LA METAMORFOSIS de Franz Kafka.

Autor

Franz Kafka (1883-1924), escritor checo en lengua alemana, nació en el seno de una familia de comerciantes judíos en Praga. Es considerado uno de los genios de la literatura universal. El 10 de mayo de 1933 decenas de miles de libros fueron quemados en diversas ciudades alemanas. Entre ellos figuraban los de Franz Kafka, autor señalado en las listas de escritores prohibidos elaborados por el Tercer Reich. Después de la guerra, la obra de Kafka fue tachada de "decadente y capitalista" y censurada por las nuevas autoridades comunistas de Checoslovaquia, patria natal del escritor. Visionaria e iconoclasta, la literatura kafkiana fue perseguida por los totalitarismos. 

Kafka fue capaz de crear un universo tan personal que lo "kafkiano" trascendió el ámbito literario para incorporarse al léxico del lenguaje popular. La metamorfosis, su obra más conocida, reúne todas las obsesiones de este escritor checo en lengua alemana.

Sinopsis

Esta breve obra recoge la historia de Gregor Samsa, un comerciante de telas que vive junto a sus padres y hermana. Gregor es el sustento de su familia pero un día, al despertar, descubrirá que se ha convertido en un monstruoso insecto. A partir de ese momento asistiremos a un profundo cambio tanto en la vida de Gregor como en sus relaciones familiares.

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Estamos ante otro de esos libros que lleva navegando por mis estanterías tiempo ha sin que hasta ahora le haya prestado la más mínima atención. No será porque no goza de un amplio prestigio. No será porque su autor es desconocido. Ni siquiera por su extensa longitud. No, no y no. Simplemente es uno de esos libros, de los que he oído hablar, a veces como el que oye campanas a lo lejos, y del que mi cabeza decide un buen día formarse una extraña imagen que no resulta atrayente, de ahí mi demora en su lectura. Hoy puedo decir que no esperaba encontrarme una historia así.

Pero antes de comenzar con la reseña, me gustaría lanzar una pregunta. ¿Toda obra esconde una interpretación detrás? ¿Todo autor escribe una obra con una intención que va más allá de la propia historia? ¿Puede ocurrir que un autor escriba un libro sin dobleces? Son cuestiones que siempre me planteo cuando me enfrento a joyas de la literatura universal sobre las que se ha dicho de todo, de las que se ha hablado a lo largo y ancho de este mundo y La metamorfosis de Kafka no ha quedado varada en la cuneta de la literatura sino que se han formulado tantas interpretaciones de la obra que no me extraña que yo tuviera una impresión errónea. 

Como se recoge en la sinopsis, La metamorfosis narra la historia de Gregor Samsa, un comerciante de tejidos que un buen día se despierta convertido en un horrible insecto. Aparentemente, y según los entendidos, se trata de un escarabajo aunque no sé muy bien por qué, yo me hubiera inclinado a pensar más en una cucaracha. En cualquier caso es algo que no queda claro en la obra pero su desconocimiento tampoco es transcendental.

Las sensaciones y el malestar que él experimenta en el momento justo de despertar, convertido ya en insecto pero sin ser consciente de ello en un primer momento, le conducen a pensar que se trata fruto del cansancio provocado por su trabajo. Viajar de aquí para allá, madrugar, visitar clientes, superar las ventas,... pero más tarde percibe que su cuerpo ha mutado. 

He de confesar que la actitud de Gregor al conocer su nueva situación me resulta del todo incomprensible, algo que no pasa desapercibido para el lector y que posiblemente tendrá un por qué. Tenemos a un personaje que permanece con una tranquilidad pasmosa, sin alterarse ni inmutarse, que acepta su nueva condición sin mostrar sorpresa alguna. Es más, su máxima preocupación sigue siendo su trabajo pues sabe que él es el único sustento de su familia. 

Y hablando de familia, Gregor vive con sus padres y su hermana pequeña que adolecen, todos ellos, de un egoísmo profundo pues ninguno de ellos da el menor palo al agua y viven a expensas de Gregor para el que toda esta situación es de lo más normal y encuentra justificación para cada uno de sus familiares. Su padre es un hombre que ha tenido mala suerte y ha visto cómo su negocio familiar ha quedado arruinado. Su madre padece asma y dicha enfermedad la imposibilita para trabajar. En cuanto a su hermana es demasiado joven y además posee un espíritu artístico que no puede ser manchado con el trabajo y para la que además Gregor está ahorrando con el objeto de enviarla a un conservatorio.

Queda claro pues que Samsa es un buen hombre, trabajador, humilde, honesto, responsable. Lo que se considera una buena persona y buen ciudadano, o lo que otros muchos catalogarían de imbécil redomado por dejarse mangonear de ese modo. 

Pero todo esto cambia de la noche a la mañana. Mientras Samsa aporta su trabajo y sus ingresos a los intereses familiares, todos felices y contentos, pero la transformación del sustento familiar en un insecto nauseabundo supone la condena de Gregor al ostracismo. Ya no resulta útil, ya no aporta nada, para su familia se ha convertido en escoria. ¿De qué vivirá la familia entonces?  ¿Qué le ocurrirá a Gregor cuando la familia lo repele? Eso lo tendréis que averiguar al leer el libro. Ya veréis que simpática familia le ha tocado en gracia al pobre Gregor.


Narrado en tercera persona con un léxico coloquial, La metamorfosis es un libro que engancha casi sin darte cuenta. Tras esta historia en cierto modo absurda se esconde un mensaje que cada cual ha interpretado a su manera. Ya sabéis que esta obra de Kafka ha sido mirada con lupa desde diversos puntos de vista y que son muchos los que se han lanzado a opinar. Puestos a darle un sentido a la narración, en lo que a mí respecta observo una crítica social disfrazada de relato surrealista. ¿Cómo es el ser  humano? Si nos fijamos en Gregor podemos pensar que él representa ese grupúsculo compuesto por individuos anodinos y conformistas. En cuanto a la familia de Gregor, se podría decir que ellos representan las miserias que circunvalan cada familia, considerando el término "familia" como metáfora de la sociedad. Es decir, si un individuo es útil a sus congéneres queda aceptado y estimado. Por el contrario, si se ve reducido a la nada, la sociedad le vuelve la espalda y lo desprecia. 

Por otra parte, muchos han visto en este pequeño libro una crítica mordaz contra la figura paterna. Kafka no tuvo buena relación con su padre, hecho que refleja en su otra obra Carta al padre, en la que hace un dibujo hipócrita de su progenitor. En La metamorfosis el señor Samsa es un completo tirano que no siente ni padece compasión por la situación de su hijo Gregor, al que condena sin ni siquiera pestañear, al más absoluto abandono. 

En definitiva, ¿qué no se ha dicho de esta obra? ¿Qué queda aún por decir? Como mínimo quedaría tu propia interpretación y es por eso que te invito a descubrir la obra de este autor checo porque La metamorfosis es uno de esos libros que merecen un hueco en nuestras estanterías, pero ¡ojo! tras haber sido leída.

Como curiosidad, os comento que durante una estancia en Praga tuve la oportunidad de visitar la casa de Kafka ubicada en parte alta de la ciudad, en el Callejón del Oro, número 22.  Me pareció muy pequeña, al margen de ser muy humilde. ¿No resulta mágico visitar el hogar de un autor tan conocido? 

Si queréis oír esta pequeña novela, sólo tenéis que pinchar  aquí.




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