miércoles, 30 de octubre de 2013

APABULLANTE: DRÁCULA DE BRAM STOKER.


Año:1992

Nacionalidad: EE.UU.

Director: Francis Ford Coppola.

Reparto: Gary Oldman, Winona Ryder, Anthony Hopkins, Keanu Reeves, Richard E. Grant, Cary Elwes, Sadie Frost, Tom Waits, Bill Campbell, Monica Bellucci, Jay Robinson.

Premios: 3 Oscars (1992) al mejor vestuario, maquillaje, efectos de sonido. Se llevó tres de cuatro nominaciones.

Género: Terror. Vampiros.

Sinopsis: En el año 1890, el joven abogado Jonathan Harker viaja a un castillo perdido de Transilvania, donde conoce al conde Drácula, que en 1462 perdió su amor Elisabetta. El conde, fascinado por una fotografía de Mina Murray, la novia de Harker, que le recuerda a su Elisabetta, viaja hasta Londres "cruzando océanos de tiempo" para conocerla. Ya en Inglaterra, intentará conquistar y seducir a Lucy, la mejor amiga de Mina.


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Cuando una se topa con un producto en el que prácticamente todos sus elementos gozan de una calidad excelente no cuesta nada reiterar una y otra vez. Esto es lo que me ocurre con el largometraje que os traigo hoy. El Drácula de Bram Stoker lo habré visto una decena de veces y siempre consigo disfrutar de esta película.

El argumento es por todos conocidos. No en vano, ¿cuántas adaptaciones se habrán realizado sobre la obra de Bram Stoker? La lista es bien extensa. La diferencia entre todas ellas es el tratamiento que reciben, la fidelidad al texto, la contextualización,... al margen de toda la parte técnica.

Francis Ford Coppola abre su largometraje con una introducción en la que se nos narra con voz en off la lucha del conde Drácula contra el imperio otomano en 1462. La escenas iniciales cuentan con una nebulosa que las semi oculta, con un juego a contraluz que recrean una especie de teatrillo de títeres. La muerte de su amada Elisabetta, por manos del engaño del hombre, produce en el conde un dolor tan intenso que hará cuestionarse su fidelidad a Dios, así como la misericordia y la bondad de Éste. Decide pues cruzar la frontera de la fe y traspasar hacia el lado oscuro.

En 1897, una pareja de enamorados hacen planes para el futuro. Jonathan Harkers es empleado de una firma de abogados y con motivo de la venta de unos terrenos en Londres viajará hasta Transilvania para formalizar el contrato. Su máximo deseo es encontrar la prosperidad para su amada prometida Mina Murray. Sin embargo, ese viaje supondrá un antes y un después en su vida. Los acontecimientos que se sucederán llevarán a sus protagonistas al borde de la locura.


Pero este Drácula no es un ser tan demoníaco como se podría pensar, ni siquiera diría que es una historia predominantemente de terror. Bajo mi punto de vista, se trata de una película de amor, de ese amor eterno que dura hasta el fin de los tiempos, una película que destaca el reencuentro de las almas afines incluso más allá de la muerte. Es obvio que también posee una fuerte carga vampírica pero el amor tiene un lugar importante en el corazón sin vida de este vampiro. 

La muerte de su esposa, a la que adoraba por encima de todas las cosas, lo conduce a su situación actual y el amor también hará que abandone su castillo para buscar a la joven Mina en Londres. Nuestro Drácula tiene sentimientos, sufre y padece por amor e incluso se sincera y cuestiona su condición. Se podría decir que aún queda en él un resquicio de humanidad, sintiendo arrepentimiento en el momento justo en el que Mina le implora con los ojos que la haga suya. Se desata entonces una lucha en su interior. Su parte animal y su deseo lo empuja a clavar sus colmillos en el blanco cuello de la joven, pero, por otro lado, su amor y su parte más dulce, frena ese impulso salvaje. Las escenas de amor entre Mina y el vampiro son de una belleza onírica absoluta. Esos momentos derrochan amor, ternura, sinceridad, pasión, deseo,... 


Si me paro en las interpretaciones tengo que hacer una pausa en tres de ellas. Gary Oldman consigue transmitir ese aire terrorífico en su faceta de vampiro, obviamente ayudado por un buen maquillaje y un vestuario acorde. Pero también, con su aspecto más humano, adopta esa mirada de misterio, de seducción, que irremediablemente te atrapa. Me gusta la dualidad del personaje, su lucha interna entre el mal y el bien.  

Winona Ryder está estupenda. De alma cándida pasa a ser la esposa del vampiro y en ambos bandos sabe bien lo que tiene que ofrecer. Su personaje es creíble, mostrando una mujer en una encrucijada de la que no sabrá muy bien por qué camino tirar. El corazón puede más que la razón. 

Y el maestro Anthony Hopkins. Eso, un maestro. Creo que desempeña muy bien el papel de doctor obsesionado con la búsqueda de Drácula.


Decía en las primeras líneas de esta reseña que el Drácula de Bram Stoker cuenta con elementos de categoría, hasta tal punto que cada uno de ellos adquiere un papel vital.

Son muchos los detalles que me maravillan de esta cinta y que iré detallando. Para empezar, fijaos incluso en la cartelería. Si ampliáis el cartel de la película podréis observar que está repleto de escenas: las tres siervas de Drácula (por cierto, una de ellas es Monica Bellucci), el profesor Van Helsing antorcha en mano, el amor de Mina y Jonathan, la amistad entre Lucy y Mina,... No creo recordar haber visto un cartel tan elaborado.

La ambientación es magnifica. La recreación de habitaciones propias de siglo XIX, los vestuarios recargados de las damas que, según el momento, se vuelven vaporosos, el castillo del conde Drácula con ese aire desangelado y perdido en los abismos de los Cárpatos, los paisajes nevados, los incendios,... Todo está cuidado al más mínimo detalle y todo consigue transportarte al lugar y a la época en la que se desarrolla la acción. 

El uso de las sombras sobre la pared que se adelantan a los movimientos del vampiro es tremendamente inquietante. Se podría decir que tienen personalidad propia. 

Los efectos visuales no me han parecido excesivamente tecnológicos ni complicados (círculos de fuego, velas que se encienden al paso de los vampiros, brumas de color,...) sin embargo sí creo que están conseguidos y que cumplen su función. De igual modo, quisiera destacar las escenas de transición, escenas que se funden unas en otras para dar paso a otro punto de la acción.

La banda sonora, de la mano de Wojcieh Kilar, es punto y aparte. Si todos los elementos descritos anteriormente tienen un papel preponderante en la película, la música bien podría ser un personaje más. Los temas marcan los ritmos, crean un ambiente tenso en los puntos más álgidos de la trama y acompaña a los gestos de los personajes. A veces no sé qué inquieta más, si las melodías o las escenas.

Si tuviera que ponerle una pega tendría que echar mano de un solo fotograma que en 130 minutos que dura el largometraje es pecatta minuta. El momento en el que el vampiro presiente que llega la muerte, se ve inundado por la misericordia de Dios, recupera su estado humano y exhala su último suspiro. Ese preciso instante, ese último hálito de vida en el que se percibe como Dios y el vampiro se reconcilian hubiera requerido un gesto más trabajado por parte de Oldman. Me pareció demasiado simple.

En definitiva. Sí, al Drácula de Bram Stoker. Sí, a Francis Ford Coppola. Una película recomendable hasta la saciedad, para verla una y mil veces, pues está llena de matices que el espectador debe ir descubriendo en cada visionado.

No puedo más que darle un cum laudem. 


Trailer:






Retos:

  


15 comentarios:

  1. Increíble película, todo un artista Coppola y también una de mis preferidas. Aunque si tuviera que ponerle alguna pega sería ese subtítulo de "de Bram Stoker" (por el que en su mayoría se guían las personas que todavía no han visto la película, o incluso leído el libro) que me chirría tanto teniendo en cuenta lo poco fiel al libro que es (por poner un ejemplo el final o la historia de amor). Independientemente de esto, es toda una obra de arte y desde luego 100% recomendable tanto el libro como la película.

    Saludos! ;)

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  2. Todos los años en Halloween hay reunión en casa y se hacen varias actividades, una es ver una peli, todo apunta a que ésta será la elegida. Disfruté mucho del libro y la peli la tengo olvidada. Un besote!

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  3. La vi cuando se estrenó, ya hace años, pero me apetece volver a verla. El libro de Bram Stoker es uno de los mejores que he leído en mi vida y justo anoche pensé que me lo tengo que comprar (me lo prestó una amiga)
    Besos!!

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  4. A mí esta película no me gusta mucho a pesar de todas las criticas tan positivas que tiene. Sin duda me quedo con el libro.

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  5. Es la única adaptación de drácula que he visto.,..me encanta! a ver si la veo de nuevo!
    Un beso!

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  6. Una película excelente y una interpretación, la de Oldman, digna de enmarcar. No estaría mal aprovechar estos días para verla de nuevo, quizás lo haga. 1beso!

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  7. Totalmente de acuerdo contigo, esta película es extraordinaria en muchos sentidos. Me quedo, sin duda, con la hermosisíma fotografía y el extremado cuidado de la iluminación y los colores. Creo que hasta Stoker se habría quedado boquiabierto al verla. Besos.

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  8. Un clásico que sigue sobrevolando por encima de muchos de la misma temática que han venido después. Y excelente adaptación cinematográfica, cierto. Coppola ha tenido obras erráticas, pero desde luego esta no ha sido una de ellas.

    Besos!

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  9. Pues yo la verdad es que no sé si he visto alguna adaptación de Drácula, concretamente esta creo que no y ahora mismo me apetece más la novela, que aún tengo sin leer, que ver la película
    besos

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  10. Muy de miedo no es, o es que a mí no me da pero eso sí, es magnífica, un Drácula como Dios manda con su gusto por la sangre en una cuchilla, muy bonita y romántica en todos los sentidos esta película con la canción de Annie Lennox, Love Song for a Vampire... qué cine, qué tiempos :) Besos marisa.

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  11. Mis escenas favoritas son las del viaje y en las que sale Mina. Es un clásico imprescindible.
    Besos

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  12. Esta película me gustó mucho. Creo que es la única que he visto de vampiros, pero me asusté de verdad.

    Un saludo.

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  13. El libro es una maravilla, lo he leído ya varias veces y me sigue encantando, y la versión con Oldman, un peliculón.

    Besos.

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  14. Después de leerte me da hasta vergüenza decir que no la he visto, ups!! pero bueno, esto tiene fácil remedio ¿verdad?
    Besos

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  15. Sin quitarle ningún merito me parece que tanto la novela como las películas de Drácula tienen un error, excepto quizás "El baile de los vampiros" de Polansky. Tras tanto tiempo de vampiro lo lógico es que hubiese vampirizado a muchísima gente, directa o indirectamente, todo un ejercito de vampiros. Sobre todo cuando va a Londres.

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