MINDSCAPE (THRILLER - 2013).

Año: 2013

Nacionalidad: EE.UU.

Director: Jorge Dorado.

Reparto: Mark Strong, Taissa Farmiga, Brian Cox, Indira Varma, Noah Taylor, Saskia Reeves, Clare Calbraith, Jessica Barden, Alberto Ammann, Julio Perillán, Hovik Keuchkerian.

Género: Thriller psicológico.

Sinopsis: Un experto en introducirse en la mente de otras personas acepta un nuevo caso. En esta ocasión su objetivo es una adolescente que podría ser una joven traumatizada o una brillante sociópata.

[Información facilitada por Filmaffinity]

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Mindscape es una coproducción hispano americana con amplia presencia nacional tras las cámaras, encabezada por su director Jorge Dorado, un cortometrista que debuta en el grado superior.

Los primeros minutos son demasiado típicos. La chica dispuesta a darse un baño mientras oye música en su casa solitaria cuando, en la planta de abajo, suena un ruido que la asusta y baja a echar un vistazo, muy valiente ella, mientras vemos una figura en la sombra que se cruza a su espalda. Más de lo mismo, piensa el público, pero hete aquí que algo no cuadra en toda esta escena. La presencia de un supuesto «hombre invisible» nos descoloca. Ese inicio manido y aburrido se torna en una versión más interesante que de momento alerta los sentidos de esta espectadora.

Los avances tecnológicos en cuestiones de salud, más concretamente en materia mental, han sido prodigiosos. Personas con capacidades extrasensoriales y habilidades fuera de lo común trabajan en Mindscape, la mejor agencia investigadora de recuerdos. Un equipo entrenado para hacer uso de sus dones, ayudar al FBI a solventar los casos más complicados y aliviar a todas las víctimas de sus traumas del pasado. Vale, puede sonar a rollazo pero Mindscape, además de ser un thriller, tiene su toque de ciencia-ficción. Otorguémosle un voto de confianza.

John Washington es uno de esos agentes investigadores de recuerdos. Un hombre atormentado también por su pasado tras perder a su mujer en trágicas circunstancias y que, tras varios meses de baja, regresa a la vida activa para hacerse cargo del caso de Anna, una joven adolescente perteneciente a una de las familias más ricas del país. La chica, que acarrea un amplio historial de conductas conflictivas, desencuentros sociales y algún intento de suicidio, vive recluida en la casa de sus padres negándose a probar bocado. John debe entrar en su mente para localizar el foco del problema y hacer de Anna una joven sociable y estable emocionalmente. Y ahí viene la madre del cordero. ¿Qué esconde la mente de la joven? La pantalla se llena de recuerdos de su paso por el internado, sus compañeras de clase, las discusiones entre sus padres, algunas gotas de sangre, un abrecartas,... Todos ellos se entremezclan con los del propio John que a duras penas supera la muerte de su mujer sin sentirse culpable, mientras intenta ayudar a Anna para superar su trastorno alimenticio y su inestabilidad mental. ¿Lo conseguirá? ¿Qué sorpresas le deparan?

Al margen de esa parte un tanto fantástica que no me ha molestado en absoluto, tengo que decir que a mí la película me ha parecido bastante aceptable. El ritmo no decae en ningún momento y ha conseguido mantenerme enganchada desde el principio hasta el final intentando averiguar qué hay detrás de todo de ese entramado de intriga o suspense, qué le ocurre a Anna, cuál es el ese gran secreto que esconde. 

John Washington (Mark Strong) no es el personaje que caiga en gracia desde primer momento. Me parecía la típica alma atormentada que no levanta cabeza subyugado por una culpabilidad sin fundamento pero, a medida que avanzaba la cinta, me he encontrado a un hombre aturdido y desorientado y ahí empecé a empatizar con él. Creo que Strong hace un trabajo que no disgusta.

En cuanto a Anna (Taissa Farmiga) creo que encaja muy bien con su partenaire. Son dos personalidades opuestas. Por un lado, él es un hombre maduro y curtido por las duras experiencias de la vida. Ella es una adolescente con la inocencia en su cara que sabe qué teclas tocar. Se establece entre ambos una relación de poder. ¿Quién puede más? ¿Quién es más listo?  

  

Alberto Amman es un rostro que conocemos bien y en este caso interpreta un pequeñito papel. No tiene mucho texto así que solo lo menciono de pasada.

Como para gusto están los colores, he leído por ahí alguna que otra opinión no muy acorde con lo que yo expongo aquí. No obstante, para mí la trama está bien urdida. Se lanzan diversos anzuelos y en prácticamente todos pico. Descarto un sospechoso en favor de otro. Error. Vuelvo a ser conducida en una dirección distinta. «Este no es el malo de la película; es el mayordomo» (por poner un ejemplo), pienso. Error. Nuevamente centro mi atención en otra posible candidato. Quince minutos para el final y no lo tengo nada claro, aunque una de las opciones que barajaba era la correcta. ¿Previsible? No especialmente y además, en esta ocasión poco me hubiera importado. Mindscape me ha entretenido sin complicarme demasiado la existencia, sin tener que hacer encajes de bolillos para entender de qué va la cosa. Cuando me siento a ver cine necesito que la película me enganche aunque, en algunos casos, haya que consentir alguna que otra licencia, eso sí honesta sin que me tomen por lela. Pero si la película me deja un buen sabor de boca, como así ha sido, con eso me doy por satisfecha. Creo que Mindscape es una película que ofrece una buena dosis de intriga y suspense, un thriller con el que pasar casi dos horas entretenida dejándote llevar y preguntándote qué narices le pasa a Anna y quién la ha llevado a ese extremo. ¿Todos son lo que parecen ser?

Para ser el primer largo de Jorge Dorado, con muchas más tablas en cortometrajes, no me ha parecido mal debut.  Así que mi puntuación es aceptable:

Trailer: