Editorial: Tusquets.
Fecha publicación: 1984
Nº Páginas: 152
Precio: 10,58
Nº Páginas: 152
Precio: 10,58
Género: Novela
Edición: Rústica con solapas.
Edición: Rústica con solapas.
ISBN: 978-84-7223-215-0
Autora
Nació en la Indochina francesa en 1914 y murió en París en 1996. En 1932 se trasladó a París, donde estudió derecho, matemáticas y ciencias políticas. En 1943 publicó su primera obra, La impudicia, a la que seguirían más de veinte novelas, guiones cinematográficos y textos dramáticos. De su producción narrativa, Tusquets Editores ha publicado Moderato cantabile, El vicecónsul, El arrebato del Lol V. Stein, Los ojos azules pelo negro, Emily L., Los caballitos de Tarquinia, El amor, Destruir, dice, El amante de la China del Norte y Un dique contra el Pacífico. Tras una profunda crisis, marcada por el alcoholismo, escribió tres obras maestras: El hombre sentado en el pasillo, El mal de la muerte y El amante, célebre novela que inspiró una película homónima de Jean-Jacques Annaud. A ellas se suma un ensayo sobre la experiencia de la escritura, Escribir, y ahora Tusquets Editores recupera para los lectores, en una nueva traducción, la novela La amante inglesa.
Sinopsis
Esa jovencita bellísima, pero pobre, que vive en Indochina, no es otra que la propia escritora quién, hoy, recuerda las relaciones apasionadas, de intensos amor y odio, que desgarraron a su familia y, de pronto, grabaron prematuramente en su rostro los implacables surcos de la madurez. Pocas personas -y en particular mujeres- permanecerán inmunes a la contagiosa pasión que emana de este libro.
Hoy os traigo una nueva lectura correspondiente al club de lectura al que asisto. Aprovecho también esta reseña para participar en el Club de Lectura: El amante de Marguerite Duras, organizado por Carmen, Iciar y Margaramon y de paso, para aportar mi contribución al reto Escritoras únicas propuesto por Marilú, Meg y Ana Blasfuemia. A veces es necesario propuestas de este tipo para rescatar del olvido a grandes autores, cuyas obras quedaron estancadas atrás en favor de la avalancha de escritores más actuales y de nuevas promesas.
Confieso que hasta la fecha no había leído nada de Marguerite Duras y la verdad es, todo hay que decirlo, que no ha sido un acercamiento fácil.
Marguerite Duras fue una mujer prolífica en su producción literaria tocando narrativa, teatro, guiones, ensayos. La novela que os traigo hoy surgió tras una fase de alcoholismo, algo que no deja de ser llamativo. Salvo esta circunstancia, su lugar de nacimiento (una localidad cercana a Saigón en la Indochina francesa) y de fallecimiento (París), poco más se dice en la biografía pero, a tenor por lo recogido en El amante, una sospecha que su vida no fue un jardín de rosas.
Su verdadero nombre era Marguerite Donnadieu. Duras fue un apellido adoptado, el nombre de la localidad francesa en la que su padre había comprado una casa donde pasar los veranos. Quizás de ese modo quiso retener a su lado recuerdos felices. Pero su infancia y adolescencia la pasó en Indochina, algo que le marcó totalmente y de lo que deja constancia en sus obras. Su vida comienza a complicarse cuando su padre enferma gravemente y es repatriado a Francia. La familia, en lugar de acompañarlo, permanece en Indochina con graves problemas económicos que obligarán a su madre a trabajar para mantener a los tres hijos.
Confieso que hasta la fecha no había leído nada de Marguerite Duras y la verdad es, todo hay que decirlo, que no ha sido un acercamiento fácil.
Marguerite Duras fue una mujer prolífica en su producción literaria tocando narrativa, teatro, guiones, ensayos. La novela que os traigo hoy surgió tras una fase de alcoholismo, algo que no deja de ser llamativo. Salvo esta circunstancia, su lugar de nacimiento (una localidad cercana a Saigón en la Indochina francesa) y de fallecimiento (París), poco más se dice en la biografía pero, a tenor por lo recogido en El amante, una sospecha que su vida no fue un jardín de rosas.
Su verdadero nombre era Marguerite Donnadieu. Duras fue un apellido adoptado, el nombre de la localidad francesa en la que su padre había comprado una casa donde pasar los veranos. Quizás de ese modo quiso retener a su lado recuerdos felices. Pero su infancia y adolescencia la pasó en Indochina, algo que le marcó totalmente y de lo que deja constancia en sus obras. Su vida comienza a complicarse cuando su padre enferma gravemente y es repatriado a Francia. La familia, en lugar de acompañarlo, permanece en Indochina con graves problemas económicos que obligarán a su madre a trabajar para mantener a los tres hijos.
El amante, obra por la que obtuvo el Premio Goncourt, narra precisamente esa parte de su vida, los años transcurridos en Indochina, sus vivencias y relaciones personales tanto con su familia como con su entorno menos directo. Es un retrato autobiográfico que se dibuja desde un presente parisino, haciendo memoria y rescatando del pasado vivencias, sensaciones y emociones como en un intento de congraciarse consigo misma.
De su propia mano, conoceremos parte de su existencia: su vida en el pensionado estatal de Saigón, su relación con su amiga Violet en la que muchos ven tintes lésbicos, la precaria situación económica que intentaban disimular, el desánimo que a veces invadía a su madre, la estrecha relación de esta y su hijo mayor,... y por supuesto la aparición del amante, aquel que da título a la novela.
Pero bajo mi punto de vista, El amante no es solo una historia de amor, un despertar al deseo y al sexo. Creo que hay tres vertientes en las que se ramifica la novela -la propia relación amoroso-sexual, el contexto socio-político y la relación familiar-, y me atrevería a decir que es precisamente esta última subtrama la que más peso acarrea. ¿Cómo era su madre? ¿Y sus hermanos? ¿Qué tipo de relación los unía? Duras deja ver en esta novela sus profundas carencias de amor maternal. Su madre, una profesora de francés, tenía predilección por su hijo mayor al que se refería como «mi hijo» frente a sus otros dos vástagos a los que llamaba «los pequeños». Sutiles matices de este tipo son los que dejan entrever la relación tan distinta que su progenitora mantenía con uno y con otros, una relación que, bajo mi juicio, resulta enfermiza, hasta tal punto que su madre exige ser enterrada con su hijo mayor llegado el momento. Con este telón de fondo Marguerite, que entonces contaba quince años, busca refugio en su propia existencia y en su hermano menor, un ser débil y quebradizo frente a la crueldad y vileza del mayor.
Sí, las relaciones familiares son importantes y para mí tienen mucho peso, pero quiero dejar claro que la temática amorosa no puede quedar muy lejos del núcleo argumental, máxime con un título como El amante. El amor llega a Duras cuando conoce a un joven asiático de veintiséis años, perteneciente a una familia pudiente de comerciantes con el que mantendrá una relación, creo yo, más sexual que amorosa, al menos en lo que a ella concierne.
El amor que la protagonista vive impacta en tanto en cuanto es una relación prohibida por ser ella una menor. Además existen diferencias sociales, raciales, económicas,... que no pasan desapercibidas. A mi juicio, Marguerite inicia una relación amorosa de estas características como vía de escape de una familia desastrosa y sumida en la pobreza, como una forma de desafiar a su madre, de castigar por el desapego que ella siente hacia su hija. Si la madre y sus hermanos reaccionan de un modo u otro no es algo que os voy a desvelar, aunque sí os puedo adelantar que no deja de ser una reacción bastante curiosa.
Y mencionaba más arriba el contexto socio-político que también se deja ver entre las páginas. Por aquel entonces, lo que se conocía como Indochina era una colonia francesa, de ahí que Marguerite viviera su infancia y adolescencia en aquel lugar, donde sus padres ejercían su trabajo. A pesar de estar en el bando de los colonos no tenían precisamente una vida holgada y tranquila. Hay un pasaje que me llamó poderosamente la atención en el que viene a decir que, a pesar de que tienen que vender muebles para comer, por lo menos la comida era cocinada y servida por los criados. Me pareció bastante significativa esa perspectiva. Podían ser pobres como ratas pero al menos tenían servidumbre.
Por otra parte, eran habituales los matrimonios concertados. Los padres que acuerdan casar a sus hijos con los de otros padres, algo que se ha visto a lo largo de la Historia pero que aún sigue presente en este punto geográfico, cuando ya estamos a principios del siglo XX. Occidente frente a Oriente.
El amante no es una novela para leer a la ligera sino que requiere un ritmo pausado para masticar las palabras. Considero que de otro modo te pierdes ya que no sigue una línea secuencial y cronológica a la hora de narrar los hechos. En El amante se dice más de lo que a priori parece, por lo tanto es imprescindible leer entre líneas, con los cinco sentidos, ya que hay mucha información que aparece cubierta con un velo. De hecho, la misma autora confiesa que solo deja entrever algunos hechos que hasta ahora han permanecido ocultos. Entre esa maraña de sucesos ligeramente desvelados, yo percibo una relación madre - hijo bastante sospechosa. Diría que raya casi en el incesto porque el amor de una madre por un hijo puede llegar a ser muy intenso pero me da la sensación de que aquí estamos hablando de otro tipo de amor. Es solo una apreciación como la que hacen otros lectores que ven una relación lésbica entre Violet, la compañera del internado, y la autora.
De su propia mano, conoceremos parte de su existencia: su vida en el pensionado estatal de Saigón, su relación con su amiga Violet en la que muchos ven tintes lésbicos, la precaria situación económica que intentaban disimular, el desánimo que a veces invadía a su madre, la estrecha relación de esta y su hijo mayor,... y por supuesto la aparición del amante, aquel que da título a la novela.
Pero bajo mi punto de vista, El amante no es solo una historia de amor, un despertar al deseo y al sexo. Creo que hay tres vertientes en las que se ramifica la novela -la propia relación amoroso-sexual, el contexto socio-político y la relación familiar-, y me atrevería a decir que es precisamente esta última subtrama la que más peso acarrea. ¿Cómo era su madre? ¿Y sus hermanos? ¿Qué tipo de relación los unía? Duras deja ver en esta novela sus profundas carencias de amor maternal. Su madre, una profesora de francés, tenía predilección por su hijo mayor al que se refería como «mi hijo» frente a sus otros dos vástagos a los que llamaba «los pequeños». Sutiles matices de este tipo son los que dejan entrever la relación tan distinta que su progenitora mantenía con uno y con otros, una relación que, bajo mi juicio, resulta enfermiza, hasta tal punto que su madre exige ser enterrada con su hijo mayor llegado el momento. Con este telón de fondo Marguerite, que entonces contaba quince años, busca refugio en su propia existencia y en su hermano menor, un ser débil y quebradizo frente a la crueldad y vileza del mayor.
Sí, las relaciones familiares son importantes y para mí tienen mucho peso, pero quiero dejar claro que la temática amorosa no puede quedar muy lejos del núcleo argumental, máxime con un título como El amante. El amor llega a Duras cuando conoce a un joven asiático de veintiséis años, perteneciente a una familia pudiente de comerciantes con el que mantendrá una relación, creo yo, más sexual que amorosa, al menos en lo que a ella concierne.
El amor que la protagonista vive impacta en tanto en cuanto es una relación prohibida por ser ella una menor. Además existen diferencias sociales, raciales, económicas,... que no pasan desapercibidas. A mi juicio, Marguerite inicia una relación amorosa de estas características como vía de escape de una familia desastrosa y sumida en la pobreza, como una forma de desafiar a su madre, de castigar por el desapego que ella siente hacia su hija. Si la madre y sus hermanos reaccionan de un modo u otro no es algo que os voy a desvelar, aunque sí os puedo adelantar que no deja de ser una reacción bastante curiosa.
Y mencionaba más arriba el contexto socio-político que también se deja ver entre las páginas. Por aquel entonces, lo que se conocía como Indochina era una colonia francesa, de ahí que Marguerite viviera su infancia y adolescencia en aquel lugar, donde sus padres ejercían su trabajo. A pesar de estar en el bando de los colonos no tenían precisamente una vida holgada y tranquila. Hay un pasaje que me llamó poderosamente la atención en el que viene a decir que, a pesar de que tienen que vender muebles para comer, por lo menos la comida era cocinada y servida por los criados. Me pareció bastante significativa esa perspectiva. Podían ser pobres como ratas pero al menos tenían servidumbre.
Por otra parte, eran habituales los matrimonios concertados. Los padres que acuerdan casar a sus hijos con los de otros padres, algo que se ha visto a lo largo de la Historia pero que aún sigue presente en este punto geográfico, cuando ya estamos a principios del siglo XX. Occidente frente a Oriente.
El amante no es una novela para leer a la ligera sino que requiere un ritmo pausado para masticar las palabras. Considero que de otro modo te pierdes ya que no sigue una línea secuencial y cronológica a la hora de narrar los hechos. En El amante se dice más de lo que a priori parece, por lo tanto es imprescindible leer entre líneas, con los cinco sentidos, ya que hay mucha información que aparece cubierta con un velo. De hecho, la misma autora confiesa que solo deja entrever algunos hechos que hasta ahora han permanecido ocultos. Entre esa maraña de sucesos ligeramente desvelados, yo percibo una relación madre - hijo bastante sospechosa. Diría que raya casi en el incesto porque el amor de una madre por un hijo puede llegar a ser muy intenso pero me da la sensación de que aquí estamos hablando de otro tipo de amor. Es solo una apreciación como la que hacen otros lectores que ven una relación lésbica entre Violet, la compañera del internado, y la autora.
En cuanto a los personajes, no he llegado a empatizar con ninguno de ellos. Lo único que esta lectura me ha inspirado es una tristeza distante por la autora y más cercana por el amante al que ni siquiera concede un nombre. Para mí, esto no es más que un síntoma de que ella lo utiliza sin más. Creo que el joven asiático se enamoró profundamente de ella y luchó por retenerla a su lado, a pesar de la expresa prohibición de su padre. Temía que la joven lo abandonara, pero ella tenía otro pensamiento en mente. Si se arrepintió de actuar así es algo que tendrás que comprobar al leer el libro.
Como decía más arriba, en esta novela se hace un repaso a su adolescencia y a sus relaciones familiares a golpe de recuerdos de ahí la forma de estructurar el libro usando párrafos y fraseos cortos que evidencian el vaivén de esas reminiscencias que van y vienen, sin orden ni concierto y de ahí los diferentes flashbacks que pueblan las páginas del libro. Cierto es que cuesta un poco adaptarse a la novela porque estamos tan acostumbrados a una introducción, nudo y desenlace, que la forma de narrar de Duras nos parecerá laberíntica, pero también es cierto que ella ha sido fiel a la espontaneidad, dejándose llevar por sus recuerdos sin ataduras ni formalismos. Resulta original.
Y original también es el cambio de voz narrativa al que asistimos. La autora juega con la primera y la tercera persona en función de los hechos narrados, acercando al lector justamente en los momentos en los que ella necesita llamar nuestra atención y conectar brutal y directamente con nosotros.
A lo largo de la reseña creo que he dejado claro que no ha resultado una lectura fácil pero sí interesante. Considero que El amante es una buena lectura para aquellos lectores que deseen, en primer lugar, conocer de primera mano parte de la vida de esta conocida autora y, en segundo, adentrarse en nuevas experiencias narrativas.
Antes de marcharme. Muchos sabréis que existe una adaptación cinematográfica de esta novela. Yo no la he visto aún pero me han llegado a comentar que, como suele ser habitual en estos casos, se pierde buena parte de la esencia del libro.
Y original también es el cambio de voz narrativa al que asistimos. La autora juega con la primera y la tercera persona en función de los hechos narrados, acercando al lector justamente en los momentos en los que ella necesita llamar nuestra atención y conectar brutal y directamente con nosotros.
A lo largo de la reseña creo que he dejado claro que no ha resultado una lectura fácil pero sí interesante. Considero que El amante es una buena lectura para aquellos lectores que deseen, en primer lugar, conocer de primera mano parte de la vida de esta conocida autora y, en segundo, adentrarse en nuevas experiencias narrativas.
Antes de marcharme. Muchos sabréis que existe una adaptación cinematográfica de esta novela. Yo no la he visto aún pero me han llegado a comentar que, como suele ser habitual en estos casos, se pierde buena parte de la esencia del libro.
Lo tengo apuntado, porque me resulta interesante, gracias por la reseña, besotes
ResponderEliminarUna novela de pocas páginas pero intensa. Tomo nota de ella. Besos.
ResponderEliminarYa he comentado en las otras reseñas que creía haberlo leído pero empiezo a dudar así que lo mejor será que me acerque a esta historia de nuevo porque creo que si lo leí anteriormente, no fue el mejor momento
ResponderEliminarBesos
Me ha gustado más tu reseña de lo que me gustó en su día el libro. Que no me disgustó pero tampoco me emocionó, la verdad. También ví la película que no estaba mal
ResponderEliminarBesos
Yo no la he leído, pero es una de esas novelas que siempre quiero leer y al final no lo hago. A ver si espabilo :)
ResponderEliminarBesos!
Vaya reseña más completa. No he leído este libro pero si que quiero hacerlo, tengo curiosidad aunque no sé si finalmente será de mi estilo pero es tan conocido que se me hace irresistible.Ya te contaré qué tal ya que ahora tras tu reseña sé lo que se puede esperar de él.
ResponderEliminarBesos!
Hace mucho que he leído esta novela, pero coincido en muchas de tus apreciaciones
ResponderEliminarTenia muchas ganas de leerlo y participar en esta lectura, pero no he podido, lo leeré seguro algún día ;D
ResponderEliminarUna lectura difícil, muy intensa y triste. En estos momentos de tanto trabajo lo que necesito son más bien lecturas con las que evadirme fácilmente. Besos.
ResponderEliminaroye, que buena pinta tiene. No me había parado nunca a investigar sobre esta novela, pero me ha gustado.
ResponderEliminarGracias.
Un beso.
Yo leí este libro hace tiempo pero no sé, ni me gustó ni me disgustó. La verdad es que esperaba mucho y quizá me decepcionó un poco. Pero después de leer tu reseña me dan ganas de releerlo.
ResponderEliminarNo sé si termina de convencerme, pero tampoco lo descarto... No tiene mala pinta.
ResponderEliminarBesos!
Lo leí después de ir al cine a ver la peli, decir que como adaptación no está mal pero quizás se queda demasiado en la relación amorosa y es más difícil ver esa historia entre líneas ya que no te puedes detener. El libro me gustó pero tampoco me entusiasmó, de hecho no he leído más de la autora.
ResponderEliminarBesos
Un pequeño gran libro salvaje e indómito, una pequeña obra maestra que rebosa la intensidad de su autora, justo estaba pensando en releerlo, la película es un bodrio. Besos, Marisa :)
ResponderEliminarUna reseña muy buena! Tendré en cuenta que no es precisamente ligera de leer esta novela, pero la subrayo entre mis pendientes.
ResponderEliminarBesotes!!!
Me lo recomendarán hace muchos años pero sólo vi la película, lo poco que recuerdo es que no me gustó, pero posiblemente el libro sea mejor,
ResponderEliminarbesucus
Pues la verdad es que tengo muchas ganas leer este libro, aunque tu reseña me ha asustado un poco, jeje. Gracias por participar. Un besote!
ResponderEliminarLa tengo pendiente y la leeré peor tengo que buscarle el momento que ahora se me haría pesada seguro.
ResponderEliminarUn beso!
Creo que la dejaré pasar, no me resulta una lectura muy atractiva.
ResponderEliminarUn beso.
Hoy coincides con Carmen en la reseña. Como he comentado allí leí este libro hace muchos, demasiados, años y creo que no lo disfruté lo suficiente probablemente por mi inmadurez de entonces, la de ahora ya es otra cosa jajajaja. Besos
ResponderEliminarYo la considero un obra maestra. De acuerdo contigo en eso desdoblamiento de personalidad. Yo lo interpreto, si embargo, de forma diferente, no tanto como una manera de acercar al lector sino más bien como un modo de distanciarse del "personaje". Un placer compartir opiniones...
ResponderEliminarUn abrazo,
Qué reseñón, Marisa :D Pero me ha parecido muy acertado todo tu comentario, hace tiempo que leí este libro (bastante tiempo), así que hablo desde un difuso recuerdo, y el recuerdo me dice cosas que comentas, que no es una lectura fácil, que es difícil empatizar con los protagonistas, que hay cierta distancia (no sé si decir frialdad...). Cuando falleció el amante (real), Duras escribió no sé si decir una reedición de El amante, o una versión extendida, no lo sé... recuerdo que se llama "El amante de la China del Norte". por si quieres más ;)
ResponderEliminarGracias Marisa. Besos!
Hola!
ResponderEliminarA pesar de que es una excelente reseña, no es muy de mi estilo :S
Besitos, Place of Dreams^^
Venía precisamente de comentarla en el blog de Carmen y anotármela.
ResponderEliminarNo es que sea mi tipo de lectura y, desde luego, no todos los momentos me piden lectoras íntimas, autobiográficas, que casi siempre me resultan más difíciles. Pero aquí hay varios elementos que me llaman mucho la atención y puede merecer la pena. Para ir poco a poco con ella, no la descarto en absoluto.
Mil gracias por la reseña, completísima como siempre :)
Besotes!
Pues no me llama demasiado, así que de momento voy a dejarlo pasar.
ResponderEliminarSaludos.
Siempre (o casi siempre) suele perderse la esencia del libro en las adaptaciones... pero te la recomiendo, a mí me gustó mucho =)
ResponderEliminarBesotes
Con una reseña así sólo puedo añadir que disfruté mucho de esta lectura.
ResponderEliminarQue me impactó porque además fué.
Besos
Recuerdo que la lectura fue algo sensorial, que me dejó pensando y jugando con las sensaciones, como si estuviera de resaca. Gracias por recordármelo.
ResponderEliminarBesucos.
Como comentas, es una novela para masticar bien y tranquilamente. A mí me ha gustado meterme en la mente de esta autora tan caótica, pero es verdad que esperaba más, y en ese sentido, no me ha llenado su lectura tanto como esperaba.
ResponderEliminarUn beso!