EL BOLÍGRAFO DE GEL VERDE de Eloy Moreno.

Autor

Aquí debería escribir mi fecha y lugar de nacimiento, mi historial literario y una pequeña biografía.

Creo que no es necesario. Para mí, lo importante es haber conseguido que esta novela salga a la luz. Lo demás es secundario. Espero que la disfruten.

Estaré encantado de que me hagan llegar cualquier comentario sobre la novela. Pueden hacerlo a través de:

www.elbolígrafodegelverde.com

Sinopsis

Superficies de vida:
Casa: 8 m2
Ascensor: 3 m2
Garaje: 8 m2
Empresa: la sala, unos 80 m2
Restaurante: 50 m2
Cafetería: 30 m2
Casa de los padres de Rebe: 90 m2
Casa de mis padres: 95 m2
Total: 445 m2

¿Puede alguien vivir en 445 m2 durante el resto de su vida? Seguramente sí, seguramente usted conocer a mucha gente así. Personas que se desplazan por una celda sin estar presas; que se levantan cada día sabiendo que todo va a ser igual que ayer, igual que mañana; personas que a pesar de estar vivas se sienten muertas.

Ésta es la historia de un hombre que fue capaz de hacer realidad lo que cada noche imaginaba bajo las sábanas: empezarlo todo de nuevo. Lo hizo, pero pagó un precio demasiado alto.

Pero si de verdad usted quiere saber cuál es el argumento de esta novela, mire su muñeca izquierda; ahí está todo.

Esta novela no ha sido galardonada con ningún conocido premio literario; ni siquiera con uno desconocido.

–—˜™–—˜™–—˜™–—˜™–—˜™–—˜™–—

¿Qué os sugiere la imagen de la cubierta? ¿Qué nos permite intuir? Un hombre sentado sobre el filo de una balaustrada, con la cabeza agachada y entre sus manos es sinónimo de desesperación y agobio, sentimientos que son fácilmente identificables en la que fue la primera novela de Eloy Moreno.

A modo introductorio el autor nos conduce a la infancia de un par de amigos que solían gastar parte del verano en la casa solariega de la familia de uno de ellos y la otra parte en la casa pirinaica de la familia del otro. Eran uña y carne. Amigos de verdad, de los de para toda la vida, pero un incidente-accidente rompe la amistad de los chavales y la de sus padres de forma abrupta. La amistad se diluye también con la ayuda del paso del tiempo y si antaño se consideraban casi hermanos, después pasarán a ser meros conocidos. Aunque la edad adolescente los invita a un acercamiento, el mal ya está hecho y nada volverá a ser lo de antes. 

Pero, como os he dicho, esto es sólo una introducción. El punto inicial del argumento se sitúa en el momento más desastroso de la vida del narrador. Un punto vital en el que lo ha perdido todo, o al menos, eso es lo que él cree. En esta tesitura, el narrador reflexiona sobre su vida, nos trae ese pasaje introductorio del que os hablaba en el párrafo anterior y enlaza una reflexión con otra sobre el discurrir de su vida.  Su entorno laboral y familiar serán los dos centros de atención. Conoceremos a sus compañeros de trabajo, especialmente a Sara, con quien mantendrá una relación más sincera y entre ellos surgirán las confidencias. Rafa, Juanjo, José Antonio,... también tendrán algo que aportar a la trama. 

En cuanto a su vida conyugal, sabremos que está casado con Rebe, una mujer deseada por varios hombres pero que al final él supo conquistar y ganar para sí, con quien tiene un hijo, Carlitos. 

El narrador, del que jamás sabremos su nombre, no es un hombre feliz. Aún teniendo un trabajo que le permite una vida deseada por muchos y aún conviviendo con una hermosa mujer y con un hijo estupendo, nuestro hombre se pierde, dicho metafóricamente, en una vorágine de acontecimientos que él mismo provoca. 

A Eloy le gusta pinchar en los puntos sensibles, por eso esta novela nos hará pensar en el absurdo del consumismo y ese dejarse llevar por las marcas de moda. Pensaremos también en la rutina instalada en el amor, en la dificultad de conciliar la vida laboral y familiar con unos horarios totalmente imposibles, en la importancia de los abuelos en la crianza de los nietos, en los malos tratos, en las amistades que se pierden,...  Todo ello con la búsqueda de un bolígrafo de gel verde como excusa y con el desarrollo de una historia que nos llevará de sorpresa en sorpresa. 

Uno de los pasajes que más me han llegado a impactar es el tratamiento que el autor hace sobre el desgaste de la pareja. Matrimonios o relaciones que, tras varios años de andadura, se han vuelto monótonas, asfixiantes, aburridas,... sin aliciente alguno. Vivimos en un constante correr sin pararnos a contemplar el paisaje que nos rodea y para cuando nos da por observar a nuestro alrededor puede ocurrir que ya sea demasiado tarde. Me he visto reflejada en ese pensamiento del narrador hasta tal extremo de tener que parar de leer para decir una palabra, para hacer una llamada, para enviar un mensaje, para escribir un mail,... 

«Fue, como de costumbre, aquélla, una cena silenciosa. Sólo la televisión era ya capaz de romper el incómodo silencio que se generaba entre dos desconocidos. Apenas algún "¿me pasas el agua?" o "¿tienes tú el pan?" nos servían de vínculo. Apenas algún monosílabo rompía la incomodidad de dos extraños que se conocían, quizás demasiado, quizás hasta el hastío y que, sin causa aparente, ya no se tenían como se tuvieron». [pág. 98]

¿Trabajamos para vivir o vivimos para trabajar? ¿Qué prevalece hoy? Lo que sí es cierto es que el ritmo de vida que llevamos no nos permite disfrutar de las cosas maravillosas que tiene la vida. Cuando el narrador toma conciencia de todo esto ve la frustración y el desencanto instalada en su vida, una vida que no dista mucho de la que todos llevamos y eso es precisamente lo malo.  Cansado de un día tras otro sin motivación alguna concibe un plan para recuperar todo aquello que antes tenía y que, sin saber ni cómo ni cuándo, terminó por perder. El problema está en que dicho plan le llevará a recorrer un camino en solitario en el que sólo le acompañaran sus circunstancias y pensamientos.  

El bolígrafo de gel verde me ha gustado mucho. No voy a faltar a la verdad y por eso tengo también que comentaros que en algún momento, cuando nos acercamos al final, decae un poco el hilo argumental con un giro que, a mi juicio, me pareció demasiado brusco. Aún así, y para regocijo del lector, llegamos a un punto en la trama en la que la tensión se intensifica de nuevo. Quizás el final no ha estado totalmente a la altura del resto de la narración pero he aprendido tanto por el camino de esta lectura, que no puedo decir que esta novela me haya decepcionado, más bien todo lo contrario.

Sinceramente creo que Eloy Moreno tiene gancho, sabe captar la atención del lector, jugar con él, conduciéndolo hacia una bruma en la que nosotros, los lectores, creeremos ver. Eloy sabe mantener la tensión en los momentos clave a lo largo de unos capítulos de carácter eminentemente cortos y escritos con una prosa con cierto puntito poético y no exenta de humor en algunos momentos.

No puedo decir más de lo que ya he dicho. Tenía muchas ganas de leer esta novela desde su publicación y tal y como ya os he comentado, me ha gustado bastante a pesar de ese final que pierde sutilmente fuerza. En mi opinión, El bolígrafo de gel verde es una novela muy recomendable si quieres acercarte al lado más íntimo del ser humano en el que no es difícil reconocerse.