Autor
Stefan Zweig (Viena, 1881 - Petrópolis, Brasil, 1942) fue un escritor enormemente popular, tanto en su faceta de ensayista y biógrafo como en la de novelista. Su capacidad narrativa, la pericia y la delicadeza en la descripción de los sentimientos y la elegancia de su estilo lo convierten en un narrador fascinante, capaz de seducirnos desde las primeras líneas.
Sinopsis
Escrito en 1929, Mendel el de los libros narra la trágica historia de un excéntrico librero de viejo que pasa sus días sentado siempre a la misma mesa en uno de los muchos cafés de la ciudad de Viena. Con su memoria enciclopédica, el inmigrante judío ruso no sólo es tolerado, sino querido y admirado por el dueño del café Gluck y por la culta clientela que requiere sus servicios. Sin embargo, en 1915, Jakob Mendel es enviado a un campo de concentración, acusado injustamente de colaborar con los enemigos del Imperio austrohúngaro. Un breve y brillante relato sobre la exclusión en la Europa de la primera mitad del siglo XX.
Me estrené con Zweig no hace mucho tiempo después de leer un sin fin de reseñas a cual más buena y entusiasta. Para aquella ocasión elegí su obra Carta de una desconocida (podéis leer la reseña aquí) y quedé tan maravillada que me prometí a mí misma regresar a él.
No he tardado mucho en volver a su prosa y lo hago a través de otro de sus libros aclamados, Mendel el de los libros, una pequeña novela de apenas 60 páginas que ha incrementado mi regusto por este autor.
Los libros de Zweig son para leer más de una vez en la misma sentada. Cuando acabas la primera lectura quedas tan ensimismado que inevitablemente regresas a las primeras líneas y casi sin darte cuenta comienzas a leer de nuevo. Es que creo que el lector se queda con ganas de más.
Escrito en primera persona, en Mendel el de los libros hay un narrador que nos cuenta desde el tiempo y la distancia la vida de este viejo librero. Un hombre solitario (¿acaso los libros no son buena compañía?) que se pasa la vida sentado a la mesa de un antiguo café vienés situado en la Algerstrasse. Un judío considerado «un mago de los libros», «un saurio antidiluviano de los libros», «un ser humano particular», «hombre legendario», «peculiar portento universal», «símbolo del conocimiento,...»
Mendel es un personajes que vive por y para los libros, con una capacidad de abstracción y concentración que ya quisiera para mí. Con un libro en las manos, Mendel ni ve ni oye. Sólo tiene ojos para los volúmenes que pasan por sus manos y manos para esos volúmenes. La condición humana le importa muy poco y menos aún cuando a su alrededor estalla una guerra pero de la que él ni sabe ni quiere saber, aunque el ruido en el exterior de su querido café sea ensordecedor.
Mendel, el entrañable Mendel, te conquistará el corazón cuando sepas que abandonó sus estudios para rabino por sus libros y que no quiso aceptar un trabajo de bibliotecario en la Universidad de Princeton porque no quería mancillar su labor.
Pero...., Mendel, tu tranquila vida se truncó un día. ¿Por qué? ¿Acaso hiciste algún mal a alguien? Te limitabas a sentarte con tus libros, ajeno a todo y a todos y la gente venía a consultarte pues eras un pozo de sabiduría andante. No existía libro sobre la faz de la tierra del que tú no supieras el título, autor, precio, aspecto y la página de créditos. Pero ya debes saber que el ser humano incordia y te vio allí, agazapado entre tus cosas, indiferente y ajeno al mundo, y tuvo que ir a por ti. En ese instante comenzó tu calvario. Tu paso por aquel infierno te trastornó, te cambió y ni tus libros pudieron salvarte. ¿Qué pretendían de ti? ¿Es que no sabían que tú sin tus libros no eras más que un despojo? La tapa de mármol de la mesa en la que te sentabas cada día fue una losa funeraria para ti y al marcharte, te llevaste la Literatura. ¿Alguien se preocupó por ti? ¿Te recordaron? Tienes que saber querido Mendel, que hubo algunos, no muchos, que te echaron en falta y en lo que a mí respecta, quiero decirte que esta lectora no se olvidará jamás de ti, viejo librero de Galitzia, con tu barba desaliñada y vestido de negro, con esos ojos tuyos tan extraños y pequeños pero despiertos, siempre de mirada ágil, aguda y temblequeante, tú de cuerpo comprimido y jorobado pero con una mente libresca diamantina y prodigiosa. Mendel, titán de la memoria.
Mendel es un personajes que vive por y para los libros, con una capacidad de abstracción y concentración que ya quisiera para mí. Con un libro en las manos, Mendel ni ve ni oye. Sólo tiene ojos para los volúmenes que pasan por sus manos y manos para esos volúmenes. La condición humana le importa muy poco y menos aún cuando a su alrededor estalla una guerra pero de la que él ni sabe ni quiere saber, aunque el ruido en el exterior de su querido café sea ensordecedor.
Mendel, el entrañable Mendel, te conquistará el corazón cuando sepas que abandonó sus estudios para rabino por sus libros y que no quiso aceptar un trabajo de bibliotecario en la Universidad de Princeton porque no quería mancillar su labor.
«... un jovenzuelo encorvado de corta estatura, había venido del Este a Viena a estudiar para rabino, pero pronto había abandonado al riguroso Dios único, Jehovah, para entregarse al politeísmo brillante y multiforme de los libros». [pág. 15]
Zweig es pura magia, un maestro en la disciplina de la pluma. En este libro son muchos los detalles que me sorprenden. El uso de comparaciones y metáforas en relación a la actitud de Mendel hacia los libros es maravilloso.
Es un autor que acostumbra a no dar descanso al lector y en cada línea, en cada página se comprime la belleza. Frases llenas de lirismo y musicalidad. Me sorprende la capacidad de Zweig para describir al lector el engranaje que circunscribe la memoria, la mecánica que nos hacer recuperar un recuerdo.
¿Qué más os puedo contar? Nada y todo pero en su lugar os animo a que leáis esta preciosa joya y os forjéis vuestra propia opinión antes que mis comentarios contaminen más la belleza que esconde el mundo de Mendel.
Os dejo con el párrafo final que me parece una preciosidad.
«Pues ella, aquella mujer sin estudios, al menos había conservado el libro para acordarse mejor de él. Yo, en cambio, me había olvidado de Mendel el de los libros durante años. Precisamente yo, que debía saber que los libros sólo se escriben para, por encima del propio aliento, unir a los seres humanos, y así defendernos frente al inexorable reverso de toda existencia: la fugacidad y el olvido». [pág.64]
Reto:
Ya lo he dicho por ahí tengo a este autor pendiente y ganas de ponerme con él. Sólo me falta el tiempo
ResponderEliminarAlbanta tanto esta obra como Carta de una desconocida son tan cortas que se leen mientras esperas el autobús pero eso sí, son tan buenas, que requieren pausa. Besos
EliminarDespués de leerte me queda una duda
ResponderEliminar¿estás más enamorada de Zweig o de Mendel?,
besucus
Jejeje buena pregunta.. No sabría decirte porlomenix jejeje. Besos.
EliminarDifícil no seguir esta recomendación. Como siempre, cualquier sugerencia tuya se hace más que tentadora.Lo apunto. Aunque como dice una amiga mía "no sé si voy a tener vida suficiente para leer todo lo que me gustaría". Besos
ResponderEliminarJejeje eso nos decimos todos Ana, la falta de tiempo. Besos
EliminarLo tengo ya en casa, claro, tantas reseñas positivas del autor...es imposible resistirse!
ResponderEliminarUn beso!
Irresistible Lesincele. Besos
EliminarMendel es un personaje maravilloso y este libro es un imprescindible. Absolutamente recomendable. 1beso!
ResponderEliminarEstoy de acuerdo Tizire. Besos.
EliminarY yo todavía sin leer nada de este autor... tengo varios libros suyos en mi punto de mira por las reseñas que he ido leyendo pero este es de los que más me atraen, parece que Mendel es un personaje que conquista y teniendo solo 60 páginas no sé como no lo he leído aún
ResponderEliminarbesos
Tatty, ¡no me lo puedo creer! Tienes que leerlo ya. Besos
EliminarHola guapa!!!!!
ResponderEliminarTengo que leer este libro... no sé por qué pero ha sido verlo y leer la sinopsis y ya estaba convencida jajaja Bueeeno, tu reseña también ha ayudado jeje ;) ¡¡Me lo apunto!!
Un besote!!!
Pues espero que te guste Freyja. Besos
EliminarEn estos días me he cruzado de nuevo con reseñas de este título, espero leerlo antes de acabar el año, porque sé que me gustará tanto como a los que lo habéis leído. Un besote!
ResponderEliminarEs una preciosidad Meg. Besos
EliminarMagnifica reseña. La verdad es que no sé qué más añadir, porque el libro lo tengo pendiente de leer, y has hecho una reseña tan bonita, transmitiendo tan bien las sensaciones que has tenido con la lectura que sólo puedo disfrutar por partida doble: primero con tu reseña y luego (algún día) con Mendel y Zweig.
ResponderEliminarBesos!
Gracias Ana. Espero que cuando lo leas te guste tanto como a mi. Besos
EliminarTengo muchas ganas de hincarle el diente a esta novela y no tardaré mucho en hacerlo.
ResponderEliminarUn beso.
Ya tardas Enzo. Besos
EliminarMenuda reseña!! Lo leí hace tiempo y también me gustó mucho, los libros de Zweig son mágicos, apetecería tenerlos todos!! Besos
ResponderEliminarNorah poco a poco quiero hacerme con todos los suyos. Mi librero me recomendó 24 horas en la vida de una mujer. Ya sólo con el título me siento atraída. Besos
EliminarSi ya le tenía ganas a este libro, ahora es que voy a tener que ir corriendo a la librería.
ResponderEliminarBesotes!!!
Jejeje pues encima es muy barato para tan buena literatura. Besos Margari
EliminarHe leído la reseña esta mañana y ahora :) lo has dado todo, difícil resistir al canto.
ResponderEliminarNo me explayo para no resultar cansina y porque ya sabes más que de sobra de las debilidades de la madrina. Aunque vaya, con esta reseña veo que somos dos :P
De los cortos leído es mi favorito Mendel.
Un besote!!
Yo ya le tengo echado el ojo a otro madrina... Me da miedo porque lo que llevo leído hasta ahora me ha gustado tanto que no sé si la cosa se mantendrá igual. Besos
EliminarEs un título que me voy a tener que hacer con él, sí o sí, porque la pluma de este autor es magnífica. Te recomiendo Veinticuatro horas en la vida de una mujer. Besos.
ResponderEliminarSíiiiiiiiiiiiii Paco, más arriba lo comentaba. Mi librero me lo recomendó así que creo que será el próximo que caiga de este autor. Besos
EliminarYa van dos días seguidos con reseña de este libro, y esta más entusiasta no puede ser. Menudo homenaje al personaje. Después de lo leído, no me va a quedar otra que añadir al autor a la lista de lecturas pendientes.
ResponderEliminarUn beso.
Creo que no te defraudará Caminante. Besos
EliminarCuantísimo entusiasmo. Aunque en este caso más que justificado, porque a mí también me encantó Mendel. Uno de esos personajes inolvidables. Y me encanta como nos lo perfila Zweig, con esa magia de la que hablas, como ese ser abstraído con ojos sólo para los libros. Una maravilla imposible de pasar desapercibida para cualquier buen lector, creo.
ResponderEliminarBesotes!
Desde luego este libro tiene que formar parte de la trayectoria de todo lector, bueno este libro o este autor. Besos Rober.
EliminarTengo que estrenarme con este autor no paro de repetirlo
ResponderEliminarFesaro ya estás tardando. Besos.
EliminarUna reseña muy entusiasta y no es para menos. ¡qué personaje tan redondo en tan pocas páginas! Ningún libro de Zweig me ha gustado igual. Un beso :)
ResponderEliminarYo quiero probar otros Yossi, a ver qué tal. Besos
EliminarMe encaaaanta este libro!!!
ResponderEliminarY me encanta Mendel, es un personaje tan tierno =)
Besotes
Es un personaje al que se le coge mucho cariño Shorby. Besos
EliminarQué maravilla de libro! Coincido totalmente contigo en que nada más terminarlo, sin darte cuenta, vuelves a la primera página..
ResponderEliminarCarta de una desconocida será mi siguiente parada:)
1beso
Pues ese otro te va a encantar Elena. Besos.
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