Editorial: Lumen.
Fecha publicación: Octubre, 2011.
Nº Páginas: 671.
Precio: 22,90 €
ISBN: 978-84-264-1876-0
Autor
Joaquín Salvador Quino (Mendoza, 1932) es un humorista gráfico, pensador y el creador de Mafalda. Descubrió su vocación a la temprana edad de 3 años de la mano de su tío, también dibujante. Después de acabar la educación básica, ingresó en la Escuela de Bellas Artes de Mendoza. Cansado de pintar ánforas, decide que quiere ser dibujante de historietas y humor. En 1963 aparece su primer libro de humor Mundo Quino (Lumen, 1987). Un año más tarde aparece Mafalda por primera vez en la revista Leoplán. Desde entonces ha publicado más de una treintena de libros que han sido traducidos a muuhcos idiomas en todo el mundo.
Sinopsis
Las tiras de Mafalda en un solo volumen.
[Información facilitada por la editorial]
Joaquín Salvador Quino (Mendoza, 1932) es un humorista gráfico, pensador y el creador de Mafalda. Descubrió su vocación a la temprana edad de 3 años de la mano de su tío, también dibujante. Después de acabar la educación básica, ingresó en la Escuela de Bellas Artes de Mendoza. Cansado de pintar ánforas, decide que quiere ser dibujante de historietas y humor. En 1963 aparece su primer libro de humor Mundo Quino (Lumen, 1987). Un año más tarde aparece Mafalda por primera vez en la revista Leoplán. Desde entonces ha publicado más de una treintena de libros que han sido traducidos a muuhcos idiomas en todo el mundo.
Las tiras de Mafalda en un solo volumen.
[Información facilitada por la editorial]
En la pasada Feria del Libro, visitando unos de los stands, surgió ante mis narices la maravilla que os traigo hoy. Aprovechando el 50 aniversario del nacimiento de Mafalda, la editorial Lumen ha recopilado todas las tiras que el genial dibujante Quino dedicó a su criatura más adorable. Bueno, en realidad y si no me equivoco, este libro ya se publicó en 2011 pero ahora le han colocado la pegatina que figura en la cubierta. En cualquier caso, ¿cómo resistirse?
Siempre he adorado a Mafalda, su forma de ver la vida, su percepción de la realidad, sus agudas críticas, esa lucha consigo misma y con su entorno, y por ende, a todo y a todos los que la rodean. En casa tengo varios volúmenes muy antiguos, pero están ajados de tanto uso y además la colección está incompleta por lo que aproveché para hacerme con este libro que incluye todas las tiras y cuya lectura me ha llevado desde el mismo mes de Mayo hasta mediados de Agosto. Y es que Mafalda no es un producto de atracón. Es preferible leerlo con cuentagotas. Una tira hoy, otra mañana, saboreando cada viñeta, cada pequeña historia. Es la mejor manera de disfrutar del ingenio de sus personajes, así como de las situaciones en las que Quino pone a sus hijos.
Puede resultar absurdo reseñar este libro porque, ¿quién no conoce a Mafalda? ¿Quién no ha leído alguna vez alguna de sus tiras? Sin embargo, pensé que, ya que nuestra pequeña ha llegado a la cincuentena, sería bonito hacerle un homenaje en este espacio. Y aquí estoy.
¿Cómo nació Mafalda?
Mafalda nace en 1963 de la mano de Joaquín Salvador Lavado, alias Quino, y llegó al público a través de la revista Primera Plana para posteriormente comenzar a publicarse en el diario El Mundo de Buenos Aires hasta 1967, año en el que el periódico cerró. Durante 6 meses los lectores no supieron nada de Mafalda y para cuando reapareció en el semanario Siete Días Ilustrados, el núcleo familiar había aumentado. Lamentablemente en 1973 Mafalda desaparece de manera oficial y solo la volveríamos a ver esporádicamente y por motivos muy concretos. Diez años de tiras cómicas en la que se pega un repaso al mundo y a la situación que Argentina pasaba en cada momento.
Esta información y mucho más puedes encontrarla en la web Todo Historietas donde además puedes hallar información curiosa como, por ejemplo, de dónde procede el nombre de Mafalda y la evolución que sufrió su aspecto exterior con el paso de los años.
Veamos a los personajes:
Mafalda
Mafalda es una niña argentina de unos seis años de edad que pertenece a una típica familia porteña de clase sencilla. Tiene unos principios muy férreros. Defensora a ultranza de la ecología, en búsqueda constante de la paz y la felicidad, sueña con un mundo mejor aunque sabe que es pura utopía.
Mafalda es una niña curiosa a la que le asaltan infinidad de dudas en los momentos más inoportunos. No es raro que despierte a su padre en mitad de la noche para preguntarle por la filosofía, la autodeterminación, el sexo, el erotismo, ..., cuestiones todas ellas que ponen en jaque al pobre progenitor sin que él sepa muy bien cómo salir del atolladero y es que Mafalda utiliza esos minutos previos en la cama, antes de dormir, para pensar en el día de mañana y así le asaltan infinidad de dudas que necesita resolver aunque no sean horas.
La política interior y exterior es su talón de Aquiles. A través de la radio, la televisión y los periódicos (los noticiosos), Mafalda se asoma a un mundo del que no entiende muchas cosas. Y precisamente un globo terráqueo es el elemento que la acompaña en numerosas viñetas, con el que mantiene dramáticos diálogos y al que intenta mejorar aplicándole los cosméticos de su madre.
Con una fuerte conciencia social, es extremadamente crítica con la política de su país pero también es muy patriótica y festeja el día de la nación a bombo y platillo.
Pero si hay algo que la caracteriza por encima de todo es su odio a la sopa, un alimento que su madre insiste en ponerle delante una y otra vez. No ocurre así con Los Beatles, grupo que adora y cuyas canciones la hacen bailar enloquecidamente.
Es la reina de su hogar hasta que llega su hermano Guille. Su inminente nacimiento le provoca alguna que otra inquietud pero nada serio que ella no supere en un par de viñetas.
Y por último, tiene una tortuga de nombre Burocracia. Mafalda, tan mordaz como siempre.
En cuanto a sus padres, ambos son jóvenes, de unos treinta y cinco años aproximadamente. Él trabaja duro toda la semana en una compañía de seguros para ganar un ínfimo sueldo con el que a duras penas puede llegar a fin de mes. Con frecuencia lo vemos hacer cuentas una y otra vez, atormentado por la cantidad de facturas que tiene que pagar. Al margen del sueldo también le quita el sueño su nuevo coche y cada noche la pasa imaginando que a su automóvil le va a ocurrir alguna desgracia. Para relajarse, le encanta cuidar de las plantas de interior. Es su mayor hobby pero las hormigas también se lo ponen difícil.
En cuanto a su madre, Raquel, es una ama de casa que un día soñó con ser algo más pero que ya vive en la más absoluta resignación. Dejó de estudiar para dedicarse a la familia una vez que se casó y Mafalda se encarga de recordarle constantemente el error que cometió.
Raquel también tiene que capear las insidiosas preguntas de su hija, batallar con el pequeño Guille que no para de pintar en las paredes y al que no le hace ninguna gracia que lo bañen. Pero si algo la enfada de verdad son los precios del mercado. Llegar a casa refunfuñando por el dineral que ha tenido que pagar por la compra es una costumbre habitual en el hogar de Mafalda.
Susanita
Es la mejor amiga de Mafalda.
Quizás lo que más caracteriza a este personaje es su ferviente deseo de convertirse en madre y esposa benévola. Para ella, la mujer no tiene más objetivo que atender al marido y a su prole, por lo que la liberación de la mujer, algo en favor de lo cual aboga Mafalda, le trae al fresco. Por eso, cuando piensa en su futuro siempre se ve a sí misma felizmente casada, con un marido trabajador y adinerado, cuidando de sus retoños porque tendrá varios y uno de ellos seguro que termina siendo médico. Si algo enturbia ese futuro anhelado, cae un profundo dramatismo que desespera a los demás. Pero para desesperar también hecha mano de sus constantes tribulaciones absurdas y de poca importancia, a la par que tiende a echar por tierra las ilusiones de los demás.
Coqueta, pedante, romántica, espontánea, caprichosa, egocéntrica, cotilla, charlatana, altanera, maruja, tacaña y poco empática, Susanita, fiel reflejo de su propia madre, no deja pasar la oportunidad de poner en evidencia a su amigo Manolito, el tendero, a quien cataloga de bestia desmedido.
En ocasiones su corazoncito late por Felipe pero este la evita en todo momento.
Felipe
Felipe, con su particular flequillo y sus grandes dientes, es un soñador. Se pasa el día en las nubes, imaginando un futuro prometedor, como que se convierte en un ingeniero como su padre o que es un vaquero que vive grandes aventuras como el Llanero Solitario, personaje al que él admira. Como siempre está en Babia, las tareas escolares las deja para último momento y en es entonces cuando vuelve a realidad y se da cuenta que ha desperdiciado su tiempo en ensoñaciones. Odia la escuela y en clase también se la va el santo al cielo.
Pero Felipe tiene un corazón de oro y es muy enamoradizo. En alguna viñeta lo vemos cómo intenta acercarse a una chica de nombre Muriel para expresarle sus sentimientos pero siempre fracasa.
De su familia poco sabemos. Tan solo que su padre es ingeniero. Su madre, con la que comparte un gran parecido físico, aparece muy rara vez.
Guille
Guille es el hermano pequeño de Mafalda, el que llegó para destronar a la princesa pero lejos de sentir celos, Mafalda lo acoge con paciencia y resignación. Solo hay una cosa que ella no tolera de su hermano y es que a Guille le encanta la sopa.
La aparición de este personaje fue un tanto abrupta. Al principio comenté que la publicación de las tiras fue interrumpida por el cierre del diario El Mundo, y durante 6 meses no supimos nada de Mafalda y sus amigos. En aquel momento, Raquel, la madre de Mafalda estaba embarazada y cuando las tiras volvieron a publicarse, Guille ya había nacido. Así pues, no sabemos nada del parto.
En las primeras viñetas y ya que aparece como un bebé, no habla pero no le hace falta tampoco. Sus gestos son lo suficientemente claros como para que el lector lo entienda y se ría con sus ocurrencias. Lo iremos viendo crecer viñeta tras viñeta hasta "oír" su voz, un zezeo simpatiquísimo que terminará con una pronunciación correcta a medida que avanza el tiempo.
Gran degustador de la tierra de las macetas, Guille hace una y mil trastada que justifica con extrema ironía. Jamás calla, siempre dice lo que piensa, con total sinceridad, y se vuelve loco cada vez que ve una foto de Brigitte Bardot.
Adoro a este personaje por la ternura que me hace sentir. Para mí es uno de los pilares fuertes de este cómic.
Miguelito
Es el personaje al que más me cuesta entender y que más difuso me parece porque me cuesta mucho extraer su personalidad en las viñetas en las que aparece. A mi juicio es inocente y observador, siempre anda a la gresca con sus padres que lo incordian mandándolo a una y mil tareas domésticas. Su madre vive obsesionada con el brillo del suelo algo que a Miguelito le saca de quicio.
Manolito
Es el más torpe del grupo porque sus neuronas, que nadan bajo un singular corte de pelo al cepillo, demuestran una y otra vez que la bestialidad se puede manifestar tanto de palabra como de obra.
Pero lo más patente en este personaje es su amplio sentido del comercio y es que Manolito solo tiene un pensamiento en mente, la plata. Hijo de un tendero español, desde pequeño ha vivido entre porcentajes de beneficios, técnicas de marketing, precios y clientela. Defiende a ultranza los abusivos precios del almacén D. Manolo, gestiona las ventas y realiza la entrega a domicilio. Su sueño es convertirse en un gran ejecutivo, un hombre de éxito, un self-made man, el dueño de una cadena de supermercados (Manolo's). En él, todo se reduce a un materialismo puro en el que los sentimientos no tienen cabida y mucho menos la actualidad política. Si Felipe admira a el Llanero Solitario, Manolito centra su admiración en Rockefeller.
A su padre lo podemos ver compartiendo viñeta con su hijo en alguna ocasión. Es muy parecido a Manolito físicamente. De su madre no sabemos nada y por referencias conocemos que tiene un hermano mayor que está en el ejército.
Libertad
Libertad es de los personajes que menos me gustan. Su nombre lleva un significado implícito pues es un personaje muy pequeñito y a ella le molesta muchísimo que se establezcan relaciones entre su nombre y su corta estatura.
Es una intelectual. Quizás, de todos los personajes, es la que más afinidad tiene con Mafalda políticamente hablando.
De su padre solo sabemos que es socialista, ideología con la que ella se ha criado y que comparte. Su madre, es una joven esbelta, moderna, que fuma y lee muchos libros. Es traductora de francés, profesión a la que Libertad le gustaría dedicarse.
En cuanto a la estructura, Mafalda, todas las tiras está compuesta por casi setecientas páginas por lo que su manipulación se hace un tanto difícil. Es un libro muy voluminoso y pesado. Todas las tiras están numeradas haciendo un total de mil novecientas ocho. Generalmente una única situación se resuelve con una única tira pero, en ocasiones, existe continuidad.
Si algo me gusta de este grupo de niños y niñas es la sinceridad que emanan. No están manipulados y por eso se expresan con total libertad sin importarle las consecuencias que sus reflexiones y comentarios puedan acarrear.
Algo fundamental al leer un cómic es prestar atención a los gestos y las expresiones de los personajes y no solo los textos de los bocadillos para captar todo el significado . Así vemos la cara de perplejidad que se le queda a los padres de Mafalda con alguna pregunta delicada de su hija.
En fin, que adoro Mafalda. Me encantaría que siguieran saliendo volúmenes con tiras nuevas porque es difícil cansarse del ingenio y la sagacidad de esta pequeña niña que quiere entenderlo todo.
Si os gusta este personaje, y sé que sois unos cuántos los que disfrutáis con las tiras de Mafalda, no podéis perderos este libro. Es una joya que atesorar, al que volveré con frecuencia, cuando necesite que esta pequeña niña argentina me arranque una sonrisa.
¿Cómo nació Mafalda?
Mafalda nace en 1963 de la mano de Joaquín Salvador Lavado, alias Quino, y llegó al público a través de la revista Primera Plana para posteriormente comenzar a publicarse en el diario El Mundo de Buenos Aires hasta 1967, año en el que el periódico cerró. Durante 6 meses los lectores no supieron nada de Mafalda y para cuando reapareció en el semanario Siete Días Ilustrados, el núcleo familiar había aumentado. Lamentablemente en 1973 Mafalda desaparece de manera oficial y solo la volveríamos a ver esporádicamente y por motivos muy concretos. Diez años de tiras cómicas en la que se pega un repaso al mundo y a la situación que Argentina pasaba en cada momento.
Esta información y mucho más puedes encontrarla en la web Todo Historietas donde además puedes hallar información curiosa como, por ejemplo, de dónde procede el nombre de Mafalda y la evolución que sufrió su aspecto exterior con el paso de los años.
Veamos a los personajes:
Mafalda
Mafalda es una niña argentina de unos seis años de edad que pertenece a una típica familia porteña de clase sencilla. Tiene unos principios muy férreros. Defensora a ultranza de la ecología, en búsqueda constante de la paz y la felicidad, sueña con un mundo mejor aunque sabe que es pura utopía.
Mafalda es una niña curiosa a la que le asaltan infinidad de dudas en los momentos más inoportunos. No es raro que despierte a su padre en mitad de la noche para preguntarle por la filosofía, la autodeterminación, el sexo, el erotismo, ..., cuestiones todas ellas que ponen en jaque al pobre progenitor sin que él sepa muy bien cómo salir del atolladero y es que Mafalda utiliza esos minutos previos en la cama, antes de dormir, para pensar en el día de mañana y así le asaltan infinidad de dudas que necesita resolver aunque no sean horas.
La política interior y exterior es su talón de Aquiles. A través de la radio, la televisión y los periódicos (los noticiosos), Mafalda se asoma a un mundo del que no entiende muchas cosas. Y precisamente un globo terráqueo es el elemento que la acompaña en numerosas viñetas, con el que mantiene dramáticos diálogos y al que intenta mejorar aplicándole los cosméticos de su madre.
Con una fuerte conciencia social, es extremadamente crítica con la política de su país pero también es muy patriótica y festeja el día de la nación a bombo y platillo.
Pero si hay algo que la caracteriza por encima de todo es su odio a la sopa, un alimento que su madre insiste en ponerle delante una y otra vez. No ocurre así con Los Beatles, grupo que adora y cuyas canciones la hacen bailar enloquecidamente.
Es la reina de su hogar hasta que llega su hermano Guille. Su inminente nacimiento le provoca alguna que otra inquietud pero nada serio que ella no supere en un par de viñetas.
Y por último, tiene una tortuga de nombre Burocracia. Mafalda, tan mordaz como siempre.
En cuanto a sus padres, ambos son jóvenes, de unos treinta y cinco años aproximadamente. Él trabaja duro toda la semana en una compañía de seguros para ganar un ínfimo sueldo con el que a duras penas puede llegar a fin de mes. Con frecuencia lo vemos hacer cuentas una y otra vez, atormentado por la cantidad de facturas que tiene que pagar. Al margen del sueldo también le quita el sueño su nuevo coche y cada noche la pasa imaginando que a su automóvil le va a ocurrir alguna desgracia. Para relajarse, le encanta cuidar de las plantas de interior. Es su mayor hobby pero las hormigas también se lo ponen difícil.
En cuanto a su madre, Raquel, es una ama de casa que un día soñó con ser algo más pero que ya vive en la más absoluta resignación. Dejó de estudiar para dedicarse a la familia una vez que se casó y Mafalda se encarga de recordarle constantemente el error que cometió.
Raquel también tiene que capear las insidiosas preguntas de su hija, batallar con el pequeño Guille que no para de pintar en las paredes y al que no le hace ninguna gracia que lo bañen. Pero si algo la enfada de verdad son los precios del mercado. Llegar a casa refunfuñando por el dineral que ha tenido que pagar por la compra es una costumbre habitual en el hogar de Mafalda.
Susanita
Es la mejor amiga de Mafalda.
Quizás lo que más caracteriza a este personaje es su ferviente deseo de convertirse en madre y esposa benévola. Para ella, la mujer no tiene más objetivo que atender al marido y a su prole, por lo que la liberación de la mujer, algo en favor de lo cual aboga Mafalda, le trae al fresco. Por eso, cuando piensa en su futuro siempre se ve a sí misma felizmente casada, con un marido trabajador y adinerado, cuidando de sus retoños porque tendrá varios y uno de ellos seguro que termina siendo médico. Si algo enturbia ese futuro anhelado, cae un profundo dramatismo que desespera a los demás. Pero para desesperar también hecha mano de sus constantes tribulaciones absurdas y de poca importancia, a la par que tiende a echar por tierra las ilusiones de los demás.
Coqueta, pedante, romántica, espontánea, caprichosa, egocéntrica, cotilla, charlatana, altanera, maruja, tacaña y poco empática, Susanita, fiel reflejo de su propia madre, no deja pasar la oportunidad de poner en evidencia a su amigo Manolito, el tendero, a quien cataloga de bestia desmedido.
En ocasiones su corazoncito late por Felipe pero este la evita en todo momento.
Felipe
Felipe, con su particular flequillo y sus grandes dientes, es un soñador. Se pasa el día en las nubes, imaginando un futuro prometedor, como que se convierte en un ingeniero como su padre o que es un vaquero que vive grandes aventuras como el Llanero Solitario, personaje al que él admira. Como siempre está en Babia, las tareas escolares las deja para último momento y en es entonces cuando vuelve a realidad y se da cuenta que ha desperdiciado su tiempo en ensoñaciones. Odia la escuela y en clase también se la va el santo al cielo.
Pero Felipe tiene un corazón de oro y es muy enamoradizo. En alguna viñeta lo vemos cómo intenta acercarse a una chica de nombre Muriel para expresarle sus sentimientos pero siempre fracasa.
De su familia poco sabemos. Tan solo que su padre es ingeniero. Su madre, con la que comparte un gran parecido físico, aparece muy rara vez.
Guille
Guille es el hermano pequeño de Mafalda, el que llegó para destronar a la princesa pero lejos de sentir celos, Mafalda lo acoge con paciencia y resignación. Solo hay una cosa que ella no tolera de su hermano y es que a Guille le encanta la sopa.
La aparición de este personaje fue un tanto abrupta. Al principio comenté que la publicación de las tiras fue interrumpida por el cierre del diario El Mundo, y durante 6 meses no supimos nada de Mafalda y sus amigos. En aquel momento, Raquel, la madre de Mafalda estaba embarazada y cuando las tiras volvieron a publicarse, Guille ya había nacido. Así pues, no sabemos nada del parto.
En las primeras viñetas y ya que aparece como un bebé, no habla pero no le hace falta tampoco. Sus gestos son lo suficientemente claros como para que el lector lo entienda y se ría con sus ocurrencias. Lo iremos viendo crecer viñeta tras viñeta hasta "oír" su voz, un zezeo simpatiquísimo que terminará con una pronunciación correcta a medida que avanza el tiempo.
Gran degustador de la tierra de las macetas, Guille hace una y mil trastada que justifica con extrema ironía. Jamás calla, siempre dice lo que piensa, con total sinceridad, y se vuelve loco cada vez que ve una foto de Brigitte Bardot.
Adoro a este personaje por la ternura que me hace sentir. Para mí es uno de los pilares fuertes de este cómic.
Miguelito
Es el personaje al que más me cuesta entender y que más difuso me parece porque me cuesta mucho extraer su personalidad en las viñetas en las que aparece. A mi juicio es inocente y observador, siempre anda a la gresca con sus padres que lo incordian mandándolo a una y mil tareas domésticas. Su madre vive obsesionada con el brillo del suelo algo que a Miguelito le saca de quicio.
Manolito
Es el más torpe del grupo porque sus neuronas, que nadan bajo un singular corte de pelo al cepillo, demuestran una y otra vez que la bestialidad se puede manifestar tanto de palabra como de obra.
Pero lo más patente en este personaje es su amplio sentido del comercio y es que Manolito solo tiene un pensamiento en mente, la plata. Hijo de un tendero español, desde pequeño ha vivido entre porcentajes de beneficios, técnicas de marketing, precios y clientela. Defiende a ultranza los abusivos precios del almacén D. Manolo, gestiona las ventas y realiza la entrega a domicilio. Su sueño es convertirse en un gran ejecutivo, un hombre de éxito, un self-made man, el dueño de una cadena de supermercados (Manolo's). En él, todo se reduce a un materialismo puro en el que los sentimientos no tienen cabida y mucho menos la actualidad política. Si Felipe admira a el Llanero Solitario, Manolito centra su admiración en Rockefeller.
A su padre lo podemos ver compartiendo viñeta con su hijo en alguna ocasión. Es muy parecido a Manolito físicamente. De su madre no sabemos nada y por referencias conocemos que tiene un hermano mayor que está en el ejército.
Libertad
Libertad es de los personajes que menos me gustan. Su nombre lleva un significado implícito pues es un personaje muy pequeñito y a ella le molesta muchísimo que se establezcan relaciones entre su nombre y su corta estatura.
Es una intelectual. Quizás, de todos los personajes, es la que más afinidad tiene con Mafalda políticamente hablando.
De su padre solo sabemos que es socialista, ideología con la que ella se ha criado y que comparte. Su madre, es una joven esbelta, moderna, que fuma y lee muchos libros. Es traductora de francés, profesión a la que Libertad le gustaría dedicarse.
En cuanto a la estructura, Mafalda, todas las tiras está compuesta por casi setecientas páginas por lo que su manipulación se hace un tanto difícil. Es un libro muy voluminoso y pesado. Todas las tiras están numeradas haciendo un total de mil novecientas ocho. Generalmente una única situación se resuelve con una única tira pero, en ocasiones, existe continuidad.
Si algo me gusta de este grupo de niños y niñas es la sinceridad que emanan. No están manipulados y por eso se expresan con total libertad sin importarle las consecuencias que sus reflexiones y comentarios puedan acarrear.
Algo fundamental al leer un cómic es prestar atención a los gestos y las expresiones de los personajes y no solo los textos de los bocadillos para captar todo el significado . Así vemos la cara de perplejidad que se le queda a los padres de Mafalda con alguna pregunta delicada de su hija.
En fin, que adoro Mafalda. Me encantaría que siguieran saliendo volúmenes con tiras nuevas porque es difícil cansarse del ingenio y la sagacidad de esta pequeña niña que quiere entenderlo todo.
Si os gusta este personaje, y sé que sois unos cuántos los que disfrutáis con las tiras de Mafalda, no podéis perderos este libro. Es una joya que atesorar, al que volveré con frecuencia, cuando necesite que esta pequeña niña argentina me arranque una sonrisa.
Nunca he sido muy fan de Mafalda, pero con los años le voy cogiendo cariño. Besos.
ResponderEliminarMe gusta mucho Mafalda y el homenaje que le has hecho. Yo también tengo un libro que se llama Todo Mafalda pero creo que no es lo mismo, ¿no? Es muy gordo y grande de tapa dura y color rosa y me lo trajeron los Reyes en 2009. Al igual que tú me leía un par de historias cada día para mirar bien las viñetas y cogerle el punto. Me chifla su humor. Una reseña magnífica.
ResponderEliminarBesos
Yo también te adoro Mafalda, que digo... Marisa ^^ ahora que he cambiado el avatar pasa más desapercibido mi gusto por ella pero es una pequeña grande. Los años no pasan por ella y la reseña conmemorativa nunca está de más. Me ha encantado :)
ResponderEliminarBesos
Con este me encontré también en mi última visita a la fnac y me pareció todo un caramelo :) Además, como regalo para un par de colegas que también adoran a Mafalda, me parece perfecto
ResponderEliminarUn besote!
La verdad es que yo no vivi demasiado de cerca a Mafalda, asi que tu entrada tan detallada me ha ilustado muchisimo. Alguna que otra viñeta si que he visto y me ha gustado bastante. De hecho, cuando salio la edicion especial estuve pensando en comprarmela... y ahora me lo has recordado :) Besos
ResponderEliminarLa verdad es que he seguido muy poco a este personaje. No me va mucho el cómic.
ResponderEliminarcalla plis:(
EliminarUy, Marisa. No disfruté con este personaje mítico. Aunque no sé si sabría enfocar una reseña sobre Mafada y Cía.
ResponderEliminarMe encanta Mafalda y me encantaría tener estos libros. Besos!
ResponderEliminarPocos serán los que no disfruten con las tiras de Mafalda y compañía. Besos.
ResponderEliminarNo sé si hay mejor opción para ilustrar la vuelta al cole que una reseña sobre Quino y mafalda, primer ídolo de la infancia de muchos, creo que estoy de vuelta, o eso espero, os he echado mucho de menos. Un beso :)
ResponderEliminarAdoro a Mafalda y a sus comentarios siempre agudos.
ResponderEliminarBesos
Me encanta este personaje así que disfrutaría mucho con estos libros!
ResponderEliminarBesotes!!!
Enhorabuena por la reseña porque he conocido muchas cosas de los personajes y de Mafalda, un personaje unico sin duda. Un beso
ResponderEliminarOye, sé que tiene mensajes brutales y con mucho gancho, pero nunca me ha gustado demasiado :-S Un besote!
ResponderEliminarMafalda es sin duda el personaje que más admiro. Me encanta. Hace unos días en una de esas listas que te piden de los diez libros preferidos y que siempre cuesta tanto hacer y que además siempre cambias de una vez a otra (según ande la memoria) puse sin dudarlo, a Todo Mafalda y es que yo, a Mafalda, la quiero toda ;)
ResponderEliminarBesos!
Me encanta Mafalda, y estoy detrás de este libro desde que lo vi por primera vez en la librería. Sin embargo, aún no me he animado a comprarlo ni nadie se ha dignado tampoco a regalarmelo, así que tendré que seguir esperando...
ResponderEliminarUn beso!
Adoro a Mafalta, JAMÁS me cansaré de leerla, ¡es simplemente genial! :D
ResponderEliminarUn besote guapa!!
Me llama la atención Mafalda, aunque nada más que he leído alguna de sus tiras sueltas y no conocía a todos los personajes de los que nos hablas. Alguna vez he pensado en comprarme estas recopilaciones, aunque me parecían caras y no me atrevía por si luego no me gustaba lo suficiente como para leerlas todas. Me ha gustado esta presentación, no sabía que había tanta variedad de personajes por conocer.
ResponderEliminarBesos!
Me encanta Mafalda, tengo, creo, todas sus historietas en esos enormes recopilatorios que sacaron
ResponderEliminarBesos
jajaja de peque me encantaba! leía los de mi madre. Y este en concreto se lo regalé por su cumpleaños y lo va leyendo poco a poco.
ResponderEliminarUn beso!
Mafalda es elocuencia pura. No hay palabras.
ResponderEliminarUn beso
Me gusta Mafalda aunque no soy fan de ella
ResponderEliminarBesos
ADORO Mafalda.
ResponderEliminarY no tengo nada más que añadir xDD
Va, sí. Tengo esta edición en casa y me encanta leer algo al tuntún de vez en cuando =)
Besotes
Yo tambien adoro a Mafalda, me encanta y tengo la coleccion, cada poco cojo y releo ;)
ResponderEliminarMe encanta Mafalda, yo también tengo este libro con todas las tiras.
ResponderEliminarUn beso!