Autor
Julia Navarro (Madrid, 1953) es periodista y ha trabajado a lo largo de su carrera en prensa, radio y televisión. Es autora de los libros de actualidad política Nosotros, la transición; Entre Felipe y Aznar; La izquierta que viene y la Señora presidenta. Con su primera novela, La Hermandad de la Sábana Santa, obtuvo un espectacular éxito y alcanzó los primeros puestos de ventas tanto en España como en el extranjero. Con sus siguientes novelas, La Biblia de Barro, La sangre de los inocentes y Dime quién soy, confirmó su éxito de público y crítica. Los cuatro títulos han vendido hasta la fecha más de tres millones y medio de ejemplares en todo el mundo y se han publicado en treinta países, entre ellos, Italia, Alemania, Portugal, Rusia, Corea, Japón, China, Reino Unido o Estados Unidos. Sus novelas han sido merecedoras de distintos galardones: Premio Qué Leer a la mejor novela española de 2004, VIII Premio de los lectores de Crisol, Premio Ciudad de Cartagena 2004, Premio Pluma de Plata de la Feria del Libro de Bilbao 2005, Premio Protagonistas de Literatura y Premio Más Que Música de los Libros 2006.
Para más información puede consultar la web de la autora:
www.julianavarro.es
http://www.facebook.com/Julia.Navarro.Oficial
Una extraordinaria novela de personajes inolvidables cuyas vidas se entrelazan con momentos clave de la Historia, desde finales del siglo XIX hasta mediados del XX, y que recrea la vida en ciudades tan emblemáticas como San Petersburgo, París o Jerusalén.
Dispara, yo ya estoy muerto es una historia llena de historias, una gran novela que esconde dentro muchas novelas, y que, desde su enigmático título hasta su inesperado final, alberga más de una sorpresa y emociones a flor de piel.
En el año y medio de existencia que llevo en la blogosfera, esta bitácora sólo me ha aportado parabienes. Leer, aprender leyendo, conocer personas, descubrir libros y autores,... Un universo amplio y maravilloso que ha ido enriqueciendo la vida de esta humilde lectora, despertando cada día con una nueva ilusión.
A principios de verano, cuando tuve noticias de la inminente publicación de la nueva novela de Julia Navarro (Dispara, yo ya estoy muerto) soñé con conocerla y entrevistarla. Hoy puedo decir que los sueños a veces se cumplen y con esta entrada lo constato.
La entrevista que os traigo hoy es todo un hito para mí. He seguido la trayectoria de esta autora desde que publicó su primera novela, La Hermandad de la Sábana Santa (Plaza & Janés, 2004) y con satisfacción puedo decir que he leído todas sus obras. Bueno, todas menos una, La sangre de los inocentes, que más temprano que tarde también caerá.
Os dejo con la entrevista que Julia ha concedido para este blog, dando las gracias desde aquí tanto a la autora por su amabilidad como a las personas que han hecho posible este encuentro.
Marisa G.- Julia, tú escribes novelas de mucho peso, no solamente en cuanto a las historias que narras, que son como largos viajes, sino también por la extensión de tus obras. Desde La Hermandad de la Sábana Santa con 528 páginas hasta el libro que nos ocupa hoy, Dispara, yo ya estoy muerto, con 912, pasando por las restantes que también son igualmente voluminosas. Tengo la impresión que te gusta tanto escribir que no te pones cortapisas de ningún tipo.
Julia N.- No, yo escribo las historias en el espacio que creo que necesitan. No pienso nunca si estoy escribiendo largo o corto. Es más, yo creo que todos hemos tenido libros en las manos de cien páginas que se nos han hecho insoportablemente pesados y tienes libros de mil quinientas que dices, «por favor, por favor, que no se termine nunca». No me preocupa si una novela tiene mil páginas o no. Nunca me ha preocupado.
Cuando estaba escribiendo La Hermandad de la Sábana Santa me pasó una cosa que tiene que ver con el hecho de que yo no sepa nunca cuántas páginas llevo escritas. Yo soy un desastre para la informática y no sé dónde dí que de repente mi ordenador dejó de paginar y hasta que no lo terminé y mi hijo me lo paginó no me enteré realmente de cuántas páginas había escrito. Y a raíz de ahí no quise paginar más porque sentía que escribía mucho más relajada sin la presión de saber cuántas páginas llevaba. Así que escribo sin esa presión, de manera que hasta el último día no me entero de cuánto he escrito.
Supongo que la editorial se asusta. Ahora les doy el texto en un pendrive pero antes se lo llevaba en papel y ver la cara de mi editor... Pero bueno, es mi forma de escribir.
M.G.- En Dispara, yo ya estoy muerto, nos hablas de dos familias, una judía y otra árabe que a pesar de la amistad que les une se ven inmersos en los orígenes del conflicto árabe-israelí. He notado que profundizas en las cuestiones políticas o históricas lo justo para entender las circunstancias que rodean a las dos familias. Entiendo así que has querido dar más importancia a las relaciones personales, ¿no?
J.N.- Sí, es un libro de personajes, de la historia de unos personajes, y lo que es la gran Historia es el telón de fondo, es el escenario sobre el que coloco a mis personajes. Yo no he querido escribir un libro histórico, ni sobre el conflicto árabe-israelí. He querido escribir un libro sobre el conflicto de unas personas que se encuentran en un lugar determinado en una época determinada y que sufren las consecuencias de las decisiones tomadas por otros.
Es verdad que para contextualizar bien tienes que hacer una labor exhaustiva de documentación. Para que ese telón de fondo sea creíble tienes que hacer una labor bastante intensa de documentación.
Esta ha sido mi intención aunque también he aprendido algo a lo largo de los años, que la novela es de cada lector y cada lector hace una lectura absolutamente distinta. Cada lector es un mundo.
M.G.- Sin embargo, y a pesar de no tratarse de una novela histórica, te confieso que tu novela me ha ayudado mucho a entender mejor todo lo que ocurre en Oriente Medio.
J.N.- Sí, leyendo se aprende, claro. Sobre todo porque de las consecuencias de la Primera Guerra Mundial y de la Segunda Guerra Mundial tenemos unas ideas muy europeas. Pero quizás es novedoso que esta novela esté escrita desde Oriente, desde otro lugar. No hay tantas novelas que se hayan escrito desde ese periodo y desde allí, desde el otro lado de la orilla del Mediterráneo.
M.G.- Lo que también me sorprende mucho Julia que no te posiciones jamás, te mantienes siempre en un territorio neutral. Imagino que tú tendrás tu propia opinión al respecto pero has preferido dejarla al margen.
J.N.- Yo siempre estaré al lado de la gente que sea más débil, que la persigan y que lo pase mal pero en esta novela, y en estos momentos, los palestinos son las grandes víctimas. Eso es innegable. Pero yo no quería hacer una novela política, ni una novela sobre el conflicto y por eso la termino en 1948. Yo quería hacer una novela sobre el conflicto de los personajes y por eso he hecho un ejercicio de alejamiento, de dar voz a las dos familias para no posicionarme y para que mis ideas personales no estuvieran en el libro, de manera que los lectores al final empaticen con ambas familias. Esto es lo que yo pretendía y afortunadamente, creo que lo he conseguido porque son muchos los lectores que me han escrito para decírmelo.
M.G.- Y siendo una novela de personajes y una historia por la que transitan tantos nombres te confieso que he tenido que ir anotando en una libreta el quién es quién, dibujando mis propios árboles genealógicos...
J.N.- Fíjate, estoy pensando en decirle a la editorial, si hay próximas ediciones, que incluyan algo así porque muchos lectores me han dicho, al igual que tú, que se han tenido que hacer sus propios gráficos. Yo lo tengo muy claro. Ellos son mis criaturas. Es como el que tiene familia numerosa, sabe perfectamente quién es quién, pero claro para los lectores es diferente.
M.G.- En cuanto a los personajes, me gustaría recalcar que algunos me han parecido muy significativos. Por ejemplo, hay un personaje femenino de la rama judía, estoy hablando de Kassia, la esposa de Jacob, cuya opinión se tiene muy en cuenta en esa comunidad agrícola en la que vive y la parte árabe, como Ahmed, se sorprende de ese poder que ella tiene.
J.N.- Las primeras pioneras que venían del imperio ruso eran mujeres que habían tenido una gran importancia dentro de su sociedad, bastante matriarcal. Sobre ellas recaía todo el peso de la familia por lo tanto no es algo tan raro en el mundo judío. Muchas de las mujeres que llegaban con sus maridos huyendo de los pogromos de los zares, eran mujeres militantes de izquierda, eran mujeres absolutamente liberadas para la época, tenían personalidad y voz propia. Kassia a mí me recuerda a algunas mujeres judías de origen ruso que yo he conocido en Israel. Es un personaje que me lo ha inspirado muchas judías rusas, ya mayores, que yo he conocido en Israel o que me han hablado de sus madres o abuelas. Para una sociedad totalmente rural, como era la sociedad musulmana, encontrarse con este tipo de mujer era todo un shock, es como si ahora nosotras nos fuéramos a Arabia Saudita, igual.
M.G.- Y Samuel, es un personaje que evoluciona mucho ¿no? Desde pequeño rechaza el judaísmo.
J.N.- Sí, yo he conocido también judíos así. Muchos consideraban como una carga el hecho de ser judíos y Samuel es un personaje que desde pequeño siente que su religión lo único que le acarrea son problemas, por lo que lucha constantemente contra su destino. Samuel lucha contra la naturaleza de ser judío, una naturaleza que le marca y que determina totalmente su vida.
M.G.- Pero cuando llega a Jerusalén quizás llega a aceptar más su credo, ¿no?
J.N.- Yo creo que no. Yo creo que Samuel es una persona que se va moviendo dependiendo de los acontecimientos. Es una persona descreída, no es un judío practicante,... Es una persona que está en una permanente búsqueda de sí mismo y que se va acomodando a lo que le va tocando vivir. Termina por vivir como un judío y muere por ser judío pero sin embargo se pasa su vida combatiendo el ser judío. Lo que pasa es que cuando llega a Jerusalén es un homenaje que le hace a su padre.
M.G.- La Huerta de la Esperanza es el territorio en el que las dos familias, los judíos y los árabes, conviven. Se llevan bien, se ayudan, lloran y ríen juntos... La cosa no parece tan complicada, ¿por qué entonces es tan difícil trasladar esta convivencia cordial al resto del país?
J.N.- Es que en aquella época era así. Cuando llegan las primeras migraciones de judíos rusos, polacos, lituanos,... a Palestina la convivencia era absolutamente normal como lo había sido siempre. Palestina era una provincia del imperio turco donde había judíos y había musulmanes. Los judíos no cayeron de repente del cielo, es que vivían allí y tenían relaciones normales. De hecho, había fiestas judías en la que participaban los musulmanes y viceversa. Tenían problemas como pueden tener los vecinos. El problema entre judíos y palestinos no es un problema religioso sino que es un problema político.
Jerusalén |
Los grandes perseguidores de judíos han sido los europeos. Desde que Tito arrasó Jerusalén, que entonces era la capital de Judea y ésta era una provincia del imperio romano díscola, los europeos nos hemos dedicado a perseguir a los judíos por tierra, mar y aire. Ellos nunca han tenido problema con los musulmanes. Entre los judíos y los musulmanes nunca ha habido un problema religioso. Es más, cuando el resto de Europa perseguía a los judíos, donde ellos sentían acomodo era en países musulmanes. Las comunidades judías de Damasco o de Bagdad o El Cairo,... eran comunidades absolutamente potentes. Los judíos vivían tranquilamente sin ningún tipo de problema, totalmente integrados en esas sociedades, lo único que les hacían era pagar un impuesto pero nada más. El problema entre judíos y palestinos es un problema del año 48, no es un problema anterior.
M.G.- También los británicos pusieron bien de su parte para que surgiera este conflicto.
J.N.- Claro. El conflicto se debe al resultado de la Primera Guerra Mundial. Palestina hacía 500 años que era una provincia del imperio otomano y cuando este imperio se deshace como resultado de la Primera Guerra Mundial, las grandes potencias, que en ese momento son Inglaterra y Francia, deciden que se reparten el mapa de Oriente y Palestina pasa a estar bajo el Protectorado británico. Las potencias tomaron una serie de decisiones que han afectado hasta el día de hoy.
M.G.- No sé si son impresiones mías o realmente es así pero me da la sensación de que los hijos son más radicales que los padres.
J.N.- Claro porque cuando los padres son amigos no hay un conflicto político. El único afán de cada uno es sacar los frutos de la tierra y sobrevivir en el día a día. Son los hijos que como consecuencia de las cosas que están pasando se sienten obligados a adoptar una posición debido a las decisiones tomadas por otros. Están obligados a estar en bandos, en posiciones diferentes.
J.N.- Claro porque cuando los padres son amigos no hay un conflicto político. El único afán de cada uno es sacar los frutos de la tierra y sobrevivir en el día a día. Son los hijos que como consecuencia de las cosas que están pasando se sienten obligados a adoptar una posición debido a las decisiones tomadas por otros. Están obligados a estar en bandos, en posiciones diferentes.
M.G.- Con respecto a las posiciones enfrentadas, a mí me parece que la parte judía siempre se ha mostrado más abierta al diálogo y a encontrar una solución que los árabes. ¿Esto es así?
J.N.- Lo primero, judíos siempre ha habido en Palestina. Desde el principio de los tiempos, como cuenta la Biblia, siempre ha habido judíos. Palestina era siempre del último conquistador que pasaba por allí. Ha sido de los romanos, de los cruzados,... De todo el que pasaba por allí y en los últimos años ha sido de los otomanos. Esto en primer lugar.
En segundo lugar, cuando empieza a haber una emigración importante de judíos rusos que huyen de los últimos pogromos de los zares, del zar Alejandro III, llegan muchos de ellos con ideas socialistas, comunistas, anarquistas,... En el pensamiento de izquierdas, el antinacionalismo es una constante. La gente de izquierdas tiene una visión global. Los problemas de los trabajadores es de todos. No importa que tú seas sueco, el otro coreano y el otro de Jerez. Todos tenemos los mismos problemas. Ellos querían conseguir una sociedad con todos los que estaban allí y al principio, muchos de los primeros pioneros lo que querían era hacer posible un Estado judeo-palestino, una vez que cae el imperio otomano. No tenían la idea de hacer un Estado exclusivo para ellos. Bueno, algunos sí, los más radicales, pero otros pensaban en hacer un Estado en el que estaban todos, una vez que los turcos habían perdido la guerra. En principio no era una cuestión de echar a los árabes para quedarse ellos.
M.G.- ¿Y tú crees Julia que este conflicto tiene solución?
J.N.- Yo creo que no hay más remedio que encontrar una solución porque es que ellos viven allí, están allí y tienen que entenderse. Alargar en el tiempo el sufrimiento no conduce absolutamente a nada sino a que haya más y más generaciones perdidas. Israel es una realidad, es un hecho consumado y eso ya no se va a cambiar. Ahora Israel tiene que dar el paso de reconocer que Palestina tiene que ser otra realidad y que los palestinos tienen que tener su propio Estado.
Las Naciones Unidas aprobó la partición e Israel ya existe, pero ahora tiene que existir Palestina. Los israelitas no pueden seguir negando y retrasando lo que tiene que ser, que Palestina tiene que existir.
M.G.- Pero mientras sí, mientras no el tiempo va pasando...
J.N.- Claro y las cosas se empeoran y los asentamientos lo hacen todo más difícil. Hay tres problemas fundamentales: Jerusalén, la vuelta de los refugiados y las fronteras, es decir, ¿cuáles son las fronteras de unos y de otros? Entonces, en esa negociación tienen que perder los dos.
M.G.- Ceder, ¿no?
J.N.- Ceder y perder. Ambas partes tendrán que perder. Pero yo creo que es mejor ceder algo a seguir así. Desde el punto de vista bélico, Israel podrá ganar todas las guerras, pero desde el punto de vista moral, es insoportable que tus vecinos no tengan ningún futuro, sus hijos no tengan ninguna esperanza mientras los tuyos tienen un país, tienen esperanza y tienen futuro.
M.G.- Julia, ¿cómo se documenta un escritor para narrar una historia como ésta?
J.N.- Pues leyendo muchísimo. Sobre todo leyendo libros de historia y ensayo. Cuando tengo la idea clara de este libro y se dónde lo voy a situar,... lo que hago es irme a las librerías y empezar a comprarme libros de historia y ensayo para empaparme bien y poder hacer un buen escenario porque, insisto, es una novela de personajes pero, para que no haya anacronismos, el escenario histórico tiene que estar bien dibujado. También hecho mano de internet pero fundamentalmente lo que hago es leer.
M.G.- Tu novela consta de 15 capítulos con un final totalmente sorprendente. Creo haber escuchado en otra entrevista que el último capítulo es el primero que escribes, ¿estoy en lo cierto?
J.N.- Sí, sí, así es. Yo no me siento a escribir la novela hasta que no la tengo totalmente estructurada, hasta que no tengo claro cómo empieza y cómo termina y la verdad es que, hubo un momento en el que estaba pensando tanto en el último capítulo, estaba tan obsesionada con él, que me dije que lo tenía que escribir en ese momento, tal y como lo estaba viendo porque si esperaba al final (he tardado tres años en escribir esta novela) seguramente no hubiera salido como lo estaba visualizando en aquel momento.
M.G.- Pues ese último capítulo es totalmente impactante porque no te esperas el desarrollo de los acontecimientos.
J.N.- No, ese final no se lo espera nadie. No lo cuentes, ¿eh?
M.G.- Noooo, para nada (risas). Pero se me ocurre una pregunta interesante, viendo tus novelas, ¿no te han planteado nunca llevarlas al cine o hacer una miniserie?
J.N.- La verdad es que sí ha habido algunas productoras que se han acercado interesadas pero también es verdad que mis libros transcurren en muchos lugares distintos y son muy caros de hacer. En alguna ocasión he hablado con alguna productora interesada, se ha reunido conmigo, con la editorial y nos hemos sentado pero para hacerlo con un mínimo de rigor la serie saldría muy cara.
M.G.- Pero, ¿te gustaría que se llevara?
J.N.- Si se lleva, estupendo pero no es algo en lo que yo piense ni que me preocupe. Yo escribo, de manera que yo a quien me dirijo es a los lectores. Si algún día tengo la suerte de que haya un proyecto y se lleve a televisión o al cine, estaré encantada pero si no pasa, pues no pasa.
M.G.- Julia, pues yo te voy a trasladar un pensamiento de un lector tuyo. Yo sé que cuando publicaste La Hermandad de la Sábana Santa, se escucharon comentarios que te comparaban con Dan Brown, pero yo conozco un lector de tus novelas que piensa que tú eres para la narrativa española lo que Ken Follet es para la narrativa extranjera. ¿Tú qué piensas de esta opinión?
J.N.- Pues se lo agradezco mucho porque Ken Follet es un gran escritor y una persona que ha tenido un éxito internacional importantísimo. Yo creo que tengo una voz propia, que no tengo nada que ver con Ken Follet porque él hace novela histórica, tiene una forma de trabajar distinta a la mía o yo distinta a la de él, pero vamos estoy encantada que piense así. Es verdad que cuando salió La Hermandad de la Sábana Santa coincidió en el tiempo con la publicación de la novela de Dan Brown y fue como una especie de locura porque en ese momento todo el mundo comparaba todo con Dan Brown y yo siempre digo lo mismo, el que se haya leído La Hermandad de la Sábana Santa no puede sostener ni un minuto que yo tengo algo que ver con Dan Brown. O no lo han leído a él o no me han leído a mí porque de otro modo es imposible hacer ese paralelismo.
M.G.- Antes comentabas que has tardado tres años en escribir este libro y hace tres años publicaste Dime quien soy, ¿comienzas a escribir inmediatamente tras la publicación de una novela?
J.N.- Bueno, ten en cuenta que desde que terminas el libro hasta que el libro sale pasan unos meses. El libro, tras la entrega, pasa por varios procesos, hay que editarlo,... Pasan un tiempo hasta que un libro está en la calle, de manera que, cuando el libro llega a las librerías yo ya me he puesto a trabajar en el siguiente. Escribir es un trabajo, yo me lo tomo como un trabajo. Este es mi trabajo. Cuando termino de escribir un libro empiezo a pensar en el próximo.
M.G.- ¿Y ya lo tienes en mente?
J.N.- Lo tengo en la cabeza, lo estoy estructurando,... No me sentaré a escribirlo todavía, de momento estoy cogiendo documentación. Un libro no es sentarse a escribir hay que tener claro su estructura, tenerlo escrito en la cabeza, saber cómo empieza y cómo termina. Sobre este que estoy pensando tengo claro cómo empieza pero aún no sé cómo termina.
M.G.- Julia, pues espero que sea otro éxito como el resto de tus novelas. Te agradezco muchísimo que nos hayas atendido.
J.N.- A vosotros.
Hasta aquí la entrevista que tan amablemente nos ofreció Julia Navarro. Off the record estuvimos comentando la labor que realizan los blogs literarios. Fue muy gratificante para mí, al igual que lo será para vosotros, escuchar a una escritora de la envergadura de Julia Navarro alabar el trabajo altruista, desinteresado y exento de presión que realizamos. Según sus palabras, los blogs son rincones virtuales en los que se puede encontrar una opinión sincera sobre las novelas, independientemente de si la opinión es positiva o negativa.
Obviamente somos muchos los que estamos de acuerdo con sus palabras pues, por regla general, nuestras bitácoras sólo pretenden exponer una opinión personal sin otro ánimo que el de compartir lecturas.
Por último, quisiera mostraros la dedicatoria tan bonita que me escribió. Unas líneas con un mensaje de futuro.
Marisa, gracias por haber leído esta novela que quiere ser un grito contra la guerra y la intolerancia. Con afecto sincero, un abrazo. Julia Navarro. |
Espero que os haya gustado la entrevista.
Pedazo de entrevista!! Menos mal que no quería hacer novela histórica, en ese aspecto yo creo que al principio sí que tiene más peso la trama pero hacia el final la parte histórica se impone. Estoy de acuerdo en que Samuel es un renegón. Y tiene razón, más les vale asumir lo que tienen que perder y arreglarse de una vez.
ResponderEliminarMe alegro mucho de que consiguieras esta entrevista.
Besotes
Como siempre una entrevista espectacular, esta vez sobre todo me alegro por ti, por cumplir un sueño y por compartirlo. Besos
ResponderEliminarEnhorabuena por la entrevista porque es fantástica. Tiene que ser toda una experiencia, qué envidia. A mí esta autora me gusta mucho aunque aún tengo sin leer algunos de sus libros, el último entre ellos y estoy deseando hacerme con él aunque ahora casi que espero a ver si incluyen los gráficos, que siempre son de mucha ayuda en este tipo de novelas
ResponderEliminarbesos
Enhorabuena por la entrevista, siempre es agradable conocer un poco más a quiénes escriben nuestros mundos de sueños.
ResponderEliminarUn beso
Una entrevista muy buena!!! Gracias por acercarnos a Julia Navarro un poquito más :)
ResponderEliminarEntrevista completa, interesante, intensa y amena.
ResponderEliminarUn saludo.
Buenoooooooo que suerte poderla entrevistar en vivo y en directo wapa, que envidiaaaaaa, ya no se si de la sana. Bromas aparte una buena entrevista, y como ahora estoy leyendolo tomaré en cuenta lo de hacer el arbol genealogico.
ResponderEliminarbesotes
Una gran entrevista a una gran escritora. Cada vez haces mejor las "intervius".
ResponderEliminarUn beso.
Impresionante!
ResponderEliminarTe felicito por la entrevista.
Un buen trabajo, sí señor!!!
Besos!!!
Felicidades, Marisa. Todo un lujo compartir un momento así con una autora de la categoría de Julia Navarro. La entrevista es muy interesante. Me llamó la atención que, si no he entendido mal, empiece a escribir una novela por el último capítulo. Chapeau. Besos.
ResponderEliminarPaco lo de escribir el último capítulo en primer lugar sólo lo ha hecho en esta novela. Lo tenía claro en su mente y antes de dejar pasar más tiempo quiso empezar a escribir precisamente por ese último capítulo. Me alegro que te haya gustado. Besotes.
EliminarMAGNÍFICO!! (en mayúsculas, en mayúsculas!!). Extraordinaria entrevista, tanto por parte de la entrevistada como de la entrevistadora. No he leído el libro aún, cuando lo haga volveré aquí a leer la entrevista de nuevo porque sé que me dirá cosas nuevas.
ResponderEliminarBesos y muchísimas gracias!
Muchísimas felicidades por ese sueño cumplido y por esta gran entrevista! Me ha gustado acercarme un poquito más a esta autora.
ResponderEliminarBesotes!!!
Una entrevista genial. Me gusta mucho Julia Navarro, me gusta escucharla
ResponderEliminarBesos
Entrevistaza!! Y además bien completita :)
ResponderEliminarYo tengo aún pendiente animarme con algo de Julia, lo confieso. Es de esas autoras que me han recomendado pero a las que no termino de acercarme.
Un besín!
Te luces siempre, ya lo sabes y esta vez con historia pura y dura en la entrevista. Me han encantado las respuestas de Laura, ha dicho cosas muy claras, cosas de esas que ya sabes que me importan jejeje. Genial trabajo como siempre. Un beso :)
ResponderEliminarEnhorabuena por la entrevista. Yo estoy deseando leer el libro.
ResponderEliminarEnhorabuena por esta entrevista tan completa e interesante. A Julia se la ve una mujer muy agradable y cercana, me encanta cuando los autores son así.
ResponderEliminarBesotes
Gracias a tod@s por vuestros comentarios. Pediros disculpas por no contestar a todos los comentarios y encima hacerlo tan tarde pero el tiempo apremia y a mí me faltan horas al día. Espero que sepáis disculparme. Besos.
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