y si además te gusta leer novela negra diferente, te recomiendo acercarte a La estrategia del pequinés.
[Disponible en ebook]
Autor
Alexis Ravelo (1971) es un escritor calvo que nació y sobrevive a régimen de cervezas y bocadillos de chopped en Las Palmas de Gran Canaria. De procedencia humilde, su primera novela, Tres funerales para Eladio Monroyo, supuso un inesperado éxito que le ha llevado a escribir otros tres libros con el mismo personaje: Solo los muertos, Los tipos duros no leen poesía y Morir despacio. Ha perpetrado, además, otras dos novelas de semen y sangre: La noche de piedra y Los días de mercurio. También es autor de tres libros de relatos (Segundas personas, Ceremonias de interior y Algunos textículos) y media docena de libros infantiles. Ha participado en volúmenes colectivos y antologías, como Relato español actual, de Fondo de Cultura Económica, y Por favor, sea breve 2, de Páginas de Espuma.
En 2013 ganó el XVII Premio de Novela Negra Ciudad de Getafe con La última tumba. En 2014 La estrategia del pequinés recibió el premio Dashiell Hammett y el premio Novelpol.
Imparte talleres de escritura en centros educativos, bibliotecas y prisiones, diseña y coordina actividades de animación a la lectura y colabora semanalmente en programas radiofónicos.
Ocupa un lugar relevante en la narrativa canaria actual y se ha destacado, de su estilo, su eficiencia narrativa y su habilidad para combinar la amenidad y la reflexión en argumentos de claro compromiso ético.
Sospecha que Dios está de vacaciones.
Sinopsis
El Rubio dejó de delinquir hace décadas, pero la grave enfermedad de su mujer le hace replantearse las cosas cuando Júnior, un distribuidor local de cocaína, le propone atracar al testaferro de sus jefes en Gran Canaria. Para organizar el asalto, no le costará seducir al Palmera, un parado de larga duración cuyo sueño es abrir un bar, y a Cora, una prostituta de lujo que sospecha cercano el momento en que se esfumen sus encantos.
La estrategia del pequinés es mostrarse fiero y aprovechar cualquier despiste del adversario para atacar y huir. Eso será lo que hagan los protagonistas de esta novela cuando descubran que le han pisado la cola a un tigre y se vean inmersos en una persecución frenética en la que irán dejando un rastro sangriento.
Parados cincuentones, escorts venidas a menos, narcotraficantes, policías corruptos y blanqueadores de dinero pueblan esta novela negra de alto voltaje, una dura historia coral sobre perdedores en la que lo importante no es saber quién es el asesino, sino quién será el próximo en morir, y sobre todo, por qué.
[Biografía y sinopsis tomadas directamente del ejemplar]
La novela negra es un género que me suele gustar bastante pero casi todas las que han caído en mis manos siguen un patrón muy concreto. Generalmente hay uno o varios asesinatos perpetrados por una mente inteligente y perversa en el que el motivo no es siempre lo más importante. El alter ego del asesino es un policía de gran experiencia, un sabueso de mente aún más afilada que la del criminal y que, después de un tira y afloja, un rosario de interrogatorios, algún estudio psicológico y el hallazgo de una pista clave, consigue atrapar al asesino dando por cerrado el caso. En tales novelas lo que prima es la investigación policial, sin embargo, en La estrategia del pequinés no hay nada de eso, entre otras cosas porque la figura del policía brilla por su ausencia. O casi. Esta novela rompe con todos los tópicos que podamos encontrar en las publicaciones de este género, o al menos, me ha roto a mí los esquemas. Y esto es algo de agradecer enormemente. Brisa fresca y savia nueva en un género tan trillado y, a la vez, tan reclamado por los lectores.
El argumento gira en torno al mundo del tráfico de drogas. A la isla de Gran Canaria llega un cargamento que ha de ser recogido en el puerto antes de que Aduana intercepte el paquete. Pero, el pelagatos encargado de la recogida sufre un lapsus que le costará la vida. El mandamás del tinglado, un tipo apodado el Turco que vive tan ricamente en Barcelona junto a Remedios, su mujer, no está dispuesto a perder las ganancias del negocio y exige a Júnior, el enlace de sus turbios asuntos en la isla, la «indemnización» correspondiente. Júnior, hijo de un humilde comerciante regenta la tienda familiar de textiles que le sirve de tapadera pero su decente negocio no le reporta las ganancias suficientes como para devolver la pasta al Turco. Así que, para conseguir el dinero suficiente, orquesta un palo que, en principio, es fácil y sencillo. En cierto modo sería como robar al ladrón porque su plan consiste en desplumar a Larry, el testaferro de El Turco, un abogado que se encarga de mover el dinero de su jefe de aquí para allá para blanquearlo. Pero Júnior es solo la cabeza pensante. El atraco lo perpetrará el Rubio, un ex delincuente, que a su vez actuará con la ayuda de su amigo Tito Marichal, el Palmira y la prostituta Cora.
Ya veis que en el argumento no hay más elementos que aquellos que conforman el submundo de la delincuencia. Ni un buen poli, ni un detective, ni un chivato, ni un periodista asoman la jeta por esta novela. Simplemente, La estrategia del pequinés nos contará la teoría y la práctica de este plan. Si consiguen dar el golpe con éxito o no es algo que dejo en el aire para no destripar la novela a los futuros lectores.
La estrategia del pequinés saca a la luz no solo temas como la delincuencia, los bajos fondos, los traficantes y la droga. También abarcará cuestiones de otra índole como la amistad, la lealtad, la confianza... e incluso el amor pero no un amor empalagoso de contigo pan y cebolla, sino un amor maduro, reposado y tranquilo que apenas aporta unos gramos de azúcar. Estamos ante una novela con un desenlace que amargará y sorprenderá por partes iguales, cuyo título quedará convenientemente explicado.
Reconozco que, aunque el primer contacto con la novela venga teñido de un negro betún, los primeros capítulos me tenían muy desorientada pues el autor nos obliga a desviar la vista de un punto a otro para presentarnos a los distintos personajes que van a protagonizar la novela sin que la acción pase a mayores. Así pues, Ravelo nos permitirá conocer a Júnior, un traficante local, divorciado y regentando un negocio que no es más que una tapadera y a sus secuaces Felo y Garepa. El Rubio será su hombre clave, el vigilante de seguridad de un hotel, un antiguo delincuente al que la grave enfermedad de su mujer Estela le hizo recapacitar y cambiar el rumbo de sus días. Tito Marichal, el Palmira, es un hombre alto y corpulento que se arrastra por la vida. Con más de cincuenta años, abuelo, abandonado por su mujer y viviendo en un apartamento de mala muerte sueña con montar una cafetería sencilla pero, como para todo en la vida, es necesario mucha pasta. Y Cora, la preciosa prostituta que aún piensa que vendrá un rico millonario a sacarla de la mala vida que tiene antes de que se marchite como una flor.
¿Qué tienen de particular estos personajes? Pues que, además de ser unos perdedores, muchos tienen una cara y una cruz. Ravelo no se limita a dibujarlos como delincuentes peligrosos, asesinos sanguinarios y criminales despiadados sino que los perfila como individuos con rasgos muy humanos con lo que consigue que el lector llegue a tomarles cariño. Incluso a Júnior lo podemos ver cada viernes desayunando con su hija adolescente, momento en el que él parece otra persona, un hombre decente, un comerciante más. Pero si el Rubio, Tito y Cora, los tres más principales, se meten en tal berenjenal será por un motivo que, en cierta medida, podría estar justificado. El Rubio ve cómo su esposa se apaga día a día y necesita el dinero para poder pagarle un tratamiento que la salve de una muerte asegurada. Tito espera desesperadamente que le salga un trabajo pero como lo ve complicado pretende montar una cafetería sencilla y humilde pero claro, no tiene un duro. Cora, cansada de hombres que le prometen el oro y el moro, necesita encontrar la estabilidad en su vida y abandonar la prostitución, por muy de lujo que sea. Todos apuestan a un único número, una única vez más, por intentar mejorar sus vidas y mientras vemos cómo se van desarrollando los hechos el lector sufre, sufre por ellos, porque en el fondo los aprecia, sabe que no son malas personas y les gustaría que todo les saliera bien.
En esta novela negra - coral o coral - negra, el personaje que más me ha calado ha sido Tito. Es, sin duda, el que más evoluciona. De ser un hombre tranquilo, afable, que pasea a su nieta mientras cavila qué hacer con su vida, mientras se lamenta por el curso que ha todo su matrimonio pasará a sacar su lado más «oscuro» sin llegar a ser negro. Tito no tiene más remedio que hacer frente a unos individuos que solo desean su mal y «para chulo tú, chulo yo» o «sálvese quien pueda».
Con una estructura dividida en dieciséis secciones con sus correspondientes capítulos de corta extensión, Ravelo hace uso de un estilo sencillo y directo a la par que maneja un lenguaje muy de la calle, el que emplean los miembros del hampa, que alterna con expresiones típica de las islas, con lo que consigue dar un toque de verosimilitud que se agradece. Credibilidad que viene reforzada por unos hechos y personajes que, tal y como se nos indica en la Nota del autor, no son todos ficticios, si no personas de carne y hueso con las que el autor ha mantenido algún tipo de contacto.
Canarias también me resulta un contexto geográfico novedoso. El autor, oriundo de las islas, homenajea a su tierra natal haciendo que sus personajes paseen por sus calles, barrios y playas. Nunca he leído una novela cuyo argumento se centre en las Islas Canarias, y aunque por desgracia no las conozco, me ha resultado agradable acompañar a los personajes por sus distintos lugares.
En resumen, no puedo más que afirmar que La estrategia del pequinés me ha parecido una novela novedosa en cuanto a la perspectiva que nos ofrece. Apartándose de lo que yo siempre he conocido como novela negra, ha sido un gustazo sumergirse en estas páginas para encontrarme con personajes que rompen estereotipos y a los que se le coge cariño, tal y como comenté antes. Por lo tanto, si te gusta la novela negra, y si además te gusta leer novela negra diferente, te recomiendo acercarte a La estrategia del pequinés.
Quizás lo lea más adelante
ResponderEliminarNo me llama del todo, pero tratándose de novela negra es posible que le dé una oportunidad. Besos.
ResponderEliminarDeseando leer a este autor, me gusta lo que dices de que no es una novela negra al uso. He leído varios libros de la Editorial Alrevés y con todos disfruté mucho.
ResponderEliminarBesitos
Lo he visto anunciado y creo que puede ser interesante
ResponderEliminarlo tendré en cuenta ^^
un besito
No sé si me convence del todo aunque he leído buenas críticas.
ResponderEliminarBesos!
Siempre se agradece que haya novedades en los libros pero no me llama mucho por la ambientación. Besos
ResponderEliminarTiene muy buena pinta... y muy buenas críticas!! =)
ResponderEliminarBesotes
Buena opción, este mes vamos a descubrir muchas cosas interesantes
ResponderEliminarNo he leído nada de este autor pero me gusta mucha lo que nos cuentas de este libro.
ResponderEliminarBesos.
Cada vez me apetece más leer esta novela, tiene muy buena pinta
ResponderEliminarBesos
He pasado de puntillas por tu reseña, porque estoy leyéndolo ahora mismo, besotes
ResponderEliminarJo pues aunque no suele atraerme la novela negra, este estilo de personajes antihéroes sí me va. Y entre la reseña de Tizire y la tuya me hacéis plantearme probar... Besos.
ResponderEliminarCaminante, aquí los personajes se alejan mucho de esos otros de novela negra a los que estamos acostumbrados, incluso me atrevería a decir que el tratamiento que hace el autor sobre ese mundillo también es muy diferente. A mí me ha parecido novedoso. Besos.
EliminarParece interesante lo que cuenta esta novela pero no me acaba de convencer.
ResponderEliminarUn beso.
Me encantó. Es de las noces nuevas que pisan fuerte, con muchos libros y varios premios ya en la calle y que ha demostrado tener un estilo propio
ResponderEliminarBesos
Estoy leyendo muy buenas reseñas de este libro. Cada vez me pica más la curiosidad.
ResponderEliminarBesotes!!!
Tengo muchas ganas de leer algo de él, y ahora más, jeje. Un besote!
ResponderEliminarPues esta es otra de las que tengo un poco en el horizonte como próximas lecturas. Con la novela negra disfruto siempre, pero parece que aquí Alexis ofrece un par de aspectos nuevos que me llaman, así que cuestión simplemente de tiempo que me anime con ella. Además voy viendo que va teniendo bastante buena acogida.
ResponderEliminarUn beso!
Ay, quiero leerla, la tengo hace mucho, parece que la voy a encontrar por todo blog hasta que lo haga. Me gusta lo que dices de que te ha roto los esquema sy se sale de la fórmula tradicional, para mi la ambientación tampoco es frecuente ¿he dicho que quiero leerla?
ResponderEliminarBesos
Tiene muy buenas críticas y casi todas coincidías...pero la verdad es que lo único que me llama la atención es la nueva perpsectiva...así que por ahora no me animo.
ResponderEliminarUn beso!
Este tipo de libros siempre me resultan entretenidos, ya lo conocía, así que intentaré hacerle hueco. Besos.
ResponderEliminarEsta novela me encantó
ResponderEliminar¡Buenas! Buscando blogs literarios y de lecturas por internet encontré el tuyo por casualidad y me gusta lo que publicas, así que me quedo y te invito a mi blog de opiniones breves. Besos. Te leo! ;)
ResponderEliminarGracias Xaquelina. Eres bienvenida. Paso a ver el tuyo. Un saludo.
EliminarMe gustó mucho este libro y también me caló especialmente Tito el Palmera: evoluciona de un modo brutal. Seguiré leyendo a Ravelo. 1beso!
ResponderEliminarA mí también me ha gustado mucho. Los personajes son increibles, acabas queriendo que les salgan las cosas bien jejeje. Y coincidimos en Tito. también es mi preferido
ResponderEliminarBesos
Pues es la segunda opinión que leo y ahora sí me apetece leerla. Si a porta originalidad me interesa.
ResponderEliminarUn besote.